domingo, 18 de octubre de 2015

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 18 DE OCTUBRE DEL 2015

NADA DE ESO ENTRE NOSOTROS




Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo, se separan del grupo y se acercan ellos solos a Jesús. No necesitan de los demás. Quieren hacerse con los puestos más privilegiados y ser los primeros en el proyecto de Jesús, tal como ellos lo imaginan. Su petición no es una súplica sino una ridícula ambición: «Queremos que hagas lo que te vamos a pedir». Quieren que Jesús los ponga por encima de los demás.

Jesús parece sorprendido. «No sabéis lo que pedís». No le han entendido nada. Con paciencia grande los invita a que se pregunten si son capaces de compartir su destino doloroso. Cuando se enteran de lo que ocurre, los otros diez discípulos se llenan de indignación contra Santiago y Juan. También ellos tienen las mismas aspiraciones. La ambición los divide y enfrenta. La búsqueda de honores y protagonismos interesados rompen siempre la comunión de la comunidad cristiana. También hoy. ¿Qué puede haber más contrario a Jesús y a su proyecto de servir a la liberación de las gentes?

El hecho es tan grave que Jesús «los reúne» para dejar claro cuál es la actitud que ha de caracterizar siempre a sus seguidores. Conocen sobradamente cómo actúan los romanos, «jefes de los pueblos» y «grandes» de la tierra: tiranizan a las gentes, las someten y hacen sentir a todos el peso de su poder. Pues bien, «vosotros nada de eso».

Entre sus seguidores, todo ha de ser diferente: «El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos». La grandeza no se mide por el poder que se tiene, el rango que se ocupa o los títulos que se ostentan. Quien ambiciona estas cosas, en la Iglesia de Jesús, no se hace más grande sino más insignificante y ridículo. En realidad, es un estorbo para promover el estilo de vida querido por el Crucificado. Le falta un rasgo básico para ser seguidor de Jesús.

En la Iglesia todos hemos de ser servidores. Nos hemos de colocar en la comunidad cristiana, no desde arriba, desde la superioridad, el poder o el protagonismo interesado, sino desde abajo, desde la disponibilidad, el servicio y la ayuda a los demás. Nuestro ejemplo es Jesús. No vivió nunca «para ser servido, sino para servir». Este es el mejor y más admirable resumen de lo que fue él: servicio a todos.



José Antonio Pagola

SEMILLAS DEL REY


Semillas del rey 


 

En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los jóvenes a una audiencia privada con él, en dónde les daría un importante mensaje.

Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y el que tenga la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".

Así se hizo, pero un joven plantó su semilla y ésta no germinaba; mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. El joven estaba demasiado triste pues su semilla nunca germinó, ni siquiera quería ir al palacio, pero razonó que debía ir, pues era un participante y debía estar allí.

Con la cabeza baja y muy avergonzado, se condujo hacia el palacio, con su maceta vacía. Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla; en ese momento el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas; pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES - DOMUND - PENÚLTIMO DOMINGO DE OCTUBRE

Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND)
Se celebra el penúltimo domingo de octubre


Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net 



DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES(DOMUND)se celebra el penúltimo domingo de octubre

En todos los países del mundo hoy se hace oración por las misiones y por los misioneros que se encargan de llevar la palabra de Dios a los que no lo conocen o a los que lo han olvidado.

¿Por qué se dedica este día a las misiones?

Se tiene un domingo dedicado a las misiones porque todas las personas necesitamos de Dios para poder llegar al cielo. Los misioneros tienen como tarea enseñarnos el Evangelio para poder alcanzar la vida eterna. Su labor es de capital importancia.

Un poco de historia

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús, para enseñarles a rezar, para decirles que todos debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros, para anunciarles la buena nueva: que Dios nos ama y quiere que todos los hombres se salven.
En el mundo existen actualmente 983 "territorios de misión" y en ellos trabajan casi 50 mil sacerdotes y 370 mil catequistas, casados o solteros, que trabajan a tiempo completo o parcial.
Todos estos misioneros se han comprometido a anunciar el Evangelio a los 3,500 millones de hombres que todavía no lo conocen y que representan las dos terceras partes de la humanidad.

¿Cuál es su labor? 

Atienden leprosarios, hospitales, hogares para huérfanos y ancianos, dispensarios, colegios, universidades. Su labor no es fácil, se les presentan muchas dificultades que tienen que vencer para lograr transmitir la palabra de Dios a los demás.
Necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús llevándoles el Evangelio.
Existen misioneros por todo el mundo que necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.
La labor de un misionero es muy valiosa.

Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada mundial de las Misiones 2015

sábado, 17 de octubre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 17 DE OCTUBRE DEL 2015


El Espíritu Santo les enseñará
Tiempo Ordinario


Lucas 12, 8-12. Tiempo Ordinario. El sufrimiento, es pasajero, y el haberlo sufrido con amor es el sello más hermoso para el alma. 


Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 12, 8-12
«Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. «A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir».

Oración introductoria
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Petición
Dame la gracia, Señor, de una entrega total de mi vida, sin cálculo ni interés humano, con una confianza sin reservas en Dios.

Meditación del Papa
Grande es el amor de Jesús por la Iglesia. Jesús se casó con la Iglesia por amor. Es su esposa: bella, santa, pecadora, pero la ama igual.
Es un amor fiel; es un amor perseverante, no se cansa nunca de amar a su Iglesia; es un amor fecundo. ¡Es un amor fiel! ¡Jesús es el fiel! San Pablo, en una de sus Cartas, dice: 'Si tú confiesas a Cristo, Él te confesará a ti, delante del Padre; si tú reniegas a Cristo, Él te renegará a ti; si tú no eres fiel a Cristo, Él permanece fiel, porque ¡no puede renegarse a sí mismo!' La fidelidad es precisamente el ser del amor de Jesús. Y el amor de Jesús en su Iglesia es fiel. Esta fidelidad es como una luz sobre el matrimonio. La fidelidad del amor. Siempre.
Fiel siempre, pero también incansable en su perseverancia. Precisamente como el amor de Jesús por su Esposa. Por ello la vida matrimonial debe ser perseverante. Porque al contrario el amor no puede ir adelante. La perseverancia en el amor, en los momentos bonitos y en los momentos difíciles, cuando hay problemas: los problemas con los hijos, los problemas económicos, los problemas aquí, los problemas allí. Pero el amor persevera, va adelante, siempre buscando resolver las cosas, para salvar la familia. Perseverantes: se alzan cada mañana, el hombre y la mujer, y llevan adelante la familia. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 2 de junio de 2014, en Santa Marta).
Reflexión
Dar testimonio de Cristo es arriesgado y lleva muchas veces al martirio, como Cristo anuncia en el evangelio, pero no hay que olvidar la otra cara de la moneda; que si Cristo nos invita a dar testimonio de Él ante los hombres es porque sabe que el mundo está deseando que alguien le anuncie la palabra.

Cristo nos habla de dar testimonio de Él ante los hombres y luego habla del martirio. Está profetizando lo que será la vida de la Iglesia durante los veinte siglos de su existencia, desde la muerte de San Esteban, hasta la última monja asesinada en China por atreverse a predicar el Evangelio. En el mundo moderno, que tanto alardea de comprensión y tolerancia, la Iglesia sigue ofreciendo a Cristo la sangre caliente y enamorada de quienes no temen morir por él.

El siglo XX fue el de los millones -sí, sí, millones- de mártires, los del comunismo en Asia, Europa oriental y España; los del nazismo, o los del simple odio a Dios en la guerra cristera de México o del extremismo musulmán en África. Puede que a nosotros no se nos presente esta ocasión en nuestra vida, ni que el Señor nos pida esta muestra de amor. Pero sí nos pide el martirio que puede suponer día tras día levantarse a la primera y a la misma hora, sonreír cada jornada a esta persona que podemos llegar a no soportar, el callarnos por dentro cada vez que nos venga un juicio negativo sobre esa persona, el seguir poniendo nuestro cariño a pesar de no recibir nada a cambio, el no abandonar el trabajo estipulado por cansancio...y tantas cosas, que son pequeñas espinas que podemos ofrecer a Dios, pequeños martirios que hacen de nosotros «otros cristos» y que son manifestaciones de amor a Dios.

Conscientes de que el sufrimiento, por grande que sea es pasajero, y el haber sufrido no, el haber sufrido con amor es el sello más hermoso para el alma. No podemos olvidar, que el dolor siempre tiene que estar cargado de esperanza, la cruz por la cruz es inútil, y no lleva más que a la desesperación. Jesús sufrió como nadie, pero resucitó y su sufrimiento no fue inútil, ni estático. Se produjo en un periodo de tiempo limitado, y la respuesta a ese dolor fue la resurrección, el mayor milagro que se ha dado y se dará en toda la eternidad. Por eso, nuestro dolor es efectivo y a parte de producirnos la salvación podemos arrancar del Señor grandes gracias y milagros para nosotros y para nuestros hermanos los hombres.

Propósito
Contestar a llamamiento de Jesús con acciones concretas, a amarlo sobre todas las cosas y a servirle en los hermanos.

Diálogo con Cristo 
Frecuentemente resulta difícil manifestar o defender la propia fe frente a los demás. Un falso respeto humano paraliza y lleva al terrible pecado de la omisión. Reconozco, Señor, mis debilidades y suplico tu gracia pero saber ser fiel a las inspiraciones del Espíritu Santo.

ME LLAMAS



Me llamas...




Me llamas Señor, 
                y no me obedeces.

Me llamas Luz,
                y no me ves.

Me llamas el Camino,
                y no me sigues.

Me llamas la Vida,
                y no me deseas.

Me llamas Sabio,
                y no me escuchas.

Me llamas Rico,
                y no me pides.

Me llamas Eterno,
                y no me buscas.

Me llamas Amigo,
                y en Mí no confías.

Me llamas Rey,
                y no me sirves.

Me llamas Bondadoso,
                y me temes.

Me llamas Maestro,
                y no me preguntas.

Me llamas la Verdad,
                y no me crees.

Me llamas el Amor,
                y no te dejas amar.

Me llamas Médico,
                y no permites que te cure.

Me llamas Puerta,
                y te quedas fuera.

Me llamas el Todo,
                y no tienes un espacio para Mí.

Me llamas Buen Pastor,
                y huyes de mí.

Me llamas el Único,
                y vives como si no existiera.

Me llamas Dios,
                y no me amas ni me temes.

Y... si te condenas,
                no Me culpes.

SALMO 23: EL SEÑOR ES MI PASTOR


SALMO 23
EL SEÑOR ES MI PASTOR 


El Señor es mi pastor, nada me falta.
En prados de hierba fresca me hace reposar,
me conduce junto a fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.

Me guía por el camino justo,
haciendo honor a su Nombre.
Aunque pase por un valle tenebroso,
ningún mal temeré,
porque Tú estás conmigo.

Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
Me preparas un banquete
en frente de mis enemigos,
perfumas con ungüento mi cabeza
y mi copa rebosa.

Tu amor y tu bondad me acompañan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

LOS NOMBRES ESCRITOS EN EL CIELO - REFLEXIÓN


Los nombres escritos en el Cielo



En un día como tantos, por la noche tres jóvenes recorrían la ciudad, y como cada semana, escribían sus sobrenombres sobre las paredes y daban a conocer el nombre de su pandilla con mucho orgullo.

Ese día pasaba por allí un sacerdote y los encontró escribiendo sus nombres en una pared cerca de su Iglesia, entones se dirigió a ellos con estas palabras:
-¿Por qué escriben sus nombres en las paredes de esta tierra pasajera? Mejor escriban sus nombres en el Cielo que dura hasta la eternidad.

Los muchachos se sorprendieron ante tales palabras y le preguntaron:
-¿Cómo podríamos escribir nuestros nombres en el Cielo, si no lo conocemos y no sabemos cómo llegar a él?

Ante esas dudas el sacerdote, les contestó:
-El Cielo es el lugar donde habita nuestro buen Dios, y a él van todas las personas que creen en su Hijo Jesucristo.

Los muchachos le dijeron entonces:
-¿Solamente eso se necesita para entrar al Cielo?

Y el sacerdote añadió:
-No, el creer que Jesucristo es el Hijo de Dios se le llama fe, y esa es la llave que abre la puerta del Cielo.  La fe es un regalo que Dios nos hace. Tener en el corazón este regalo se expresa a través de las buenas obras.

Los muchachos le preguntaron cuáles eran esas buenas obras, y él les dijo:
-Las buenas obras son aquellas que el mismo Jesucristo hizo cuando nos visitó y vivió entre nosotros. Estas son las que vienen del amor al hermano; ayudar al necesitado, visitar al enfermo, dar de comer al hambriento, vestir al pobre, aconsejar al desorientado, y si es necesario, estar dispuesto hasta a dar la vida por los demás, como lo hizo nuestro buen Jesús.

Los muchachos le agradecieron al sacerdote por enseñarles algo mejor que escribir su nombre en las paredes de la ciudad, y le dijeron que querían escribir sus nombres en el Cielo, y por ello iban a creer en Jesucristo y además iban a hacer buenas obras para imitarlo.

El sacerdote los invitó a asistir a Misa cada domingo y ellos le agradecieron y aceptaron. Y por último le preguntaron qué nombre le darían a su nueva pandilla, y él les contestó:
-Esta es la "Pandilla de los Cristianos Resucitados".

CINCO CLAVES PARA CONOCER Y AMAR A LA VIRGEN MARÍA


Clave para conocer y amar a María 
5 claves que nos pueden que ayudar en este camino de conformación con Jesús a través de Santa María


Por: Luisa Restrepo | Fuente: Catholic-link.com 




María es nuestra Madre y en nuestro camino de cercanía y encuentro con el Señor Ella cumple un papel dinámico y fundamental. Para poder recorrerlo es necesario aumentar nuestro amor filial para que sea Ella quien nos lleve de su mano hacia su hijo El Señor Jesús.

Hoy, con la ayuda del hermoso libro de María Vallejo-Nágera: “De María a María”, les queremos presentar 5 pasos para conocer y amar a María. En esta hermosa obra la autora nos describe su proceso de acercamiento a la Virgen María, nos cuenta cómo es su relación con Ella y nos invita a descubrirla, conocerla y amarla cada vez más.

María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres.Papa Francisco
Les dejamos 5 claves que nos pueden que ayudar en este camino de conformación con Jesús a través de Santa María:



1. Buscar que María nos lleve de su mano en nuestro proceso de Conversión y Fe:

Convertirse todos los días como el primero –valga la redundancia– es la primera clave para amar a María. El Señor nos pide cada día que le amemos. Y la mejor manera es a través de su Madre, la Virgen María. Si buscamos a nuestra Madre, el Señor se hará cercano a nosotros. María es la primera creyente, con su fe alienta nuestro camino para que cada día crezcamos en confianza en Dios y en sus promesas.

2. Reconocer su presencia amorosa en nuestras vidas:

La Virgen María ¿está realmente presente en nuestras vidas? ¿actúa hoy de forma real?  La Madre de Dios, que es Madre de todos también –así lo quiso Él– actúa en cada uno de sus hijos de una manera distinta. Unas veces es más visible que otras, pero el amor es el mismo. Para ello, el Señor nos la regaló para pedirle por nuestras preocupaciones y nuestras ocupaciones. Así Ella estará presente en las situaciones más cotidianas de nuestra vida, para que hagamos frente junto a Ella, a todos nuestros problemas.

3. Tener siempre presente que María es Madre de Dios y Madre nuestra:

Juan Pablo II dijo una vez: “La maternidad virginal, reconocida y proclamada por la fe de los Padres, nunca jamás podrá separarse de la identidad de Jesús, verdadero hombre y verdadero Dios, dado que nació de ella”. María es un nuestra madre y como buena madre no se cansa de esperar. Ella sabe que somos humanos y que fallamos. Aun así,  no nos deja solos.


4. Para amarla debemos acercarnos a San José el Padre de Jesús y esposo de La Virgen María:

San José es el perfecto intercesor, fue el mejor padre, el mejor amigo de la Virgen y su mayor protector. Supo proteger a su Sagrada Familia y llevar a cabo la misión que le había mandado el Señor. Por eso, ahora nosotros podemos pedirle que nos ayude con las cosas de nuestras familias y las de nuestros amigos, pues no dudará en echarnos una mano cuando lo necesitemos. El lazo amoroso y espiritual que unía al Patriarca con la Virgen María hace que podamos agarrarnos fuerte a sus manos y, a su vez, al regazo de Nuestra Madre. El Papa Francisco tiene una estatua de san José durmiendo en su habitación y cuentan que, cuando recibe documentación con asuntos graves, los deja –literalmente– bajo su cuidado. Él es el protector de la Virgen y el padre adoptivo de Jesús. Son muchos los santos que le han venerado, admirado y le han pedido intercesión, contándose como numerosísimos los milagros atribuidos a él a lo largo de  XXI siglos de fe.

5. Acudir a Ella rezando El Santo Rosario:

El rosario es un fiel aliado para conocer los sentimientos y los amores de la Virgen. Desgranar las cuentas con una oración pausada y recogida nos permite comprender que la Virgen se vale de dichos ruegos para pedir abundantes gracias a Jesús. El Rosario es un instrumento esencial para todos los cristianos que desean cooperar con la misión evangelizadora de la Virgen María en el mundo.

HOY 17 DE OCTUBRE SE CELEBRA LA JORNADA MUNDIAL DEL RECHAZO A LA MISERIA

Jornada Mundial del Rechazo a la Miseria
El 17 de octubre se celebra el Día Mundial del Rechazo a la Miseria, establecido por el sacerdote francés Joseph Wresinski (1917-1988)


Por: Redacción | Fuente: mundosinmiseria.org 



«El próximo sábado 17 de octubre tiene lugar la Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria. Esta jornada se propone acrecentar los esfuerzos para eliminar la extrema pobreza y la discriminación y para asegurar que cada uno pueda ejercitar plenamente sus propios derechos fundamentales. Todos estamos invitados a hacer nuestra esta intención para que la caridad de Cristo alcance y alivie a los hermanos y hermanas más pobres y abandonados». Papa Francisco (14 octubre 2015)

Historia del la Jornada mundial del Rechazo a la Miseria
¿Qué es el 17 de Octubre ?
El 17 de octubre de 1987, el padre Joseph Wresinski convocó a 100.000 defensores de los Derechos Humanos; ellos se reunieron en el atrio del Trocadero en París para rendir homenaje a las víctimas del hambre, de la violencia y de la ignorancia y manifestar su rechazo a la miseria y para hacer un llamado a la humanidad, para que unidos hagamos respetar los Derechos Humanos. En esa oportunidad se inauguró una Placa en la que se proclama el mensaje del Padre Joseph Wresinski, la que está ubicada en el atrio de los Derechos Humanos y de las Libertades, allí donde en 1948 fue firmada la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Las 100.000 personas presentes eran de diversos orígenes, de diversos medios sociales y diferentes creencias. Estaban presentes altas autoridades públicas locales , nacionales e internacionales ; habían familias y personas que sobrevivían resistiendo cotidianamente la extrema pobreza.

Posteriormente a esta fecha, el 17 de Octubre de cada año y el 17 de cada mes, los más pobres y todos aquellos que rechazan la miseria y la exclusión, se reúnen en el mundo entero a fin de testificar su solidaridad y su compromiso para que la dignidad y la libertad de todos los hombres sean respetadas; de esta manera nació la Jornada mundial del Rechazo a la Miseria.
El 17 de Octubre de 1992, el ex Secretario General de la ONU , señor Javier Pérez de Cuellar, a nombre de personalidades internacionales reunidas en el Comité para la Jornada mundial del Rechazo a la Miseria, solicitó a esta organización el reconocimiento del 17 de Octubre. El 22 de Diciembre de 1992, la Asamblea de las Naciones Unidas proclama el 17 de Octubre como: DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACION DE LA POBREZA. Desde entonces las iniciativas para celebrar esta Jornada continuán multiplicándose.

De un barrio pobre a una jornada mundial
1956 : El Padre Joseph Wresinski creó una asociación con las familias muy pobres, para que ellas sean reconocidas como parte de la sociedad.
La Jornada mundial del Rechazo a la Miseria se origina en un encuentro de familias de gran pobreza en el barrio de Noisy-le-Grand en la región parisina. El Padre Joseph Wresinski hombre emergido del mundo de la miseria, los reunió para fundar con ellos una asociación, la que más tarde sería conocida como Movimiento ATD Cuarto Mundo.
En esta ocasión, el Padre Joseph Wresinski prometió a su pueblo hacerles subir los peldaños de todos los lugares donde se decide el futuro de la humanidad, como el Elíseo, el Vaticano y las Naciones Unidas. Por este medio, él quería asegurar a estas familias un reconocimiento y una existencia en la conciencia de la humanidad.
Estas familias, aisladas y excluidas del resto del mundo, tenían la necesidad de los miembros de la sociedad para, juntos, rechazar la miseria. Es así que nace una historia de asociación entre las familias excluidas a causa de su miseria y personas establecidas y reconocidas en la sociedad.
17 de Octubre de 1987 : Las familias muy pobres del mundo, por fin, tienen un lugar para ellas
La vida compartida de estas familias que nació en 1956, dio origen a la ceremonia del 17 de Octubre de 1987 con la concentración de 100.000 personas en el atrio de las Libertades, de los Derechos Humanos y del Ciudadano. Al llamado del Padre Joseph Wresinski estas personas afirmaban la necesidad de unirse para hacer respetar los Derechos Humanos, de los cuales, la miseria es una negativa permanente. En homenaje a las víctimas de la miseria, fue colocada una placa grabada en el atrio del Trocadero, en el lugar donde fue firmada la Declaración universal de los Derechos Humanos en 1948. La colocación de esta Placa marcó un reconocimiento simbólico a las familias más pobres, cuya existencia misma, hasta ese entonces, había sido ignorada en la vida política, social, y cultural de la sociedad.
Posteriormente a esta fecha, ciudadanos de diferentes orígenes, de diferentes condiciones y diversas convicciones se congregan alrededor de la Placa el 17 de cada mes y, en mayor número, el 17 de Octubre de cada año, para testificar su solidaridad con los más pobres y renovar su compromiso. Desde 1988 se realizan encuentros similares en el corazón de numerosas comunidades así como en los lugares de miseria de Africa, Asia y otros continentes. Es una verdadera Jornada mundial del Rechazo a la Miseria, que nació de la iniciativa de los más pobres.
1988 : El rechazo a lo inhumano
Las familias del Cuarto Mundo encuentran un real eco a su lucha cotidiana en la Jornada del 17 de Octubre, deseando que este día sea celebrado en lo sucesivo en cada país. Los testimonios de amigos y de familias en la miseria, así como los deseos y los mensajes de esperanza comienzan a crecer.
1989 : La palabra de los silenciosos Por primera vez, los "Cuadernos del Cuarto Mundo" fueron abiertos en la plaza del Trocadero. Aquellos que la historia ha olvidado, aquellos que resisten todos los días el infierno de la miseria, por fin han adquirido el derecho de hablar, ellos hacen nacer el respeto a los Derechos Humanos en los barrios abandonados, en el lodo de los barrios de miseria. La Jornada del Rechazo a la Miseria se difundió en otros países, como en la Costa de Marfil, República Centroafricana, Haiti, Guatemala, Tailandia y Senegal.
1990 : La amistad de los niños
Con TAPORI, rama infantil del Movimiento ATD Cuarto Mundo, los niños desarrollan una corriente de amistad que rompe las fronteras de la exclusión. El 17 de Octubre, ellos dan testimonio de su solidaridad con los más pobres, con dibujos y firmas , los mismos que se mezclan por miles en la "Valija de la amistad y de la paz". Numerosas valijas circulan entre niños de diferentes países, cada una es portadora de historias, de juegos, de chistes y mensajes.
1991 : El camino de la paz
Rechazando la ley de los más fuertes que aplastan a los más débiles, estos últimos han mostrado la capacidad de unir a todos los hombres, y al mismo tiempo les han invitado a que sean más humanos. Sus testimonios fueron consignados en los "Terceros Cuadernos" del Cuarto Mundo. Inclusive en los países donde las reuniones públicas están prohibidas, las familias más pobres encuentran los medios para festejar esta Jornada, algunas veces al precio de largas caminatas. Cada año, nuevos países comienzan a celebrar el 17 de Octubre : Bélgica, Alemania, Benin, Holanda e isla Mauricio.
1992 : Las Naciones Unidas reconocen al Cuarto Mundo y su contribución al hombre
El 22 de Diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución, proclamando el 17 de Octubre como "Jornada internacional para la eliminación de la pobreza", admitiendo de esta manera la contribución de las familias más pobres a sus homólogos.
1993 : Una misma voz a través del mundo
Desde entonces, la Jornada mundial de Rechazo a la Miseria es celebrada oficialmente en el mundo entero. Es una jornada de escuchar y prestar atención a todos aquéllos que realmente rechazan lo inaceptable, los que jamás han sido considerado seriamente y que, frecuentemente, son humillados por osar testimoniar el tabú de la miseria.
1994 : El pueblo del Cuarto Mundo sube las gradas de la O.N.U.
El 17 de Octubre de 1994, 300 familias de las más pobres del mundo procedentes de 45 países fueron recibidas y escuchadas por el señor Boutros Boutros-Ghali, Secretario General de las Naciones Unidas, manifestando así el reconocimiento de las Naciones Unidas a las familias más pobres del mundo. Con este hecho fue honrada la promesa del Padre Joseph Wresinski de hacer subir las gradas de las Naciones Unidas al pueblo del Cuarto Mundo.
1995 : Una humanidad liberada del terror y la miseria.
Los esfuerzos emprendidos por los pobres para hacer cumplir la Declaración de los Derechos Humanos, fueron vanos.. En el quincuagésimo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, los pueblos del mundo son llamados a celebrar esta Jornada en todos los lugares significativos donde la historia de las víctimas de la guerra cotidiana, ocasionada por la extrema pobreza y exclusión, fue olvidada.
Por todas partes, ellos repiten que ningún ideal de la humanidad puede realizarse si los más pobres no están asociados desde el comienzo a éste.
1996 : Las familias muy pobres son reconocidas como socios en la construcción del mundo del mañana.
Después de la "Cumbre mundial del desarrollo social" realizada en Copenhague en 1995, las Naciones Unidas designaron oficialmente el año 1996, "Año internacional para la eliminación de la pobreza". Este año fue una etapa más, en el largo camino de las familias más pobres por ser recibidas como socias en los lugares donde los hombres reflexionan y deciden su futuro. En esta ocasión, el Secretario General de las Naciones Unidas se dirigió por primera vez a las personas pobres: "Nosotros les escuchamos, nosotros les pedimos que nos digan lo que podemos hacer, no por ustedes, sino con ustedes". La historia de una nueva fraternidad entre todas las personas alrededor de los más pobres se continúa escribiendo. Hoy día se propone a todas las personas que desean celebrar esta jornada, asociarse a esta corriente mundial.
1997 : Rechazar la miseria es construir el futuro de todos.
Durante el primer decenio de las Naciones Unidas para la eliminación de la miseria (1997-2006), la ONU decidió unir las celebraciones del 17 de Octubre, a un tema particular, a fín de cumplir con los compromisos adquiridos después de las diferentes cumbres, conferencias etc., organizadas bajo su auspicio. Así en 1997, cinco años después de " La Cumbre de Río " la declaración será sobre la " Pobreza, medio ambiente y desarrollo " y en 1998 recordando el quincuagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se pondrá énfasis al tema sobre "Pobreza y Derechos Humanos".

viernes, 16 de octubre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNTES 16 DE OCTUBRE DEL 2015


Nada hay oculto que no haya de saberse
Tiempo Ordinario


Lucas 12, 1-7. Tiempo Ordinario. Siempre hay una oportunidad para rehacer la vida, para levantarse de la caída. 


Por: Juan Gralla | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehena; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos.

Oración introductoria
Padre, ¿cuál es tu designio de Creador y de Padre sobre mi vida? ¿Cuál es tu voluntad? Yo deseo cumplirla y estoy seguro que me responderás, escuchando tu Palabra.

Petición
Señor, ayudanos a trabajar por salvar nuestra alma. Estamos en el tiempo para merecer las gracias que obtuvo para nosotros Jesús, en su Pasión y Resurrección.

Meditación del Papa Francisco
Dios es tan grande que tiene también sitio para nosotros. Y el hombre Jesús, que es al mismo tiempo Dios, es para nosotros la garantía de que ser-hombre y ser-Dios pueden existir y vivir eternamente uno en el otro. Esto quiere decir que de cada uno de nosotros no seguirá existiendo sólo una parte que nos viene, por así decirlo, arrancada, mientras las demás se arruinan; quiere decir más bien que Dios conoce y ama a todo el hombre, lo que somos. Y Dios acoge en su eternidad lo que ahora, en nuestra vida, hecha de sufrimiento y amor, de esperanza, de alegría y de tristeza, crece y llega a ser.
Todo el hombre, toda su vida es tomada por Dios y, purificada en Él, recibe la eternidad. ¡Queridos Amigos! Yo creo que esta es una verdad que nos debe llenar de profunda alegría. El Cristianismo no anuncia solo una cierta salvación del alma en un impreciso más allá, en el que todo lo que en este mundo nos fue precioso y querido sería borrado, sino que promete la vida eterna, “la vida del mundo futuro”: nada de lo que es precioso y querido se arruinará, sino que encontrará plenitud en Dios. Todos los cabellos de nuestra cabeza están contados, dijo un día Jesús. El mundo definitivo será el cumplimiento también de esta tierra, como afirma san Pablo: “la creación misma será liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios”. Por tanto se comprende que el cristianismo de una esperanza fuerte en un futuro luminoso y abra el camino hacia la realización de este futuro. Nosotros somos llamados, precisamente como cristianos, a edificar este mundo nuevo, a trabajar para que se convierta un día en el “mundo de Dios”, un mundo que sobrepasará todo lo que nosotros mismos podríamos construir. (Homilía de S.S. Benedicto XVI, 16 de agosto de 2010).
Reflexión
Cuando se nos estropea algo en casa (un electrodoméstico, el coche, la computadora...) nos inquietamos y hacemos todo lo posible para buscar una solución: llamamos al técnico para que lo arregle. Luego pagamos una cantidad de dinero, y listo. O si la reparación es muy cara hacemos planes para comprar uno nuevo.

Sin embargo, todas estas cosas no merecen el cuidado que precisa nuestra vida. Porque si dejamos de funcionar, ¿quien nos arregla? Los médicos pueden lograr curaciones asombrosas, pero ninguno sabe resucitar a un muerto.

Cristo nos advierte que debemos temer al pecado, porque ése sí que nos puede llevar donde no queremos.

Muchos santos contemplaban con frecuencia la realidad de la muerte, y se preguntaban: ¿cómo quisiera vivir yo este día si supiera que es el último día de mi vida?

Mientras vivimos, tenemos esperanzas de salvar nuestra alma. Estamos aún en el tiempo para merecer las gracias que obtuvo para nosotros Jesús, en su Pasión y Resurrección. Por eso, siempre hay una oportunidad para rehacer la vida, para levantarse de la caída, pedir perdón en el sacramento y seguir adelante pensando en el final, en el encuentro definitivo con Dios.

Propòsito
Como nos pide el Papa: ponernos a la escucha de Dios, que tiene un designio de amor para cada uno de nosotrs, a través de la oración.

Diálogo con Cristo
Gracias, Jesús, por tu amor y por este momento de oración. Conoces mi debilidad y cobardía ante las dificultades que hoy tendré que afrontar. Me preocupa el sacrificio que haré y me inquieta saber que los resultados pueden ser contrarios a lo que espero. Ayúdame a darme cuenta que Tú te harás cargo de cada minuto y detalle de este día y que todo lo bueno que resulte, será consecuencia de tu Providencia.

MANOS QUE ORAN


Manos que oran 


Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nuremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara. A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.

Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario. Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albretch Durer gano y se fue a estudiar a Nuremberg.

Albert comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia.

Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.

Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad.

Sus palabras finales fueron: "Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tú a Nuremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti".

Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: "No... no...no...".

Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente: "No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis... mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano... para mí ya es tarde".

Mas de 450 años han pasado desde ese día. Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Lo que es más, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa.

Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente "Manos", pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de "Manos que oran".

La próxima vez que vea una copia de esa creación, mírela bien. Permita que sirva de recordatorio, si es que lo necesita, de que nadie, nunca, ¡triunfa solo!

¿NO ES DIOS INFINITAMENTE MISERICORDIOSO?


¿No es Dios infinitamente misericordioso?
Dios es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo

La justicia exige que las almas sean juzgadas de acuerdo con la forma en que han elegido seguir esta vida
Por: Alfonso Aguiló 




- ¿Cómo puede Dios, siendo infinitamente misericordioso, castigar con tanto rigor a los pecadores, condenándoles a las terribles penas del infierno?

Dios es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo. Y la justicia exige que las almas sean juzgadas de acuerdo con la forma en que han elegido seguir esta vida. Cuando alguien se condena, es siempre por culpa suya: se condena porque se empeña, ocultándose detrás de múltiples excusas y justificaciones, en no tomar esa mano que Dios le tiende. No es tanto Dios quien rechaza al hombre como el hombre quien rechaza a Dios.

- De todas formas, he escuchado tantos relatos curiosos de las penas del infierno que me parecen casi ridículos... ¿No es una explicación un poco infantil?

Por fortuna, el dogma católico no tiene por qué coincidir siempre con las ocurrencias de cada orador, y quizá no hayas tenido mucha suerte con los que tú has escuchado. Pero lo que la Iglesia dice es que las almas de los que mueren en estado de pecado mortal sufrirán un castigo que no tendrá fin. Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa la autoexclusión voluntaria y definitiva del premio del cielo. Y puesto que no sabemos ni el día ni la hora en que habremos de rendir cuentas a Dios, todo esto es un llamamiento a la responsabilidad con que usamos nuestra libertad en relación al destino eterno.

- Pero que un castigo sea eterno, podría no ser justo...

No hay que preocuparse por eso, puesto que Dios es justo. Dios no predestina a nadie a ir al infierno. No descarga sobre un hombre ese golpe fatal sin haberle puesto a la vista la vida y la muerte, sin haberle dejado la elección, sin haberle ofrecido mil veces la mano para apartarse del borde del precipicio. Si el hombre se esfuerza, con un esfuerzo serio y eficaz, por alcanzar su salvación eterna, no ha de tener miedo a la muerte, porque Dios no está esperando un descuido para cazarle en un renuncio. 


- ¿Y qué explicación das al hecho de que haya tantos creyentes a los que la amenaza del infierno no les hace cambiar de vida?

Es un antiguo problema. Algo parecido a lo que sucede a un estudiante perezoso que no se decide a ponerse a estudiar porque todavía le queda tiempo. Imagínatelo en el calor de principios de junio, cuando el día del examen está allá lejos, a finales de mes. Sabe perfectamente que cada vez le va a costar más enderezar la situación, pero se deja arrastrar por la pereza. La gran diferencia, en el caso de la muerte, es que se trata de un examen cuya fecha no se avisa y que no tiene segunda convocatoria.

O parecido al médico que conoce perfectamente las consecuencias de sus "excesos", pero todo su saber, si no cuenta con la debida fuerza de voluntad, es débil frente a esa seducción y no le hace abandonar esos errores.

A lo largo de los siglos, ha habido muchos hombres que han llegado a sacrificar la hacienda, el honor, la salud, incluso la vida, por la satisfacción de un momento. ¿Por qué? Es sencillo. El placer halaga el presente y en cambio los males están distantes, y el hombre se hace la ilusión de que ya logrará luego de algún modo evitarlos.

Y a lo mejor lo hace sin siquiera perder sus antiguas convicciones. Solo las pone un poco a un lado. Quizá por eso algunos se ponen nerviosos al oír hablar de la muerte. Igual que sucede al estudiante de nuestro ejemplo cuando oye hablar de los exámenes, o al médico al pensar en las consecuencias de sus "excesos", pues en ambos casos la hora de la verdad se acerca inexorablemente.

En definitiva, habrá un juicio, en el que se hará justicia, y eso puede producir un sano sentimiento de intranquilidad, hemos de presentarnos a un tribunal. Esto no es un mensaje de amenaza, sino una llamada a nuestra responsabilidad para no malgastar la vida, para no obrar mal, para hacer todo el bien que podamos.

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