martes, 1 de septiembre de 2015

SEPTIEMBRE, MES DE LA BIBLIA


Septiembre mes de la Biblia
Durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollan actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios


Por: Xavier Villalta | Fuente: Catholic.net 




Septiembre mes de la Biblia

La intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios.

Propuestas para escuchar la Palabra

1. La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta manera nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los mismos textos. También nos acostumbramos a una lectura continuada de la Biblia, donde los textos están relacionados y lo que leemos hoy se continua con lo de mañana. La lectura diaria de los textos (para lo cual Liturgia Cotidiana es una excelente herramienta) constituye una "puerta segura" para escuchar a Dios que nos habla en la Biblia.

2. - ¿Has leído alguna vez un evangelio entero "de corrido"? Es muy interesante descubrir la trama de la vida de Jesús escrita por cada evangelista. Muchos detalles y relaciones entre los textos que cada evangelista utiliza quedan al descubierto cuando uno hace una lectura continuada. Este mes es propicio para ofrecerle a Dios este esfuerzo. Te recomendamos la lectura del evangelio de Marcos. No es muy largo, en unas horas se puede leer. Al ser el primero de los sinópticos, los otros (Mateo y Lucas) lo siguen en el esquema general. Por lo tanto es una muy buena "puerta de entrada" al mensaje de Jesús.

3. Otra posibilidad para poner en práctica este mes (y tal vez iniciar un hábito necesario y constructivo) es la oración con los salmos. Los mismos recogen la oración del pueblo de dios a lo largo de casi mil años de caminata del pueblo de Israel. Nos acercan la voz del pueblo que ora con fe, y la palabra de Dios, que nos señala esta manera de orar para acercarnos y escuchar sus enseñanzas. En los salmos podemos encontrar una inmensa fuente de inspiración para la oración. Hay salmos que nos hablan de la alegría, de las dificultades y conflictos, de la esperanza, del abatimiento, del dolor, de la liberación y la justicia, de la creación, de la misma Palabra de Dios (salmo 118, el más largo de todos). Aprender a rezar con los Salmos es una "puerta siempre abierta" para el encuentro con el Dios de la Vida.

4. La lectura orante de la Palabra, realizada en comunidad, nos pone en sintonía con la voluntad de Dios. Es un ejercicio clave para el crecimiento en la fe. La fuerza de la comunidad nos alienta para encontrar en los textos la fuerza del Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos enriquecemos con el aporte de cada uno. Existen muchos métodos de lectura orante. Simplificando al máximo podemos decir que los siguientes cuatro pasos son los más comunes:

Lectura
Meditación
Oración
Compromiso

La lectura orante siempre desemboca en un desafío para vivir. La Palabra de Dios nos desafía a seguir los pasos de Jesús y cambiar nuestra vida.

La lectura orante, practicada en comunidad, es una "puerta-espejo" que nos interpela y nos ayuda a discernir cómo vivir y practicar su Palabra en nuestros días.

De la la Encíclica Fides et ratioCapítulo V. N´55 (parcial)

"Tampoco faltan rebrotes peligrosos de fideísmo, que no acepta la importancia del conocimiento racional y de la reflexión filosófica para la inteligencia de la fe y, más aún, para la posibilidad misma de creer en Dios. Una expresión de esta tendencia fideísta difundida hoy es el « biblicismo », que tiende a hacer de la lectura de la Sagrada Escritura o de su exégesis el único punto de referencia para la verdad. Sucede así que se identifica la palabra de Dios solamente con la Sagrada Escritura, vaciando así de sentido la doctrina de la Iglesia confirmada expresamente por el Concilio Ecuménico Vaticano II.

La Constitución Dei Verbum, después de recordar que la palabra de Dios está presente tanto en los textos sagrados como en la Tradición, afirma claramente: « La Tradición y la Escritura constituyen el depósito sagrado de la palabra de Dios, confiado a la Iglesia. Fiel a dicho depósito, el pueblo cristiano entero, unido a sus pastores, persevera siempre en la doctrina apostólica ». La Sagrada Escritura, por tanto, no es solamente punto de referencia para la Iglesia. En efecto, la « suprema norma de su fe » proviene de la unidad que el Espíritu ha puesto entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia en una reciprocidad tal que los tres no pueden subsistir de forma independiente.

No hay que infravalorar, además, el peligro de la aplicación de una sola metodología para llegar a la verdad de la Sagrada Escritura, olvidando la necesidad de una exégesis más amplia que permita comprender, junto con toda la Iglesia, el sentido pleno de los textos. Cuantos se dedican al estudio de las Sagradas Escrituras deben tener siempre presente que las diversas metodologías hermenéuticas se apoyan en una determinada concepción filosófica. Por ello, es preciso analizarla con discernimiento antes de aplicarla a los textos sagrados."

Juan Pablo II
Fides et ratio
14 de Setiembre de 1998

Para finalizar, los católicos durante el mes de septiembre debemos dedicarlo a iniciar el conocimiento y divulgación de los textos bíblicos, ya que quien se llame cristiano tendría que conocer la historia de la salvación y la Palabra de Dios, interpretadas auténtica y fielmente por el Magisterio de la Iglesia.

La Biblia, para todas las denominaciones cristianas, contiene la Revelación y es, como todo libro sagrado, la fuente del conocimiento y el compromiso de vida en lo referente a la fe.

Cada año, la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, la Iglesia Ortodoxa e Iglesias Evangélicas celebrarán el Mes de la Biblia.

Cada comunidad celebrará el mes con énfasis de acuerdo a su historia y tradición.

La Iglesia Católica Romana recordando a San Jerónimo, (a quien conmemoramos el 30 de septiembre), traductor de la Vulgata, la Biblia en lengua latina; la Ortodoxa haciendo memoria que fue en idioma griego que se escribieron los Santos Evangelios y los demás libros del Nuevo Testamento y las Iglesias Evangélicas conmemorando la publicación, el 26 de septiembre de 1569, de la primera traducción de los Textos Bíblicos a la lengua española, traducción realizada por Casiodoro de Reina y conocida como la “Biblia del Oso” ya que en su portada estaba representado dicho animal.

Muy pocos saben que esta Biblia, pese a ser fruto del trabajo de un activo protestante contenía todos los textos propios de la Biblia Vulgata latina de San Jerónimo, mencionada al inicio, que es el texto oficial de la Biblia para toda la iglesia católica romana.

Algo de historia

La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega τα βιβλία τα ἅγια (ta biblía ta haguia; los libros sagrados), acuñada por vez primera en I Macabeos 12:9, siendo βιβλία plural de βιβλίον (biblíon, ´papiro´ o ´rollo´, usado también para ´libro´). Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos (Βύβλος), importante mercado de papiros de la antigüedad.

Esta frase fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Para ese entonces ya era común utilizar las dos primeras palabras de la frase, τα βιβλία, a manera de título.

Ya como título, y habiendo perdido el artículo τα, se empezó a utilizar en latín como biblia sacra (los libros sagrados) y de ahí fue transmitido a las demás lenguas.

La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados "libros"), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un dilatado periodo de tiempo y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a. C. - 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces ("Canto de Débora") y en el Pentateuco, que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época.

El canon católico romano de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado por primera vez en el Concilio de Hipona en el año 393 de nuestra era, por la Iglesia Católica. Dicho canon de 73 libros (46 pertenecientes al llamado Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente Deuterocanónicos -Tobías, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc- y 27 al Nuevo Testamento) fue confirmado en el Sínodo de Roma en el año 380, y ratificado en el Concilio de Cartago en el año 397, y luego nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546.

Versiones castellanas de la Biblia Católica

Vienen éstas de la traducción hecha por San Jerónimo (Dalmacia, Yugoeslavia, 342-420) al latín, versión oficial de la Iglesia por casi 15 siglos. El primer intento estuvo a cargo de la corte del Rey Alfonso X, El Sabio, en 1280, conocida como la Biblia Alfonsina; en 1430, el Gran Maestre de la orden de Calatrava, Don Luis de Guzmán, patrocina a Mosé Arragel para realizar otra traducción, conocida como la Biblia de Alba.

En 1944 se publica la llamada de Nácar-Colunga, publicada por la Biblioteca de Autores Cristianos que no usa la traducción de la Vulgata como fuente si no usa los originales.
La Biblia de Jerusalén aparece en 1967, también basada en los textos originales. La primera edición de la Biblia latinoamericana, con el lenguaje propio de la región, es editada por primera vez en 2001. En el año 2005 se presentó, tras 33 años de trabajo, la Biblia de Navarra, para hacerla se tomaron como fuente los textos originales en hebreo, arameo y griego.

PAÑUELOS DE PAPEL


Pañuelos de papel
Reconocer, valorar e incluso hacer despertar las fortalezas de los demás es imprescindible si queremos ir juntos en la lucha por el bien común


Por: Emili Avilés Cutillas | Fuente: Catholic.net 




En una reciente conversación con mis colegas, me dice una profesora de 1º de Primaria:

-Pues mira, hay dos sencillísimos materiales cuya adecuada combinación son muestra de lo que pienso que ha de ser nuestro trabajo y el de cualquiera que se valore a sí mismo.

La miro sorprendido y sigue:

-Sí, en serio: son los pañuelos de papel y los "posits", esos papelitos adhesivos de colores que sirven para pequeñas anotaciones, señales o recordatorios.

Mi querida colega me ve aún más maravillado y entonces se explaya con una reflexión, más o menos así:

En el trato con las personas, y esto incluye por supuesto a los niños de 5 y 6 años, hay dos variables que pienso hemos de tener siempre en cuenta. Primera, atenderles en sus necesidades más evidentes -es claro en el ejemplo de los pañuelos y los moquitos de los niños pequeños- , oyéndoles, dándoles ocasión de que se muestren tal como son, rompiendo barreras... Y la segunda, estar muy preparados con todo tipo de anotaciones, seguimientos, estudio, consultas, detalles pequeños de amabilidad con todos. Esa es la muestra de que nos mueve la felicidad de los demás, y eso es lo importante.

Admirable, ¿no les parece? Pues seguro que mientras leen ustedes estas líneas, a pesar de todo, multitud de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, niños y ancianos, libran la batalla más importante con "posits" y pañuelos de papel, u otros medios, claro, según sus circunstancias.
Y aquí no vale sólo pensar en que: -¡Eso, eso, los políticos que den ejemplo! que diríamos todos. ¡O los padres, o los profesores!, que dirían nuestros hijos o alumnos.

Tomemos la iniciativa. Demos el primer paso para retomar conversaciones, trato directo evitando interferencias, con el propósito de estar unidos en lo fundamental.

Reconocer, valorar e incluso hacer despertar las fortalezas de los demás es imprescindible si queremos ir juntos en la lucha por el bien común.  Así, apoyarnos y sacrificarnos sin victimismo dará alas a las soluciones socio-económicas y laborales, y políticas, de nuestro país.

Es la apuesta de la confianza frente al rencor, de la creatividad frente a la desidia, del trabajo cooperativo frente al egoísmo materialista; de la realidad, aunque cruda, frente a la ficción delirante.

¿Es tan difícil rectificar arrogancias y prejuicios? ¿No creen ustedes que vale la pena partir de la fuerza de la razón y no de la fuerza de las vísceras? ¡Que no nos falten ni la honradez ni la perspectiva!

Pues, ¡ea!, en tantos campos en los que arriesgamos el presente y el futuro, vamos a "jugar" todos, pues todos somos baraja y nos merecemos lo mejor. Como los jovencísimos alumnos de esa sabia profesora.

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO


lunes, 31 de agosto de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 31 DE AGOSTO DEL 2015


El Espíritu del Señor está sobre mí
Tiempo Ordinario

Lucas 4, 16-30. Tiempo Ordinario. En nuestra vida como cristianos todos tenemos una misión muy concreta que realizar. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 4, 16-30
En aquel tiempo fue Jesús a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy. Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: ¿No es éste el hijo de José? Él les dijo: Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria. Y añadió: En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio. Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó. 

Oración introductoria
Jesús, concédeme iniciar esta meditación con una actitud abierta y dócil para poder escuchar y percibir tu presencia. No quiero ser un pasivo espectador, con un corazón duro y ciego, insensible y mediocre… porque estoy hecho para ser el reflejo de tu amor. Quiero reconocerte en todas las personas que hoy podría, por amor a Ti, servir.

Petición
Dios mío, dame la gracia de reconocerte y amarte más el día de hoy.

Meditación del Papa Francisco
Después de una primera reacción positiva, alguno movido por la polilla de la envidia comenzó a decir: ¿Dónde estudió éste? ¿No es el hijo de José? Y nosotros conocemos a toda su familia, ¿y en qué universidad estudió? Entonces pretendían que le hiciera un milagro: solamente después habrían creído. Entonces comenzaron a empujarlo para tirarlo por un barranco por celos, por envidia.
Pero no se trató de un evento de hace dos mil años atrás, esto sucede cada día, cada vez que se acoge a alguien hablando bien el primer día y después siempre menos, hasta llegar a la habladuría, casi hasta desollarlo. Quien en una comunidad habla contra un hermano acaba por querer asesinarlo.
El apóstol Juan nos dice esto: quien en su corazón odia a su hermano es un homicida. Nosotros estamos acostumbrados a los chismes, a las habladurías y muchas veces transformamos a nuestras comunidades y también a nuestra familia en un infierno en donde se manifiesta esta forma de criminalidad que lleva a asesinar al hermano y a la hermana con la lengua.
Para que haya paz en una comunidad, en una familia o en un país, en el mundo, tenemos que empezar a estar con el Señor. Porque donde está el Señor no hay envidia, no hay criminalidad, no hay celos, hay hermandad. Pidamos esto al Señor: nunca asesinar al prójimo con nuestra lengua y estar con el Señor, como estaremos todos nosotros en el cielo. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 2 de septiembre de 2013, en Santa Marta).
Reflexión
Es muy común preguntar a los niños pequeños: ¿qué quieres ser cuando seas grandes? Y para orgullo de los padres los niños responden: "quiero ser como mi papá". Si esta misma pregunta se la hiciéramos a Cristo durante su vida oculta en Nazaret, no cabe duda que respondería que Él sería lo que su Padre ha pensado para Él desde siempre. Prueba de ello es la respuesta que dio a su madre angustiada cuando se perdió en el templo: "pero no sabíais que debo ocuparme en las cosas de mi Padre", no debería haber motivo de preocupación por mi ausencia.

En nuestra vida como cristianos todos tenemos una misión muy concreta que realizar. Cristo desenrolló las escrituras (porque estaban en forma de pergaminos) y encontró justamente aquello que Dios Padre deseaba de Él. "Anunciar la Buena Nueva, proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor". Todo esto lo cumplió Jesús a lo largo de su vida terrena y aunque algunos se empeñaban en no abrir su corazón a las enseñanzas de Cristo, como es le caso de los escribas y fariseos. A pesar de su obstinada actitud Cristo no desmayó en su esfuerzo por predicarles la ley del amor.

Propósito
De la misma forma que Cristo predicaba las enseñanzas de su Padre nosotros también atrevámonos a predicar el evangelio sin temor ni vergüenza. Antes bien pidámosle confianza y valor para que nos haga auténticos defensores de nuestra fe.

Diálogo con Cristo
Padre Santo, ¿por qué tanta cerrazón y dureza de corazón? Tú siempre dispuesto a darme todo lo que me puede llevar a la santidad y yo pretendiendo ser el protagonista principal en vez de darte el lugar que te corresponde en mi vida. Gracias, Señor, por el don de mi fe que me lleva a reconocerte en el amor, en el ejercicio continuo de la caridad. Ayúdame a ser santo desde ahora para aprovechar, así, la fe que me has dado.

REGALOS QUE NADA CUESTAN



Regalos que nada cuestan



El regalo de escuchar. 
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. 

Sólo escuchar.

El regalo del cariño.
Ser generoso con besos, abrazos, una palabra amable, un apretón de manos. 

Con estas pequeñas acciones demuestras el cariño por tu familia y amigos.

El regalo de la sonrisa.
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas, y tu regalo dirá "me gusta reír contigo".


El regalo de una nota escrita.
Puede ser un simple "gracias por ayudarme". 

Un detallito así puede ser recordado toda una vida, y aún, tal vez, inclusive cambiarla.

El regalo del reconocimiento.
Un simple, pero sincero "te ves preciosa con ese vestido", "has hecho un gran trabajo", "fue una cena estupenda", "muchas gracias", "eres un cielo", "qué suerte tenerte cerca"... pueden convertir en especial un día ordinario.

El regalo del favor.
Todo los días procura hacer un favor.

El regalo de la soledad.
Hay momentos en que preferimos estar solos. 

En esas ocasiones especiales ofrécete ese regalo a ti mismo, o pídele a otros que te lo obsequien.

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA NIÑA











NOVENA A LA VIRGEN NIÑA - DEL 31 DE AGOSTO AL 8 DE SEPTIEMBRE

Novena a la Virgen Niña
Oraciones para cada día por la solemne conmemoración del Nacimiento de la Santísima Virgen. Del 31 agosto al 8 de septiembre


Por: Devocionario Católico | Fuente: www.devocionario.com 



ORACIÓN INICIAL
¡Oh María santísima! elegida y destinada desde la eternidad por la augustísima Trinidad para Madre del unigénito Hijo del Padre, anunciada por los Profetas, esperada de los Patriarcas, y deseada de todas las gentes; sagrario y templo vivo del Espíritu Santo, sol sin mancha, porque fuisteis concebida sin pecado original, Señora del cielo y de la tierra, Reina de los Ángeles; nosotros humildemente postrados os veneramos, y nos alegramos de la solemne conmemoración anual de vuestro felicísimo Nacimiento; y de lo mas íntimo de nuestro corazón os suplicamos que os dignéis benigna venir a nacer espiritualmente en nuestras almas, para que cautivadas estas por vuestra amabilidad y dulzura, vivan siempre unidas a vuestro dulcísimo y amabilísimo Corazón.
Día 1. Ahora con nueve distintas salutaciones contemplaremos los nueve meses que estuvisteis encerrada en el seno materno; diciéndoos que oriunda de la Real prosapia de David, salisteis con grande honor a luz de las entrañas de santa Ana vuestra afortunadísima madre. Avemaría.
Día 2. Os saludamos, oh Niña celestial, paloma candidísima de pureza, que a despecho del infernal dragón fuisteis concebida sin pecado original. Avemaría.
Día 3. Os saludamos, oh Aurora brillantísisima, que como precursora del Sol de justicia, trajisteis la primera luz al mundo. Avemaría.
Día 4. Os saludamos, oh Elegida, que, cual sol sin mancha alguna, despuntasteis en la noche más tenebrosa del pecado. Avemaría.
Día 5. Os saludamos, oh bellísima Luna, que iluminasteis al mundo envuelto en las más densas tinieblas del gentilismo. Avemaría.
Día 6. Os saludamos como a esforzada amazona, que sola, a manera de un numeroso ejército, pusisteis en fuga a todo el infierno. Avemaría.
Día 7. Os saludamos, oh hermosa alma de María, a quien Dios poseyó desde la eternidad. Avemaría.
Día 8. Os saludamos, oh amada Niña, y veneramos vuestro santísimo cuerpecito, los sagrados pañales en que fuisteis envuelta, y la sagrada cuna en que estuvisteis acostada, y bendecimos el punto y momento en que nacisteis. Avemaría.
Día 9. Os saludamos finalmente, oh amada Niña, como adornada de todas las virtudes en grado inmensamente mas elevado que los otros Santos, y que, hecha digna Madre del Salvador, y habiendo concebido por virtud del Espíritu Santo, paristeis al Verbo encarnado. Avemaría.      
***
ORACIÓN FINAL
¡Oh graciosísima Niña! que con vuestro feliz nacimiento habéis consolado al mundo, alegrado al cielo y aterrado al infierno; habéis dado ayuda a los caídos, consuelo a los tristes, salud a los enfermos y alegría a todos; os suplicamos con los mas fervorosos afectos que renazcáis espiritualmente con vuestro santo amor en nuestras almas; renovad nuestro espíritu para que os sirvamos, encended de nuevo nuestro corazón para que os amemos; y haced florecer en nosotros aquellas virtudes con las que podamos hacernos siempre mas agradables a vuestros benignísimos ojos. ¡Oh María! Sed para nosotros María, haciéndonos experimentar los saludables efectos de vuestro suavísimo Nombre; sírvanos la invocación de este Nombre de alivio en los trabajos, de esperanza en los peligros, de escudo en las tentaciones, de aliento en la muerte. Sea el Nombre de María como la miel en la boca, la melodía en el oído, y el júbilo en el corazón. Así sea.

EL MILAGRO QUE NO HIZO SAN ANTONIO ABAD


El milagro que no hizo san Antonio Abad



Dos monjes emprendieron el viaje por una zona medio desértica de Egipto. Se les acabó el agua, y no consiguieron encontrar ningún pozo en las cercanías.

Después de un tiempo, uno de los dos monjes murió. El otro, sin fuerzas, quedó en el suelo mientras esperaba la llegada de la muerte.

San Antonio abad estaba en la montaña. En la oración pudo conocer lo que ocurría. Llamó a dos monjes que estaban cerca y les dijo que fueran inmediatamente a llevar un jarro de agua al superviviente.

Cuando los dos monjes llegaron, dieron de beber al que yacía casi sin fuerzas, y enterraron al que había fallecido.

Un monje fue "salvado”. El otro murió. San Atanasio (un obispo del siglo IV), al contar la historia en su "Vida de san Antonio abad”, se pone ante quien pueda formular la pregunta: ¿por qué san Antonio no habló antes, de forma que los dos monjes viajeros hubieran recibido el agua necesaria para sobrevivir?

Atanasio responde sin dudar: la pregunta es injustificada, porque la muerte del monje viajero no dependía de Antonio, sino de Dios.

Es Dios, en efecto, quien dice quién, cuándo y cómo muere, y quién, cuándo y cómo recibe un poco más de vida. A uno de los monjes le llegó la hora de partir al encuentro del Señor. Al otro, en cambio, Dios le dio un poco más de vida, a través del milagro realizado a través de san Antonio.

Lo que pasó en el desierto ocurre tantas veces en la vida humana: uno se salva de un accidente, mientras que otro muere. Uno se cura del cáncer, mientras que otro fallece a los pocos meses (o días). Uno consigue salir airoso de una pulmonía doble, y otro sucumbe cuando le llega la gripe "ordinaria”.

Ante esas diferencias, hay quienes se preguntan: ¿no es injusto Dios? ¿Por qué a uno da más tiempo de vida y a otro lo llama a su Presencia? ¿No podría ser más "equitativo”?

La pregunta, nos diría san Atanasio, está viciada en su origen. No nos toca a nosotros conocer los tiempos de Dios, ni cuándo llegará la hora.

No tiene sentido, por tanto, preguntar: ¿por qué san Antonio no hizo el milagro para los dos? Porque los milagros no dependen de los hombres, sino de Dios. Dios es quien decide cuándo llega la hora para cada uno.

Esa historia sencilla de los primeros monjes de Egipto, contada por san Atanasio, nos ayuda a recordar una de las enseñanzas constantes de san Antonio: al levantarse, hemos de vivir como si no fuésemos a llegar a la noche; y al acostarse hemos de pensar que quizá no llegaremos a ver el siguiente amanecer. O, en palabras del Evangelio, hemos de estar siempre en vela, porque no sabemos ni el día ni la hora (cf. Mt 25,13).


P. Fernando Pascual LC

UN NIÑO Y SU BARQUITO


UN NIÑO Y SU BARQUITO



A veces ocurren cosas en nuestra vida que parecen desagradables y sin sentido ni plan; pero, si esperamos un poco, nos daremos cuenta de que cada prueba, cada tribulación, es como una piedra arrojada sobre las quietas aguas de nuestra vida, y nos acercan más a Dios...

Un niño se hizo un barquito de madera y fue a probarlo en el lago, pero el botecito impulsado por una brisa se fue alejando. Apenado corrió a pedirle ayuda a un muchacho mayor que leía tranquilamente. Sin decir nada el joven empezó a recoger piedras y arrojarlas, al parecer en contra del barquito. Muy afligido el pequeño pensó que perdería la canoa y que el grandote se estaba burlando de él. Pero luego se dio cuenta que las piedras iban siempre un poco más allá del barquito. Esto generaba una pequeña ola que hacía retroceder el barco hasta la orilla. Cada piedra estaba certeramente calculada y así, por fin el juguete fue traído al alcance del niñito, que, contento y agradecido, volvió a tener en sus manos su pequeño tesoro.

Busca siempre la faz luminosa y positiva de todos los obstáculos y reveses que te presente cada día. No olvides que puedes desarrollar la escondida sabiduría de convertir un menos en más, un fracaso en victoria y una cruz en resurrección y vida. Que pases un día muy apacible. Hasta mañana.


Enviado por el P. Natalio

BEATIFICARAN A OBISPO DECAPITADO POR MUSULMANES HACE 100 AÑOS


Beatificarán a Obispo decapitado por musulmanes 
en genocidio armenio hace 100 años

El Obispo Flaviano Michele Melki. Foto Wikipedia dominio público




ROMA, 26 Ago. 15 / 07:10 am (ACI).- El Obispo siro católico Flaviano Michele Melki, martirizado durante el genocidio armenio de hace 100 años, será proclamado beato el sábado 29 de agosto, durante una liturgia solemne programada en el convento patriarcal de Nuestra Señora de la Liberación en Harissa en el Líbano.

La ceremonia de beatificación estará presidida por el Patriarca siro católico Ignatius Youssef III y en ella participarán numerosos patriarcas y jefes de las iglesias cristianas de Oriente provenientes del Líbano, de Siria y de Irak, informa la agencia vaticana Fides.

El decreto de beatificación será leído al inicio de la divina liturgia por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

El pasado 8 de agosto, el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el martirio del Obispo.

En declaraciones a Fides, el sacerdote siro católico Nizar Seman dijo que “hace mucho tiempo que no se proclama a un beato de nuestra Iglesia” y “el Obispo Melki será el primero de los mártires siro-católicos de aquel Genocidio en ser elevado a la gloria de los altares; pero su beatificación es un regalo para todos los cristianos de Oriente”.

“En estos tiempos de nuevas tribulaciones –añade el P. Nizar– su figura nos muestra la fe luminosa con la que vivió la terrible persecución de hace cien años, puede dar esperanza y valor a todos los bautizados”.

“Oramos para que por su intercesión todos reciban ayuda para profesar la fe en Cristo en los países de Oriente Medio, y para que también los líderes políticos y militares sean iluminados para tomar los caminos que conducen a la paz”, concluyó.

Flaviano Michele Melki fue asesinado el 29 de agosto de 1914 en Djézireh en la actual Turquía, durante las masacres perpetradas contra los armenios y miembros de otras comunidades cristianas por instigación de los Jóvenes Turcos, conocidas como el genocidio armenio.

Melki nació en 1858 en Kalaat Mara, un pueblo al este de Merdin. Fue ordenado Obispo de Gazarta en 1913. Vivía en la pobreza extrema y llegó incluso a vender sus vestiduras para ayudar a los pobres.

En el verano de 1915, mientras se encontraba fuera de su diócesis decidió regresar rápidamente a su sede episcopal después de enterarse de que la violencia en esa ciudad también era contra sus feligreses.

Fue detenido por las autoridades otomanas el 28 de agosto junto con el Obispo caldeo de la misma ciudad.

Según relatos de testigos reportados por fuentes musulmanas, los dos obispos fueron asesinados por negarse a renunciar a su fe y convertirse al Islam. Michele Melki fue torturado hasta la muerte y luego decapitado.

IMÁGENES DE SAN RAMÓN NONATO, 31 DE AGOSTO







SAN RAMÓN NONATO, CARDENAL, 31 DE AGOSTO - PATRONO DE LAS PARTURIENTAS


Ramón Nonato, Santo
Cardenal, 31 de agosto


Fuente: Archidiócesis de Madrid 




Religioso, cardenal, Patrón de las parturientas

Martirologio Romano: En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240).

Fecha de canonización: Fue canonizado en 1657 por el Papa Alajandro VII

Breve Biografía
Nació en los mismos comienzos del siglo XIII.

Su nombre deja boquiabierto a quien lo oye o lo lee por primera vez. Nonnato -Nonato por más breve- sugiere a un santo sólo potencial; como si la palabra fuera un slogan publicitario que estuviera invitando a quien lo lee o escucha a que se decidiera a iniciar una programa que acabara con la santidad del guión preestablecido. De hecho, significa no-nacido. ¿Pretenderá decir el extraño nombre que, por no haber nacido todavía el santo que rellene el expediente completo de sus cualidades y virtudes, está como esperando la Iglesia a que haya uno que se decida de una vez a reproducirlas? Eso sería, lógicamente, confundir la santidad como algo que brota de la voluntad y decisión humana, cuando ella es en verdad el resultado de la acción del Espíritu Santo con quien se coopera libremente. Sería sencillamente pelagianismo.

El calificativo -que ha pasado ya a ser nombre- le viene a Ramón por el hecho de haber sido sacado del claustro materno, por medio de una intervención quirúrgica, cuando ya había muerto su madre. Por eso no nació como nacen normalmente los niños, lo extrajeron. Fue en Portell, en Lérida, cuando se iniciaba el siglo XIII.

La buena y alta situación de su padre le posibilitó crecer en buen ambiente y formación, aunque sin el cariño y los cuidados de una madre. Cuentan de su primera juventud la devoción especialísima a la santísima Virgen que le llevaba con frecuencia a visitar la ermita de san Nicolás donde pasaba ratos mientras sus rebaños pastaban. Luego su padre quiso irlo incorporando poco a poco a las tareas de administración de sus posesiones y esa fue la razón por la que se le encuentra en Barcelona en el intento de aprender letras y números. Allí tuvo ocasión de trabar amistad con Pedro Nolasco -que por aquel entonces era comerciante- y de compartir mutuamente los deseos de fidelidad a la fe cristiana vivida con radicalidad, llegando incluso a considerar la posibilidad de entrar en el estado clerical.

Como el padre disfruta de un gran sentido práctico, lo reincorpora al terruño de Portell y le encarga la explotación de varias de sus fincas. Pero, sigue diciendo la antigua crónica, que la misma Virgen María le comunica su deseo de que ingrese en la recién fundada Orden de la Merced y allí está de nuevo en Barcelona puesto a disposición completa en las manos de su antes amigo Pedro Nolasco.

Noviciado, profesión, ordenación sacerdotal y ministerio en el hospital de santa Eulalia se suceden con la normalidad propia de quien tiene prisa para cumplir el cuarto voto mercedario consistente en redimir a los cautivos y servir de rehén en su lugar si procede.

En el norte del continente negro predica, consuela, cura, fortalece, atiende y transmite paciencia a los cautivos de los piratas berberiscos; comprende bien su situación y se hace cargo de que están rodeados de todos los peligros para su fe. Incluso él mismo tuvo que soportar cárcel y la tortura de que sellaran sus labios por ocho meses con un candado para impedirle la predicación.

A su vuelta a España entre el clamor de las multitudes, lo nombra Cardenal de la Iglesia el papa Gregorio IX, reconociendo sus méritos y virtud de la caridad practicada de modo heroico; pero no le dio tiempo a llegar a Roma por morir, antes de cumplir los cuarenta años, cuando se disponía a hacerlo.

Por el empeño de hacerse cargo de su cuerpo tanto los frailes mercedarios como los nobles señores de Cardona, decidieron de común acuerdo darle sepultura allá donde lo decidiera una mula ciega que lo llevó a lomos hasta que quiso pararse ante la ermita de San Nicolás, de Portell.

Desaparecieron las reliquias, irrecuperables ya para la veneración, en el año 1936.

Lo que no ha sido relegado al olvido por sus paisanos es la figura del santo y su acción caritativa. Esa devoción secular que se refleja incluso en las fiestas y en el folklore. No digamos nada sobre la devoción que le profean todas las parturientas que lo tienen como especial patrón para su trance.

Se divulgó por el mundo la pintura que lo muestra con la Custodia en la mano derecha expresando así la fuente de su caridad con los hombres.

domingo, 30 de agosto de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 30 DE AGOSTO DEL 2015


La tragedia de una mascara
Tiempo Ordinario


Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23. Domingo 22o. Tiempo Ordinario B. Decimos que amamos a Dios con los labios, pero nuesro corazón está muy lejos de Él. 


Por: P. Sergio A. Córdova LC | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23
Se reúnen junto a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén. Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas,- es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas -Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: «¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?» El les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.». Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.

Oración introductoria
Señor, no permitas que mi oración se convierta en una costumbre o ritual sin relación con el amor. Por eso no te pido que quites de mi camino las dificultades ni el trabajo arduo para cumplir siempre y en todo tu voluntad. Sólo te pido tu gracia, sé que eso me basta para vivir con alegría este día.

Petición
Ven, Espíritu Santo, para que mi oración sea sincera, de corazón, llena de amor.

Meditación del Papa Francisco
A los fariseos que, como otros muchos judíos de entonces, no comían sin haber hecho las abluciones y observaban muchas tradiciones sobre la limpieza de los objetos, Jesús les dijo categóricamente: “Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad”.
Por tanto, ¿en qué consiste la felicidad que sale de un corazón puro? Por la lista que hace Jesús de los males que vuelven al hombre impuro, vemos que se trata sobre todo de algo que tiene que ver con el campo de nuestras relaciones. Cada uno tiene que aprender a descubrir lo que puede "contaminar" su corazón, formarse una conciencia recta y sensible, capaz de “discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto”. Si hemos de estar atentos y cuidar adecuadamente la creación, para que el aire, el agua, los alimentos no estén contaminados, mucho más tenemos que cuidar la pureza de lo más precioso que tenemos: nuestros corazones y nuestras relaciones. Esta "ecología humana" nos ayudará a respirar el aire puro que proviene de las cosas bellas, del amor verdadero, de la santidad. (Mensaje para la Jornada de la Juventud 2015, S.S. Francisco, 17 de febrero de 2015).
Reflexión
Esopo, famoso escritor griego, nos cuenta en una de sus fábulas que una zorra –animal sumamente curioso y astuto por naturaleza– entró de casualidad al taller de un orfebre y comenzó a observar, con gran maravilla, las diversas obras del artista. De pronto, reparó en una máscara de teatro bellamente pintada, y la estuvo examinando cuidadosamente. Y, después de unos minutos, decepcionada, exclamó: "¡Oh, qué grande y hermosa cabeza, pero no tiene cerebro!". Todo era pura fachada. Pero estaba vacía por dentro.

Algo muy semejante nos cuenta el Evangelio de hoy. Los escribas y los fariseos, en tiempos de nuestro Señor, se cuidaban de limpiar meticulosamente los platos, las jarras y las ollas, y de lavarse las manos con grandísimo esmero antes de las comidas, pensando que así eran más puros. Pero ésa era una pureza meramente legal, externa, de fachada, que no llegaba al corazón ni a la conciencia de las personas. A esos comportamientos y a otros gestos externos y de pura apariencia se le ha dado el nombre de "fariseísmo". Y nuestro Señor retrató perfectamente a estos pobres individuos en las diatribas que tuvo que dirigirles, llamándolos "sepulcros blanqueados y raza de víboras": por fuera, muy blancos y limpiecitos, pero por dentro eran un montón de huesos, de podredumbre, de odio y de intriga.

Tal vez el peor vicio de los fariseos, junto con la soberbia, era su hipocresía: creerse santos y perfectos a los ojos de Dios sólo porque observaban la Ley con escrupulosidad, hasta los detalles más banales, mientras descuidaban la justicia, la caridad y la misericordia. Y en su aparente santidad, buscaban sólo el aplauso y la aprobación de los hombres, mientras que cometían toda clase de abusos y de fraudes, amparados en su cargo y en su clase social. ¡Máscaras vacías! ¿Sabías tú que la palabra "hipócrita" es una palabra griega? Y significa, ni más ni menos, artista, actor, payaso, máscara de teatro. O sea, puras apariencias, bajo las cuales se esconde la verdadera identidad de la persona.

Hace tiempo escuché una melodía del cantante mexicano Javier Solís, titulada "el payaso". Y entre los acordes de la melodía, la letra describe la vida triste y desgraciada de ese payaso, que es una pura apariencia ante la sociedad.

Otro mexicano, el poeta Juan de Dios Peza, escribió una poesía que trata de este mismo tema. Se llama "Reír llorando". Y narra la vida de un famosísimo cómico inglés, Garrik, que hacía morir de risa a todos los espectadores. Todos lo consideraban el más dichoso de la tierra y el más feliz. Y, sin embargo, sufría éste de una angustia mortal y se moría de tristeza y depresión por no encontrar él mismo una verdadera alegría y sentido a su existencia. Por dentro era el más desgraciado de los hombres. Al final de la historia, concluye el poeta: "El carnaval del mundo engaña tanto, que nuestras vidas son unas breves mascaradas. Aquí aprendemos a reír con llanto, y también a llorar con carcajadas". ¡Era una máscara!

Esto es el fariseísmo. A esto llamamos hipocresía. ¡Pobres los seres humanos que viven en este terrible engaño, en esta mentira, tratando de aparentar algo y siendo otra cosa, o siendo casi nada! Nuestro Señor llamó al diablo "padre de la mentira y homicida", diametralmente opuesto a El, que se autodenominó "el Camino, la Verdad y la Vida".

Por eso nuestro Señor fue siempre tan duro con los fariseos cuando trató de desenmascarar su repugnante vicio: su hipocresía, su insinceridad y la mentira en que vivían. Por eso también en el Evangelio de hoy, les dice con tonos fuertes: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son puros preceptos humanos”. Dejáis de lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres...». Una piedad sin caridad es una farsa. Un legalismo sin corazón es fanatismo mortal, pero no es verdadera religión. Donde falta el amor, no está Dios. Y la auténtica pureza no es la externa, sino la del alma.

Ojalá nosotros no caigamos nunca en este vicio tan repugnante, porque las máscaras no son más que máscaras. La comedia se convierte en tragedia. Pidámosle esta gracia a Dios nuestro Señor y tratemos de ser siempre muy sinceros, humildes, sencillos y transparentes en nuestras relaciones con El, con los demás y con nuestra propia conciencia.

Propósito
Acercarme a la confesión sacramental, después de un examen de conciencia,  revisando cómo estoy cumpliendo la voluntad de Dios.

Diálogo con Cristo
Gracias, Jesús, por recordarme que lo que debo pedir en la oración es saber reconocer qué es lo realmente importante en esta vida y qué me puede apartar de tu gracia. Tú no le temías a nada, no tenías miedo de Satanás ni a las críticas de los demás. Aunque te causó sudar sangre no tuviste miedo al camino estrecho y arduo que tendrías que recorrer para cumplir la voluntad de Dios. ¡Dame la luz y la fuerza de una fe firme para recorrer ese mismo camino!

 
Preguntas o comentarios al autor P. Sergio Cordova LC

NO AFERRARSE A LAS TRADICIONES - REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 30 DE AGOSTO


No aferrarse a las tradiciones



No sabemos cuándo ni dónde ocurrió el enfrentamiento. Al evangelista solo le interesa evocar la atmósfera en la que se mueve Jesús, rodeado de maestros de la ley, observantes escrupulosos de las tradiciones, que se resisten ciegamente a la novedad que el Profeta del amor quiere introducir en sus vidas.

Los fariseos observan indignados que sus discípulos comen con manos impuras. No lo pueden tolerar: « ¿Por qué tus discípulos no siguen las tradiciones de los  mayores?». Aunque hablan de los discípulos, el ataque va dirigido a Jesús. Tienen razón. Es Jesús el que está rompiendo esa obediencia ciega a las tradiciones al crear en torno suyo un "espacio de libertad" donde lo decisivo es el amor.

Aquel grupo de maestros religiosos no ha entendido nada del reino de Dios que Jesús les está anunciando. En su corazón no reina Dios. Sigue reinando la ley, las normas, los usos y las costumbres marcadas por las tradiciones. Para ellos lo importante es observar lo establecido por "los mayores". No piensan en el bien de las personas. No les preocupa "buscar el reino de Dios y su justicia".

El error es grave. Por eso, Jesús les responde con palabras duras: «Vosotros dejáis de lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres ». Los doctores hablan con veneración de "tradición de los mayores" y le atribuyen autoridad divina. Pero Jesús la califica de "tradición humana". No hay que confundir jamás la voluntad de Dios con lo que es fruto de los hombres.

Sería también hoy un grave error que la Iglesia quedara prisionera de tradiciones humanas de nuestros antepasados, cuando todo nos está llamando a una conversión profunda a Jesucristo, nuestro único Maestro y Señor. Lo que nos ha de preocupar no es conservar intacto el pasado, sino hacer posible el nacimiento de una Iglesia  y de unas comunidades cristianas capaces de reproducir con fidelidad el Evangelio y de actualizar el proyecto del reino de Dios en la sociedad contemporánea.

Nuestra responsabilidad primera no es repetir el pasado, sino hacer posible en nuestros días la acogida de Jesucristo, sin ocultarlo ni oscurecerlo con tradiciones humanas, por muy venerables que nos puedan parecer.


© José Antonio Pagola

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