miércoles, 27 de mayo de 2015

CELEBRAR A CRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE, NOS LLENA DE ALEGRÍA


Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote,
 nos llena de alegría
Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.


Por: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net




Nuestro corazón está herido por el pecado, nuestra mente vive dispersa en mil distracciones vanas, nuestra voluntad flaquea entre el bien y el mal, entre el egoísmo y el amor.

¿Quién nos salvará? ¿Quién nos apartará del pecado y de la muerte? Sólo Dios. Por eso necesitamos acercarnos a Él para pedir perdón.

Pero, entonces, "¿quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?" Sólo alguien bueno, sólo alguien santo: "El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura" (Sal 24,3-4).

Sabemos quién es el que tiene las manos limpias, quién es el que tiene un corazón puro, quién puede rezar por nosotros: Jesucristo.

Jesucristo puede presentarse ante el Padre y suplicar por sus hermanos los hombres. Es el verdadero, el único, el "Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec" (Hb 5,10; 6,20). Es el auténtico "mediador entre Dios y los hombres" (1Tm 2,5), como explica el "Catecismo de la Iglesia Católica" (nn. 1544-1545).

Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.

Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, nos llena de alegría. El altar recibe la Sangre del Cordero. El Sacerdote que ofrece, que se ofrece como Víctima, es el Hijo de Dios e Hijo de los hombres. El Padre, desde el cielo, mira a su Hijo, el Cordero que quita el pecado del mundo, el Sumo Sacerdote que se compadece de sus hermanos.

El pecado queda borrado, el mal ha sido vencido, porque el Hijo entregó su vida para salvar a los que vivían en tinieblas y en sombras de muerte (cf. Lc 1,79).

Podemos, entonces, subir al monte del Señor, acercarnos al altar de Dios, participar en el Banquete, tocar al Salvador.

Como en la Última Cena, Jesús nos dará su Cuerpo y su Sangre. Como a los Apóstoles, lavará nuestros pies, y nos pedirá que le imitemos: "Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lc 22,27). “Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros” (Jn 13,15).

Ese es nuestro Sumo Sacerdote, el Cordero que salva, el Hijo amado del Padre. A Él acudimos, cada día, con confianza: "Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.

Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hb 4,15-16).

LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS

Lo esencial es invisible a los ojos
La soberbia y prepotencia nos hacen insensibles a las realidades de las otras personas


Por: Carlos Muñoz Gallardo | Fuente: CEC



La mirada superficial que a veces tenemos ante la realidad impide captar realidades profundas que pasan inadvertidas y que son fundamentales en la vida de las personas. En uno de sus escritos Antoine de Saint Exupéry daba el siguiente consejo: «He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos… Los hombres han olvidado esta verdad» (El Principito).
Para lograr esto se requiere educar nuestro interior, liberándolo de egoísmos, y así poder captar las necesidades de los demás. En ocasiones los miembros de la empresa ni siquiera saben lo que otros viven, sus anhelos y expectativas personales. Esta realidad es expresada con claridad por uno de los trabajadores: “Tratamos de hacer un grupo de trabajo, pero nos dicen que no vamos a hacer amigos, solo les interesa nuestros resultados”. Parecería que dedicarse a abordar o atender ciertos temas trascendentes fuera una pérdida de tiempo creando una falsa oposición entre las necesidades de la empresa y las expectativas personales.
“No hay peor ciego que aquel que no quiere ver”. La soberbia y prepotencia nos hacen insensibles a las realidades de las otras personas. Existen ciertos jefes que se creen “dueños de la verdad” y juzgan a las personas según sus propios prejuicios. Es frecuente caer en “etiquetajes” de diversos tipos calificando al trabajador como incapaz, irresponsable, o cualquier otra categoría que reduce al trabajador a un defecto o limitación sin ver sus potencialidades.
Un ciego no puede guiar a otro ciego. Abramos los ojos del corazón desterrando todas aquellas actitudes que obnubilan nuestro entendimiento para realmente poder guiar a otras personas de manera eficaz. Es necesario reconocer con humildad y reverencia que cada persona es un misterio ante el cual debemos dejarnos maravillar por la infinita dignidad que poseen al ser imagen y semejanza de Dios.
Conscientes de que somos personas en búsqueda de lo trascendente podremos iluminar todos nuestros actos, sintonizando con nuestro interior y tener así una mirada profunda a la realidad y las personas que nos acompañan en el caminar.

LA VIDA DE LA VIRGEN MARÍA EN IMÁGENES PARA COLOREAR



EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 27 DE MAYO DEL 2015



El Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan
Tiempo Ordinario

Marcos 10, 32-45. Tiempo Ordinario. Cuidemos el lugar que Cristo nos tiene preparado en el cielo, siempre con humildad y sirviendo a los demás. 


Por: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 10, 32-45
Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará» Se acercan a Él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos». Él les dijo: ¿Qué queréis que os conceda? Ellos le respondieron: Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado? Ellos le dijeron: Sí, podemos. Jesús les dijo: La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo conque yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado. Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».

Oración introductoria
Señor, gracias por comprender y disculpar mi debilidad, porque al igual que los hijos de Zebedeo, no acabo de entender lo que significa amar desinteresadamente, a Ti y a los demás. Te pido perdón por las veces que me he buscado a mí mismo en la oración y por no servir a mis hermanos por amor.

Petición

Señor Jesús, ayúdame a empezar este día con una nueva actitud de amor sincero a los demás.

Meditación del Papa Francisco
Juan y Santiago, le piden sentarse, en su gloria, uno a su derecha y otro a su izquierda, lo que provocó una discusión entre los demás sobre quién era el más importante en la Iglesia. La tentación de los discípulos es la misma de Jesús en el desierto, cuando el demonio se había acercado para proponerle otro camino. […]
Una Iglesia que solo piensa en los triunfos, en los éxitos, que no sabe aquella regla de Jesús: la regla del triunfo a través del fracaso, el fracaso humano, el fracaso de la Cruz. Y esta es una tentación que todos tenemos.
Recuerdo que una vez, que estaba en un momento oscuro de mi vida espiritual y le pedía una gracia al Señor. Luego me fui a predicar los ejercicios a unas religiosas y el último día se confiesan. Y vino a confesarse una monja anciana, con más de ochenta años, pero con los ojos claros y brillantes: era una mujer de Dios. Al final vi en ella a una mujer de Dios, a la que le dije: «Hermana, como penitencia, ore por mí, porque necesito una gracia. Si usted se lo pide al Señor, me la concederá con toda seguridad». Se detuvo un momento, como si orara, y me dijo: «Claro que el Señor le dará la gracia, pero no se engañe: lo hará a su divina manera». Esto me hizo muy bien. Sentir que el Señor siempre nos da lo que pedimos, pero a su divina manera. Y la divina manera es hasta el extremo. La divina manera consiste en la cruz, pero no por masoquismo: ¡no, no! Sino por amor. Por amor hasta el extremo".
Pidamos al Señor la gracia de no ser una iglesia a mitad de camino, una Iglesia triunfalista, de grandes éxitos, sino de ser una Iglesia humilde, que camina con decisión, como Jesús. Adelante, adelante, adelante... Un corazón abierto a la voluntad del Padre, como Jesús. Pidamos esta gracia. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 29 de mayo de 2013, en Santa Marta).
Reflexión
Jesús sabía que subir a Jerusalén significaba acercarse a la muerte. Los judíos y fariseos ya pensaban matarlo porque no les convenía la doctrina que estaba predicando y además porque los adeptos que se le unían se multiplicaban cada vez más. Es por esto que sus discípulos tenían miedo. Ninguno de nosotros se acercaría a una ciudad donde sabemos que nos sentarán en una silla eléctrica o donde colocarán nuestra cabeza debajo de una guillotina...

Sin embargo, el evangelio nos dice que Jesús iba delante de ellos. Esto es lo más importante y el motivo por el cual venceremos el miedo. No les abandonó ni les dejó a la deriva, más aún, ni siquiera les envío a ellos solos por su cuenta permaneciendo Él en otra ciudad. Sino que Cristo mismo iba delante de ellos, como un capitán que está al frente de su escuadrón para librar el combate.

Cada uno de nosotros camina a su propia Jerusalén. Para unos será la posibilidad de construir una familia, en otros la elección de una carrera o quizás en tantos otros la responsabilidad de dar una buena educación a los hijos. Quizás nosotros también estamos temerosos igual que los discípulos, porque nos acercamos a una ciudad donde no queremos ir. Una ciudad a la que nos dirigimos sin poner resistencia pero de la que quizá tenemos miedo, temerosos de lo que nos sucederá cuando lleguemos a ella. ¿Tendré buen futuro si me caso? ¿Sabré educar correctamente a mis hijos? ¿Tendrá éxito el nuevo negocio? Son temores que a todos nos vienen cuando caminamos solos por esta vida. Pero cuando nos demos cuenta de que el maestro va delante de nosotros y es Él quien guía nuestros pasos, nuestras inseguridades se desvanecerán y nuestra confianza en ÉL aumentará porque ¡Cristo es el amigo que nunca falla!

Por otra parte, ni siquiera los apóstoles estaban a salvo de la ambición. También ellos querían ser los "ministros" de ese nuevo Reino que Jesús anunciaba. ¡Qué lejos estaban de entender el auténtico significado de su mensaje!

Quizás sea uno de los aspectos menos comprendidos del cristianismo. Porque ponerse a servir exige algo de humillación, desprendimiento, entrega y sacrificio. Es más cómodo sentarse a ver cómo los demás trabajan, pero eso no tiene ningún mérito.
Jesús nos dio un ejemplo insuperable de lo que es servir. Imagínese que el mismo Dios, dueño y Señor de todo, se pone al nivel de una de sus criaturas para lavarle los pies. Es el pasaje de la Última Cena que leemos en el evangelio de San Juan. Y eso que el trabajo de lavar los pies estaba reservado sólo a los esclavos. A Cristo no le importa pasar por un esclavo con tal de que los suyos entiendan por fin que es más importante servir que ser servido.

Por eso, conviene ir corrigiendo la orientación natural de nuestro corazón, para hacerlo más disponible y atento a las necesidades de quienes conviven con nosotros.

Propósito
Revisar mi actitud y los motivos por los cuales participo, o no participo, en un apostolado.

Diálogo con Cristo
Padre mío, para servir a los demás con amor, debo luchar incansablemente para dominar mi soberbia, necesito dejarme transformar por Ti. Estoy convencido de que mis proyectos son vanos, si no están respaldados por una vida humilde y un corazón generoso y desinteresado. Me creaste para ser santo, y la santidad no es sino una respuesta de amor en cada momento del día, en lo pequeño y en lo grande.

FLORECILLAS A MARÍA: 27 DE MAYO


Flor del 27 de mayo: María Rosa Mística


Meditación: ¡Quien puede dejar de admirar la perfección de la Rosa que el Señor nos dio!. De pequeña un capullo tierno bajado del Cielo que guardaba silencio y era la alegría de los que con Ella vivían. Al Templo la entregaron no sabiendo que Ella era un Templo Sagrado. Llena de pureza crecía, y aquella Virgen Bendita a Dios le consagraba su vida, sin advertir que el Señor su alma inmaculada miraba, haciéndola Su Esposa amada. La Rosa más hermosa se abría y en su corola escondido estaría el Mesías. Nueve meses los perfumes de aquella Flor abrigarían al Redentor, para darle permanentemente su amor como eterna oblación. Aquella pequeña Rosa excelsa nos guía como Rosa Mística, pues es María Madre de la Iglesia.

Oración: ¡Oh María Rosa Mística, preciosísima!. Muéstranos la pureza de corazón para agradar a Dios como lo hiciste vos, y haznos templos perfectos del Espíritu Santo para que seamos por El guiados. Amén.



Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Colocar en cada hogar un pequeño altar consagrado a María, como regalo a Su Hijo que busca que la amemos como El la ama.

REGALÓ TODO




Regaló todo 



Las únicas posesiones que tenía santo Tomás de Villanueva eran una Biblia y la ropa que llevaba  puesta. 

Como veía que se iba a morir, repartió entre los pobres de Valencia lo que le habían regalado. Pero  al darse cuenta de que cierto criado no había estado presente en el momento del reparto de “tan rica 
herencia”, le hizo llamar y le dijo: 

“Hijo mío, sólo me queda esta cama en la que me ves agonizante. Te la regalo. Y ahora que ya es  tuya, ¿me la prestas, por amor de Dios, para poder morir en ella?”.

PASTEL DE DIOS


Pastel de Dios

 

A veces me pregunto, Qué hice para padecer esto?, o Por qué tenía que hacerme esto Dios? Aquí hay una explicación maravillosa!

Una hija le cuenta a su madre como todo está mal, está reprobando álgebra, su novio cortó con ella y su mejor amiga se esta cambiando de ciudad.

Mientras, su mamá esta preparando un pastel y le pregunta a su hija que si quiere comer algo, y la hija dice, "Claro mamá, me encanta tu pastel."

"Ten , tómate este aceite," le ofrece su madre. "Wácala" dice la hija.

"Que tal un par de huevos crudos?"

"Que asco, Mamá!"

"Entonces quieres algo de harina? O que tal bicarbonato ?" "Mamá, todo eso es asqueroso!"

A lo cual la madre responde : " Si ", todas esas cosas parecen malas por si solas. Pero cuando las unes de la manera adecuada, hacen un pastel maravillosamente delicioso!

Así trabaja Dios . Muchas veces nos preguntamos porque nos permite pasar por tiempos tan malos y difíciles. Pero Dios sabe que cuando pone todas estas cosas en Su orden, siempre trabajan para bien! Solo tenemos que confiar en Él y, tarde o temprano, estas cosas harán algo maravilloso!

Dios esta loco por ti. Te manda flores cada primavera y un amanecer cada mañana.

Cuando quieres hablar. Él te escucha. Puede vivir en cualquier lugar del universo, y escogió tu corazón.


Espero que tu día sea " ¡¡¡¡¡ Un pedazo de pastel !!!!! "


Puede ser que la vida no sea la fiesta que imaginamos, pero ya que estamos aquí es mejor que bailemos.

DESPERTAR AL CRISTO DORMIDO EN NOSOTROS


Despertar al Cristo dormido en nosotros.
A Dios no lo vemos con los ojos, pero estamos seguros que está en nuestro corazón. 
Por: P. Fintan Kelly | Fuente: Catholic.net




Se levantó una fuerte borrasca... 
Mc 4,35-41

La fe nos exige creer en la presencia de Dios, incluso cuando no lo sentimos.

La vida es como una ensalada bien variada: hay momentos de tranquilidad y de turbación. A veces nos sentimos con tanta fuerza como para mover el mundo con un dedo y otras veces nos sentimos caídos en el fondo de un pozo, abandonados, sin esperanza.

Los apóstoles tuvieron la experiencia de un gran peligro: las aguas les iban a tragar y lo peor era que el único Hombre que podía ayudarles estaba durmiendo tranquilamente.

La experiencia de la tempestad o adversidades es común a todos los hombres, de todas las razas, culturas, lugares y tiempos. La cruz nos persigue como nuestra sombra. ¿Qué hay que hacer? Hay que despertar al Cristo que está durmiendo dentro de nosotros.

Para algunos hombres, Cristo está ausente de sus vidas, pues no tienen ningún contacto personal con Él. No le hablan en la oración y no lo experimentan en los sacramentos.

Para otros, Cristo murió dentro de ellos. Hubo un tiempo, tal vez cuando eran jóvenes, en que caminaban mano a mano con Él. Lo veían en todas partes: en la belleza de la naturaleza y en las maravillas del firmamento. Como dijo un poeta irlandés, Joseph Mary Plunket: "Dios ha hecho tres cosas muy bellas: las estrellas del cielo, las flores del campo y los ojos de los niños".

Pero para muchos el pecado ya ha obstaculizado esta experiencia de Dios. Él es sólo un eco arcano del momento de su Primera Comunión o de su boda.

Para otros más, Cristo está dentro de ellos, pero durmiendo. Tratan de despertarlo por medio de su fe. A veces la fe se hace auténtica. Es la fe de los mártires que no ven nada que no sea la punta de un fusil. La fe no es un sentir, sino un aceptar voluntariamente la presencia de un Dios que no vemos con los ojos, pero estamos seguros que está ahí.

La experiencia del Cristo durmiendo en la barca de nuestra vida es bastante común. Muchas veces uno escucha: "Padre, he perdido mi fe". Y uno le pregunta: "Pero, ¿es que ya no cree en Dios?" La persona responde que sí cree en Él, pero que no lo siente.

Pero a Dios no se lo siente como si fuese un caramelo.

martes, 26 de mayo de 2015

PAPA FRANCISCO: SUS GUSTOS Y SUS MIEDOS, LOS TEMAS QUE LE PREOCUPAN


Papa Francisco: sus gustos y sus miedos, los temas que le preocupan
La visión del Papa del mundo actual, en una entrevista del diario argentino La Voz del Pueblo. 25 mayo 2015
Por: Juan Berretta / Papa Francisco | Fuente: www.aica.org




En una entrevista con el periodista Juan Berretta, que publica hoy el diario "La Voz del Pueblo" de la ciudad bonaerense de Tres Arroyos, Francisco dio su visión sobre Argentina, habló de sus gustos y sus miedos, y especial de los temas de la realidad del mundo que le preocupan.

- ¿Soñaba con ser Papa?
- ¡¡¡Nunca!!! Tampoco con ser presidente de la República o general del Ejército. Viste que hay algunos pibes que sueñan con eso. Yo no.

- ¿Pero avanzando en el servicio episcopal tampoco fantaseó con esa posibilidad?
- Después de que estuve 15 años en puestos de mando en los que me fueron poniendo, volví al llano, a ser confesor, cura... La vida de un religioso, de un jesuita, va cambiando según las necesidades. Y con respecto a la posibilidad, yo estaba en la lista de los papables en el otro cónclave… Pero esta vez, la segunda, por la edad, 76 años, y porque además había gente más valiosa ciertamente... Así que a mí nadie me nombraba, nadie. Además decían que era un "kingmaker" (o hacedor de reyes, como se denomina aquellos cardenales que debido a su experiencia y autoridad son más capaces que otros para pesar en el resultado electoral), que podía influir en los cardenales latinoamericanos para que votaran. Tanto era el asunto que ni una foto mía salió en los diarios, nadie pensaba en mí. En las casas de apuestas de Londres estaba en el número 46 (se ríe con ganas). Yo tampoco pensaba en mí, ni se me ocurría.

- ¿A pesar de que en 2005 fue el segundo más votado luego de Ratzinger?
- Esas son cosas que se dicen. Lo cierto es que al menos en la otra elección estaba en los diarios, aparecía entre los papables. Adentro era claro que tenía que ser Benedicto y hubo casi unanimidad por él y eso a mí me gustó mucho. Era clara su candidatura, en la segunda no había ningún candidato claro. Había varios posibles, pero ninguno fuerte. Por eso me vine a Roma con lo puesto y con pasaje para volver el sábado a la noche y poder estar en Buenos Aires en el Domingo de Ramos. Incluso dejé hecha mi homilía sobre el escritorio. Nunca pensé que iba a pasar.

- ¿Y cuándo fue elegido qué sintió?
- Antes de la elección definitoria sentí mucha paz. "Si Dios lo quiere...", pensé. Y me quedé en paz. Mientras que se hacían los escrutinios, que son eternos, yo rezaba el rosario, tranquilo. Tenía a mi lado a mi amigo el cardenal Claudio Hummens, que en una votación anterior a la definitiva me decía, "no te preocupes eh, que así obra el Espíritu Santo…" (vuelve a reírse).

- ¿Y lo asumió enseguida?
- Me llevaron a la Sacristía, me cambiaron la sotana, y a la cancha. Y ahí dije lo que me vino.

- Fue algo natural entonces.
- Sí, sentí mucha paz y dije lo que me vino del corazón

- ¿Reconoce el magnetismo que genera en la gente? Lo digo por el plus que le da su figura a la investidura papal.
- Y, sí... Sé que la gente... (duda, hace silencio) Primero no entendía por qué ocurría eso. Y me cuentan algunos cardenales que la gente dice "le entendemos". Claro, yo trato de ser plástico en las audiencias, en las cosas que hablo, como hoy (por la audiencia pública del miércoles) que conté una anécdota de cuando estaba en cuarto grado. Entonces es como que la gente entiende lo que quiero decir. Como cuando hablé del caso de los padres separados, que usan de rehenes a los hijos, algo muy triste, los victimizan, el papá le habla mal de la mamá, o al revés, y al pobre chico se le arma un corso a contramano en la cabeza. Trato de ser concreto y eso que vos llamás magnetismo, ciertos cardenales me dicen que tiene que ver con que la gente me entiende.

- ¿Disfruta de la audiencia pública?
- Sí, lo disfruto en un sentido humano y espiritual, las dos cosas. La gente me hace bien, me tira buena onda, como se dice. Es como que mi vida se va involucrando en la gente. Yo, psicológicamente, no puedo vivir sin gente, no sirvo para monje, por eso me quedé a vivir acá en esta casa (en la residencia de Santa Marta). Esta es una casa de huéspedes, hay 210 piezas, vivimos 40 personas que trabajamos en la Santa Sede y los otros son huéspedes, obispos, curas, laicos, que pasan y se hospedan acá. Y eso a mí me hace muy bien. Venir aquí, comer en el comedor, donde está toda la gente, tener la misa ésa donde cuatro días a la semana viene gente de afuera, de las parroquias… Me gusta mucho eso. Yo me hice cura para estar con la gente. Doy gracias a Dios que eso no se me haya ido.

- ¿Qué añora de su vida previa al papado?
- Salir a la calle. Eso sí lo añoro, la tranquilidad de caminar por las calles. O ir a una pizzería a comer una buena pizza (se ríe).

- Puede pedir un delivery al Vaticano
- Sí, pero no es lo mismo, la cuestión es ir allí. Yo siempre fui callejero. De cardenal me encantaba caminar por la calle, ir en colectivo, subte. La ciudad me encanta, soy ciudadano de alma. No podría vivir en una ciudad como la tuya por ejemplo, me costaría mucho... No, Tres Arroyos no es tan chico, sí podría vivir ahí. En el campo no podría vivir.

- ¿Acá recorre la ciudad?
- Noooo, (otra vez se ríe con ganas). Voy a las parroquias... Pero no puedo salir. Imaginate que yo salgo ahí (por la calle) y se arma. Un día salí en el auto sólo con el chofer y me olvidé de cerrar la ventanilla, estaba abierta y no me di cuenta. Y se armó un lío... Yo iba en el asiento del acompañante, teníamos que ir ahí nomás, pero la gente no dejaba avanzar el auto. Claro, que el Papa esté por la calle...

- Eso tiene que ver con su forma de ser
- Es verdad que acá tengo el apelativo de indisciplinado, el protocolo mucho no lo sigo. El protocolo es muy frío, aunque hay cosas oficiales a las que me atengo totalmente.

- ¿De noche puede descansar, se desconecta?
- Yo tengo un sueño tan profundo que me tiro en la cama y me quedo dormido. Duermo seis horas. Normalmente a las nueve estoy en la cama y leo hasta casi las diez, cuando me empieza a lagrimear un ojo apago la luz y ahí quedé hasta las cuatro que me despierto solo, es el reloj biológico. Eso sí, después necesito la siesta. Tengo que dormir de 40 minutos a una hora, ahí me saco los zapatos y me tiro en la cama. Y también duermo profundamente, y también me despierto solo. Los días que no duermo la siesta lo siento.

- ¿Qué lee antes de dormirse?
- Ahora estoy leyendo sobre San Silvano del Monte Athos, un gran maestro espiritual.

- En la visita que realizó a Manila en el verano, habló de la importancia de llorar. ¿Usted llora?
- Cuando veo dramas humanos. Como el otro día al ver lo que ocurre con los del pueblo rohingya, que andan arriba de esos barcones en aguas tailandesas y cuando se acercan a tierra les dan un poco de comida, agua y los echan otra vez al mar. Eso me conmueve profundamente, ese tipo de dramas. Después, los chicos enfermos. Cuando veo lo que acá llaman "enfermedades raras", que son producidas por descuido del ambiente, se me revuelve todo. Cuando veo a esas criaturas le digo al Señor: "Por qué ellos y no yo". Cuando voy a la cárcel también me conmuevo. De los tres Jueves Santos que tuve, dos fui a cárceles, una vez a una de menores y la otra a la de Rebibbia. Y después en otras ciudades de Italia que visité fui a la cárcel, almorcé con ellos, y cuando estaba charlando me venía a la cabeza: "Pensar que yo podría estar aquí". Es decir, ninguno de nosotros está seguro de que nunca va a cometer un crimen, una cosa digna de ser encarcelado. Entonces me digo por qué Dios permitió que yo no esté aquí. Y siento dolor por ellos y le agradezco a Dios no estar, pero a la vez siento que ese agradecimiento es de conveniencia también, porque ellos no tuvieron la oportunidad que tuve yo de no hacer una macana digna de estar encarcelado. Eso me lleva al llanto interior. Eso lo siento mucho.

- ¿Pero llega a llorar con lágrimas?
- Públicamente no lloro. Me pasó dos veces que estuve al límite, pero me pude frenar a tiempo. Estaba demasiado conmovido, incluso hubo algunas lágrimas que se escaparon, pero me hice el tonto y después de un rato me pasé la mano por la cara.

-¿Por qué no quería que lo vieran llorar?
- No sé, me pareció que tenía que seguir adelante.

-¿Cuáles fueron esas situaciones?
- Recuerdo una, la otra no. La que me acuerdo tuvo que ver con la persecución de los cristianos en Irak. Estaba hablando de eso y me conmoví profundamente. Pensar en los chicos…

- ¿A qué le tiene miedo?
- En general no tengo miedo. Soy más bien temerario, me mando sin medir consecuencias. Eso a veces me da dolores de cabeza porque por ahí se me va una palabra de más (otra vez se ríe con intensidad). En cuanto a los atentados, yo estoy en manos de Dios y en mi oración le hablé al Señor y le dije: "Mirá, si eso tiene que ser, que sea, solamente te pido una gracia, que no me duela" (se ríe), porque soy cobarde al dolor físico. El dolor moral lo aguanto, pero el físico, no. Soy muy cobarde en eso, no es que le tenga miedo a una inyección, pero prefiero no tener problemas con el dolor físico. Soy muy intolerante, lo asumo como algo que me quedó de la operación de pulmón que me realizaron cuando tenía 19 años.

- ¿Siente presión?
- Las presiones existen. Toda persona de gobierno siente presiones. En este momento lo que más me cuesta es la intensidad que hay de trabajo. Estoy llevando un ritmo de trabajo muy fuerte, es el síndrome del fin del año escolar, que acá termina a fin de junio. Y entonces se juntan mil cosas, y problemas hay... Y después están los problemas que te arman, con que dije o no dije... Los medios de comunicación también toman una palabra y por ahí la descontextualizan. El otro día en la parroquia de Ostia, cerca de Roma, voy saludando a la gente, y habían puesto a los ancianos y a los enfermos en el gimnasio. Estaban sentados y yo pasaba y los saludaba. Entonces dije: "Miren qué divertido, acá donde jugaban los chicos están los ancianos y los enfermos. Yo los comprendo a ustedes porque también soy anciano y también tengo mis achaques, soy un poco enfermo". Al otro día salió en los diarios: "El Papa confesó que estaba enfermo". Contra ese enemigo no podés.

- ¿Y está encima de todo lo que se publica?
- No, no. Diario leo solamente uno, La Repubblica, que es un diario para sectores medios. Lo hago a la mañana y no me lleva más de 10 minutos ojearlo. Televisión no veo desde el año 1990 (se toma el tiempo para responder). Es una promesa que le hice a la Virgen del Carmen en la noche del 15 de julio de 1990.

- ¿Por un motivo en particular?
- No, no, me dije esto "no es para mí".

- ¿No ve los partidos de San Lorenzo?
- No veo nada.

- ¿Cómo se entera de los resultados?
- Hay un guardia suizo que todas las semanas me deja los resultados y cómo va en la tabla.

- Usted, entre los Papas, ¿sería un Messi o un Mascherano?
- No sabría decirte porque no sé distinguir el estilo de los dos porque no veo fútbol. Messi vino dos veces acá y nada más, no lo he visto.

- ¿Navega por Internet?
- Nada. Y dar entrevistas jamás, ahora se me ha dado, es el estado de gracia. Antes enfrentarme a un periodista me daba pánico.

- ¿Cómo ve a la Argentina desde el Vaticano?
- Como un país de muchas posibilidades y de tantas oportunidades perdidas. Como decía el cardenal Quarracino. Y es verdad. Somos un país que ha perdido tantas oportunidades a lo largo de la historia. Algo pasa, con toda la riqueza que tenemos. Como el cuento de los embajadores de los países que se fueron a quejar a Dios porque a los argentinos le habían dado tantas riquezas y a ellos solamente una, o la agricultura o la minería. Dios los escuchó y les contestó: "No, perdón, para balancear les di los argentinos".

- ¿Sigue la evolución de la política en Argentina?
- No, para nada, corté acá la recepción de políticos porque me di cuenta de que algunos usaban eso y mi foto, aunque también es cierto que algún otro ni dijo que había estado conmigo y ni se sacó la foto. Pero para evitar eso, los políticos en audiencia privada, no. Si vienen van a las audiencias generales, los saludo. Pero no sé cómo van las elecciones ni quiénes son los candidatos. Me imagino quiénes deben ser los principales, pero no sé tampoco cómo van las tensiones. Sé que en las PASO de Buenos Aires ganó el PRO porque lo vi en el diario, salió hasta en La Repubblica.

- ¿Le gusta que lo cataloguen como el Papa pobre?
- Si ponen después otra palabra, sí. "Pobre tipo", por ejemplo... (se vuelve a reír con ganas). La pobreza es el centro del Evangelio. Jesús vino a predicar a los pobres, si vos sacás la pobreza del Evangelio no entendés nada, le sacás la médula.

- ¿No es utópico pensar en que se puede erradicar la pobreza?
- Sí, pero las utopías nos tiran para adelante. Sería triste que un joven o una joven no las tuviera. Hay tres cosas que tenemos que tener todos en la vida: memoria, capacidad de ver el presente y utopía para el futuro. La memoria no hay que perderla. Cuando los pueblos pierden su memoria está el gran drama de descuidar a los ancianos. Capacidad de hermenéutica frente al presente, interpretarlo y saber por dónde hay que ir con esa memoria, con esas raíces que traigo, cómo la juego en el presente, y ahí está la vida de los jóvenes y adultos. Y el futuro, ahí está la de los jóvenes sobre todo y la de los niños. Con memoria, con capacidad de gestión en el presente, de discernimiento y la utopía hacia el futuro, que ahí se involucran los jóvenes. Por eso el futuro de un pueblo se manifiesta en el cuidado de los ancianos, que son la memoria, y de los niños y jóvenes, que son los que van a llevarla adelante. Los adultos tenemos que recibir esa memoria, trabajarla en el futuro y darla a los hijos. Una vez leí algo muy lindo: "El presente, el mundo que hemos recibido, no es sólo una herencia de los mayores sino más bien un préstamo que nos hacen nuestros hijos para que se lo devolvamos mejor". Si yo corto mis raíces y me desmemorizo me va a pasar lo que le pasa a toda planta, me voy a morir; si yo vivo solamente un presente sin mirar la previsión a futuro, me va a pasar lo que le pasa a todo mal administrador que no sabe proyectar. La contaminación ambiental es un fenómeno de ese estilo. Tienen que ir las tres juntas, cuando falta alguna un pueblo empieza a decaer.

- ¿Cuáles son los peores males que aquejan al mundo hoy?
- Pobreza, corrupción, trata de personas... Me puedo equivocar en la estadística, pero qué me decís si te pregunto ¿qué ítem viene en gasto en el mundo después de alimentación, vestido y medicina? El cuarto son los cosméticos y el quinto las mascotas. Es grave eso, eh. El cuidado de las mascotas es como el amor un poco programado, es decir, yo puedo programar la respuesta amorosa de un perro o de una gatita, y ya no necesito tener la experiencia de un amor de reciprocidad humana. Estoy exagerando, que no se tome textual, pero es para preocuparse.

- ¿Por qué siempre repite "recen por mí"?
- Porque lo necesito. Yo necesito que me sostenga la oración del pueblo. Es una necesidad interior, tengo que estar sostenido por la oración del pueblo.

- ¿Cómo le gustaría que lo recuerden?
- Como un buen tipo. Que digan: "Este era un buen tipo que trató de hacer el bien". No tengo otra pretensión.


San Lorenzo, Marcelo Tinelli y las barras bravas

- ¿Qué recuerdos tiene del fútbol y de San Lorenzo en su infancia?
- Me acuerdo como si fuera hoy la campaña del 46, nosotros íbamos al Gasómetro todos los domingos. Ibamos en familia, hasta ese momento iba mi mamá también. Después del partido salíamos y comprábamos caracoles en salsa, unas cuantas pizzas y volvíamos a casa. Era todo una fiesta familiar. Lo seguíamos de local nada más, y algunas veces cuando jugaba en Ferro, pero si no, a otras canchas no íbamos.

- ¿Le gustaría que Marcelo Tinelli, vice de San Lorenzo, sea presidente de la AFA?
- A Tinelli lo vi dos veces. Una sin saber que era él, no lo conocía, lo saludé en el amistoso Argentina-Italia, y después me dijeron: "Ese que saludó tercero es Tinelli". Y la segunda vez que lo vi fue cuando me trajo la Copa. Pero no sé cómo está la situación allá, no tengo idea qué pasa.

- ¿Qué opinión tiene de lo que pasó en el Boca-River?
- Fue una pena. Son esas salvajadas propias de la persona que la pasión lo desborda, y también la prepotencia y la no sociabilidad, la incapacidad de vivir en sociedad. La verdad que es lamentable que en nuestro pueblo existan cosas como las barras bravas, sé que en otros países también existen. Acá en Italia también hubo problemas entre barrabravas, que no necesariamente luchan por el club, la mayoría son mercenarios. Es lamentable. Yo viví el tiempo del fútbol amateur, en la campaña del 46 yo tenía 9 años y siempre iba a la tribuna, nunca a la platea. Lo peor que se le decía al árbitro era vendido, infeliz, idiota, y de ahí no subía. O patadura a alguno que no había agarrado bien la pelota, o dormido... No es esa catarata tan colorida de insultos de ahora. Ha cambiado el ambiente y es lamentable.


Los chirlos de cuarto grado

Durante la audiencia general del miércoles por la mañana, en la que se refirió a los valores de la familia y a la educación de los hijos, Francisco contó en italiano una anécdota de cuarto grado. Por la tarde, la repitió en castellano en la entrevista con el periodista de La Voz del Pueblo: "Yo estaba en la preadolescencia, tenía unos 10 u 11 años, y la maestra no recuerdo qué dijo y yo largué un término que no correspondía. Y me escuchó. Cuando salimos al recreo me dijo: 'Eso no se dice, así que te voy a mandar una nota para que venga tu mamá mañana'".

"Mi mamá fue, la maestra salió del aula y me mandaron a llamar. Y mi mamá muy tranquila me comentó: 'Lo que le dijiste a la maestra no se dice, ella trabaja para enseñarte, para hacerte hombre, así que pedile perdón'. Le pedí perdón a la maestra, me dio un beso y me dijo que volviera al aula. Y un poco dije, 'ya está, la pasé'. Pero ése fue el primer capítulo, el segundo fue cuando llegué a casa. Ahí sí cobré lindo...

"Y es verdad, hoy día los métodos de castigo a los chicos cambiaron, hay otra sensibilidad. En aquella época te daban dos cachetazos y listo. Siempre digo: 'Nunca le den un cachetazo en la cara a un chico porque la cara es sagrada, pero dos o tres palmadas en el traste no vienen mal'. Eso mismo lo dije en la audiencia una vez y algunos países me criticaron. Son países que tienen leyes de protección al menor muy estrictas... El Papa no puede decir eso. Pero curiosamente esos países, que incluso castigan al padre o a la madre que le pega al menor, tienen leyes que les permiten matar a los chicos antes de que nazcan. Esas son las contradicciones que vivimos ahora".

CHARLIE CHARLIE, ¿TAN SÓLO UN JUEGO?

Charlie Charlie, ¿tan sólo un juego?
Debemos tener presentte siempre que todo forma de adivinación lleva al espíritu maligno, el enemigo de Dios


Por: . | Fuente: Corazones.org // contranewage.blogspot.com



En Internet está circulando información de este "jueguito" supuestamente inofensivo que no es más que una de tantas versiones baratas de la tabla ouija,  con exactamente las mismas consecuencias para quienes por curiosidad, morbo, o simplemente por quedar bien con los amigos, lo juegan.
Este jueguito ya está siendo catalogado de peligroso en varios países de Latinoamérica como República Dominicana ,  Ya que las consecuencias, al ser una versión de la ouija, han ido desde ataques de pánico, de ansiedad y hasta suicidio, sin olvidar posesiones y vejaciones demoniacas a quienes lo juegan.

El importe espiritual

Sabemos por la revelación divina que el ser humano recibe mensajes de Dios (que dice la verdad y edifica en el amor) pero también del demonio (que tienta contra Dios). La Palabra de Dios con frecuencia nos advierte de cuidar nuestros pensamientos y probar el origen de los mensajes. "Por sus frutos los conocerán".
Numerosos testimonios que hemos recibido indican que cuando "funciona", puede, al principio ser un mensaje atractivo (felicidad, dinero, algún dato que el sujeto desconocía, etc.) Pero el lenguaje y las tácticas que se manifiestan corresponden a lo que Jesús nos advierte que es característico del demonio: Consejos contrarios a la moral, incitación a la vanagloria, la curiosidad malsana, etc. Progresivamente desemboca en amenazas, sugestión a causar violencia, suicidio, la desesperación o presunción, invitaciones a desobedecer a Dios a cambio de alguna oferta de bienestar, riquezas... Los resultados pueden ser, por ejemplo, obsesiones, ansiedad, ataques de pánico, enfermedades, desórdenes mentales. He visto muchos casos en que el sujeto se envicia con la ouija -o Charlie Charlie- y pierde el discernimiento de tal manera que justifica su uso aun cuando percibe graves daños a su persona. Con el vicio, la opresión del demonio aumenta. Hemos recibido testimonios alarmantes de personas dominadas por el pánico, incapaces de dormir, verdaderamente desesperadas, pidiendo auxilio.
Hay que advertir que, aunque se lo juegue por curiosidad, se está abriendo camino para el demonio y no es de extrañar que la persona quede espiritualmente afectada. El bien que el sujeto pensaba percibir no se logra, resulta ser un engaño.
Las Sagradas Escrituras nos exhortan: "Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar" -I Pedro 5,8.  Esta advertencia es necesaria porque el demonio realmente existe y realmente tiene acceso a nosotros por diversos medios. Puede utilizar aun los movimientos naturales y el subconsciente para guiarnos hacia el mal, tentarnos, confundirnos y asediarnos. Esto ocurre cuando nosotros practicamos lo que está claramente prohibido por las Sagradas Escrituras, como veremos mas adelante.
No debemos buscar conocer sino lo que Dios nos quiera revelar, ya sea por medio del uso natural de la razón sometida a Dios o por su revelación. Siendo mucho más inteligente que nosotros, el demonio tiene conocimientos que nos parecen maravillosos pero que los utiliza para atraparnos y engañarnos. Puede además imitar voces y apariencias de personas que han muerto.
Ciertamente nadie que conozca y ame a Dios busca su dirección por medio de "juegos". Dios no se da a conocer (se revela) de esta forma, sino a través de Su Hijo, Jesucristo. El confió su revelación a Su iglesia. Quien desea buscar la verdad debe acudir a las Sagradas Escrituras y a las enseñanzas de la Iglesia. Entonces, con el corazón abierto al Espíritu Santo sabremos como aplicar las enseñanzas a la vida diaria.
Algunos empiezan a jugar ignorantes del mal que hacen. Pero lamentablemente muchos juegan por soberbia, pues sabiendo que ofenden a Dios continúan haciéndolo.
No se puede justificar el uso de estos juegos con el pretexto de entretenerse y curiosear en lo oculto. La verdad es que al jugarlos se abre la puerta al demonio cuyo objetivo es llevarnos el infierno.  
El Primer Mandamiento prohíbe apelar a otro espíritu fuera de Dios.  El rey Saúl  recurrió a una mujer de Endor para conjurar el espíritu del difunto profeta Samuel y fue castigado por Dios (1 Sam 28: 8-17).  Se trata del pecado de adivinación: querer "desvelar" el porvenir recurriendo a espíritus (que en realidad son demonios).
Pero, ¿no rezan los católicos a los santos?  Esto es muy diferente por varias razones:
  1. Jamás invocamos a los santos por medio de oráculos o adivinación. Nos limitamos a pedirles que recen por nosotros y que nos ayuden en nuestro peregrinar hacia el cielo.
  2. Jamás buscamos en los santos otro camino u otro conocimiento sino el Evangelio ya proclamado por Jesucristo.

¿Qué dice la Biblia sobre invocar a los muertos y adivinación?

Que no haya en medio de ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego; que nadie practique encantamientos o consulte a los astros; que no haya brujos ni hechiceros; que no se halle a nadie que se dedique a supersticiones o consulte los espíritus; que no se halle ningún adivino o quien pregunte a los muertos. Porque Yahvé aborrece a los que se dedican a todo esto, y los expulsa delante de ti a causa de estas abominaciones. Tú, en cambio, te portarás bien en todo con Yahvé, tu Dios. Esos pueblos que vas a desalojar escuchan a hechiceros y adivinos, pero a ti, Yahvé, tu Dios, te dio algo diferente. (Dt 18,  10-14)
Los adivinos eran muy importantes en otras religiones en tiempos del Antiguo Testamento: En Egipto (los magos del faraón); en Grecia (los sacerdotes de Apolo); en Roma, dependían de los auspicios. Por ejemplo: un relámpago que cayere de izquierda a derecha (favorable); de derecha a izquierda (desfavorable); los auspicios obtenidos de los pollos sagrados, etc. 
El Pueblo de Israel, en muchas ocasiones, se tomó a la práctica de la adivinación y a la consulta de brujos, yendo así en contra de los mandatos de Dios. (Ez 13,18-19; 2 Cron 33,6; Jer 27,9...). El rey Saúl fue a consultar a la pitonisa (hechicera, adivinadora) de Endor queriendo saber que hacer en cuanto a la guerra (1 Samuel 28, 7). En 1 Samuel 15, 23, la adivinación es un espíritu de rebelión.
Así dice Yahveh, tu redentor, el que te formó desde el seno.
Yo, Yahveh, lo he hecho todo, yo, solo, extendí los cielos,
yo asenté la tierra, sin ayuda alguna. Yo hago que fallen las señales de los magos
y que deliren los adivinos; hago retroceder a los sabios
y convierto su ciencia en necedad. Isaías 44,24-25
En el Nuevo Testamento vemos que los apóstoles confrontan a los adivinos. San Pablo mandó que un espíritu maligno abandonase a un joven esclavo que hacía la fortuna de sus dueños. Por ello,  Pablo y Bernabé fueron apresados, encarcelados y azotados.
En la ciudad de Filipo, San Pablo encontró obstáculos por razón de una joven esclava poseída por un espíritu de Pitón al que ordenó salir:
Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió. -Hechos 16,18
La adivinación lleva al espíritu maligno, el enemigo de Dios. En la actualidad, los hombres siguen ofendiendo a Dios por medio de estas prácticas. Algunos llegan hasta vender su alma con tal de recibir del demonio lo que buscan. No es extraño que el demonio dé poder temporal a sus clientes a cambio de su alma.

Prohibición de la Iglesia

La adivinación es un pecado grave contra el Primer Mandamiento
Las Constituciones apostólicas prohíben expresamente la adivinación. Los Concilios de Vannes (461), de Agde (506) y de Orleáns (511) excomulgaron a los adivinos. Además eran declarados infames, incapacitados para ser testigos en la justicia y privados de toda dignidad eclesiástica.

Catecismo de la Iglesia Católica

#2116: "Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone "desvelan" el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a "mediums" encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.
#2117 Todas las prácticas de, magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo. 

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 26 DE MAYO DEL 2015


Recibirán cien veces más en esta vida
Tiempo Ordinario

Marcos 10, 28-31. Tiempo Ordinario. No cedamos a la tentación de buscar éxitos y apoyos humanos, en vez de contar sólo y siempre con Cristo. 


Por: Arturo Escalona | Fuente: Catholic.net



Del santo evangelio según san Marcos 10, 28-31
Entonces Pedro le dijo: Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte. Y Jesús contestó: En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna. Entonces muchos que ahora son primeros serán últimos, y los que son ahora últimos serán primeros. 

Oración introductoria
Jesús, todos te estamos siguiendo, unos casados, otros solteros y otros consagrándose a ti, pero en fin todos buscamos seguirte porque para eso nos has elegido. Ayúdame a comprender, en este rato de oración, que seguirte no me hará la vida color de rosa sino que me exigirá llevar mi cruz. Sólo contigo y con mi colaboración podré llegar a la meta que me tienes marcada y recibir el premio que es estar contigo en el cielo.

Petición
Señor Jesús, ayúdame a seguirte más de cerca y que no me engañe siguiendo mis caprichos y pensando que son tus deseos.

Meditación del Papa Francisco
El Evangelio de hoy recuerda el pasaje en el que Jesús apenas termina de hablar sobre el peligro de las riquezas, Pedro le pregunta qué recibirán los discípulos que han dejado todo para seguirlo. Jesús es generoso. En verdad, responde que no hay ninguno que haya dejado la familia, la casa, los campos que no reciba ya en este tiempo, cien veces más.
Quizá Pedro piensa que ir detrás de Jesús es una bonita actividad comercial, porque nos hace ganar cien veces más. Pero Jesús añade que junto a esta ganancia habrá persecuciones: como si dijera: 'Sí, vosotros habéis dejado todo y recibiréis aquí, en la tierra, muchas cosas: ¡pero con la persecución!' Como una ensalada con el aceite de la persecución: ¡siempre!
Esta es la ganancia del cristiano y este es el camino del que quiere ir detrás de Jesús, porque es el camino que Él ha hecho: ¡Él ha sido perseguido! Es el camino del abajamiento. Lo que Pablo dice a los filipenses: Se abajó. Se hizo hombre y se abajó hasta la muerte, y una muerte de cruz. Esta es precisamente la tonalidad de la vida cristiana". (Cf Homilía de S.S. Francisco, 4 de marzo de 2014, en Santa Marta).

Reflexión 
Es Pedro quien se gloría de haberlo dejado todo. Tan duras les resultaban las palabras del Maestro cuando decía que ningún rico se salvaría. Ellos no eran ricos. Pero con mucho o con poco se es rico, esto es: todo hombre se apega a las cosas. Pedro, hablando más con el espíritu que con la carne, dice bien: "lo hemos dejado todo y te hemos seguido". Pero, entre las cosas que se nos prometen, está una poco agradable, poco atrayente: la persecución. Se nos prometen persecuciones como premio por el seguimiento de Cristo.
¿Quién está libre de las cruces de esta vida? ¿Quién en esta tierra ha vivido sin sufrir algo? Nadie. Todos sufrimos en esta vida. Pero es extraño sufrir para el que no ama. Es una locura sufrir por Cristo si no se le tiene. Quien lo tiene lo da todo por Él, porque lo ama. Quien sufre por alguien amado, crece; se enaltece; siente que recibe más de lo que ha dado. Optar por Cristo siempre será la mejor opción de nuestra vida porque Él da sentido a nuestro dolor.

Propósito
Hoy, por amor a Dios, me comprometo a hacer un sacrificio en alguna comida ofreciéndolo por todas las personas que no tienen.

Diálogo con Cristo
¡Dios mío! Qué dura es la vida sin tu compañía, pero es más duro vivir queriendo seguirme a mí mismo, Por eso, te suplico que me des tu gracia para nunca buscar mis propios intereses. Que me esfuerce en servir a todos los que me rodean, para que, al humillarme en esta vida, merezca la gloria de estar contigo en el cielo.


Experimentar que Dios no es una entidad abstracta, sino una Realidad tan grande y fuerte que llena de modo sobreabundante el corazón del hombre, una Persona viva y cercana, que nos ama y pide ser amada.   Benedicto XVI, 27 de junio de 2010
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