sábado, 18 de abril de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 18 DE ABRIL DEL 2015


Jesús camina sobre el agua
Pascua


Juan 6, 16-21. Pascua. A pesar de la tormenta no hay que temer porque tenemos a Cristo por capitán del barco. 


Por: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 6, 16-21
Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar, y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos; soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse. Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo. Pero él les dijo: «Soy yo. No temáis». Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

Oración introductoria
Gracias, Señor, por recordarme que no debo temerte. Y es que es tan sutil y persistente la tentación de buscarte en la oración, pero realmente escucharte… hasta donde «no duela o no incomode demasiado». Por eso suplico que envíes la luz de tu Espíritu Santo para que este momento de oración sea un auténtico encuentro contigo.

Petición
Jesucristo, dame la gracia de saberme abandonar en tu Providencia divina.

Meditación del Papa Francisco
Estén bien alerta cuando hay grupos que buscan la destrucción, que buscan la guerra, que no saben trabajar en equipo. Defiéndanse entre ustedes, como equipo, como grupo, y trabajen fuerte allí. Sé que están trabajando muy bien, y muy bien apoyados. Y el Ministerio de Educación, sé que los apoya. Sigan adelante por este camino de trabajar en equipo y defenderse de aquellos que quieren atomizarlos y quitarles esa fuerza del grupo. Que Dios los bendiga.
Pregunta del presentador: ¿Qué mensaje le quiere decir Francisco a estos cinco chicos que lo escucharon y a todos los miles de niños de todo el mundo que están siguiendo ahora esta comunicación? ¿Qué mensaje les quieres dar a todos?
R. Una cosa que no es mía –Jesús la decía muchas veces–: “No tengan miedo”. Nosotros en mi país tenemos una expresión que no sé cómo la traducirán en inglés: “No se arruguen”. No tengan miedo, vayan adelante, tiendan puentes de paz, jueguen en equipo y hagan el futuro mejor porque acuérdense que el futuro está en las manos de ustedes. Sueñen el futuro volando, pero no olviden la herencia cultural, sapiencial y religiosa que les dejaron sus mayores. Adelante y con valentía. Hagan el futuro. (S.S. Francisco, palabras con motivo del lanzamiento de la Plataforma de Scholas, 5 de septiembre de 2014)
Reflexión
"Duc in altum! ¡Caminemos con esperanza! Un nuevo milenio se abre ante la Iglesia como un océano inmenso en el cual hay que aventurarse, contando con la ayuda de Cristo".

Con este texto tan esperanzador inicia la conclusión de la carta apostólica "Novo Millennio Ineunte", que escribió el Papa Juan Pablo II al inicio del siglo XXI. Y qué similitud con el evangelio de hoy pues, los apóstoles también se aventuraron a navegar en el mar de Cafarnaúm, sin tener la más mínima idea de la sorpresa que Cristo les esperaba. Sorpresa que les ayudaría a crecer en su fe en el Hijo de Dios.

Era oscuro, el mar estaba encrespado y además soplaba un fuerte viento. ¿Quién no se asusta ante una situación de este tipo? Obviamente los apóstoles eran pescadores y como tales sabían cómo actuar. Pero ¿ver a alguien caminando sobre las aguas? ¿Quién está acostumbrado a ver semejante acto? Hoy día sólo en las películas del Hollywood.

Y con razones fundadas podríamos decirle a Cristo, "pero, Jesús, mira cómo está el mar en la oscuridad y Tú te les presentas de esa manera, no les asustes así". Pero Cristo nos quería enseñar que lo buscásemos aun en medio de las pruebas. Aunque el mar de nuestra esté oscuro y encrespado no hay que temer porque está Él entre nosotros.

Los cristianos también nos aventuramos en este mar inmenso. También se tambalea nuestra barca y la oscuridad nos asusta. Pero a pesar de la tormenta no hay que temer porque tenemos a Cristo por capitán del barco. Confiemos en Él con la esperanza de que llegaremos a tierra sanos y salvos. Sólo dejémonos guiar.

Propósito
Dejar a un lado las preocupaciones inútiles al confiar y reconocer la presencia de Dios en mi vida.
Diálogo con Cristo
Espíritu Santo santificador, aumenta mi fe de modo que tenga la docilidad para saber abandonarme a tu Providencia, con la seguridad de que nunca seré tentado por encima de mis fuerzas y que Tú eres infinitamente bueno, sabio, omnipotente y, lo más importante, me amas tal como soy.

PRÁCTICAS DE DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARÍA


 Prácticas de devoción a María.
El culto a María en la Iglesia 
La verdadera devoción a la Santísima Virgen puede expresarse interiormente de diversas maneras...
Por: San Luis María Grignion de Montfort | Fuente: www.mercaba.org




a. Prácticas comunes.

115. La verdadera devoción a la Santísima Virgen puede expresarse interiormente de diversas maneras. He aquí, en resumen, las principales:


1º honrarla como a digna Madre de Dios, con un culto de hiperdulía, es decir, estimarla y venerarla más que a todos los otros santos, por ser Ella la obra maestra de la gracia y la primera después de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
2º meditar sus virtudes, privilegios y acciones;
3º contemplar sus grandezas;
4º ofrecerle actos de amor, alabanza y acción de gracias;
5º invocarla de corazón;
6º ofrecerse y unirse a Ella;
7º realizar todas las acciones con intención de agradarla;
8º comenzar, continuar y concluir todas las acciones por Ella, en Ella, con Ella y para Ella a fin de hacerlas por Jesucristo, en Jesucristo, con Jesucristo y para Jesucristo, nuestra meta definitiva.
Más adelante explicaremos esta última práctica.

116. La verdadera devoción a la Santísima Virgen tiene también varias prácticas exteriores. Estas son las principales:



1º inscribirse en su cofradías y entrar en las congregaciones marianas;
2º entrar en las Ordenes o Institutos religiosos fundados para honrarla;
3º publicar sus alabanzas;
4º hacer en su obsequio limosnas, ayunos y mortificaciones espirituales y corporales;
5º llevar sus libreas, como el santo rosario, el escapulario o la cadenilla;
6º rezar atenta, devota y modestamente:
* el santo Rosario, compuesto de 15 decenas de Avemarías, en honor de los 15 principales misterios de Jesucristo,
* o la tercera parte del Rosario, que son cinco decenas, en honor de:
los cinco misterios gozosos (Anunciación, Visitación, Nacimiento de Jesucristo, Purificación y el Niño perdido y hallado en el templo) o de los cinco misterios dolorosos (Agonía de Jesús en el Huerto, Flagelación, Coronación de espinas, Subida al Calvario con la cruz a cuestas y Crucifixión y Muerte de Jesús) o de los cinco misterios gloriosos (Resurrección de Jesucristo, Ascensión del Señor, Venida del Espíritu Santo, Asunción y Coronación de María por las tres Personas de la Santísima Trinidad).
* o una corona de seis o siete decenas en honor de los años que, según se cree, vivió sobre la tierra la Santísima Virgen.
* o la Coronilla de la Santísima Virgen, compuesta de tres Padrenuestros y doce Avemarías, en honor de su corona de doce estrellas o privilegios.
* o el Oficio de Santa María Virgen, tan universalmente aceptado y rezado en la Iglesia,
* o el Salterio menor de María Santísima,
compuesto en honor suyo por San Buenaventura y que inspira afectos tan tiernos y devotos, que no se puede rezar sin conmoverse.
* o catorce Padrenuestros y Avemarías en honor de su catorce alegrías u otras oraciones, himnos y cánticos de la Iglesia, como la Salve; Madre del Redentor; Salve, Reina de los cielos, según los tiempos litúrgicos: el himno Salve, de mares Estrella, la antífona Oh gloriosa Señora, el Magnificat u otras piadosas plegarias de que están llenos los Devocionarios.

7º cantar y hacer cantar en su honor cánticos espirituales.
8º hacer de su honor cierto número de genuflexiones 9 reverencias, diciéndole, por ejemplo, todas las mañanas sesenta o cien veces: Dios te salve, María, Virgen fiel, para alcanzar de Dios, por mediación suya, la fidelidad a la gracia durante todo el día, y por la noche. Dios te salve, María Madre de misericordia, para implorar de Dios, por medio de Ella, el perdón de los pecados cometidos durante el día.
9º mostrar interés por sus cofradías, adornar sus altares, coronar y embellecer sus imágenes;
10º organizar procesiones y llevar en ellas sus imágenes y llevar una consigo, como arma poderosa contra el demonio.
11º hacer pintar o grabar sus imágenes o su monograma y colocarlas en las iglesias, las casas o los dinteles de las puertas y entrada de las ciudades, de las iglesias o de las casas;
12º consagrarse a Ella en forma especial y solemne.


117. Existen muchas otras formas de verdadera devoción a María, inspiradas por el Espíritu Santo a las personas santas y que son muy eficaces para la santificación. Pueden leerse, en extenso, en el Paraíso abierto a Filagia, compuesto por el Reverendo Padre Pablo Barry S.J., quien ha recopilado en esta obra gran número de devociones practicadas por los santos en honor de la Santísima Virgen, siempre que se hagan con las debidas disposiciones, es decir:


1º con la buena y recta intención de agradar a Dios solo, unirse a Jesucristo, nuestra meta final y edificar al prójimo;
2º con atención, sin distracciones voluntarias;
3º con devoción, sin precipitación ni negligencia;
4º con modestia y compostura corporal respetuosa y edificante.



b. La práctica perfecta.

118. Después de esto, protesto abiertamente que aunque he leído casi todos los libros que tratan de la devoción a la Santísima Virgen y conversado familiarmente con las personas más santas y sabias de estos últimos tiempos no he logrado conocer ni aprender una práctica de devoción semejante a la que voy a explicarte, que te exija más sacrificios por Dios, te libere más de ti mismo y de tu egoísmo, te conserve más fácilmente en gracia de Dios y a la gracia en ti, que te una más perfecta y fácilmente a Jesucristo y sea más gloriosa para Dios, más santificadora para ti mismo y más útil para el prójimo.

119. Dado que lo esencial de esta devoción consiste en el interior que ella debe formar, no será igualmente comprendida por todos.
- algunos se detendrán en lo que tiene de exterior, sin pasar de ahí serán el mayor número;- otros, en número reducido, penetrarán en lo interior de la misma, pero se quedarán en el primer grado.¿Quién subirá al segundo? ¿Quién llegará hasta el tercero? ¿Quién, finalmente, permanecerá en el habitualmente? Sólo aquel a quien el Espíritu de Jesucristo revele este secreto y lo conduzca por sí mismo para hacerlo avanzar de virtud en virtud, de gracia en gracia, de luz en luz, hasta transformarlo en Jesucristo y llevarlo a la plenitud de su madurez sobre la tierra y perfección en el cielo.


PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA ORACIÓN


OLVIDA EL PASADO


Olvida el pasado
Autor: Torres Pastorino

                                     
      
Desenterrar los muertos del pasado no aporta ningún beneficio al presente.

¿Por qué mirar hacia atrás si estamos caminando hacia adelante?

El pasado es el cimiento del presente, así como los muros del primer piso construido hoy, son la sustentación de la azotea del mañana.

Quien está en el primer piso busca subir a la azotea, y no escarbar los cimientos.

Sube a contemplar las estrellas que te llaman desde tu futuro camino.

No escarbes en el pasado que ya se fue y no volverá jamás.

Lo que pasó, acabó. La vida pasada trae experiencia y aprendizaje, aprovechémosla.

DIFICULTADES PARA LLEGAR A DIOS


Dificultades para llegar a Dios
Las vías existenciales de las que el Señor se sirve para salir a nuestro encuentro 



Por: José Ignacio Munilla Aguirre 




El Catecismo de la Iglesia católica recoge la doctrina del Concilio Vaticano I, en la que se afirma la capacidad racional del hombre para conocer la existencia de Dios:

“La santa Iglesia, nuestra Madre, mantiene y enseña que Dios, principio y fin de todas cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas” (CIC 36).

A esto añade el mismo Catecismo una constatación realista: son muchas las dificultades que en la práctica tenemos para llegar al conocimiento de Dios, mediante el ejercicio de la razón (Cf. CIC 37).

Esas dificultades, lejos de decrecer, en nuestros días han aumentado. En efecto, la cultura dominante no se caracteriza por la racionalidad, sino por el impacto visual, visceral, puntual y voluble.

En este contexto, los argumentos metafísicos con los que Santo Tomás de Aquino demostraba en el siglo XIII la existencia de Dios, sin haber dejado de ser verdaderos, están supeditados a la capacidad de raciocinio del hombre, que no siempre podemos dar por supuesta. Desgraciadamente, la filosofía occidental contemporánea ha renunciado mayoritariamente a plantearse las cuestiones fundamentales sobre la verdad objetiva y el sentido de la existencia, para reducirse al ámbito de la practicidad inmediata, ignorando los anhelos más profundos del hombre.

Juan Pablo II describía así en la encíclica Fides et Ratio la crisis de pensamiento del momento presente: “Tanto la fe como la razón se han empobrecido y debilitado una ante la otra. La razón, privada de la aportación de la Revelación, ha recorrido caminos secundarios que tienen el peligro de hacerle perder de vista su meta final. La fe, privada de la razón, ha subrayado el sentimiento y la experiencia, corriendo el riesgo de dejar de ser una propuesta universal.” (n. 48)

En este contexto, y sin dejar en el olvido la labor subsidiaria que la fe está llamada a desarrollar en el terreno de la reflexión filosófica, es necesario proponer al hombre de hoy otras vías de acceso a Dios, que, aunque sean menos concluyentes desde el punto de vista racional, frecuentemente serán más efectivas, supuestas las características de nuestra cultura. Por lo demás, las vías racionales del conocimiento de Dios, siempre estuvieron complementadas con estas otras “vías existenciales”. Proponemos brevemente algunas de ellas:

1.- El testimonio de los santos:
Las virtudes heroicas que el Espíritu Santo ha suscitado en los santos, maravillan y cuestionan a todos aquellos que buscan la verdad y están dispuestos a seguirla una vez encontrada. En la historia de la Iglesia hemos podido comprobar frecuentemente que el testimonio de los santos ha ganado más almas para Dios que la erudición de los sabios. Es verdad que no debemos oponer las vías racionales a las existenciales, pero tampoco conviene que olvidemos aquel refrán: "Las palabras -a lo sumo- convencen, pero el ejemplo arrastra".

2.- El grupo cristiano:
Es claro que Dios es “familia” y que tiene un estilo “comunitario”. Quiso revelarse a un pueblo, y está especialmente presente allí donde nos reunimos en su nombre. El encuentro con Dios no se suele producir caminando “por libre”. De hecho, es mucho más difícil encontrar la meta caminando en solitario.
Por el contrario, Dios sale al encuentro del hombre en su Iglesia, y con frecuencia lo hace a través de otras personas o del arropamiento de algún carisma concreto.

3.- El cultivo de la paz interior:
El estrés sofocante que comporta nuestro ritmo de vida, ha desarrollado una sensibilidad especial que valora sobremanera la paz interior. La Iglesia está llamada a cuidar espacios de silencio para el encuentro con Dios. Uno de los signos de los tiempos que observamos con sorpresa en estos momentos de intensa secularización, es la gran atracción que ejercen los monasterios contemplativos.
Sin embargo, conviene que hagamos una matización: mientras que en determinadas escuelas, la paz interior se oferta como una “técnica” para alcanzar un estado psicológico placentero; sin embargo, la Iglesia predica la fe cristiana, no precisamente como una técnica de relajación, sino como la “clave de sentido” de la que la paz interior es una mera consecuencia.

4.- El humanismo cristiano:
En nuestra cultura agnóstica, el hombre es presentado como la medida de todas las cosas. La existencia de Dios se pone en cuestión, ante la sospecha de que la fe pueda mermar la autonomía del hombre. Sin embargo, estos prejuicios caen por su propio peso, en la medida en que se demuestra la capacidad humanizadora del cristianismo. La Iglesia ha sido y es experta en humanidad, de forma que en su experiencia nos muestra a Cristo como la culminación de las aspiraciones de plenitud de la humanidad y como el camino práctico para verlas realizadas. La historia se ha encargado de demostrar que sin Dios no hay creencia auténtica en el hombre.

5.- La capacidad crítica ante los límites del agnosticismo:
No podemos menospreciar la “vía negativa” para llegar a Dios. En efecto, hay quienes llegan a Dios por exclusión (“Si Dios no existe, todo está permitido” Dostoiewski). La cruda experiencia de la degeneración moral en la que desemboca la secularización, ha permitido a muchos superar sus prejuicios ideológicos de partida, para abrirse al hecho religioso con disposición receptiva. Chesterton lo expresaba con gran agudeza: “Quitad lo sobrenatural, y no encontraréis lo natural, sino lo antinatural”.

En resumen, las tradicionales vías racionales para el conocimiento de Dios, son complementadas por tantas vías "existenciales” de las que el Señor se sirve para salir a nuestro encuentro. No en vano, Benedicto XVI afirmaba en una de sus catequesis sobre los Santos Padres, que el camino privilegiado para conocer a Dios es el amor. “No existe un auténtico conocimiento de Dios sin enamorarse de Él”.


SAN FRANCISCO SOLANO, 18 DE ABRIL


SANTORAL
18 de abril de 2015
San Francisco Solano



Francisco Solano, llamado "el Taumaturgo del nuevo mundo", por la cantidad de prodigios y milagros que obtuvo en Sudamérica, nació en 1549, en Montilla, Andalucía, España.

Estudió con los Jesuitas, pero entró a la comunidad Franciscana porque le atraían mucho la pobreza y la vida tan sacrificada de los religiosos de San Francisco.

Cuando llegó a Andalucía la peste del tifo negro, San Buenaventura se contagió y murió luego se contagió también Francisco y creyó que ya le había llegado la hora de partir para la eternidad, pero luego, de la manera más inesperada, quedó curado. Con eso se dio cuenta de que Dios lo tenía para obras apostólicas todavía más difíciles.

Pidió a sus superiores que lo enviaran de misionero al Africa, pero no fue aceptada su petición. Poco después, el rey Felipe II pidió a los franciscanos que enviaran misioneros a Sudamérica. Finalmente y para alegría suya, Francisco fue el elegido para la misión de extender la religión en estas tierras.

Fray Francisco Solano recorrió el continente americano durante 20 años predicando, especialmente a los indios. Pero su viaje más largo fue el que tuvo que hacer a pie, con incontables peligros y sufrimientos, desde Lima hasta Tucumán (Argentina) y hasta las pampas y el Chaco Paraguayo. Más de 3,000 kilómetros y sin ninguna comodidad. Sólo confiando en Dios y movido por el deseo de salvar almas.

Fray Francisco llegaba a las tribus más guerreras e indómitas y aunque al principio lo recibían al son de batalla, después de predicarles por unos minutos con un crucifijo en la mano, conseguía que todos empezaran a escucharle con un corazón dócil y que se hicieran bautizar por centenares y miles.

Estando el santo predicando en La Rioja (Argentina) llegó la voz de que se acercaban millares de indios salvajes a atacar la población. El peligro era sumamente grande, todos se dispusieron a la defensa, pero Fray Francisco salió con su crucifijo en la mano y se colocó frente a los guerreros atacantes y de tal manera les habló (logrando que lo entendieran muy bien en su propio idioma) que los indígenas desistieron del ataque y poco después aceptaron ser evangelizados y bautizados en la religión católica.

El Padre Solano tenía una hermosa voz y sabía tocar muy bien el violín y la guitarra. Y en los sitios que visitaba divertía muy alegremente a sus oyentes con sus alegres canciones. Un día llegó a un convento donde los religiosos eran demasiado serios y recordando el espíritu de San Francisco de Asís que era vivir siempre interior y exteriormente alegres, se puso a cantarles y hasta a danzar tan jocosamente que aquellos frailes terminaron todos cantando, riendo y hasta bailando en honor del Señor Dios.

San Francisco Solano misionó por más de 14 años por el Chaco Paraguayo, por Uruguay, el Río de la Plata, Santa Fe y Córdoba de Argentina, siempre a pie, convirtiendo innumerables indígenas y también muchísimos colonos españoles. Su paso por cada ciudad o campo, era un renacer del fervor religioso. Un día en el pueblo llamado San Miguel, estaban en un toreo, y el toro feroz se salió del corral y empezó a cornear sin compasión por las calles. Llamaron al santo y éste se le enfrentó calmadamente al terrible animal. Y la gente vio con admiración que el bravísimo toro se le acercaba a Fray Francisco y le lamía las manos y se dejaba llevar por él otra vez al corral.

Por orden de sus superiores, Fray Francisco pasó sus últimos días en la ciudad de Lima predicando y convirtiendo pecadores.

Murió en su habitación el 14 de julio de 1610. Se dice que durante toda esa noche, la gente pudo ver una rara iluminación brotar de la habitación.

viernes, 17 de abril de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 17 DE ABRIL DEL 2015


Multiplicación de los panes y de los peces
Pascua

Juan 6, 1-15. Pascua. Basta que pongamos nuestros cinco panes y dos peces y Cristo hará el milagro. 


Por: Santiago Garza | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15
Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?» Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

Oración introductoria
La multiplicación de los panes me recuerda que la abundancia es una característica del auténtico amor. Señor, creo en ti y te amo, por eso, con toda confianza, te pido que me permitas escucharte en esta oración para conocer cuál es el camino que debo seguir para que mi amor, a Ti y a los demás, sea ilimitado.

Petición
Jesús, ayúdame a que mi amor sea incondicional, auténtico, abundante.

Meditación del Papa Francisco
El que ama conoce a Dios; el que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. Pero no amor de telenovela. ¡No, no! Amor sólido, fuerte; amor eterno, amor que se manifiesta en su Hijo, que ha venido para salvarnos. Amor concreto; amor de obras y no de palabras. Para conocer a Dios hace falta toda una vida; un camino, un camino de amor, de conocimiento, de amor al prójimo, de amor a los que nos odian, de amor por todos. […]
El Señor tuvo compasión de la cantidad de gente que había ido a escucharlo, porque eran ovejas sin pastor, desorientadas. Y hoy mucha gente está desorientada en nuestras ciudades, en nuestros países. Por eso, Jesús les enseña la doctrina y la gente le escucha. Cuando luego se hace tarde y pide que les den de comer, sin embargo, los discípulos responden un poco nerviosos. Una vez más Dios ha llegado primero, los discípulos no habían entendido nada:
Así es el amor de Dios: siempre nos espera, siempre nos sorprende. Es el Padre, es nuestro Padre que nos ama tanto, que siempre está dispuesto a perdonarnos. ¡Siempre! No una vez, 70 veces 7. ¡Siempre! Como un padre lleno de amor y para conocer a este Dios, que es amor, debemos subir por el escalón del amor al prójimo, por las obras de caridad, por las obras de misericordia, que el Señor nos ha enseñado. Que el Señor, en estos días en que la Iglesia nos hace pensar en la manifestación de Dios, nos dé la gracia de conocerle por el camino del amor. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 8 de enero de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
El evangelio de este día nos presenta a un Jesús poderoso, a un Jesús capaz de hacer los milagros nunca antes imaginados. El milagro de la multiplicación de los panes es uno de los más recordados por todos nosotros, pues, en cierta manera nos gusta saber que Jesús puede realizar maravillas de donde no hay mucho. Pero es así, Dios es capaz de hacer esto y mucho más.

Es interesante observar la metodología que siguió Jesús en este milagro. Primero ve la situación, sabe que humanamente sería difícil salir al paso. Segundo, prueba a sus discípulos; les pide una solución humana. Andrés de forma un poco ingenua insinúa:- Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces, pero ¿qué es esto para tanta gente?

Al ver que ellos no son capaces de solucionar el problema, entonces, actúa. –Haced que se recueste la gente... y el milagro se hizo realidad.

Muchas veces pensamos que nuestros problemas no tienen solución, que humanamente no hay una salida, o que somos un verdadero fracaso y que más nos valiera mejor no haber nacido, etc, etc...

Pensemos que Dios con su omnipotencia infinita nos puede ayudar. Basta que pongamos nuestros cinco panes y dos peces. Y estos cinco panes y dos peces pueden ser quizá mis muchas o pocas virtudes, mis logros, triunfos pero también mis caídas y fracasos. En definitiva basta que nos abramos completamente a Jesús y le demos todo lo que tengamos sea poco o mucho, de esto Él se encarga.

Propósito
En mi siguiente encuentro con Cristo en la Eucaristía, pedirle que abra mi corazón a la compasión hacia el prójimo y al compartir fraterno.

Diálogo con Cristo 
Jesús, ayúdame a saber multiplicar mi amor. Para que el milagro se produzca necesito simplemente ofrecerte lo que tengo, nada más… pero tampoco nada menos. Tú multiplicarás estos pocos o muchos dones para el bien de todos. Con humildad y sencillez te ofrezco mis talentos, consciente de que los he recibido para darlos a los demás.

CAMBIA UNA VIDA


Cambia una vida



Cuantas veces llegas a tu casa en las noches y solamente puedes pensar en todo el tiempo que invertiste en esto o en aquello, muchas veces sin frutos porque las cosas no salieron como esperabas.
Y pasamos nuestro día sin dar una palabra de aliento, sin ayudar con un dinero al que menos tiene, sin invitar al menos afortunado a nuestra casa.

Hoy puede ser un día diferente para tu historia. Hoy, puedes cambiar una vida para siempre y hacer la diferencia para alguien mas. ¿Deseas trascender? ¿Quieres sentir que has hecho algo por alguien?
Este es el día que puede marcar la diferencia. Haz el propio de cambiar una vida. Detente un momento a saludar al que pide en la calle, recuérdale que Dios le ama y ayúdalo con algo que marque la diferencia, no con aquello que te sobra, sino que sacrifica tu salida a comer, la película que ibas a ver o la camisa o el perfume que ibas a comprar.

Invita a alguien a comer en tu casa, y recíbelo con el mismo amor que Jesús lo haría contigo. A partir de hoy detente un momento a hablar con esa anciana a quien todos ignoran. A partir de hoy, haz como Jesús y cambia la vida de todos los que se crucen en tu camino en cada momento.

Busca la forma, el medio, la oportunidad de hacer algo realmente importante que cambie una vida. Puedes pasar por este mundo como han pasado muchos, o puedes hacer la diferencia y trascender para siempre sabiendo que hiciste un bien de proporciones realmente cristianas a una persona. Si cada uno lo
hace, el mundo en poco tiempo será otro. No pierdas tu oportunidad, y HOY cambia una vida.

SE BUSCA UN SANTO


Se busca un Santo



Perdóname, Señor, que venga a molestarte, pero se me acaba de ocurrir una idea:

Dicen que tienes necesidad de un Santo y pienso que tal vez podría servirte yo...

Vengo, pues, a ofrecerme para tal empleo; creo que podría cumplir bien esa ocupación.

A pesar de lo que digan, el mundo está lleno de personas perfectas.

Hay muchos que te ofrecen tantos sacrificios que, para que no te
equivoques al contarlos, los marcan con pequeñas cruces en un
cuadernillo. A mí, la verdad, no me gustan los sacrificios, me fastidian enormemente...

Lo que te he dado, Señor, tú sabes bien que lo has cogido tú mismo sin pedirme permiso y, lo más que yo he hecho, ha sido no protestar...

Hay también otros que se corrigen de un defecto por semana y ¡claro! serán forzosamente perfectos al cabo de un trimestre.

Pero yo no tengo suficiente confianza en mí para hacer eso, ¿quién sabe si perseveraré al cabo de la primera semana?
¡Soy tan impulsivo, Dios mío!

Por eso, prefiero quedarme con mis defectos, aunque usándolos lo menos posible...

Las personas perfectas tienen tantas cualidades, que no hay sitio en su alma para otra cosa y por lo tanto nunca llegaran a ser Santos.

Además, tampoco tienen ganas de serlo por miedo a faltar a la humildad.

Pero un Santo, Señor, yo creo que es ser un vaso vacío, que tú llenarás de tu gracia, con el amor que desborda tu Corazón, con la santidad de los Tres...

Mira, Señor, que yo soy eso: un vaso vacío, sin nada; sólo hay un poco de fango estancado en el fondo y no está muy limpio, ya lo sé...

Pero seguro que ahí arriba tú tienes algún detergente celestial! y además, ¿para qué serviría el Agua de tu Costado sino para lavarlo antes de usarlo?

Pero si tampoco tú quieres de mí, Señor, no insistiré...

Piensa, sin embargo, en mi propuesta, que va en serio.

Cuando vayas a tu bodega a sacar el vino de tu amor, acuérdate que, en cierto lugar de la tierra, tienes un pequeño vaso a tu disposición.

Y  YO... ¿QUÉ HAGO?

CONOZCAMOS NUESTRA FE CATÓLICA: EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

CONOZCAMOS
NUESTRA FE
CATÓLICA
El Sagrado Corazón de Jesús

- Todos hemos escuchado alguna vez, sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. En este folleto te explicaremos de que se trata esta devoción.

¿QUÉ ES UNA DEVOCIÓN ?

- Todas las devociones aprobadas por la Iglesia son ACTOS DE RELIGIÓN QUE BUSCAN DAR CULTO ADIÓS.
- ¿Y por qué damos culto a Dios? Porque Dios nos creó y nos ha dado todos los bienes que tenemos, y por eso es digno de que nosotros sus hijos lo adoremos.



LA HISTORIA DE SANTA MARGARITA DE ALACOQUE

- Margarita era una niña que desde pequeña rezaba mucho y quería mucho a la Santísima Virgen. Margarita sentía claramente que Jesús la llamaba a la vida religiosa.

- En 1671, cuando tenía 24 años, se convirtió en religiosa de las "Hijas de Santa María".

- Jesús se le aparecía a Margarita. De las muchas APARICIONES que recibió de Jesús, son 4 las que se consideran como principales:

+ La primera, en 1673, en la que Jesús le descubrió su amor infinito hacia los hombres.

+ La segunda, al año siguiente, el Corazón de Jesús se le mostró herido por las espinas de nuestros pecados, que le rodeaban y oprimían.

+ La tercera,ese mismo año, cuando Margarita estaba adorando el Santísimo Sacramento(la Hostia), el Señor se dejó ver y le pidió que comulgara siempre que se lo permitiera la obediencia, especialmente los primeros viernes de mes.Le pidió además que rezara la Hora Santa en la noche del jueves al viernes, para acompañarle en la oración que hizo en el huerto de los Olivos en medio de tantos sufrimientos antes de su Pasión. + La Hora Santa es una hora de oración, frente a la Hostia,en la que se busca reparar las ofensas hechas a Jesús recitando unas plegarias.

+ El cuarto, el gran encuentro con el SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, en 1675. Margarita estaba adorando al Santísimo Sacramento cuando Jesús se le apareció y le dijo: 'Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y en cambio, no recibe de la mayoría más que ingratitudes, por sus faltas de respeto, sacrilegios y pecados. Pero lo que más me duele, es que obran así hasta los corazones, que de manera especial se han consagrado a Mí. Por esto te pido, que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta particular para honrar a mi Corazón, comulgando en dicho día y reparando las ofensas que he recibido en el Sacramento del Altar. Te prometo que mi corazón derramará abundantes bendiciones sobre los que hagan esto."

LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
- ¿Quién es el Sagrado Corazón de Jesús? El Sagrado Corazón de Jesús, es Jesús mismo.

-¿Qué es la devoción al Sagrado Corazón de Jesús? Es dar culto al GRAN AMOR QUE DIOS TIENE POR NOSOTROS.

- ¿Y que tiene que ver el amor de Dios con el Sagrado Corazón de Jesús?
En todo corazón humano se dice que se guardan los sentimientos del amor y precisamente, el Corazón de Jesús es el símbolo de este amor infinito que Él tiene por nosotros.

- ¿Cómo sabemos que Jesús nos ama infinitamente? Hay 4 grandes MISTERIOS que son la prueba del gran amor de Jesús a los hombres:

a)La ENCARNACIÓN: siendo Dios se hizo hombre.
b) La REDENCIÓN: murió por nuestros pecados.
c) La EUCARISTÍA: se quedó en la hostia.
d)La SALVACIÓN: nos da la oportunidad de entrar al cielo y vivir felices eternamente con Él. ¿Te queda duda del grandísimo amor de Jesús?

- ¿Qué nos pide Jesús a cambio de su amor? Nos pide que le amemos también y que reparemos por el poco amor que los hombres le tenemos y las muchas ofensas que le hacemos. 

- ¿Qué debemos hacer para ser devotos del Corazón de Jesús?
Debemos amar muy de veras a Jesús, consagrarnos a Él en todo, hacer algunas prácticas de esta devoción (que te explicaremos más adelante) y tratar que otras personas se hagan devotas de Él también.

- ¿Podemos adorar y venerar al Corazón de Jesús como al mismo Dios? Sí, porque es el corazón de Dios hecho hombre.

-¿Cuándo se celebra la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús? Se celebra en el mes de Junio.

- ¿Quién aprobó esta devoción?
La Santa Iglesia la aprobó después de las apariciones de Jesús a Santa Margarita de Alacoque.



¿ CÓMO ES EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS ?
¿Cómo era el Corazón de Jesús que vio Margarita?

a) Un corazón coronado por LLAMAS.
Este corazón las llamas significa el infinito amor que Jesús nos tiene.

b) Un corazón rodeado por una CORONA de agudas espinas.
¿Por qué las espinas si Jesús está feliz en el cielo? Porque aunque sea feliz también ve con su mirada divina la inmensa cantidad de pecados, de frialdad, de indiferencia que cometen todos los días los hombres que El redimió con su preciosa sangre, y que fue inútilmente derramada para muchos. Ve almas pecadoras y almas, que son indiferentes a todo, tibias e ingratas, cuando deberían reparar con su amor, con sus plegarias y penitencias tanta maldad.

¿CÓMO SER DEVOTOS DEL SAGRADO CORAZÓN?

- Haciendo actos de amor que respondan en algún modo al amor infinito que Jesús nos ha tenido.

- Haciendo oración, dirigiendo palabras de amor al Corazón de Jesús, palabras de gratitud y adoración.

- Rezando jaculatorias (pequeñas plegarias).

- Haciendo visitas a Jesús ante el Sagrario.

- Ofreciendo la comunión para reparar las ofensas al Corazón de Jesús.

- Haciendo la costumbre de ir a misa y comulgar todos los primeros viernes de mes.

- Ofreciendo todas nuestras acciones del día y nuestra vida como un acto de amor a Dios.

- Aceptando los sufrimientos de cada día con resignación y alegría y haciendo sacrificios para REPARAR las ofensas que hemos hecho a su corazón y las ofensas que continuamente le hacen otros.

- Podemos pensar piadosamente que con nuestros actos de amor, penitencia y reparación vamos quitando las espinas de aquella punzante corona que rodea el Corazón de Jesús.

- Pero más que cualquier otra cosa, es del agrado del Corazón de Jesús, el que seamos buenos, el que sigamos su ejemplo, el que imitemos sus virtudes para tener un alma cada día más santa y más cercana a El.



PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN A SUS DEVOTOS

- Jesús, al aparecerse a Sta. Margarita, le ordenó que promoviera el culto al Sagrado Corazón y prometió llenar de gracias y bendiciones a aquellos devotos suyos y aquellos que propaguen el culto a su Sagrado Corazón.

Jesús le hizo DOCE PROMESAS:
1)A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado de vida.
2)Daré paz a sus familias.
3)Les consolaré en todas sus aflicciones.
4)Seré su amparo y refugio seguro durante la vida y principalmente a la hora de la muerte.
5)Bendeciré sus empresas y haré que las enderecen a su eterna salvación.
6)Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
7)Las almas tibias se harán fervorosas.
8)Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a la perfección.
9)Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
10) Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones más duros.
11) Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
12) A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi corazón les concederá la gracia de la perseverancia final a la hora de morir. Venid a mi todos,los que estáis fatigados y oprimidos bajo el peso de la cruz, y yo os aliviaré. "Venid a mi; si no sentís tal fuerza misteriosa de mi infinito amor a vosotros,sentid al menos la generosidad de los beneficios que deseo concederos. ¡Cuánto lo necesitáis! Sin mi gracia, sin mi misericordia, sin mi amor,os perderéis para siempre. Mucho deseo vuestra salvación, porque os amo mucho. Solamente si me amáis, os ameréis a vosotros mismos, porque yo soy vuestra única y verdadera felicidad. "


PROPÓSITO DEL MES:

- De hoy en adelante seré devoto del Sagrado Corazón de Jesús. Si puedo conseguir una imagen suya la pondré a la entrada de mi casa.
- Haré las cosas que aprendí en este folleto que me dicen como ser devoto del Sagrado Corazón.
- Invitaré a otras personas a procurar esta devoción.


PERDER A CRISTO


Perder a Cristo
Reflexiones Pascua
Quien se sienta triste porque le parece encontrarse lejos de Cristo, tenga esperanza, Él no se va.


Por: P. José Luis Richard | Fuente: Catholic.net




Le han matado a su Señor y ella no pudo socorrerle. Sus gritos en medio de la multitud no sirvieron de nada y en seguida los sofocaron con golpes y empujones. ¡No había podido hacer nada por Jesús! Seguirle en silencio y acompañarle de pie junto a la cruz. Y nada más.

Lloraba recordando, en cambio, lo bueno que había sido Jesús con ella aquel día en la casa de Simón, la paz que le había inundado siempre al lado del Maestro, su mirada bondadosa y limpia, aquella seguridad... Pero ya todo había acabado. Sus enemigos habían vencido y se habían desecho de Él y ahora ni siquiera le permitían a ella ungir como era debido el cuerpo del Señor.

Ella había creído que ya nunca podría llorar más. Que, después de la muerte de Jesús, quedaría insensible a cualquier otro dolor. Pero sí, aquello era demasiado. ¡Ya no tenía a Cristo! ¡Ni siquiera su cuerpo! Se lo habían quitado. Sintió rabia, amargura, odio, nostalgia. Todo a la vez.

Se le aparecen de pronto unos ángeles, pero ella ni se inmuta. ¿Qué le importa todo si ha perdido a Cristo? Jesús en persona se le acerca. No le oye llegar. Él se insinúa. Nada: está tan inmersa en su desesperación que no distingue la voz de Cristo hasta que Él mismo se le revela.

Ella se arroja sin dudarlo un instante a los pies de Cristo, los abraza llorando de alegría y en un instante cree entender todo lo que había pasado. Nosotros, mientras tanto, observémosla.

Ahí está María, de la que Jesús había expulsado siete demonios. Cristo le había perdonado sus muchos pecados porque ella había amado mucho. Y porque Jesús le había perdonado demasiado pensó que, en adelante, jamás podría decir que ella le amaba ya bastante.

Es una mujer y le ama como ella es: con sencillez, con naturalidad, con esos pequeños detalles que dejan la impronta de una alma delicada. No se le habían presentado oportunidades especiales, pero tampoco había perdido ninguna ocasión para demostrar a Jesús su cariño y su eterno agradecimiento por haberla salvado.

Con fina intuición esta mujer había experimentado que nada era comparable con la posesión de Cristo, con su amistad, con la paz que Él irradia. Y que, por ello, no existe peor tragedia que perderle o disgustarle.

Sólo se había equivocado en un detalle: creía que había perdido a Cristo, que se lo habían quitado. Y nadie pierde a Cristo "sin querer", como extraviamos un llavero o un reloj. María, en realidad lo llevaba muy, pero que muy vivo en su alma. Por eso se había levantado de madrugada. Por eso lloraba.

Quien se sienta triste porque le parece encontrarse lejos de Cristo, tenga esperanza. Si estuviese tan lejos como el demonio le sugiere, ninguna pena le daría. Una de dos: o ya tiene a Cristo o lo está tocando ya. Bastará, como hizo María, darse la vuelta, actuar como si ya lo hubiese hallado y descubrir la presencia de Cristo que le dice: "No me buscarías, si no me hubieses encontrado ya".


Señor, permíteme encontrarte en mi búsqueda de cada día
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