sábado, 26 de abril de 2014

EL MILAGRO DEL BEATO JUAN XXIII OCURRIÓ HACE 50 AÑOS



EL MILAGRO DEL BEATO JUAN XXIII, 
OCURRIÓ HACE 50 AÑOS 

ROMA, 25 Abr. 14 / 06:45 am (ACI/EWTN Noticias).- En 1966, Dios escuchó las plegarias de Sor Adele Labianca, una religiosa Hija de la Caridad, que pidió un milagro por intercesión del Papa Juan XXIII fallecido tres años atrás.

El milagro ocurrió el 25 de mayo de 1966. Sor Caterina Capitani, una religiosa a la que le diagnosticaron una perforación gástrica hemorrágica con fistulación externa y peritonitis aguda, se encontraba al borde de la muerte. Por ella, Sor Adele había rezado en diversas ocasiones al Papa Juan.

Sor Adele está en Roma para asistir a la canonización de quien ayudó a salvar la vida de su hermana.

Según explicó la religiosa en una conferencia celebrada en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Sor Caterina narró que tuvo una visión con el Papa Juan XXIII quien le dijo que la oración de Sor Adele había sido tan fuerte, que le habían sacado el milagro del corazón.

“Sor Caterina me has rezado, y también otras muchas religiosas. Pero especialmente una de ellas –Sor Adele-. Este milagro me lo habéis sacado del corazón. Ahora todo ha pasado y te has curado”, escuchó Sor Caterina.

Sor Caterina solo tenía 23 años cuando ocurrió la sanación milagrosa. El Papa Juan había muerto y era tradición rezar el Rosario en su nombre. Pero las cosas empeoraron, una noche tuvo una fiebre muy alta y fue enviada en ambulancia al hospital. “Estaba llena de dolor y moribunda y llegó a pedir el Sacramento de la Unción de Enfermos. Ahora le tocaba confiar en la providencia divina”.

Sor Adele explica que la situación era muy grave, la consternación era evidente en todos los presentes, “estábamos sin esperanza” y “cuando las fuerzas físicas la habían abandonado, ocurrió el milagro”.

El 22 de mayo de 1966 le colocaron sobre las heridas del estómago unas reliquias del Papa Juan y más tarde, Sor Caterina se levantó sin ningún dolor, era el 25 de mayo de 1966.

Sor Caterina contaba que estaba sola cuando sintió una mano apoyada en el estómago y escuchó una voz. Vio al Papa Juan sentado en su cama, vestido de pontífice sonriente y hablándole. Después se levantó anunciando su sanación. “Nadie creía lo que decía. Pero la herida estaba cerrada”, afirmó Sor Adele.

El milagro ocurrió, lo comprobaron las pericias médicas del 8 de junio de 1966 y todos los actos del proceso que establecieron su autenticidad. El proceso de beatificación se cerró el 29 de marzo de 1971. Sin embargo, su beatificación recién se celebró el 3 de septiembre del año 2000.

Sor Caterina vivió el resto de su vida una gran devoción al Papa Juan, la difundió y la transmitió. Murió el 3 de abril de 2010 dejando un inmenso testimonio espiritual.

Juan XXIII será canonizado junto al Beato Juan Pablo II el próximo 27 de abril, fiesta de la Divina Misericordia, en una ceremonia dirigida por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano y para la que han llegado a Roma miles de fieles. El Pontífice lo proclamará santo sin requerir un segundo milagro atribuido a su intercesión.

JUAN PABLO II, PENSAMIENTOS SOBRE LA FAMILIA

Autor: . | Fuente: http://www.fluvium.org/
Juan Pablo II, pensamientos sobre la familia
Juan Pablo II, gran defensor de la Familia, integró a las parejas casadas a la reflexión de la Iglesia sobre la cuestión del matrimonio, la sexualidad y la familia
 
Juan Pablo II, pensamientos sobre la familia
Juan Pablo II, pensamientos sobre la familia
LA FAMILIA

"La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración".

"A una familia que hace oración no le faltará nunca la conciencia de la propia vocación fundamental: la de ser un gran camino de comunión".

"La familia es para los creyentes una experiencia de camino, una aventura rica en sorpresas, pero abierta sobre todo a la gran sorpresa de Dios, que viene siempre de modo nuevo a nuestra vida".

"El hombre es esencialmente un ser social; con mayor razón, se puede decir que es un ser familiar".

"El futuro depende, en gran parte, de la familia, lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz”.

Que toda familia del mundo pueda repetir con verdad lo que afirma el salmista: "Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos” (Sal 133, 1).

"El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio". (Familiaris Consortio 14, 16)

La acogida, el amor, la estima, el servicio múltiple y unitario –material, afectivo, educativo, espiritual– a cada niño que viene a este mundo, debería constituir siempre una nota distintiva e irrenunciable de los cristianos, especialmente de las familias cristianas; así los niños, a la vez que crecen "en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres", serán una preciosa ayuda para la edificación de la comunidad familiar para la misma santificación de los padres. (Familiaris Consortio, 1981)

La familia es "base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida".

"Los padres tienen derechos y reponsabilidades específicos en la educación y la formación de sus hijos en los valors morales, especialmente en la dificíl edad de la adolescencia".

"Los padres de familia que tienen la responsabilidad de la educación humana y cristiana de los hijos, confiando también en la ayuda experta de educadores y catequistas serios y bien formados".

"Ayudad a vuestros hijos a salir al encuentro de Jesús, para conocerlo mejor y para seguirlo, entre las tentaciones a las que están continuamente expuestos, sobre el camino que lleva a la auténtica felicidad".

"Todos los católicos, en especial los casados deben ser los primeros en testimoniar la grandeza de la vida conyugal y familiar con una acción catequética y educativa más incisiva y constante, que permita incentivar el ideal cristiano de comunión conyugal fiel e indisoluble".

"Políticas familiares basadas en la esterilización masiva, en la promoción del aborto o del divorcio producen «resultados dramáticos»: la desintegración de la célula fundamental de la sociedad".

CON LA VIRGEN MARÍA, EN LA PUERTA DE LA MISERICORDIA



Autor: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net
Con María, en la puerta de la Misericordia
La Misericordia de Jesús tiene una fiesta para honrarla especialmente, pero toda la vida para disfrutarla.



Mañana es la fiesta de la Misericordia. En la silenciosa semipenumbra de la Parroquia, te contemplo en tu imagen de la Inmaculada Concepción. 

- Perdona Madre, que no haya podido escribir nada para la fiesta de la Misericordia... quizás el año que viene.. 

- ¿Por qué quieres esperar tanto, hija mía? 

Desde la ternura de tu Corazón Inmaculado te acercas al mío, tan lento para comprender... 

- Hija, la Misericordia de Jesús tiene una fiesta para honrarla especialmente. O sea, tienes un día para festejarla, pero toda la vida para disfrutarla, si quieres, claro. Acercarte a ella, animar a otros a que lo hagan, no tiene una fecha fija en el Calendario... 

- Perdona Madre... entonces, enséñame a acercarme a la Misericordia, que no sé bien como se hace eso... 

- ¿Qué es, exactamente, lo que no sabes? 

- Bueno... perdona la torpeza de mi razonamiento, pero.. si la Misericordia, digamos, tuviese un lugar físico, como ir a tal o cual lado... bueno, seria mas fácil. Como si fuera un gran jardín con una puerta. Solo bastaría con saber donde esta la puerta... 

Me miras serenamente y dices... 

- Ven, sígueme... 

- ¿Adónde, madre?- ¡Que inútil pregunta! Si tu me dices que te siga, ¿Para qué preguntar dónde? Si siempre me llevas al Corazón de tu Hijo... 

- Pues... a la puerta del jardín-susurras bajito para no lastimar el silencio de la mañana... 

Bueno, no voy a negar que mi imaginación dibujó cien jardines majestuosos en un segundo. Delineaba en mi cabeza un largo trayecto por lugares desconocidos... Pero nada de eso sucede. El trayecto es corto y el lugar por demás conocido. 

Solo unos pocos pasos, desde tu imagen hasta... el confesionario... 

-¿Querías conocer la puerta de la Misericordia?. Pues aquí la tienes. 

No atino yo a reaccionar, mucho menos a preguntar, por lo que tu ternura infinita comienza a explicarme... 

- Verás. Este sencillo y pequeño lugar tiene una profundidad que no puedes comprender totalmente. A esta pequeña puertecita se acerca el alma cargada de pecados, angustia, tristeza y dolor. Aquí, el corazón se muestra sin disfraces, tal como es. Aquí, cada hijo mío viene confiado a pedir perdón, un perdón que necesita, que ansía. Un perdón que le ha sido prometido desde las entrañas de la Misericordia, a cambio de un sincero arrepentimiento. 

- Ay Madre, cuantas veces la pequeña puertecita del confesionario se abrió para mí. Infinidad de veces mi alma, llena de culpa y vergüenza por tantos pecados, hallo paz al recibir el perdón que tu Hijo, a través del sacerdote, me regalaba... 

- A través del sacerdote, tú lo has dicho. Por eso, es que no debes renunciar a la posibilidad de la confesión sólo porque el sacerdote no te agrada, no le conoces y todos los etcétera imaginables. Mira, para que me comprendas mejor, nos quedaremos un momento aquí, y apreciarás por ti misma, los perfumes del jardín de la misericordia. 

El silencio de la mañana es interrumpido por un rumor de pasos. El sacerdote se acerca al confesionario y queda allí, en espera. Algunas personas van entrando a la Parroquia y los bancos van poblándose lentamente. 

- Mira con atención -me sugiere María. 

Mi corazón aprecia entonces una lluvia de rosas en espera, rodeando el confesionario. 

- ¿Qué es eso, Madre?-mientras pregunto, mis pulmones se llenan del perfuma más exquisito que haya conocido jamás. 

- Esos pétalos en espera, representan la Misericordia de Jesús aguardando un alma que venga por ella. Acércate más.

Sin que el sacerdote lo note, me acerco hasta él. El paisaje ha cambiado y el hombre se halla sentado a la puerta de un vastísimo jardín. Sus manos se hallan inundadas de pétalos. Mientras reza en silencio, de su aliento sale el perfume indescriptible de la misericordia. Pero allí se queda, no se extiende ni un centímetro. 

- ¡Madre, corre, dile a esas personas que vengan!. Mira sus almas, Madrecita, están tristes, agobiadas, doloridas..... Si tan sólo pudieran ver esto, Madre, correrían agolpándose frente al confesionario, para inundarse del Amor derramado en perfumes eternos. 

Pero ¿qué digo? Si yo misma miles de veces estuve en el lugar de mis hermanos. Mil veces, como ellos, me quedaba arrodillada en el banco, cargando tanto peso en el alma que apenas si podía rezar. Mil veces deje los pétalos en espera, mil veces no bebí de la fuente del Amor...”Ni bien pueda, me confieso””Cuando halle a tal o cual cura me confesare” ”Hoy no lo siento, cuando lo sienta lo haré” ¡Que desperdicio, Madrecita, que desperdicio!. 

- Presta atención, hija mía, a lo que ahora te mostrare. 

Una señora se acerca al confesionario. Se arrodilla lentamente y recibe el saludo del sacerdote. 

En ese momento los pétalos comienzan a rodearla. A medida que confiesa sus faltas, una lluvia de luz y perfume desciende a su alma. Cuando reza el Pésame, se oyen los trinos de los pájaros del jardín, en una melodía única que jamás podría interpretar instrumento alguno. El sacerdote le da su bendición, unos ángeles se acercan... la señora se levanta y mira hacia el Sagrario. En ese momento Jesús, sentado en el lugar del sacerdote, sale del pequeño recinto del confesionario y la abraza. Su alma se halla ahora en estado de gracia, hermosa, casi con alas, y totalmente perfumada. 

- Señora, jamás pensé... ¡Oh Señora!. Quiere decir que todo lo que me has mostrado en esa buena mujer, ¿También ha sucedido conmigo hace un rato, cuando me confesé? 

- Claro, hija, claro. Pero aun no hemos visto todo el jardín. Te he mostrado la puerta.Te has acercado a ella, por lo que ahora, te es permitido entrar. 

- ¿Entrar?¿Por cuánto tiempo? 

- Por el que tu quieras... 

Reconozco que mi capacidad de asombro se agota enseguida contigo, Madre. Pero tu, que renuevas en mi corazón todas las cosas, me darás mas asombro para poder seguirte. 

Comienza la Misa. Cada palabra del sacerdote llega a mi corazón. Pero no me faltan las involuntarias distracciones, pues mi corazón, humano e inconstante, se escapa corriendo tras cuanto pensamiento pasa cerca de él. Pero tu paciencia, Madre, que supera infinitamente mi pobreza, una y otra vez, lo trae a mí. 

Llega el momento de la Comunión. 

- Mira el jardín -me dices. 

Veo a la misma señora del confesionario acercarse a comulgar. Un inmenso jardín la rodeaba y su alma, extasiada de gozo, abrazaba al Maestro, hecho Pan Eucarístico. 

Pero el jardín no es constante. No todas las personas salen envueltas en pétalos y perfumes. 

- ¿Porqué Madrecita, no a todos les es mostrado el jardín? 

- Porque no todos lo han buscado, hija. Algunos se han acercado a recibir a Jesús con el alma demasiado cargada de pequeñas faltas. Otros han ido como por costumbre. El maestro golpea una y otra vez la puerta del corazón, pero éste se halla tan ocupado encargándose de sus propios asuntos, que no escucha el llamado. Y allí queda Jesús, casi una hora, esperando y esperando... Hasta que decide irse. Sus manos, que estaban llenas de Misericordia, hecha pétalo y perfume de eternidad, ahora quedan cargadas de las espinas del olvido, que tanto le lastiman. 

Poco a poco intento comprender. El sacerdote me da la Comunión, y la misericordia de Dios me abraza. La disfruto en silencio, pero me queda una gran tristeza por mis hermanos. 

Si mi corazón disfruta de un abrazo de la Misericordia, es por su bondad, no por mis méritos. Pero algo me resta por comprender. 

- Madre, si ahora estoy en el jardín de la misericordia ¿por qué no permanezco en él? 

- Pues, porque te dejas engañar por el espejismo del pecado y te sales, seducida por el canto de las sirenas. 

- ¿Por qué Jesús no cierra las puertas, para que no pueda yo salir? 

- Porque respeta tu libertad. Recuerda que ese es uno de los regalos más bellos que te ha dado, pero el más difícil de disfrutar. Tu libertad se viste con extraños disfraces. Digamos que es como una gran ola del mar y tu, una tabla. Dejas que te arrastre donde quiera, o te trepas a la tabla, como el deportista, y la dominas... 

Me quedo en silencio. Sigo sintiendo en el alma la compañía de Jesús Sacramentado. Tengo mucho para meditar... Mucho para aprender y sobre todo, muchísimo más que agradecer... 

La misa ha terminado. Camino lentamente hacia la salida del templo. Paso frente al confesionario... Parece solitario, pero no... no lo está. Tu, Madre querida, me has enseñado a ver, tras esa sencilla y pequeña puerta, el jardín de la eterna misericordia. Dame la gracia, Madre, de grabar en mi alma tus enseñanzas, de reconocer mis pecados y de acercarme, en cada oportunidad, a las puertas del jardín de la infinita misericordia, o sea, al Sagrado Corazón de Jesús. 

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 26 DE ABRIL DEL 2014

Autor: Josué María Hernández | Fuente: Catholic.net
El que crea y se bautice, se salvará
Marcos 16, 9-15. Sábado de Pascua. Jesús resucitado, concédeme ser un testigo fiel de tu resurrección.
 
El que crea y se bautice, se salvará
Del santo Evangelio según san Marcos 16, 9-15 

Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado.Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron. En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán». Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban. 

Oración introductoria

Señor Jesús, ¡gracias por cumplir tu promesa de estar con nosotros siempre!, ¡gracias por resucitar! y sobre todo, por darme la alegría de ser testigo de tu resurrección. Concédeme participar en estos momentos de la alegría de saber que estás vivo y que estás siempre presente en la Iglesia.

Petición

Jesús resucitado, concédeme ser un testigo fiel de tu resurrección, de manera que cada persona que entre en contacto conmigo, pueda sentir esta alegría de tu presencia en mí.

Meditación de SS Francisco

Profesar que la Iglesia es apostólica, significa hacer hincapié en la relación constitutiva que ésta tiene con los apóstoles, con ese pequeño grupo de doce hombres que un día Jesús llamó a Él, los llamó por su nombre, para que permanecieran con Él y para enviarlos a predicar. "Apóstol", de hecho, es una palabra griega que significa "mandado", "enviado".
Un apóstol es una persona que es enviada, y enviada a hacer algo; y los apóstoles fueron escogidos, llamados y enviados por Jesús para continuar su obra; es decir para rezar -esa es la primera tarea de un apóstol-, y segundo, para proclamar el Evangelio. Esto es importante, porque cuando pensamos en los apóstoles, podríamos pensar que ellos fueron enviados solo para anunciar el Evangelio, para hacer muchas obras. Pero en los primeros días de la Iglesia había un problema porque los apóstoles debían hacer muchas cosas y luego formaron a los diáconos, para que los apóstoles tuvieran más tiempo para orar y proclamar la Palabra de Dios.(S.S. Francisco, 16 de octubre de 2013). 

Reflexión 

La resurrección de Cristo es nuestra esperanza. La Iglesia proclama hoy esto con alegría: anuncia la esperanza, que Dios ha hecho firme e invencible resucitando a Jesucristo de entre los muertos; comunica la esperanza, que lleva en el corazón y quiere compartir con todos, en cualquier lugar, especialmente allí donde los cristianos sufren persecución a causa de su fe y su compromiso por la justicia y la paz; invoca la esperanza capaz de avivar el deseo del bien, también y sobre todo cuando cuesta.

Propósito

Hoy trataré de sonreír a cualquier persona que me encuentre en el supermercado, transporte público o en mi hogar; dando testimonio de la alegría de la resurrección del Señor.

Diálogo con Cristo

Jesús, ¡gracias por resucitar de entre los muertos!, ¡gracias porque hoy también estás vivo! Vivo en mi familia, en mis amigos, en las personas que están a mí alrededor. Jesús, concédeme la gracia de tener siempre un corazón que transmita la alegría de poseerte y sobretodo que de testimonio de que tú estás vivo. Gracias Jesús por estar con nosotros. Amén.

"Como Jesús fue el anunciador del amor de Dios Padre, también nosotros lo debemos ser de la caridad de Cristo: somos mensajeros de su resurrección, de su victoria sobre el mal y sobre la muerte, portadores de su amor divino" Benedicto XVI, 5 de abril de 2010).


  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Josué María Hernández, L.C. 

    ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL BUEN CONSEJO


    NUESTRA SEÑORA DEL BUEN CONSEJO, ADVOCACIÓN MARIANA, 26 DE ABRIL


    Nuestra Señora del Buen Consejo
    Advocación Mariana
    Abril 26

    A poca distancia de Roma (a 60 kilómetros al sur de la ciudad) se encuentra Genazzano, cuya iglesia está dedicada a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Consejo, advocación que la dio el papa san Marcos en el siglo IV, y es una de las advocaciones marianas más antiguas, aunque su inclusión en las letanías corresponde al papa León XIII en 1903. Desde el s. XIV su difusión y devoción está bajo el cuidado de la Orden Agustina, que la celebra el 26 de abril de cada año.


    HISTORIA:
    Mucho antes de la venida de Cristo, el pequeño pueblo de Genazzano, construyó un  templo a Venus. Allí se le ofrecía culto y  celebraban grandes fiestas en su honor. En el siglo IV de nuestra era, cuando el cristianismo había sido públicamente reconocido en el Imperio Romano, el Papa san Marcos (336 d.C.) mandó construir una iglesia en una colina sobre el pueblo, no muy lejos de las ruinas del antiguo templo pagano. La iglesia, firme y fuerte pero pequeña y sencilla, fue dedicada a Nuestra Señora del Buen Consejo.

    A través de los siglos, Nuestra Señora fue honrada de manera especial en la pequeña iglesia de la colina, la cual se puso a cargo de los frailes de la Orden de San Agustín en 1356. Con el tiempo, el uso y los desgarros comenzaron a afectar al anciano templo. Para el siglo XV, la iglesia se había venido desvencijando tanto que algunos temían su total colapso. Pocos, sin embargo, parecían tener interés en repararla.

    Para la restauración del templo antiguo tomó un papel importante la terciaria agustina Petruccia de Nocera, viuda y dedicada a la oración y a servicios en el Templo. Pidió permiso a los frailes para dar en patrimonio al templo su herencia con la que se restablecería nuevamente la estructura deteriorada. Confiando en Nuestra Señora, Petruccia contrató trabajadores y constructores, compró también los materiales. Sus vecinos la observaron por un tiempo en silencio, luego comenzaron a burlarse de ella, especialmente cuando les pedía ayuda.

    Petruccia no podía comprender la actitud que sus vecinos y pensaba que su amor a Nuestra Señora los inspiraría a ofrecer ayuda. Pero los corazones no estaban para eso. Ellos sabían que construir una iglesia grande y bonita era un gran proyecto y que Petruccia tenía dinero, pero no lo suficiente. Percibían la obra como un acto de orgullo y presunción por parte de Petruccia y la criticaban. Cuando la obra tuvo que detenerse por falta de fondos, las paredes sin terminar fueron nombradas "la locura de Petruccia". Ella no dejó dominar por los obstáculos; estaba determinada a hacer todo lo que pudiese para ver la iglesia completada. Sentía que Nuestra Señora había inspirado el trabajo y que Ella lo apoyaría cuando fuese su tiempo. Decía que algún día "una gran Señora vendría a tomar posesión de ella". Petruccia entonces recurrió a sacrificios y oraciones más fervorosas.

    Un poco después, durante la fiesta del pueblo, el 25 de abril de 1467, muchas personas estaban congregadas en la plaza del mercado pasando un buen rato- festejando, bailando y cantando. En medio de las fiestas, alguien vio una nube encopada flotando bien bajo a través del claro cielo azul. El asombro paralizó el baile y el canto. Toda la atención fue puesta en la nube que bajaba despacio y que finalmente se detuvo en un borde angosto de las paredes sin terminar de la iglesia de Petruccia. La nube se abrió gradualmente, y en su centro apareció una bellísima pintura de Nuestra Señora con el Niño Jesús. Todas las campanas del pueblo comenzaron a sonar sin la ayuda de manos humanas.

    Atraídos por el inesperado y fuerte repicar de las campanas, la gente de las villas aledañas se apresuraron a Genazzano para averiguar la causa. Mientras tanto, al escuchar del milagro, Petruccia, que estaba orando en casa, se apresuró a la iglesia para arrodillarse ante la pintura. Llena de alegría dijo que ella sabía que Nuestra Señora vendría a tomar posesión de su iglesia. Toda la gente se le unió en las alabanzas a Nuestra Señora. 

    Nadie conocía la procedencia de la pintura ni la había visto antes. Pronto una maravillosa lluvia de gracias y milagrosas curaciones comenzaron a suceder. En solo cuatro meses, 171 milagros fueron archivados. La gente comenzó a llamar a la imagen "Nuestra Señora del Paraíso" porque creían que había sido traída a Genazzano por manos de los ángeles ocultos en la nube encopada. Otros, por los numerosos milagros, la llamaban "Nuestra Señora de los Milagros". 

    Durante este tiempo, dos extranjeros procedentes de Scutari, Albania, llegaron a Genazzano buscando la milagrosa pintura de la Virgen. Ellos contaron su testimonio. Scutari fue la última ciudad tomada por los Turcos en su invasión de Albania. Cuando comprendieron que ya no podian resistir mas, le pidieron consejo a la Virgen sobre que hacer para mantener su fe católica en aquellas circunstancias.  Esa noche, ante el asombre de los dos albaneses la imagen de la Virgen se desprendió de la pared y elevándose por los cielos se comenzó a trasladar lentamente hacia el oeste.  Así pudieron seguirla, cruzar el mar adriático que separa Albania de Italia, hasta que llegaron a Genazzano. Así decidieron quedarse en Genazzano para vivir cerca de su Señora, que también se había refugiado.

    Cuando el Papa Pablo II en Roma escuchó acerca de la pintura y de sus muchos milagros, mandó a dos obispos como comisionados a examinar y estudiar los acontecimientos extraordinarios. Después de una cuidadosa investigación, el Papa y los comisionados quedaron convencidos de que la pintura era verdaderamente Nuestra Señora del Buen Consejo, que había sido venerada por siglos en el pequeño pueblo de Scutari. El espacio vacío con las dimensiones exactas donde había estado la pintura en la iglesia fue evidente para todos. La imagen- del espesor de cáscara de huevo- había sido pintada sobre el yeso de la pared. Ninguna habilidad humana podría haber tomado con éxito la pintura de la pared sin romperla. Ninguna mano humana podría haberla traído a través del mar Adriático y colocarla en el borde angosto de la iglesia sin sujetarla.

    Naturalmente, la iglesia de Petruccia fue completada. Más bien, hubieron tantas donaciones y fue ofrecida tanta ayuda que se convirtió en una bella basílica. La pintura fue puesta en un relicario maravilloso con un marco de oro adornado con piedras preciosas. Mas tarde dos coronas de oro enviadas por el Vaticano fueron colocadas en las cabezas de la Madre y el Niño. La pintura aún está en la iglesia, "la locura de Petruccia". Los monjes Agustinos son los guardianes especiales de la iglesia y de la pintura milagrosa. 

    Algunos papas de la Iglesia católica le han rendido homenajes a esta advocación. Pio V como exvoto envió un corazón de oro; Urbano VII, en 1630 fue en peregrinación para pedir la ayuda durante una plaga; Inocencio XI, coronó a la imagen. Benedicto XIV aprobó la Cofradía de Nuestra Señora del Buen Consejo, siendo su primer miembro. Pio XII la escogió como la patrona de su pontificado. Muchos santos y beatos le han rendido mucha veneración.

    La basílica ha sido afectada por los siglos. Sufrió particularmente por la Segunda Guerra Mundial ya que para arrestar el avance de los aliados, los alemanes no dudaron en bombardear las iglesias. En Genazzano, el santuario de Nuestra Señora no se libró. Una bomba explotó en el con toda fuerza. El altar mayor fue completamente destruido, todas las pinturas y las estatuas en las paredes alrededor se vinieron abajo, pero la milagrosa pintura de Nuestra Señora del Buen Consejo, se mantuvo perfectamente intacta, tan bella como cuando Petruccia la vio por primera vez.

    En los últimos cuatro siglos innumerables peregrinaciones y muchos milagros han ocurrido en el santuario de Nuestra Señora, Madre Amorosa que es para todos un tesoro de la gracia divina. Acude a ella con tus pequeños problemas; ve a ella con tus grandes problemas; confía en su guía. Ella es verdaderamente Nuestra Señora del Buen Consejo.

    Las palabras "Madre del Buen Consejo" fueron insertadas por Pío IX a las letanías de la Virgen María.

    ORACIÓN OFICIAL A SAN JUAN PABLO II


    viernes, 25 de abril de 2014

    ¿QUÉ ES UNA INDULGENCIA PLENARIA?



    Indulgencia plenaria


    El Sumo Pontífice, Juan Pablo II, animado por un ardiente deseo de fomentar al máximo en el pueblo cristiano estos sentimientos de piedad hacia la Misericordia divina, por los abundantísimo frutos espirituales que de ello pueden esperarse, en la audiencia concedida el día 13 de junio de 2002 a los infrascritos responsables de la Penitenciaría apostólica, se ha dignado otorgar indulgencias en los términos siguientes:




  • Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti"). Se concede la indulgencia parcial al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.

  • Además, los navegantes, que cumplen su deber en la inmensa extensión del mar; los innumerables hermanos a quienes los desastres de la guerra, las vicisitudes políticas, la inclemencia de los lugares y otras causas parecidas han alejado de su patria; los enfermos y quienes les asisten, y todos los que por justa causa no pueden abandonar su casa o desempañan una actividad impostergable en beneficio de la comunidad, podrán conseguir la indulgencia plenaria en el domingo de la Misericordia divina si con total rechazo de cualquier pecado, como se ha dicho antes, y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales, rezan, frente a una piadosa imagen de nuestro Señor Jesús misericordioso, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti").

  • Si ni siquiera eso se pudiera hacer, en ese mismo día podrán obtener la indulgencia plenaria los que se unan con la intención a los que realizan del modo ordinario la obra prescrita para la indulgencia y ofrecen a Dios misericordioso una oración y a la vez los sufrimientos de su enfermedad y las molestias de su vida, teniendo también ellos el prepósito de cumplir, en cuanto les sea posible, las tres condiciones prescritas para lucrar la indulgencia plenaria.

  • Los sacerdotes que desempañan el ministerio pastoral, sobre todo los párrocos, informen oportunamente a sus fieles acerca de esta saludable disposición de la Iglesia, préstense con espíritu pronto y generoso a escuchar sus confesiones, y en el domingo de la Misericordia divina, después de la celebración de la santa misa o de las vísperas, o durante un acto de piedad en honor de la Misericordia divina, dirijan, con la dignidad propia del rito, el rezo de las oraciones antes indicadas; por último, dado que son "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mt 5, 7), al impartir la catequesis impulsen a los fieles a hacer con la mayor frecuencia posible obras de caridad o de misericordia, siguiendo el ejemplo y el mandato de Jesucristo, como se indica en la segunda concesión general del "Enchiridion Indulgentiarum".

    Este decreto tiene vigor perpetuo. No obstante cualquier disposición contraria.

  • Decreto sobre las Indulgencias recibidas en la Fiesta de la Divina Misericordia
  • ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


    EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 25 DE ABRIL DEL 2014 - JESÚS EN EL MAR DE TIBERIADES

    Autor: H. Alfonso Novoa | Fuente: Catholic.net
    Jesús en el mar de Tiberíades
    Juan 21, 1 -14. Viernes de Pascua. Jesús, se manifiesta a sus apóstoles, habla con ellos y les transmite una paz que solo él puede dar.
     
    Jesús en el mar de Tiberíades
    Del santo Evangelio según san Juan 21, 1-14 

    En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No». Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Jesús les dice: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

    Oración inicial

    Señor, vengo en este día a renovarte mi amor. Quiero unirme más íntimamente a ti en esta oración. Tú conoces mi debilidad y miseria y por eso quiero que me tomes en tus manos para que me ayudes a ser tu hijo fiel. Amén.

    Petición 

    Jesucristo que cada día que pasa experimente la alegría de tu resurrección. Ayúdame a percibir tu cercanía en cada momento de mi existencia.


    Meditación del Papa Francisco

    Después del "escándalo" de la cruz habían regresado a su tierra y a su trabajo de pescadores, es decir, a las actividades que realizaban antes de encontrarse con Jesús. Habían vuelto a la vida anterior y esto da a entender el clima de dispersión y de extravío que reinaba en su comunidad. Para los discípulos era difícil comprender lo que había acontecido. Pero, cuando todo parecía acabado, nuevamente, como en el camino de Emaús, Jesús sale al encuentro de sus amigos.
    Esta vez los encuentra en el mar, lugar que hace pensar en las dificultades y las tribulaciones de la vida; los encuentra al amanecer, después de un esfuerzo estéril que había durado toda la noche. Su red estaba vacía. En cierto modo, eso parece el balance de su experiencia con Jesús: lo habían conocido, habían estado con él y él les había prometido muchas cosas. Y, sin embargo, ahora se volvían a encontrar con la red vacía de peces. [...] Normalmente los peces caen en la red durante la noche, cuando está oscuro, y no por la mañana, cuando el agua ya es transparente. Con todo, los discípulos se fiaron de Jesús y el resultado fue una pesca milagrosamente abundante, hasta el punto de que ya no lograban sacar la red por la gran cantidad de peces recogidos. (Benedicto XVI, 21 de abril de 2007). 

    Reflexión apostólica

    El evento de la resurrección nos invita a cultivar la paz y la alegría en nuestros corazones. También nos interpela a vivir de cara a la verdad y a la eternidad. Jesús, se manifiesta a sus apóstoles, habla con ellos y les transmite una paz que solo él puede dar. Nosotros estamos a crecer en la confianza hacia Dios, nuestro Padre, sabiendo que siempre estará dispuesto a guiarnos y confortarnos en nuestras luchas diarias.

    Propósito 

    Me examinaré con profundidad, preguntándome cómo estoy viviendo mi vida de cara a la eternidad.

    Diálogo con Cristo 

    Jesús, al terminar esta oración quiero dejar toda mi vida en tus manos. Señor enséñame a ser un instrumento de tu paz y de tu amor en este mundo tan necesitado de Ti. Que en cada momento de mis días busque tu gloria y tu amor. Amén

    La verdadera felicidad se encuentra en Dios Benedicto XVI


  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Alfonso Novoa 

    NO ODIAR


    No odiar.


    Después de la primera guerra mundial, un sacerdote francés recolectaba fondos en Holanda, para la reconstrucción de una Iglesia en París, que había sido destruida. Al acercarse a un hombre, desconocido para él, éste le contestó:

    –– “Padre, he perdido casi todo en la guerra, pero jamás he dejado marchar a un sacerdote con las manos vacías. Aquí tiene cinco florines, es todo lo que puedo darle”. Y añadió: “Soy alemán”.

    El sacerdote se disculpó por haber pedido algo para Francia.

    –– “No tiene por qué disculparse usted –prosiguió el alemán–, yo perdí tres hermanos en la guerra contra Francia, más no por eso he de odiar a su País”.

    ¡NECESITO UN DESCANSO!


    ¡Necesito un descanso!


    "Necesito un descanso" es una frase que ha alcanzado mucha popularidad en la cultura  norteamericana por más de dos décadas. Y lo cierto es que hoy, como nunca antes, necesitamos un descanso! 
    A menudo, nuestro día no se desarrolla de acuerdo a los planeado. De repente surgen problemas que demandan una solución, preguntas que requieren una respuesta. Se presentan conflictos, y debemos resolverlos. 
    Las situaciones cambian, y debemos hacer ajustes. Enfrentamos nuevas oportunidades, y debemos tomar decisiones difíciles. Muy pocos son los días que se desenvuelven como quisiéramos!. 

    En medio del caos, podemos tomar un descanso momentáneo. No importa cuan frenético esté nuestro horario, o cuan desesperada sea nuestra situación, podemos acudir a la Palabra de Dios en busca de la fortaleza y sabiduría. 

    Es algo sencillo; no hay descanso Mejor que aquel que nos aleja de los problemas y nos acerca a la Respuesta, al Senor Jesucristo. 

    Sólo Él nos ofrece la verdad, la valentía para permanecer firmes en nuestras prioridades, y regresar al camino si es que hemos fallado, 
    la paz que sobrepasa todo entendimiento y la perspectiva que lleva la marca de la fe, la esperanza y el amor. 

    Nadie excepto el Señor, 
    puede ofrecernos palabras poderosas que lleguen al corazón, y nos ayuden a enfrentar cualquier situación. 
    Hoy día, nadie puede ofrecerte un descanso. 

    Tú puedes obsequiarte uno. 
    En medio del día, regálate un Merendar con Dios!

    JUAN PABLO II, EL HOMBRE DE TODA LA VIDA


    Autor: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
    Juan Pablo II, el hombre de toda la vida
    Celebraremos gozosos su santidad y estará en los altares para ser proclamado santo entre los santos.



    En su momento, el Papa Juan Pablo II, fue denominado por la revista Times, "EL HOMBRE DEL AÑO" 

    Entró en la Historia "Como el más grande Papa de nuestros tiempos modernos" decía Billy Graham y añadía : -"Ha sido una patente conciencia en todo el mundo cristiano". 

    Su voz nos sacudió, no solo a los católicos, sino a cualquier persona de diferente religión, raza o credo. Su carisma era tan fuera de lo común, tan subyugante, que quién lo llegó a ver o a oír, nunca lo pudo olvidar. Y ese magnetismo provenía de su fuerza espiritual, que emanaba de toda su persona, de sus actitudes, de su mirada, de su voz. 

    Era un ser lleno de Dios y, por lo tanto, transmitió esa energía a pesar de que su figura se veía a veces un tanto cansada y doliente. Doliente si, porque le salía afuera lo mucho que sufría su corazón al poder comprobar que sus amados hijos seguíamos sumidos en el pecado de la ambición, del egoísmo y del odio. 

    Tristemente cansado, pero no doblegado, alzaba su voz al mundo entero como lo hizo en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo en el Cairo, como lo hizo con su "best seller" Cruzando el umbral de la Esperanza y tantos escritos más y como en su Rosario con el fondo musical de Bach y Haendel y como le pudimos escuchar en sus innumerables viajes. 

    Su voz aún resuena sobre la faz de la Tierra y en lo individual de cada conciencia de todos nosotros. 

    Fue el hombre vertical de la Iglesia Católica. Su vida fue firme como la roca al embate de un mar embravecido que sacudía al mundo con oleajes de lujuria, odios, muerte y desorientación. 

    Una bala mortal, un 13 de mayo día de la Virgen de Fátima, entró en su cuerpo y la mano de una madre, la Madre de Dios, la desvió para que no muriera hasta que acabara su Camino. 

    Fue el hombre de sacrificios, oración, de contacto vital con Dios y el Espíritu de ese Dios hizo nido en su corazón y lo hizo arder como tea encendida y proclamar la única verdad absoluta para el hombre: "Venimos de Dios y al Él volvemos". 

    Siguió los pasos de Cristo y nos fue mostrando el Camino. 

    Fue un ejemplo viviente para nuestra existencia. Fue nuestro guía. Y no solo fue "el hombre del año", allá por 1995, sino de todos los años, el de "toda la vida". 

    Su muerte nos llenó de pesar. 

    Hoy celebraremos gozosos su SANTIDAD y estará en los altares para ser proclamado SANTO entre los santos, pero muy especialmente en nuestros corazones. 

    SAN JUAN PABLO II, DESDE LOS BRAZOS DEL PADRE, RUEGA POR NOSOTROS 

    LA FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA: INDULGENCIA PLENARIA




    Autor: www.beatojuanpabloii.org | Fuente: www.beatojuanpabloii.org 
    La Fiesta de la Divina Misericordia: indulgencia plenaria
    La elección del II Domingo de Pascua indica la estrecha relación que existe entre el misterio pascual de la Salvación y la fiesta de la Misericordia


    La fiesta es, de entre todas las formas de la devoción a la Divina Misericordia, la que tiene mayor rango. Jesús habló por primera vez a Santa Faustina de instituir esta fiesta el 22 de febrero de 1931 en Plock el mismo día en que le pidió que pintara su imagen y le dijo: "Yo deseo que haya una Fiesta de la Divina Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer Domingo después de la Pascua de Resurrección; ese Domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia" Durante los años posteriores, Jesús le repitió a Santa Faustina este deseo en catorce ocasiones, definiendo precisamente la ubicación de esta fiesta en el calendario litúrgico de la Iglesia, el motivo y el objetivo de instituirla, el modo de prepararla y celebrarla, así como las gracias a ella vinculada.

    El tema de la Divina Misericordia está presente durante todo el año litúrgico. La elección del II Domingo de Pascua, que concluye la octava de la Resurrección del Señor, indica la estrecha relación que existe entre el misterio pascual de la Salvación y la fiesta de la Misericordia. La Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo son, en efecto, la más grande manifestación de la Divina Misericordia de Dios Padre hacia los hombres, especialmente hacia los pecadores. Esta relación está subrayada por la novena que precede a la fiesta, que se inicia el Viernes Santo y se prolonga hasta el II Domingo de Pascua.

    Jesús mismo le explicó a Santa Faustina el motivo por el cual establece esta fiesta: "Las almas mueren a pesar de mi Dolorosa Pasión... Si no adoran Mi Misericordia, morirán para siempre" (Diario, 65) y también : "Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la fiesta de la Misericordia".(Diario, 965)

    La fiesta de la Misericordia ha de ser no sólo un día de particular veneración de Dios en este misterio, sino sobre todo un día de gracia para todos los hombres, un día de reconciliación con Dios y con los hermanos por medio del sacramento de la penitencia: "En aquel día quien se acerque a la Fuente de la Vida (Sacramentos de la Reconcilación y de la Eucaristía), conseguirá la remisión total de las culpas y de las penas" (Diario, 300).

    La Comunión ha de ser recibida el mismo día de la fiesta de la Misericordia, mientras que la confesión puede hacerse durante los siete días previos a la comunión o los siete posteriores a ella.

    Además de esta gracia extraordinaria, el Señor promete: "Derramaré todo un mar de gracias sobre las almas que se acerquen al manantial de Misericordia. En ese día están abiertas todas las compuertas Divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata serán perdonados". (Diario, 699) 

    Queda claro entonces que Nuestro Señor vinculó esta abundancia de gracias y beneficios sólo a ésta y no a las otras formas de devoción a la Divina Misericordia.

    Por fin, el 30 de abril del año 2000, coincidiendo con la canonización de Santa Faustina, "Apóstol de la Divina Misericordia", Juan Pablo II instituyó oficialmente la Fiesta de la Divina Misericordia a celebrarse todos los años en esa misma fecha: Domingo siguiente a la Pascua de Resurrección. 

    Luego de su Homilía, el Papa anunció una sorpresa: «En todo el mundo, el segundo Domingo de Pascua recibirá el nombre de Domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros».

    Con la institución de esta Fiesta, el Papa concluyó la tarea asignada por Nuestro Señor Jesús a Santa Faustina en Polonia, 69 años atrás, cuando en febrero de 1931 le dijo: "Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia". Dicha Fiesta constituye uno de los elementos centrales del Mensaje de la Divina Misericordia según le fuera revelado por Nuestro Señor a la Santa en los años 30. 

    BENDITO SEA DIOS


    jueves, 24 de abril de 2014

    ORACIÓN A CRISTO RESUCITADO



    Oración a Cristo Resucitado
    Autor: Fray Miguel de Guevara.


    No me mueve, mi Dios, para quererte
    el cielo que me tienes prometido;
    ni me mueve el infierno tan temido
    para dejar por eso de ofenderte.

    Tu me mueves, Señor,
    muéveme el verte
    clavado en una cruz y escarnecido;
    muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
    muéveme tus afrentas y tu muerte.

    Muéveme, en fin, tu amor,
    y en tal manera, que,
    aunque no hubiera cielo, yo te amara,
    y, que aunque no hubiera infierno,
    te temiera.

    No me tienes que dar por que te quiera;
    pues, aunque cuanto espero no esperara;
    lo mismo que quiero te quisiera.

    Amen.

    COMIENZA LA CUENTA ATRÁS PARA LA CANONIZACIÓN DE JUAN PABLO II Y JUAN XXIII




    Comienza la cuenta atrás para la canonización 
    de Juan Pablo II y Juan XXIII

    Roma vivirá este sábado una Noche Blanca de oración como preparación a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II de este domingo 27 de abril. De esta forma los fieles llegados de todas partes del mundo se prepararán espiritualmente para vivir este evento histórico.


    Durante la noche del sábado, 11 iglesias del centro de Roma estarán abiertas para una vigilia de oración y para confesiones. 
En las once iglesias habrá encuentros en 7 lenguas diferentes. Para los peregrinos de lengua española está prevista la iglesia Santissimo Nome di Gesù all’Argentina en la Plaza del Gesù. La noche blanca comenzará el 26 de abril a las 19.00, en la iglesia Santa Maria Monte Santo, donde Juan XXIII fue ordenado sacerdote.

    Durante un briefing informativo que ha tenido lugar esta mañana en la Sala de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, ha especificado algunos detalles de la celebración litúrgica de este domingo.

    En la Plaza de San Pedro, el domingo se iniciará a las 9.00 con la oración de la Coronilla de la Divina Misericordia. A las 9.30 se continuará con cantos en espera de que comience la eucaristía. Todo ello animado de los coros de la diócesis de Roma, Cravocia y Bérgamo, además del habitual coro en las celebraciones vaticanas, el Coro de la Capilla Sixtina.

    La misa iniciará con el canto de las letanías de los santos, habitual en las canonizaciones como un signo de "ponernos en las manos de los santos". La celebración eucarística será presidida por el Santo Padre y concelebrada por unos 130-150 cardenales y unos 1000 obispos, todos ellos a la izquierda del altar. También en ese área pero más abajo en el Sagrado, estarán unos 6.000 sacerdotes.

    Asimismo, está previsto que 600 sacerdotes distribuyan la comunión a los fieles que se encuentren en la Plaza de San Pedro y en la Plaza Pío XII, 70 diáconos para dar la comunión a los concelebrantes y finalmente 200 diáconos para los fieles que estén en Vía de la Conciliación.

    El padre Lombardi ha especificado que serán 5 los que concelebren junto al Papa en el altar. Está confirmado que tres de ellos serán el cardenal Vallini -vicario de Roma- el cardenal Stanisław Dziwisz -arzobispo de Cracovia y secretario personal de Juan Pablo II- y monseñor Francesco Beschi, obispo de Bergamo. Los otros dos están aún sin determinar.

    A la derecha del altar, estarán ubicadas las delegaciones oficiales. Tal y como ha confirmado el padre Lombardi, en el día de ayer eran 93 las delegaciones confirmadas, entre países y delegaciones internacionales. Entre ellos habrá 24 jefes de Estado y 35 primeros ministros.

    De Latinoamérica estarán representados 17 países a través de sus delegaciones. Desde España vendrán los reyes -don Juan Carlos y doña Sofía- José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores; Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, Pedro de Morenés, ministro de Defensa y Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior, acompañados por Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, embajador de España ante la Santa Sede.

    Al respecto de las delegaciones, el portavoz vaticano ha recordado que la Santa Sede informa que hay una celebración pero no hace "invitaciones específicas", los que vienen lo hacen porque quieren participar. Por otro lado, de otras confesiones religiosas, también se ha confirmado la asistencia de fieles ortodoxos, anglicanos y judíos, pero no se puede hablar de "delegaciones oficiales" como tal.

    Volviendo al rito de la canonización, el padre Lombardi ha explicado que el cardenal Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, preguntará tres veces al Papa si procede a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, y lo hace tres veces para destacar la importancia del hecho en sí. A continuación, el papa Francisco pronunciará la fórmula de canonización.

    Los relicarios de los nuevos santos estarán colocados una mesa a la izquierda del altar. Para llevar la reliquia de Juan XXIII estarán su sobrino y el presidente de la Asociación Juan XXIII, para la de Juan Pablo II aún no se sabe. Ambas reliquias son de primer grado. La reliquia del "Papa Bueno" es un trozo de piel, que se extrajo en el año 2000 en la exhumación para la beatificación y de papa Wojtyla serán unas gotas de su sangre.

    Al finalizar el rito de canonización, habrá una acción de gracias del cardenal Amato y se retomará la misa en el Gloria. El Evangelio del día, será cantado en latín y griego. Un momento significativo de celebración eucarística, será en la oración del canon de los santos, donde se mencionará por primera vez a san Juan XXIII y san Juan Pablo II.

    Sobre la duración de la ceremonia, el padre Lombardi ha indicado que es difícil prever con exactitud, pero posiblemente durará en torno a dos horas, de este modo se terminaría aproximadamente a las 12.00 con la oración del Regina Coeli.

    Al finalizar la eucaristía, está previsto que el Santo Padre salude a las delegaciones en el mismo Sagrado y no como en otras ocasiones, en las que las delegaciones entraban a la Basílica y se saludaban allí. Finalmente, Francisco pasará por la Plaza con el jeep para saludar a los fieles.

    El padre Lombardi ha insistido nuevamente, ante la pregunta de una periodista, que no hay ninguna confirmación de que Benedicto XVI vaya a estar presente en la ceremonia del domingo. Invitado está, pero hasta el día no sabremos lo que él decida hacer. Y en caso de que asista, ha preguntado otra periodista, decidirá el mismo papa emérito donde se ubicará, tal y como hizo en el Consistorio para la creación de cardenales el pasado mes febrero. Aun sí, es necesario tener en cuenta que esto será una eucaristía y el consistorio era otro tipo de liturgia.

    Asimismo, se ha recordado que los cuadros que serán descubiertos en la Plaza en el momento serán los mismos que se usaron en las beatificaciones. Así como las fechas de festividad de los santos, que seguirán siendo las establecidas en la beatificación.


    LA MÁS BELLA ORACIÓN FRENTE A JESÚS EUCARISTÍA


    LA MÁS BELLA ORACIÓN FRENTE
     A JESÚS EUCARISTÍA


    - Dios, dame el día de hoy fe para seguir adelante.
    - Dame grandeza de espíritu para perdonar.
    - Dame paciencia para comprender y esperar.
    - Dame voluntad para no caer.
    - Dame fuerza para levantarme si caído estoy.
    - Dame amor para dar.
    - Dame lo que necesito y no lo que quiero.
    - Dame elocuencia para decir lo que debo decir.
    - Haz que yo sea el mejor ejemplo para mis hijos.
    - Haz que yo sea el mejor amigo de mis amigos.
    - Haz de mi un instrumento de tu voluntad.
    - Hazme fuerte para recibir los golpes que me da la vida.
    - Déjame saber que es lo que tu quieres de mí.
    - Déjame tu paz para que la comparta con quien no la tenga.
    - Por último, anda conmigo y déjame saber que así es.

    Amén.

    DIOS ESTÁ HABLANDO CONTIGO...


    DIOS ESTÁ HABLANDO CONTIGO!!!
    (canto Indígena - Traducida y adaptada del Libro By San Etioy)



    Un hombre susurró: Dios habla conmigo.
    Y un ruiseñor comenzó a cantar
    Pero el hombre no oyó.
    ¡Entonces el hombre repitió
    Dios, habla conmigo 
    Y el eco de un trueno, se oyó
    Más el hombre fue incapaz de oír.
    El hombre miró enrededor y dijo:
    Dios, déjame verte
    Y una estrella brillo en el cielo
    Pero el hombre no la vio.
    El hombre comenzó a gritar:
    Dios, muéstrame un milagro
    Y un niño nació
    Mas el hombre no sintió el latir de la vida.
    Entonces el hombre comenzó a llorar y a desesperarse:
    Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo...
    Y una mariposa se posó
    Suavemente en su hombro
    El hombre espanto la mariposa con la mano y desilusionado
    Continuó su camino, triste, solo y con miedo.
    Hasta cuándo tenemos que sufrir para comprender que Dios está siempre donde está la vida?

    Hasta cuándo mantendremos nuestros ojos y nuestros corazones cerrados para los milagros de la vida que se presentan diariamente en todo momento?

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