martes, 11 de marzo de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: 11.03.2014

Autor: Buenaventura Acero | Fuente: Catholic.net
Jesús enseña a orar
Mateo 6, 7-15. Cuaresma. A Dios le basta una palabra: "Padre" Sí, repetirlas con los labios de nuestro corazón.
 
Jesús enseña a orar
Del santo Evangelio según san Mateo 6, 7-15 

Y al orar, no hables mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seas como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. Ustedes, pues, oren así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal. Que si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, se les perdonarán también a ustedes el Padre celestial; pero si no perdonas a los hombres, tampoco el Padre perdonará sus ofensas. 

Oración introductoria 

Señor, quiero iniciar mi oración llamándote ¡Padre! Permite que sepa meditar la profundidad de esta realidad tan hermosa. Por mi bautismo, ¡soy un verdadero hijo tuyo! Tomado con fe, esperanza y mucho amor de tu mano, concédeme que la presencia de Jesucristo en mi vida me convierta en un digno hijo tuyo.

Petición

Padre, que siempre rece el Padrenuestro.

Meditación del Papa

Jesús nos da un consejo en la oración: "No malgasten palabras, no creen ruido", el ruido de lo mundano, los ruidos de la vanidad. La oración no es algo mágico, no se hace magia con la oración. Alguien me dice que cuando uno va a un curandero, le dice un montón de palabras para sanarlo. Pero aquello es pagano. Jesús nos enseña: No debemos ir con tantas palabras donde Él, porque Él lo sabe todo. La primera palabra es "Padre", esta es la clave de la oración. Sin decir, sin escuchar esa palabra no se puede orar. ¿A quién debo orar?, ¿al Dios Todopoderoso?, demasiado lejos. Ah, esto no lo siento. Jesús ni siquiera lo sentía. ¿A quién debo orar?, ¿al Dios cósmico?, un tanto habitual en estos días, ¿no?... orar al Dios cósmico, ¿no? Esta cultura politeísta que viene con esta cultura light…
¡Tú debes rezarle al Padre! Es una palabra fuerte: "Padre". Tú debes orar a quien te engendró, al que te dio la vida. No a todos: a todos es demasiado anónimo. A ti, a mí. Y también orar a aquel que te acompaña en tu camino: que conoce toda tu vida. Todo: lo que es bueno y lo que no es tan bueno. Él lo sabe todo. Si no empezamos la oración con esta palabra, no dicha de los labios, sino dicha desde el corazón, no podemos orar en cristiano. (S.S. Francisco, 20 de junio de 2013, homilía en misa matutina en la capilla de Santa Marta). .

Reflexión

A un buen Padre no le hacen falta muchas explicaciones cuando un hijo pequeño se le acerca a pedirle algo. Un padre que se precie o una madre atenta saben, de antemano, lo que el hijo necesita, incluso cuando no sabe todavía pedirlo. La razón por la que los judíos y buena parte de los rabinos se perdían en largas oraciones y plegarias, está en que su Dios se había convertido para ellos en un Ser lejano, inalcanzable... razonaban humanamente pensando en que las oraciones crecían en valor a medida de su "longitud"... Del mismo modo habían ido añadiendo nuevas normas a las prácticas de la Ley mosaica.

Con ello exasperaban al mismo Dios. Con sus sacrificios, tan largos como vacíos de sentido, no se daban cuenta, y en esto nos podemos también incluir nosotros, que a Dios le bastan pocas palabras cuando éstas nacen verdaderamente del interior. Y que para acercársele la clave no está en añadir más sílabas o más "velas"... como si esto desencadenara un efecto "mágico" por sí solo.

Sin dejar de tener su valor, no es lo más importante. Bastaría quizás con iniciar esa oración que Cristo nos enseña conscientes de sus primeras dos palabras... "Padre nuestro". Sí, repetirlas con los labios de nuestro corazón lentamente para gustar el inefable don de ser hijos. No nos resulta fácil, en un mundo tan complicado y "alambicado", regresar a esa infancia espiritual. Esa niñez del alma que vive permeada por la sencillez ¡Cuánto bien nos haría volver a ser así! Se es más feliz cuando se vive más confiado en Dios (Padre), como hace un niño pequeño.

Recordemos las palabras del mismo Jesús: "Quien no se hace como uno de estos... no podrá entrar en el Reino de los Cielos..."

Propósito

Con confianza y humildad hacer un acto de alabanza y adoración a Dios recitando el padrenuestro y algunos salmos.

Diálogo con Cristo 

Gracias, Señor, por enseñarme a orar. Sé que me puedo acercar a Ti con toda confianza, con la seguridad de ser escuchado y la certeza de ser amado. Que esta familiaridad no me lleve a olvidar con quién estoy tratando. Humildemente te pido que sepa, al igual que tu Madre Santísima lo hizo, reconocer y corresponder a las grandes maravillas con las que quieres enriquecer mi vida. 

EL CORAZÓN PERFECTO


El corazón perfecto

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el ni máculas ni rasguños.
Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar .

De pronto un anciano se acercó y dijo: "Perdona mi atrevimiento, pero, por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío, o el de tantas otras personas ?"
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió ¿como puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron ...
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo.
Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."
"Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo...

Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.
Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."
"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.

De ahí quedaron los huecos, dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón." "¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección.
Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

Sí, en verdad ahora, puedo ver lo hermoso que es tu corazón.
Y tu corazón, ¿cuántas cicatrices tiene?






 





SAN JOSÉ CUSTODIO DE LOS DOS CORAZONES



SAN JOSÉ CUSTODIO DE LOS DOS CORAZONES
Por Hna. María José Socías, sctjm


Cuando hablamos de San José, hay un silencio que envuelve a su persona; silencio que vivió toda su vida. Su misión fue, después de la Santísima Virgen María, la mas importante que Dios le haya encomendado a criatura alguna, y al mismo tiempo la mas escondida: salvaguardar "los tesoros de Dios" --Jesús y María--y proteger con su silencio, presencia y santidad el misterio de la Encarnación y el misterio de la Santísima Virgen María.

En la primera venida del Hijo de Dios al mundo, las vidas de María y José fueron radicalmente escondidas; ahora --en estos momentos tan difíciles de la historia-- han salido a relucir para dar a los hombres testimonio del amor de Dios por la humanidad, y de lo que hace en los corazones de aquellos que son fieles a Su voluntad. Y así vemos como se ha despertado en estos tiempos, un nuevo interés en la persona de San José, en su santidad, en su misión y en su intercesión.

Los papas y San José: el Papa León XIII escribe "Quamquam Pluries" reafirmando su patrocinio sobre toda la Iglesia. El Papa Pío XII instaura la fiesta de San José, Obrero, el día 1 de mayo. Papa Juan Pablo II escribe"Redemptoris Custos"; habla de la misión de San José especialmente en estos tiempos donde la Iglesia enfrenta grandes peligros. De manera particular, Dios quiere hacer relucir la persona y misión de San José en su relación con los Sagrados Corazones de Jesús y María. La primera indicación de ello fue dada en las apariciones de la Virgen de Fátima, en Portugal. En la última aparición de la Virgen, el 13 de octubre, San José aparece junto con el Niño Jesús y bendice al mundo. Sor Lucía, la principal vidente, relata lo sucedido:

"Mi intención [en gritar a la gente que miraran hacía arriba,]no era llamarles la atención hacia el sol, porque yo no estaba consciente de su presencia. Fui movida a hacerlo bajo la dirección de un impulso interior. Después que Nuestra Señora había desaparecido en la inmensidad del firmamento, contemplamos a San José con el Niño Jesús y a nuestra Señora envuelta en un manto azul, al lado del sol. San José y el Niño Jesús aparecieron para bendecir al mundo, porque ellos trazaron la Señal de la Cruz con sus manos. Cuando un poco mas tarde, esta aparición desapareció, vi a nuestro Señor y a la Virgen; me parecía que era Nuestra Señora de los Dolores. Nuestro Señor apareció para bendecir al mundo en la misma manera que lo hizo San José. Esta aparición también desapareció y vi a Nuestra Señora una vez mas, esta vez como Nuestra Señora del Carmen."

Ese día en Fátima se hicieron presente los Dos Corazones y San José. Dios nos revela los Corazones de Jesús y María pues ellos son la esperanza de la humanidad. Es el amor y la misericordia de estos Dos Corazones la que salvara al mundo del pecado y de la muerte. Pero el misterio de la presencia de San José revela que, unido al amor de los Dos Corazones, Dios espera y busca el amor y la respuesta del hombre para con su hermano. El hombre, con su amor, intercesión y reparación, sumergidos en el amor de Jesús y María, también debe alcanzar gracias de conversión para la humanidad. Dios salvará la humanidad por medio del amor: el amor de Jesús y María y de todos aquellos que, como San José, se unan y vivan dentro de este amor.

ANTE UNA DECEPCIÓN FUERTE



ANTE UNA DECEPCIÓN FUERTE

Cuando sufres una fuerte decepción piensas que no podrás sobrellevarla; no comes, no duermes, sientes que se destrozan tus nervios y crees que tu mundo se derrumbó.

De pronto, se te ocurre acudir a soluciones artificiales que, en vez de arreglar las cosas, empeoran tu estado nervioso.

Si quieres mejorar, lo primero que debes hacer es negarte a pensar en tu desgracia y comenzar a elaborar una lista de tus necesidades naturales y sobrenaturales, para empezar a entenderlas.

No te quedes mirando las ruinas.
Limpia tu campo para que comiences una nueva construcción, más firme y más hermosa.

Virtud es fortaleza
Ser bueno es: es ser firme en la justicia.

Tiberio López Fernández

LA PUERTA DE LA AMISTAD

 La Puerta de la Amistad

La puerta de mi amistad está por siempre abierta, en la misma medida, tanto para aquellos hermanos que me odian, como para aquellos que me aman. Consideraré a quien se crea mi enemigo como mi verdadero hermano divino, oculto tras el velo del malentendimiento.

Desgarraré ese velo con la daga del amor, de forma que al ver él mi disposición humilde, comprensiva y magnánima, no pueda ya desdeñar mis expresiones de buena voluntad. Me apiadaré de los demás tal como me apiado de mí mismo. Ganaré mi propia salvación sirviendo a mis semejantes.

AMAR LA VIDA


AMAR LA VIDA

Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado llamado Ralph.

Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro.

"¿Dónde aprendió a comportarse así?", le preguntó el profesor. "En la guerra", - contestó Ralph. entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematura. 

"Me acostumbré a vivir paso a paso" - explicó. "Nunca sabía si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida".
Autor desconocido

"Nadie puede saber lo que sucederá mañana. Qué triste sería el mundo si lo supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería, nuestra vida  sería como una película que ya vimos. Ninguna sorpresa, ninguna emoción. Siento que lo que se requiere es ver la vida como lo que es: una gran aventura."

LA VERDADERA FUERZA ...


¿QUIÉN ES SAN JOSÉ?



¿QUIÉN ES SAN JOSÉ?


Marzo 19 : Esposo de la Virgen María
Mayo 1 : San José obrero  Oficio de lectura
Domingo después de Navidad : La Sagrada Familia

San José es cabeza de la Sagrada Familia. El hombre en quien Dios confió sus mas valiosos tesoros. Esposo de María Santísima, padre virginal de Jesús. No hay en el cielo santo mas grande después de su esposa, María. 

El Papa Pío IX nombró a San José, en 1847, Patrono de la Iglesia universal. Si la fiesta, 19 de marzo, cae en Semana Santa, se anticipa al primer sábado anterior a ella. Esta festividad, que ya existía en numerosos lugares, se fijó en esta fecha durante el siglo XV y luego se extendió a toda la Iglesia como fiesta de precepto en 1621.

La paternidad de San José alcanza no sólo a Jesús sino a la misma Iglesia, que continúa en la tierra la misión salvadora de Cristo. El Papa Juan XXIII incorporó su nombre al Canon Romano, para que todos los cristianos -en el momento en que Cristo se hace presente en el altar- veneremos su memoria.

lunes, 10 de marzo de 2014

CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO


Consagración al Espíritu Santo

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagracion perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén

UNA CUARESMA DESDE DIOS



Autor: P. Fernando Pascual L.C. | Fuente: Catholic.net
Una Cuaresma desde Dios
Si vivimos la Cuaresma desde Dios, se convertirá en la mejor preparación para la gran fiesta de la Pascua.


Podemos recorrer los 40 días de la Cuaresma desde una perspectiva errónea, sin darles su auténtico sentido. 

¿Cuándo ocurre eso? Cuando vemos la Cuaresma como una tradición de la Iglesia más o menos comprensible pero sin mucho sentido en el ajetreado tiempo que nos ha tocado vivir; cuando buscamos maneras de hacer (nosotros, según los propios deseos) algunos sacrificios para tranquilizar la conciencia y "cumplir"; cuando soportamos con paciencia 40 días en los que nos esforzamos por ser más austeros para llegar luego a momentos de mayor fiesta y alegría... Entonces es que no hemos comprendido el verdadero sentido de la Cuaresma. 

Pero también podemos recorrer los 40 días que nos preparan a la Pascua desde una perspectiva justa. Si los pensamos como un momento para orar, ayunar, servir, dar; si los vivimos como una invitación de Dios a la conversión, al arrepentimiento, al cambio de conducta; si los aprovechamos para dedicar más tiempo a la lectura de la Biblia... Entonces habremos hecho un buen uso de esos días tan particulares en el calendario cristiano. 

La Cuaresma es un tiempo en el que Dios nos invita, nos llama, nos ofrece ocasiones maravillosas para redescubrir nuestra identidad cristiana. Es verdad que Dios actúa siempre, que no hay tiempos sin que nos busque y nos ofrezca su gracia. Pero también es verdad que, como seres humanos, necesitamos estímulos y ayudas concretas para afrontar con más intensidad y esfuerzo lo que deberían ser compromisos constantes de quienes hemos sido tocados por Cristo en el Bautismo. 

Ya estamos en Cuaresma. Si la vivimos desde Dios, si la sentimos como un momento de gracia, de mayor compromiso, de lucha contra el mundo, el demonio y la carne, se convertirá en la mejor preparación para la gran fiesta de la Pascua. Entonces la noticia de la Muerte y de la Resurrección de Cristo llegará más dentro y más fuerte a nuestras vidas: nos permitirá vivir los días de Pascua y todo el resto del año como hombres y mujeres redimidos por la Sangre de Cristo, el Cordero inmolado porque amaba al Padre y a los hombres. 

BENDITOS SEAN


Benditos sean


Benditos sean los que tienden la mano para ayudar, los que intentan comprender, los que anhelan compartir.

Benditos sean lo que para dar su opinión no necesitan subirse a ningún podio, los que se hacen tiempo para escuchar y los que saben que siempre hay algo por aprender.

Benditos sean aquellos que tratan de pulir y de borrar sus mezquindades y no simplemente de ocultarlas.

Benditos sean los buenos amigos y el culto a la amistad.

Benditos sean los que llenan las noches de filosofía, los que riegan los caminos hacia la utopía con batallas épicas y los que a cada historia de amor la cargan de locuras.

Benditos sean los que disfrutan del sol y de la luna, del cielo abierto y de la noche cerrada, de escalar la montaña y de zambullirse en el mar.

Benditos sean los que pueden eludir la costra y ver la esencia, los que pueden gozar de la poesía que tiene este mundo maravilloso.

Benditos sean los que no abandonan sus principios ni sus raíces, pero que no se cierran a los cambios ni renuncian a intentar volar.

Benditos sean los que sueñan despiertos, sobre todo si sueñan mejorar el mundo que los rodea, y benditos los que del sueño saltan a la acción.

Benditos los que leen lo que otros escriben, los que escuchan atentamente a quienes tienen necesidad de hablar y los que pierden, a conciencia, para que gane un ser querido.

Benditos sean los que odian el egoísmo, el dolor, y la apatía ante la injusticia.
Benditos sean los que creen que nunca se llega al ideal pero luchan con pasión infatigable por sus ideales.

Benditos sean los que entienden que el amanecer en la playa, el pan recién horneado, la música y las caricias son partes de una fiesta que merecemos todos.

Benditos sean los que piden perdón, los que dicen gracias y los que no se olvidan de decir por favor.

Benditos sean los que aspiran que el mundo tenga lugar suficiente tanto para la hormiga laboriosa como para la cigarra, con su tan necesario arte.

Benditos sean los que quieren abolir las quejas, los que quieren que asciendan mucho los de abajo y desciendan un poco los de arriba, benditos los que quieren que la muerte muera.

Benditos sean los que no subsisten sollozando, mientras esperan el milagro, sino que se proponen forjar algo milagroso.

Benditos sean los que se arriesgan por las causas perdidas, por conquistar corazones y por el bien de los amigos.

Benditos sean los que se arriesgan a mostrar sus sentimientos.

Benditos sean los que se arriesgan.

Benditos sean los que aman la vida.

Benditos sean todos los lugares donde hemos estado, los lugares donde quiero llevarte, los lugares donde estaremos juntos.

Bendito sea el camino que me llevó a conocer tu sonrisa, puerta de tu alma.

Benditos sean tus ojos, porque es bueno que lo sepas, aun en la soledad más profunda me acompaña tu mirada.

EL INCIENSO DEL FARISEO

Autor: Antonio Gil-Terrón | Fuente: www.antoniogilterron.com
El incienso del fariseo
La fe si no produce obras es que está muerta
 
El incienso del fariseo
El incienso del fariseo
El creer que Dios existe no hace que seamos mejores personas que aquellos que no creen. Ni tan siquiera el tener la certeza de su omnipresencia; no ya el creer, sino el saber que Él es, ha sido y será, no nos hace dignos de su amor y merecedores de su ayuda... de su fuerza frente a la adversidad.

De hecho, tener el discernimiento de su realidad, a través de la observación y el reconocimiento de su intervención puntual en acontecimientos de nuestra propia vida, no nos hace mejores que aquellos que niegan su existencia. De hecho, nos puede llegar a hacer ser peores.

El creer que algo o alguien existe, es un subjetivismo objetivamente neutro, que no aporta valor añadido. Yo puedo saber que hay hambre en el Mundo y sin embargo no hacer nada por remediarlo, o – peor aún – alegrarme y darme un festín para celebrarlo.

El creer en la existencia de Dios, repito, no nos reporta valor añadido, pero sí que nos puede hacer más culpables cuando nuestros actos son contrarios a sus mandatos: no matarás, no robarás, no mentirás, etc... «Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho» Lucas, 12:48.

En esta vida he conocido a fariseos de misa diaria, rosario y golpes en el pecho, que en su vida cotidiana eran auténticos depredadores de los más débiles y que, encima, se permitían el lujo de despreciar, juzgar y etiquetar de pecadores, a todos aquellos que no salían – cirio en mano – a su lado en la foto.

Como sé que en estos momentos, alguno se puede estar rasgando las vestiduras por mis palabras, pondré un ejemplo:

Satanás no solo cree, sino que sabe que Dios existe. ¿Es mejor por ello?

"La fe si no produce obras es que está muerta". "Tú tienes fe, pero yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe a través de las obras". Nuevo Testamento, Carta de Santiago, 2:17-18.

EL PENSAMIENTO DEL DÍA




BAILA LENTO



Baila lento


Alguna vez has visto a los niños jugando?

¿O escuchado el chisporroteo de la lluvia en el suelo?

¿Alguna vez seguido a una mariposa en su errático vuelo?

¿U observado al sol desvaneciéndose en la noche?

 Mejor detente.

No bailes tan de prisa.

El tiempo es corto.

La música no durará.

 ¿Pasas cada día en el vuelo?

Cuando te preguntas "¿Quién eres?"

¿Escuchas la respuesta?

Cuando el día acaba,

¿te recuestas en tu cama con los siguientes cien coros corriendo por tu cabeza?

 Mejor detente.

No bailes tan de prisa.

El tiempo es corto.

La música no durará.

 ¿Alguna vez le has dicho a tu niño: "lo haremos mañana", y en tu apatía, no vez su tristeza?                                         

¿Alguna vez has perdido el tacto, dejado a algún buen amigo morir porque jamás tuviste tiempo para llamar y decir "Hola"?

 Mejor detente.

No bailes tan de prisa.

El tiempo es corto.

La música no durará.

 Cuando corres demasiado rápido para llegar a alguna parte,

te pierdes la mitad de la diversión de llegar ahí.

Cuando te preocupas y te apuras durante el día,

es como un   regalo sin abrir.... tirado a la basura....

 La vida no es una carrera,

se toma un poco más lentamente,

escucha la música, detente

antes de que la canción termine.

INVOCACIÓN A LA CONFIANZA


Invocación a la confianza
Autor: A. Pangrazzi 


Ayúdame Señor, a creer que detrás de las nubes está el Sol; que los desnudos árboles de otoño volverán a vestirse de hojas, si tengo la paciencia de esperar. 

Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña hay que atravesar el largo valle. Que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco. 

Ayúdame Amado Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades que no puedo tener y que me hacen tan inseguro; ayúdame a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia. 

Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones. 

Confío en tí como un niño que se siente seguro en brazos de su madre. 

Ayúdame a caminar por donde no puedo ver sabiendo que tú estás ahí conmigo. 

EL EVANGELIO DE HOY: 10.03.2014

Autor: Arturo Escalona | Fuente: Catholic.net
Se sentará en su trono de gloria
Mateo 25, 31-46. Cuaresma. Si amo a Dios no puedo dejar de amar a mi hermano. Y por ello todo lo que haga a mi prójimo se lo hago a Dios Nuestro Señor.
 
Se sentará en su trono de gloria
Del santo evangelio según san Mateo 25; 31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Cuando el Hijo del hombre venga, en su gloria, acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme". Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?". Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis". Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis". Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?". Y Él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo". E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna. 

Oración introductoria

Jesús mío, al contemplar este evangelio me pueden llegar diferentes sentimientos, de miedo, de confianza, de dolor, de amor; pero lo importante, mi Jesús, es que tengo la seguridad que Tú vas a ser mi juez. Gracias porque tú sólo quieres mi salvación. Ayúdame a vivir la virtud de la caridad con los demás, Tú sabes que es muy costosa pero no me dejes abandonado sino que sienta tu apoyo que me sostiene para no desfallecer.

Petición

Señor, que en esta primera semana de Cuaresma me esfuerce por vivir la caridad, que es el mejor camino para acompañarte en tu dolor. Ayúdame a amar más a los demás.

Meditación del Papa Francisco

Nuestro corazón desea "algo más", que no es simplemente un conocer más o tener más, sino que es sobre todo un ser más. No se puede reducir el desarrollo al mero crecimiento económico, obtenido con frecuencia sin tener en cuenta a las personas más débiles e indefensas. El mundo sólo puede mejorar si la atención primaria está dirigida a la persona, si la promoción de la persona es integral, en todas sus dimensiones, incluida la espiritual; si no se abandona a nadie, comprendidos los pobres, los enfermos, los presos, los necesitados, los forasteros (cf. Mt 25,31-46); si somos capaces de pasar de una cultura del rechazo a una cultura del encuentro y de la acogida.[...] Al mismo tiempo que animamos el progreso hacia un mundo mejor, no podemos dejar de denunciar por desgracia el escándalo de la pobreza en sus diversas dimensiones. Violencia, explotación, discriminación, marginación, planteamientos restrictivos de las libertades fundamentales, tanto de los individuos como de los colectivos, son algunos de los principales elementos de pobreza que se deben superar.(S.S. Francisco, Mensaje del santo padre por la Jornada Mundial del emigrante y del refugiado 2014). 

Reflexión 

Cristo, el día de hoy, nos viene a recordar lo propio de su mensaje: la caridad.
La caridad no como mera filantropía, sino como verdadero amor a Dios que vive realmente en mi prójimo. Esta caridad brota naturalmente del amor a Dios. Si amo a Dios no puedo dejar de amar a mi hermano. Y por ello todo lo que haga a mi prójimo se lo hago a Dios Nuestro Señor porque él habita en mi persona y en los demás.
No basta conformarnos con no criticar a los demás, hace falta hablar bien de mi prójimo, promover lo bueno y silenciar lo malo, hablar bien de los demás.
No hace falta inventarse virtudes o cualidades donde no las hay, hay que reconocer y hablar de las que tienen los demás. Se dice fácil, pero cuesta. Haz la prueba de hablar bien de los que están a tu alrededor y verás que es fácil. Más, Dios lo quiere, y sobre todo, recuerda que Dios vive en tu prójimo.

Propósito

Hoy, por amor a Cristo, hablaré bien de la persona que no me cae muy bien. Consciente de que Jesús está presente en esa persona.

Diálogo con Cristo

Dios mío, en estos momentos que me estoy preparando para la Semana Santa, te pido que me perdones todas las veces que he ofendido a los demás y he herido tu corazón. Te pido que ahora me des las fuerzas necesarias para afrontar cualquier enemigo que me encuentre para faltar a la caridad, que aprenda a descubrirte en el pobre, en el rico, en los enfermos, en mis familiares, para que con el auxilio de tu gracia, me entregue a los demás y yo también reciba tus palabras consoladoras:"Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo...".


"Hay que hacer las cosas ordinarias, con un amor extraordinario"(Beata Madre Teresa de Calcuta)


  • Preguntas o comentarios al autor
  • Arturo Escalona 

    PENSAMIENTO SOBRE LA CUARESMA DEL PAPA FRANCISCO

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