miércoles, 13 de abril de 2016

LA DIABETES, QUÉ ES?


Reportaje a la Diabetes



Afecta a 9 de cada 10 adultos en el mundo, y solo el año pasado acabó con la vida de 1,5 millones de personas, pero aun así la gente sigue viéndola como una enfermedad pacífica y hasta cándida. Se trata de la DIABETES, una protagonista en el escenario de los grandes males del mundo

¿Quién es usted?
Mi nombre completo es Diabetes Mellitus (orina de miel) y soy una enfermedad causada porque el cuerpo no puede usar el azúcar; eso pasa cuando la hormona encargada de meterla en las células, llamada insulina, no existe o funciona mal. Eso hace que el azúcar se acumule en la sangre y escasee en los sitios del organismo que la necesitan.

¿Qué es la insulina?
Es una hormona que produce el páncreas; es como un mensajero que lleva la glucosa de la sangre hasta el interior de las células. Insulina viene de isla, y se llama así porque se fabrica en los islotes de Langerhans (en el páncreas).

¿Es cierto que usted tiene varios tipos?
Así es. Puedo ser del tipo 1, cuando el páncreas no produce insulina; con ella ataco principalmente a niños y adolescentes. También puedo ser tipo 2, en la que existe insulina, pero escasa o funciona mal; con ella molesto a los adultos. También asusto a las embarazadas cuando tomo una forma gestacional.

¿Por qué le da por aparecer?
Mi tipo 1 aparece cuando el páncreas se daña y no produce insulina, bien porque las mismas defensas del cuerpo lo atacan o porque algo desconocido o externo lo destruye. Desarrollo mi tipo 2 por herencia o ayudada por la obesidad, la falta de ejercicio, el envejecimiento y el estrés. Con los malos hábitos, sin saberlo, las personas impulsan mi existencia. Allá ellas.

¿Cómo se manifiesta cuando se instala?
Si se refiere a los síntomas, le doy este listado: sed y hambres intensas, sueño, cansancio, orina frecuente, calambres, adormecimiento de las extremidades, visión borrosa, lesiones en la piel, heridas que no cicatrizan, infecciones que se repiten, pérdida de peso y disfunciones sexuales. Claro, también puedo hacerme la graciosa y no producir síntomas, y cuando tomo ventaja con las complicaciones produzco unos cuadros aterradores.

Me parece algo solapada...
Si se refiere a que una vez que tomo posesión de un cuerpo, me desarrollo y de él jamás me voy y además lo maltrato de por vida, tiene razón. Usted sabe que soy crónica y que no tengo cura. ¿Algo más?

¿Y las complicaciones que produce?
Yo no soy una perita en dulce, y en mi máximo nivel de acción puedo causar ceguera, falla renal, amputaciones, daños cardiacos y la muerte... ¿Aterrado?

¿Cómo hace todo ese daño?
Aunque el asunto es más complejo, le digo que el aumento de azúcar en la sangre y la falta de ella dentro de las células que la necesitan se suman y hacen que, por ejemplo, los pequeños vasos sanguíneos se destruyan y dejen los tejidos sin la posibilidad de recibir oxígeno y nutrientes, con lo que los voy matando poco a poco. Empiezo con cosas pequeñas, pero sensibles. Dejo la retina sin irrigación, los nervios con la arquitectura alterada, los dedos sin nutrientes, el riñón con sus redes vasculares destruidas, y si no me frenan avanzo hasta comprometer la función de estos órganos. Soy la primera causa de amputaciones, de ceguera, de daño renal y de lo que me dejen destrozar.

¿Es cierto que se instala en todos los obesos?
No en todos, pero sí le digo que 8 de cada 10 personas en las que asenté mi tipo 2 son obesas o lo fueron en algún momento; es para que quienes tienen sobrepeso se preocupen.

¿Por qué se ensaña con los obesos?
Las personas aumentan progresivamente de peso gracias a las dietas hipercalóricas; eso hace que la insulina se vuelva un poco perezosa (resistencia), por lo que el páncreas tiene que fabricar más para bajar de la sangre los niveles de azúcar de esa dieta; el asunto es que llega el momento en que se cansa de producirla, la insulina empieza a escasear y poco a poco yo me abro camino y llego con mis maletas a quedarme por siempre en ese cuerpo.

¿Y eso se puede prevenir?
Claro, si la gente se metiera en la cabeza que con una dieta equilibrada, baja en calorías, pobre en grasas saturadas y rica en fibra, además de hacer ejercicio y bajarle al estrés, me mantienen a raya, estoy segura de que se ahorrarían muchos problemas.

¿Es posible llevar una vida normal con usted ya acomodada en el cuerpo?
Si me atajan no molesto, y en ocasiones hasta puedo esconderme por mucho tiempo. Eso se logra con medidas simples, como los controles médicos regulares, tomarse con rigor los medicamentos, seguir una dieta rigurosa de la mano de un nutricionista, hacer ejercicio, mantenerse en el peso adecuado, mermarle al estrés, revisar el cuerpo y estar atento a cualquier cambio; y consultar, no fumar, medir el azúcar con frecuencia y reconocer signos de alarma para prevenir complicaciones.

Parece fácil...
Ese es el problema, que son medidas sencillas que la gente pasa por alto. De ahí que se necesiten planes continuos de promoción y prevención, campañas serias para generar conciencia del autocuidado en todas las personas, acceso sin barreras al sistema de salud y entender que me pueden controlar.

¿Algo más?
Sí, que mi glotonería crece cada día, que no respeto edades ni razas y que, si no me paran, puedo comerme el mundo.



* Carlos F. Fernández – Asesor Médico de EL TIEMPO

UN CORAZÓN SENCILLO


Un corazón sencillo


Según santo Tomás, Cristo nos recomendó sobre todo la humildad, porque con ella se anula el principal impedimento para nuestra santificación. Todas las demás virtudes derivan de ella su valor. Sólo a ella le concede Dios sus dones, y los retira cuando ella desaparece. La dignidad y grandeza del hombre es don de Dios; su miseria, fruto de su corazón extraviado.

Santa María, Madre de Dios, dame un corazón de niño, puro y transparente como una fuente. Dame un corazón sencillo, que no saboree la tristeza; un corazón generoso en entregarse, tierno a la compasión; un corazón fiel y generoso, que no olvide ningún beneficio y no guarde rencor de ningún mal; dame un corazón manso y humilde, que ame sin exigir ser amado, que goce desapareciendo en otro corazón delante de tu Divino Hijo; un corazón grande e invencible, que ninguna ingratitud cierre y ninguna indiferencia canse; un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo, herido de su amor, con una herida que no se cierre hasta el Cielo. Amén.

La humildad es caminar en la verdad. No es la simulación, ni la ficción, ni la ignorancia del propio valer. La humildad no consiste en ocultar los propios talentos. Por el contrario, la humildad lleva a un reconocimiento sincero y sencillo de todo lo que Dios nos ha dado, y al ofrecimiento cordial del propio servicio a los demás. Pide la humildad y lo tendrás todo.


* Enviado por el P. Natalio









EL PROBLEMA DE SER BUENO


El problema de ser bueno
La idea de que ser bueno es suficiente es la herejía más persistente y perniciosa que existe dentro del catolicismo


Por: Dwight Longenecker | Fuente: Catholiceducation 




El problema de ser bueno es que uno cree que con eso es suficiente, pero no basta con ser bueno.  Jesucristo miró a los Escribas y Fariseos, que eran gente buena, agradable y respetable, y les dijo a sus discípulos, "¿Los ven?  Deben ser mejores que ellos".  En otras palabras, su bondad no bastaba.

Si piensan que ser buenos es suficiente, quiere decir que no son lo suficientemente buenos.  El problema de ser bueno es que se pone el carro delante de las mulas.  Cuando vemos a personas santas como la Madre Teresa, podemos darnos cuenta de que ella hace cosas buenas.  Alimenta a los hambrientos y rescata a bebés de vertederos de basura.  Entonces nos sentimos inspirados y decidimos ser buenos también.  Así, nos ofrecemos como voluntarios en un comedor de beneficencia y nos ocupamos de ayudar a los más necesitados. Todo eso es correcto y está bien, pero nos olvidamos de que antes de que la Madre Teresa saliera a las calles pasaba una hora en oración contemplativa.  Ella era mucho más que buena.  Ella era santa.

Su bondad y compasión eran de un orden diferente que la mera virtud humana.  Cuando priorizamos ser buenos en vez de ser santos, estamos reemplazando a la santificación -el proceso por el cual Dios nos hace santos desde el interior hacia afuera- por una mera virtud humana.  El problema con la mera virtud humana es que es una virtud meramente humana.  No modifica nuestro interior.  "Que te pongas un sombrero de vaquero no quiere decir que seas Tejano..."  Sólo por hacer el bien no quiere decir que te hayas convertido en la imagen de Jesucristo.

El otro problema de ser bueno (y ser sólo bueno) es que de este modo probamos que el argumento de los ateos es correcto.  A los ateos les gusta observar que no es necesario ser cristiano e ir a la iglesia para ser buenos.  No están equivocados, por cierto.  Hay gente tonta.  Cuando nosotros, como católicos, resaltamos las buenas obras y nos jactamos de lo que hacemos por alimentar a los hambrientos y vestir a los desnudos, llegan a la conclusión de que lo más importante del cristianismo consiste en ayudar a los pobres.  Pero, ¿son tontos?  Si fuimos nosotros los que les hemos dicho que esto es lo más importante... Fuimos nosotros mismos los que torcimos las prioridades.  De hecho, no son tontos, sino que son bien listos pues llegaron a esa conclusión a partir de lo que nosotros les dijimos.  Creen que para los cristianos lo más importante es alimentar a los pobres y de este modo llegan a la conclusión de que no necesitan ir a la iglesia para hacerlo.

Y después nos preguntamos porqué ya nadie asiste a Misa…


La idea de que ser bueno es suficiente es la herejía más persistente y perniciosa que existe dentro del catolicismo.  El fantasma de Pelagio aún ronda en nuestros recintos sagrados y necesitamos escuchar una y otra vez que no deberíamos ser tan sólo buenos, deberíamos ser mejores y no sólo mejores, sino los mejores.

La Iglesia lo denomina "el llamado universal a la santidad", que quiere decir que cada uno de nosotros estamos llamados ante todo a ser santos.  Ser santos no consiste en ser extremadamente piadosos, mojigatos y devotos, sino en ser quien Dios pretende que seamos. A través de la oración, del sacrificio y de la devoción nos acercamos más a Dios y en tanto más nos acerquemos a Él más nos pareceremos a aquél a quien adoramos.  Esta es la tarea principal del cristiano y mientras llevamos a cabo esa tarea somos impulsados a hacer las obras buenas que caracterizan nuestro llamado.




BUSCAR A JESÚS CON CONFIANZA


 

Buscar a Jesús con confianza
Desde la humildad podemos suplicar insistentemente a Jesús. ¿Qué necesidad tenemos y queremos pedir a Jesús?


Por: P. Guillermo Serra, LC | Fuente: la-oracion.com 




La oración es mirar a Jesús con la confianza de un niño; caer a sus pies con la confianza de un enfermo y suplicarle con insistencia con la confianza de un pobre. Él está cerca de ti, viene como Padre, médico y rey de tu corazón, no temas, acércate y tu alma gozará de su presencia y de su amor. Es la fe la que te dará alas para llegar hasta Él.

Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva». Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía. (...) Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?» Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe». Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida». Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate». La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer. (Mc 5, 22-24; 35-43)

Buscar a Jesús

Mis ojos en tu mirada y tu mirada en mis ojos
Acudir a Jesús es ponerse en camino, estar atento a sus señales, sus huellas, sus palabras. Es oír de Él para buscarlo a Él. Buscar sus huellas es el primer paso. Abrir el corazón y la mente para que el mundo y los hombres nos hablen de Él. La oración es vivir sus huellas, tener hambre de Él para que poniéndonos en su presencia se nos revele, nos regale su mirada, su Palabra, su vida y su corazón.

Jairo era un personaje importante, jefe de la sinagoga, donde los judíos daban culto. Había escuchado del Maestro Jesús. Un nuevo profeta con sabiduría y poder. En un principio vio en Él al médico que podría curar a su hija. Tenía una gran necesidad de encontrarlo, pues Él quizás podría darle el regalo de curar a su hija gravemente enferma. Busca, pregunta, sale de sus seguridades y con la mente y su corazón puestos en su hija, lo encuentra.

Su búsqueda ha dado su fruto, está allí, en medio de la muchedumbre. Se acerca con cautela al inicio pero con decisión. No puede perder tiempo, tiene que reclamar su atención, su hija está grave.

Así es también nuestra oración, está búsqueda del maestro nos tiene que llevar a salir de nosotros, de nuestras seguridades, del afán de controlar nuestra vida, de ser creadores de nuestra propia felicidad para salir a la búsqueda de quien no sólo da la felicidad, sino de quien es la Felicidad. Muchas veces Dios usa la cruz, la enfermedad, la soledad, la tristeza como medios para salir en búsqueda de su corazón. Así nuestros ojos tan centrados en nosotros mismos volarán hasta los de Cristo y entonces, podremos experimentar la alegría de ser penetrados por la mirada de Aquel que nos consuela porque nos conoce y nos ama.

Mis rodillas se doblan irresistiblemente ante ti
El cruzar la mirada con la de Jesús lleva a la acción. Más bien a la pasividad de la acción: Jairo se deja caer de rodillas en signo de adoración, admiración, pequeñez, súplica. El amor expresado en una mirada suaviza el corazón, debilita todo miedo y da paso a este signo de sumisión y de entrega total en las manos de Dios.

Ponerse de rodillas ante Dios es señal de abandono, de seguridad puesta a los pies del Maestro. De rodillas no tenemos facilidad de movimientos, no podemos huir, no nos podemos defender. Sí, la oración verdadera es un acto de humildad, de presentarnos indefensos ante el amor de Dios. ¿Cuántas veces vivimos defendiéndonos del amor de Dios, del camino estrecho de su seguimiento, de la cruz? Cuanto más recemos y estemos en su presencia, más humildes seremos, más cerca de la tierra estaremos y así recordaremos nuestro origen y la necesidad de Dios.

Pero Cristo no quiere humillarnos. Nos deja así de rodillas para que levantemos la mirada, olvidándonos de nosotros mismos, para así contemplar su mano que se tiende para levantarnos, sostenernos y acariciar nuestras heridas. El ejercer su poder sobre nosotros a través del amor incondicional y constante.

Por eso puedo decir que la oración debe ser para mí un doblar irresistiblemente las rodillas ante su amor, un sentirme seguro en mi inseguridad, un humillarme para ser exaltado por su mano que se tiende para sostenerme, acogerme, y abrazarme.

Levantados por Cristo podemos pedir con confianza
De rodillas se ve el mundo desde una perspectiva distinta. No hay escapatoria, vemos todo más cerca del suelo y más lejos del cielo. Pero Cristo no nos quiere allí tendidos. Nos permite unos minutos, unas horas en esa postura espiritual porque sabe que nos hace bien.

Al inicio de la oración hemos buscado salir de nosotros mismos, lo hemos buscado a Él, hemos llegado hasta su mirada y sus ojos nos han penetrado el corazón. Esta fuerza poderosa de Jesús nos ha "derribado" hasta el suelo y de rodillas nos hemos reconocido pecadores, enfermos, pobre, necesitados de su amor.

Ahora, con nuestro corazón bien dispuesto podemos pedir lo que más necesitamos. Desde la perspectiva de la humildad podemos suplicar insistentemente como lo hizo Jairo. ¿Qué necesidad vital tenemos y queremos pedir a Jesús? Entremos en nuestro corazón desde la humildad y veamos qué queremos, necesitamos, amamos para presentarlo al divino Maestro. Tenemos la seguridad de que Él conoce nuestro corazón mejor que nosotros y desde antes de que se lo pidamos, ya se encuentra nuestra petición en su corazón. Por eso, cuando Él nos levanta, nos vuelve a mirar y nos escucha ya sabe lo que necesitamos.

El final de esta historia de Jairo ya lo conocemos: Cristo le dice, "no temas, ten fe" y lo demás, sucede porque ya estaba escrito en el corazón de Jesús.

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FELIZ DÍA!!



      

martes, 12 de abril de 2016

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: MARTES 12 DE ABRIL DEL 2016







LOS CINCO MINUTOS DE DIOS

Abril 12



No es humano ni cristiano juzgar que el dinero es algo malo; el dinero tiene un valor propio, que es bueno reconocer; en la escala de valores ocupa un lugar.
Pero el trabajo también es un valor y ocupa su puesto propio en la escala de valores.

Pero tanto el dinero como el trabajo son valores relativos, no absolutos; todo dependerá del uso que se haga de los mismos y de la finalidad que se les dé.
El dinero empleado para hacer el bien y obrar la justicia es un medio de practicar las virtudes humanas y sociales. El trabajo orientado hacia la realización, no solo de la materia sino también del hombre, es un medio de propia superación.

De ahí que tanto uno como otro necesiten ser orientados para que puedan permanecer en la escala de valores y no se conviertan en algo negativo, dañino.
Está bien, pues, que te agrade el dinero y el trabajo; pero estará mejor que te agrade el buen uso de ambos.

“A muchos perdió el oro, hasta los corazones de los reyes descarrió” (Eclo 8,2). “Muchos se arruinaron a causa del oro, su perdición la tenían delante” (Eclo 3,6) “Feliz el rico que se conserva íntegro y no corre detrás del oro” (Eclo 31,8)


* P. Alfonso Milagro










GENEROSIDAD ES AMOR





Generosidad es amor 


El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo humano, que es negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio bienestar. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.

Una niñita llamada Luz sufría una extraña enfermedad. Su única oportunidad era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años, que había sobrevivido por milagro a la misma dolencia y tenía los anticuerpos para combatirla. El doctor preguntó al niño si estaba dispuesto a dar su sangre a la hermanita. Dudó un momento, pero luego dijo: “Si, lo haré, si eso salva a Luz”. Durante la transfusión estaba acostado al lado de la hermana. Había sonrisas al ver cómo retornaba el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora empezaré a morirme?” Pensaba que le daría toda su sangre a su hermanita. Y aun así se la daba.

Cuántos hay en nuestro mismo círculo de relaciones que hoy necesitan de tu palabra, de tu sonrisa, de tu abrazo o simplemente de tu compañía. Cuánto puede ayudar la gracia del buen humor al corazón que se encuentra abatido, la palabra serena al que está irritado, la dulzura de una voz amable al que yace en el abismo de la desesperación.


* Enviado por el P. Natalio













QUÉDATE CONMIGO SEÑOR!!


Quédate Señor conmigo



Quédate Señor conmigo, porque necesito tenerte presente para no olvidarte. Tú sabes que fácilmente me olvido de Ti.

Quédate Señor conmigo,  porque soy tan débil y me hace tanta falta tu fortaleza para no caer tan a menudo en el pecado.

Quédate Señor conmigo, porque Tú eres mi vida y sin Ti no tengo ni sentido, ni esperanza.

Quédate Señor conmigo, porque Tú eres mi luz, y sin Ti estoy en la oscuridad.

Quédate Señor conmigo, para que me muestres cuál es Tu Voluntad.

Quédate Señor conmigo, de manera que pueda oír Tu voz y seguirte.

Quédate Señor conmigo, porque deseo amarte más y más y estar siempre en tu compañía.

Quédate Señor conmigo, si de veras quieres que yo te sea siempre fiel, no me dejes solo.

Quédate Señor conmigo, porque así como soy de pobre y así como es de pobre mi alma, deseo que aun así sea un pequeño lugar de consolación para Ti una morada para tu amor.

Quédate Señor conmigo, porque en la oscuridad de ésta vida con todos sus peligros me haces tanta falta.

Quédate Señor conmigo, ayúdame a reconocerte como lo hicieron los discípulos al partir el Pan, de manera que en cada comunión Eucarística encuentre yo la luz que disperse la oscuridad y que cada Eucaristía sea el poder que me sostenga.  La única alegría de mi corazón.

Quédate Señor conmigo, porque a la hora de mi muerte quiero hacerme uno contigo, si no puedo hacerlo ese día por la Comunión que al menos sea por tu gracia, tu Misericordia y tu Amor.

Quédate Señor conmigo, quédate Jesús, no pido grandes consolaciones divinas, ni dones, porque sé que no los merezco, solo te pido el gran regalo de tu presencia.  Oh si, solamente pido esto de ti Señor.

Quédate Señor conmigo, porque solamente a Ti ando buscando, busco tu Amor, tu Gracia, tu Voluntad, tu Corazón, tu Espíritu, porque te amo y no pido otra recompensa que poder amarte más y más con un amor más fuerte y activo.   

Quédate Señor conmigo, mira que se está haciendo tarde en mi vida, los días se terminan, la vida va pasando y la muerte, el juicio y la eternidad  cada vez están cada vez más cerca.

Señor, yo necesito renovar hoy mi fortaleza de manera que no me detenga en el camino, y para eso Señor me haces falta Tú.

Se está haciendo tarde y la muerte se aproxima día a día y tú sabes Señor que le tengo tanto miedo a la oscuridad, a las tentaciones, a la aridez, a la cruz, a los problemas, a las penas.

Oh cuánto te necesito mi Jesús, en esta noche, concédeme Señor que pueda amarte con todo mi corazón mientras esté vivo de manera que pueda seguir amándote a la perfección por toda la eternidad. 

Mi querido Jesús.

Amén.      

ORACIÓN A SANTA TERESA DE LOS ANDES


ORACIÓN A SANTA TERESA DE LOS ANDES


Teresa de los Andes que de la mano de María te convertiste en una joven enamorada de Jesucristo, eres modelo de Santidad y camino de perfección para la Iglesia.

Tú supiste reír, amar, jugar y servir.
Tú fuiste fuerte para asumir el dolor y generosa para amar.

Tú supiste contemplar a Dios en las cosas sencillas de la vida.

Muéstranos el amor del Padre para vivir la amistad con alegría y con ternura en la familia.

Ayuda a los débiles y a los tristes para que el Espíritu los anime en la esperanza.

Intercede por nosotros y pide para Chile el amor y la paz.

Teresa de los Andes, hija predilecta de la Iglesia chilena, religiosa del Carmelo, amiga de los jóvenes, servidora de los pobres, ruega por nosotros cada día.

Amén.

lunes, 11 de abril de 2016

QUE EL LLAMADO DEL PAPA FRANCISCO LLEGUE A LA CONCIENCIA DE SECUESTRADORES DE FRAY TOM


Que el llamado del Papa Francisco llegue a la conciencia de secuestradores del P. Tom


 (ACI).- El Vicario Apostólico de Arabia del Sur (Yemen), Mons. Paul Hinder, expresó su deseo de que el llamado que hiciera el Papa Francisco el domingo, tras el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, llegue a la conciencia de los secuestradores del sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil.

En declaraciones recogidas por la agencia vaticana Fides, Mons. Hinder explicó que “no hay noticias sobre el secuestro del P. Tom. Pero el llamado del Papa Francisco hizo para su liberación ayer desde la Plaza de San Pedro nos dio consuelo”.

“Ahora esperamos que (ese llamado) también llegue a la conciencia de aquellos que lo secuestraron. Esto es ahora lo más importante”, dijo.

El 4 de marzo de este año, un grupo de terroristas del Estado Islámico asaltaron el albergue para ancianos y discapacitados que administran las Misioneras de la Caridad en Aden (Yemen) y asesinaron a cuatro de las religiosas y otras doce personas. Al P. Tom se lo llevaron secuestrado.

Ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 10 de abril, el Papa señaló que “en la esperanza donada de Cristo resucitado, renuevo mi llamamiento por la liberación de todas las personas secuestradas en zonas de conflicto armado; en particular deseo recordar al sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil, secuestrado en Adén en Yemen el pasado 4 de marzo”.

De acuerdo a Fides, el 3 de abril, la Conferencia de Obispos Católicos de India se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Sushma Swaraj.

En esa ocasión, el ministro confirmó el compromiso del gobierno para facilitar la liberación del sacerdote salesiano.

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 11 DE ABRIL DEL 2016



Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?
Pascua


Juan. 6,22-29. Pascua. Ayúdame Señor a buscarte a Ti como único alimento que permanece para la vida eterna. 


Por: Víctor Alejandro Ramírez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6,22-29
Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar, vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos. Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido pan. Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello». Ellos le dijeron: « ¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado».

Oración introductoria
Ilumina Señor mis pasos con tu palabra para que camine siempre por tus sendas. No dejes que convierta los medios en fines ni que pierda la conciencia de que sólo Tú eres el alimento que necesita mi alma en este peregrinar hacia el cielo. Te ofrezco esta meditación por todos aquellos hombres que sumergidos en las necesidades materiales no pueden levantar la vista hacia Ti.

 
Petición
Ayúdame Señor a buscarte a Ti como único alimento que permanece para la vida eterna.

Meditación del Papa Francisco
El buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen de incertidumbre. Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre, algo no va bien. Esto es una clave importante, que si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él. Recordemos a los grandes guías del pueblo de Dios, como Moisés, que siempre han dado espacio a la duda. Les invito a ser humildes, tenemos que hacer espacio al Señor, no a nuestras certezas.
Recomiendo buscar a Dios para hallarlo, y hallarlo para buscarle siempre. Es la experiencia de los grandes Padres de la fe. Les invito a releer el capítulo 11 de la Carta a los Hebreos. Abrahán, por la fe, partió sin saber a dónde iba. Todos nuestros antepasados en la fe murieron teniendo ante los ojos los bienes prometidos, pero muy a lo lejos... No se nos ha entregado la vida como un guion en el que ya todo está escrito, sino que consiste en andar, caminar, hacer, buscar, ver... Hay que embarcarse en la aventura de la búsqueda del encuentro y del dejarse buscar y dejarse encontrar por Dios. (Cf Comentario de S.S. Francisco, en entrevista de Antonio Spadaro, el 27 de septiembre de 2013).
Haciendo la Comunión con Él, recibimos su vida en nosotros y nos hacemos hijos del Padre celeste y hermanos entre nosotros. Haciendo la Comunión nos encontramos con Jesús realmente vivo y resucitado. Participar en la Eucaristía significa entrar en la lógica de Jesús, la lógica de la gratuidad, del compartir. Y aunque seamos pobres, todos podemos dar algo. “Hacer la Comunión” significa también obtener de Cristo la gracia que nos hace capaces de compartir con los otros lo que somos y lo que tenemos. (Homilía de S.S. Francisco, 26 de julio de 2015).
Reflexión 
Nuestra vida transcurre entre momentos de paz y de angustia, de alegría y de lágrimas, de bonanza y de necesidad. Una tendencia común es acordarse de Dios sólo en los momentos difíciles cuando necesitamos algo. Sin embargo, Dios nos espera con los brazos abiertos en todo momento, en cualquier circunstancia.

Busquemos acercarnos a Él no sólo en el dolor sino también en la paz y la alegría de cada día para agradecerle lo que tenemos o simplemente para compartir con Él pequeños momentos de amistad y de cariño, como lo hacemos con un hermano o con un padre. No reduzcamos nuestro trato con Dios a simples peticiones. Dios quiere concedernos lo que le pedimos pues conoce nuestras necesidades, pero además de esto, quiere estar con nosotros, simplemente estar con nosotros dialogando de las pequeñas cosas que nos ocurren cada día.

Propósito
Antes de acostarme agradecer a Dios con una pequeña oración el día que nos ha regalado y pedirle fuerzas para vivir cristianamente el día siguiente.

Oración con Cristo
Señor Jesús, que cuando te busque no sea sólo para pedirte por mis necesidades inmediatas sino porque quiera estar contigo como un amigo. Enséñame a apreciar tu compañía y a buscarte en todos los momentos de mi vida. Que sepa prescindir de mis planes y cálculos humanos para abandonarme confiadamente en tus manos y dejarme guiar por tu providencia hasta el cielo, mi destino último.


Si tienes afecto desordenado a los bienes presentes, perderás los del cielo... No puedes llenarte con ningún bien temporal, porque no fuiste creado solamente para gozarlos.(Tomás de Kempis. La imitación de Cristo Libro III, Capítulo 16)


Preguntas o comentarios al autor   Víctor Alejandro Ramírez

IMÁGENES DE JESÚS EUCARISTÍA













LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: LUNES 11 DE ABRIL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Abril 11



Cuando tienes hambre, te hayas molesto mientras no satisfaces tu apetito; ¿no sientes que algunas veces tu espíritu también está hambriento?

Claro está que si tu cuerpo se alimenta de pan y carne, tu espíritu tiene su alimento propio, que será la verdad y el bien; piensa y detente a sentir las necesidades de tu espíritu.

Cuando tu cuerpo se halla cansado, agotadas las fuerzas, también te sientes bien; pero no estará de más el caer en la cuenta de que, en otras ocasiones es tu espíritu el que puede sentir el cansancio, el agotamiento, la desilusión, el descontento de ti mismo, cuando has llegado a comprobar que no eres lo bueno que deberías ser.
Te propongo esta sencilla oración: "Señor, haz que si siento hambre y sed y cansancio, no los sienta en mi espíritu; que siempre te busque a ti, que eres capaz de calmar todas mis ansias"
El hambre de Dios no es menos inquietante que el hambre de pan; son muchos los que sacian su apetito, pero viven inquietos por el hambre de Dios. “Enviaré hambre sobre el país, no hambre de pan ni sed de agua, sino de escuchar la Palabra del Señor. Entonces vagarán de mar a mar, irán de norte a este, andarán errantes buscando la Palabra del Señor, pero no la encontrarán. (Am 8,11-12). ¿No estarás llamado tú a ofrecer esa Palabra?


* P. Alfonso Milagro

ME AMAS??


¿Me amas?



Parece que este capítulo 21 de san Juan es un añadido posterior, hecho por el mismo autor, aunque algunos dicen pertenecer a algún discípulo. El hecho es que con el capítulo 20 termina propiamente el evangelio diciendo que muchas más cosas podría decir sobre los hechos y dichos de Jesús. Una de esas cosas es este capítulo 21 en que cuenta cómo Jesús se aparece a unos pocos apóstoles y en que lo más importante es la designación clara de Jesús para que Pedro fuera el responsable principal de la Iglesia. Es posible que, al morir san Pedro y quedar como único superviviente de los apóstoles san Juan, algunos creyeran que éste sería el principal responsable en la Iglesia. El evangelista acentúa la designación de Pedro por parte de Jesús, y por lo tanto se legitimaba la responsabilidad en el sucesor de Pedro.

Eran siete los apóstoles que se ponen a trabajar aquella noche ante la insinuación de Pedro. Pero no pescan nada. Por la mañana, a lo lejos, aparece una persona a quien no reconocen y que les pregunta por la pesca. Ante la negativa les sugiere echar la red a la derecha y ellos obedecen. La pesca milagrosa es casi como un premio a esa confianza en el desconocido. San Juan es quien primero se da cuenta que “es el Señor”. Esto sí nos hace reflexionar en algo importante que sucede en la Iglesia. No es el mayor quien tiene más autoridad o quien tiene más ciencia, sino quien tiene más amor. A veces pueden coincidir, otras no. De hecho los que aman mucho a Dios tienen un sentido especial para discernir las cosas espirituales y discernir también los acontecimientos materiales a la luz de Dios. En grado sublime se debe a la actuación de los dones del Espíritu Santo. Podríamos constatarlo en la historia de la Iglesia.

Aquella pesca milagrosa se parece a la otra pesca en que Jesús llamó a Pedro y otros compañeros para ser “pescadores de hombres”. Entonces parecía todo como más natural en su entorno; Ahora está todo como envuelto en un manto de misterio: es el ambiente de la Resurrección. En ese mismo lugar Jesús va a dar a San Pedro esa misión de reafirmar en la fe a sus hermanos. Podría haberle rechazado después de las tres negaciones; pero Jesús es fiel a lo prometido, ve el arrepentimiento y confía en su discípulo que tiene lo principal, que es el amor.

Para ello le hace un examen sobre el amor. Por tres veces le va a preguntar si le ama. Hay una diferencia entre el “amar”, según lo pregunta Jesús, y el “querer” con lo que responde san Pedro. En nuestra lengua no hay prácticamente diferencia. En el original (el griego) el “amar” de Jesús, que lo usa dos veces, tiene un sentido religioso de fidelidad en el servicio. San Pedro es humilde y le responde con el “querer”, que es el término de amistad. Jesús le sigue la corriente y a la tercera vez le dice el mismo término de “querer”, a lo que san Pedro con humildad, recordando las tres negaciones, ni se atreve a responder directamente, sino que lo deja al conocimiento del Señor.

Jesús entonces le confiere la gran dignidad o responsabilidad de velar por toda la Iglesia por medio del símbolo del pastor y las ovejas. Era algo muy propio de los orientales realizar las grandes acciones por medio de símbolos. Jesús le confiere la responsabilidad sobre las ovejas y los corderos, entendiendo por ello como los fieles y los que tienen una misión de dirigir una parcela de la Iglesia. En todo ello hay una gran dosis de amor. Jesús en ese momento, de una manera sublime, al mismo tiempo está perdonando y nos está diciendo a nosotros, que quizá nos hemos apartado de Dios por los pecados, que si uno se arrepiente, no sólo recibe la gracia fundamental, sino que recibe todas las gracias y dones espirituales que tenía antes.

Hay un dato curioso: Dice el evangelio que los apóstoles como que querían preguntarle a Jesús: ¿Quién eres? Pero no se lo preguntaban porque sabían que era Él. En la vida espiritual sabemos que vamos guiados por Cristo. No le vemos; pero cuanto más espíritu tengamos, más cierto sabemos que Él está con nosotros.


* P. Silverio Velasco
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