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viernes, 11 de febrero de 2022

HOY CELEBRAMOS A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, 11 DE FEBRERO



NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

11 DE FEBRERO - EWTN


😇 11 DE FEBRERO | El 11 de febrero de 1858 Bernardita, su hermana y otra niña iban al campo a buscar leña seca, cerca de una gruta. Mientras se sacaba los zapatos para cruzar el rio, Bernardita escuchó de pronto un ruido fuerte proveniente de la gruta cercana. Ella se acercó a ver lo que pasaba y vio a la figura de una mujer envuelta en una luz resplandeciente iluminando la roca, vestida con un traje blanco, una cinta azul en la cintura, un largo velo y dos rosas doradas sobre los pies. En sus manos sostenía un rosario. Bernardita, sobrecogida en el corazón por lo que veía, se puso a rezar el Rosario. También se le apareció el 14 y el 18 de febrero pidiéndole que regresara a la gruta durante quince días seguidos. Durante la aparición del 23, la Virgen le pidió que le dijera a las autoridades eclesiásticas su deseo de que se eleve ahí un santuario, a donde los peregrinos pudiesen acudir.

Bernardita le comentó a un sacerdote, y este le pidió que le preguntara a la Señora cuál era su nombre, y que le diera un signo para confirmar quien era ella realmente. Al día siguiente un rosal blanco brotó entre las piedras de la gruta.

El 25 de marzo, la Virgen volvió a aparecerse a Bernardita, levantó los ojos al cielo, juntó las manos en oración y le dijo a la niña: “Soy la Inmaculada Concepción”. La pequeña fue corriendo a contarle lo sucedido al párroco, quien se sorprende con su respuesta pues Bernardita era una niña sin mayor conocimiento sobre la religión católica.

PAPA FRANCISCO EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DE LOURDES: MADRE, AYÚDANOS A SER COMUNIDAD



Papa Francisco en Fiesta de la Virgen de Lourdes: ¡Madre, ayúdanos a ser comunidad!

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

 Foto: Vatican Media



Con ocasión de la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes que se celebra cada año el 11 de febrero, el Papa Francisco envió un videomensaje en el que invitó a pedir a la Virgen María que “nos ayude a ser comunidad”.

“Le pedimos a la Virgen que nos ayude a ser comunidad. ¡Madre, ayúdanos a ser comunidad!, para que salgamos al encuentro como comunidad. El encuentro siempre es abrirse a otros, lo contrario del encuentro es cerrar el corazón. ¡Madre, que no tengamos el corazón cerrado!, porque el egoísmo es una polilla que come por dentro el corazón”, señaló el Santo Padre.

En esta línea, el Papa se dirigió a los fieles presentes en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia para celebrar esta importante fiesta anual y destacó que las personas han acudido “como peregrinando con el alma y pidiendo a la Virgen una gracia muy grande: Madre, ayúdanos a ser una comunidad que sale al encuentro de todos”.

Por ello, el Santo Padre alentó a acudir a la Virgen María y rezar: “Ayúdanos a ser comunidad que sale al encuentro de todos, para salir a encontrar a los demás, pero también para salir a dejarse encontrar”.

En este sentido, el Papa explicó que “el encuentro es mutuo, el encuentro no es una limosna, es jugarse por un estilo, es caminar juntos, escaparse de ‘lo solitario’ y del aislamiento para estar junto a los demás, con los amigos, con la familia, con el Pueblo de Dios, todos juntos rezando delante de la Virgen”.

Finalmente, el Santo Padre expresó su cercanía espiritual a las personas presentes en esta celebración del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes y aseguró sus oraciones mientras que les pidió por favor rezar por él

“Les mando mi bendición, que Jesús los bendiga mucho, y que la Virgen los acompañe de la mano. ¡Buena fiesta!”, concluyó el Papa en el video mensaje.

Previamente, durante la Audiencia General del miércoles 9 de febrero el Papa recordó que este 11 de febrero la Iglesia Católica celebra la memoria de la Virgen de Lourdes y animó a cada uno a “imitar a la Virgen Santa en su plena disponibilidad a la voluntad divina”.

“Que su ejemplo y su intercesión sean un estímulo para fortalecer su testimonio del Evangelio”, pidió en aquella ocasión.


Santuario de Lourdes

El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, es el destino de millones de peregrinos, sobre todo la gruta en la que la Virgen María se apareció a Santa Bernardette Soubirus en 1858.

Los fieles tienen especial devoción a la Virgen María y al agua de Lourdes. Todo comenzó el 25 de febrero de 1858 cuando la Nuestra Señora le dijo a Santa Bernardette: “ve a beber y a lavarse en la fuente” una invitación “para todos los peregrinos hasta el día de hoy”.

“El agua de Lourdes no debe confundirse con agua bendita. Es un agua normal, ligeramente calcárea y comparable a cualquier otra agua de manantiales cercanos” que no tiene virtud térmica o propiedad específica, sino que “es completamente independiente del río Gave de Pau y se conduce por unos canales hacia unos depósitos para alimentar los diferentes grifos y piscinas”, describe la web oficial del Santuario.

Al día de hoy, existen innumerables milagros que están vinculados al uso del agua luego de ocurridas las apariciones de la Virgen María desde 1858.  

“Aparentemente el medio más frecuente de las curaciones es el empleo del agua de la fuente, ya sea en aplicación directa, tomándola o bañándose en ella. La Iglesia Católica especifica que Dios cura a través de los elementos naturales y los sacramentos, con la ayuda de la Virgen María y la oración de los cristianos”.

Por su parte, Santa Bernardette Soubirous dijo en una ocasión: “esta agua es considerada como un medicamento... pero tienes que guardar la fe y orar: ¡esta agua no podría hacer nada sin fe!”.

En esta línea, San Juan Pablo II instituyó hace 30 años la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo  en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. 

VIRGEN DE LOURDES, RUEGA POR NOSOTROS!!! 11 DE FEBRERO - IMÁGENES Y ORACIONES




 

jueves, 3 de febrero de 2022

ORACIONES PARA LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, DEL 2 AL 10 DE FEBRERO



Novena a Nuestra Señora de Lourdes

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad 

(2 al 10 de febrero)


Por: Devocionario católico | Fuente: www.devocionario.com



Tiempo atrás apenas era conocida en el mundo una población situada en la falda de los Pirineos; nadie la nombraba, permaneciendo en la oscuridad del olvido y entre las nieves que coronan sus montañas.

Pero ¡qué cambio más asombroso se ha verificado! Hoy su nombre corre de boca en boca, ha traspasado los montes, ha salvado las distancias, y es pronunciado con entusiasmo y amor en América como en Europa, en África como en Asia, y en la dilatada Oceanía, y singularmente en Filipinas. ¿Qué prodigio se ha obrado?

Era el once de febrero de mil ochocientos cincuenta y ocho, cuando una sencilla y humilde niña, por nombre Bernardita, al intentar pasar el Gave que corre al oeste de Lourdes para recoger, como su hermana María y otra amiga de ésta, un poco de leña, entre las sinuosidades de las rocas de Massabielle, oyó un ruido como de suave brisa, que lentamente agitaba las ramas de los árboles. Levanta su vista, y sus ojos no distinguen objeto alguno; se reproduce la agitación en las ramas y vuelve a mirar; a sus ojos aparece entonces una visión celestial. Una Señora rodeada de una claridad que brilla más que el sol, pero que ni daña ni ofusca como éste, sino que por el contrario atrae y admira; una Señora de incomparable hermosura, cubierta con un velo blanquísimo, mas que la nieve que se halla en la cima de las próximas colinas, y ceñida con un cinturón azul. Los pies de tan admirable hermosura descansan en la roca, rozando ligeramente el ramaje de un rosal silvestre, dejando ver sobre cada uno de ellos una rosa de oro. Sus manos cruzadas tenían un rosario, cuyas cuentas de alabastro, engarzadas con cadena de oro, se deslizaban entre sus dedos, guardando, sin embargo, un silencio misterioso. Los ojos de la excelsa Señora se habían fijado llenos de benignidad en la niña, que se hallaba asombrada, extasiada y como fuera de sí. Aquella hizo la señal de la cruz, y la niña entonces tomando su rosario, empezó a rezarlo, durando la visión celestial hasta que lo terminó; y concluido, la celestial Aparición volvió a la eterna morada, de donde había venido, dejando en pos de sí un rayo luminoso, que al poco tiempo también se desvaneció.




ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, a mí me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, cumplir la penitencia que me fuere impuesta y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos. Os ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.

Rezar la oración del día correspondiente 

DÍA PRIMERO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. Reina Inmaculada que, apareciendo personalmente cual majestuosa Señora en la gruta de Lourdes, honrasteis con vuestra benigna mirada y con la comunicación de vuestros secretos a la pobre y enfermiza Bernardita, tanto menos estimada de los hombres por la falta de toda cultura, cuanto más acepta a Vos por el candor de su inocencia y el fervor de su devoción; obtened para nosotros la gracia de que, poniendo siempre nuestra gloria en hacernos gratos al Señor con una vida enteramente conforme a nuestros deberes, nos hagamos al mismo tiempo merecedores siempre de vuestras especiales bendiciones. Amén

Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén.    


DÍA SEGUNDO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, escogida por Dios para ser Madre de Jesús, Tesorera de las divinas gracias, refugio y abogada de los pecadores! Postrado humildemente a vuestros pies os suplico seáis mi guía y salud en este valle de lágrimas, porque nada puedo ni debo hacer sin Vos. Alcanzadme de vuestro divino hijo el perdón de mis pecados, la perseverancia en el bien y la salvación de mi alma, para ser eternamente feliz y dichoso en vuestra dulce compañía en las mansiones da la gloria. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA TERCERO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y Madre mía, vida y esperanza de los huérfanos, áncora de los náufragos, salud de los enfermos y consuelo de los que agonizan y mueren! ¡Oh Madre mía! Después de Dios, Tú eres y serás. mi única esperanza en las tentaciones y peligros, en la vida y en la hora de mi muerte. No me dejes, ¡oh María! Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA CUARTO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen purísima de Lourdes, vida de mi alma, alivio de mis penas, suavidad y dulzura de mis aflicciones! A las puertas de vuestro corazón, ¡oh Madre mía!, llama este pecador enfermo, cuyo dolor, en este momento, es tan grande como sus pecados; compadeceos de él, no le desechéis, miradle con ojos de compasión. Sanadle, como Jesús a los leprosos. Curadme para que alabe a Dios eternamente. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA QUINTO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y Reina de los ángeles, en cuyos ojos centellea la fe que abrasa vuestro espíritu! Enseñadme a creer; pero a creer obrando, porque la fe sin obras es muerta; y llenos de creyentes, que no obraron conforme a sus creencias, están los calabozos del infierno. Ayudadme a creer la palabra divina y a obrar como Dios y la Iglesia me mandan creer y obrar; pues la fe es luz y antorcha que ilumina mi alma y la conduce por la senda de la eterna bienaventuranza. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA SEXTO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y Virgen de las vírgenes, azucena candidísima, tórtola inmaculada, paloma sin hiel! Vos, que fuisteis concebida sin pecado; Vos, que tanto amáis la castidad y tanto queréis a vuestros hijos, tened compasión de mí y libradme de esta ponzoñosa concupiscencia que me sumerge en un mar de pecados. Alcanzadme de vuestro Hijo la gracia de la castidad para vivir en la tierra como los ángeles del cielo. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA SÉPTIMO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y soberana Emperatriz de los cielos, que, por amor a la pobreza, os sujetasteis a todas las privaciones y escaseces de los pobres de espíritu!, enseñadme a despreciar las demasías y regalos, e inspiradme amor y compasión a los pobres para conseguir con la limosna el reino de los cielos. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA OCTAVO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, ejemplar sublime de obediencia, que hacíéndoos esclava del Señor y humillándoos hasta vivir sin propia voluntad, merecisteis os llamasen bendita todas las generaciones! Enseñadme y ayudadme, como a la niña Bernardita, a ser obediente hasta la muerte, porque la obediencia es mejor que los sacrificios, y el que sigue obedeciendo a Dios conseguirá llegar hasta el cielo. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA NOVENO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, Reina de los mártires y consuelo de los afligidos! Por la heroica paciencia que resplandeció en todos los actos de vuestra vida mortal, desde Belén al Calvario, desde la Profecía de Simeón hasta que os arrancaron de los brazos el cadáver ensangrentado de vuestro divino Hijo, tened misericordia de mí y ayudadme a sobrellevar con cristiana resignación el peso de las cruces que el Señor tenga a bien enviarme, para labrar mi eterna felicidad en la gloria y vivir en vuestra dulce compañía por todos los siglos. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 

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