¿QUÉ ES EL ADVIENTO?








ADVIENTO 2024

El tiempo de Adviento 2024 va del domingo 1 de diciembre al martes 24 de diciembre. Te ofrecemos la guía de lecturas bíblicas y las respectivas oraciones para cada uno de los cuatro domingos de este tiempo litúrgico.

Primer Domingo de Adviento: 1 de diciembre de 2024
Segundo Domingo de Adviento: 8 de diciembre de 2024
Tercer Domingo de Adviento: 15 de diciembre de 2024
Cuarto Domingo de Adviento: 22 de diciembre de 2024



¿Qué es el Adviento?
La Iglesia Católica propone, antes del 25 de diciembre, fiesta de la Natividad del Señor, un tiempo de preparación espiritual que abarca cuatro domingos. Este tiempo se llama Adviento, que quiere decir “venida”. Durante este tiempo litúrgico nos unimos a la Virgen María en su espera de su Hijo Jesús, que ya lleva en su seno.




Corona de Adviento 2024, ¿en qué orden se encienden las velas?
La Corona de Adviento nos acompaña durante este tiempo, pues cada domingo encendemos una de sus cuatro velas, conforme al siguiente calendario:

Primer vela de la Corona de Adviento (Morada) se enciende el 1º Domingo de Adviento, que este año es el 1 de diciembre.

Segunda vela de la Corona de Adviento (Morada) se enciende el 2º Domingo de Adviento, que este año es el 8 de diciembre.

Tercera vela de la Corona de Adviento (Rosa) se enciende el 3º Domingo de Adviento, que este año es el 15 de diciembre.

Cuarta vela de la Corona de Adviento (Morada) se enciende el 4º Domingo de Adviento, que este año es el 22 de diciembre.

Quinta vela de la Corona de Adviento (Blanca) se enciende la tarde-noche del 24 de diciembre.




Las lecturas bíblicas del Adviento 2024
En la Misa de cada uno de los domingos de Adviento, el contenido de las lecturas nos ayuda a prepararnos para la gran solemnidad de la Navidad. Estas son las lecturas del Evangelio correspondientes a cada uno de los domingos de Adviento 2024.


Primer Domingo de Adviento 2024: 
1 de diciembre (Lc 21, 25-28. 34-36)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación. Estén alerta, para que los vicios, con el libertinaje, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre”. Palabra de Dios.


Segundo Domingo de Adviento 2024: 8 de diciembre (Lc 3, 1-6)
En el año décimo quinto del reinado del César Tiberio, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes, tetrarca de Galilea; su hermano Filipo, tetrarca de las regiones de Iturea y Traconítide; y Lisanias, tetrarca de Abilene; bajo el pontificado de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino la palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías. Entonces comenzó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las predicciones del profeta Isaías:

Ha resonado una voz en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
hagan rectos sus senderos.
Todo valle será rellenado,
toda montaña y colina, rebajada;
lo tortuoso se hará derecho,
los caminos ásperos serán allanados
y todos los hombres verán la salvación de Dios. Palabra del Señor.


Tercer Domingo de Adviento 2024: 15 de diciembre (Lc 3, 10-18)
En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: “¿Qué debemos hacer?” Él contestó: “Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo”.

También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: “Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?” Él les decía: “No cobren más de lo establecido”. Unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?” Él les dijo: “No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario”.

Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.

Con éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la buena nueva. Palabra del Señor.


Cuarto Domingo de Adviento 2024: 22 de diciembre (Lc 1, 39-45)
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”. Palabra del Señor





Oraciones para cada domingo de Adviento 2024
Oración para el Primer Domingo de Adviento 2024:
 1 de diciembre

Señor Jesús, en este Primer Domingo de Adviento, venimos ante Ti con un corazón contrito y humillado, pues somos conscientes de nuestra pequeñez. En medio de la angustia y el miedo que nos rodea, confiamos en Tu promesa de liberación. Ayúdanos, pues, a mantenernos vigilantes y firmes en nuestra fe, alejados de los vicios y preocupaciones que nos desvían de Ti. Fortalece nuestra oración continua para que, cuando llegue el día, podamos encontrarnos dignos ante Tu gloriosa presencia. Amén.



Oración para el Segundo Domingo de Adviento 2024: 8 de diciembre

Señor Jesús, en este Segundo Domingo de Adviento, queremos seguir preparándonos para recibirte. Con humildad, te pedimos que nos ayudes a preparar el camino para Tu llegada, haciendo rectos “nuestros senderos” y llenando “nuestros valles” de amor. Que “nuestras montañas” de orgullo sean rebajadas y “nuestras colinas” de egoísmo sean transformadas en humildad. Permítenos allanar los caminos ásperos con tu gracia y hacer que lo tortuoso se enderece con tu verdad. Que, al hacerlo, podamos experimentar y mostrar a todos la salvación que Tú nos ofreces. Amén.



Oración para el Tercer Domingo de Adviento 2024: 15 de diciembre

Señor Jesús, en este Tercer Domingo de Adviento, venimos ante Ti con el corazón dispuesto a vivir según Tu voluntad, para recibirte. Ayúdanos a compartir generosamente con aquellos que tienen necesidad, a actuar con justicia y honestidad en nuestras responsabilidades diarias, y a no ser codiciosos ni injustos. Que podamos prepararnos para Tu venida con un corazón humilde, reconociendo que sólo Tú, Señor Jesús, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.



Oración para el Cuarto Domingo de Adviento 2024: 22 de diciembre

Señor Jesús, en este Cuarto Domingo de Adviento, te alabamos por el encuentro lleno de gozo entre tu mamita María y tu tía Isabel. Te pedimos que nos llenes del Espíritu Santo y nos concedas la misma alegría y gratitud por Tu presencia en nuestras vidas. Que podamos vivir en plena confianza en Tus promesas y ser testigos de Tu amor y Tu gracia. Prepáranos, en esta última semana de Adviento, para recibirte con un corazón puro, para que podamos experimentar la alegría de Tu salvación. Amén.







































¿QUÉ ES EL ADVIENTO?

El Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico católico. Este año 2022, comenzará el domingo 27 de noviembre y el último domingo de Adviento será el 18 de diciembre.

El adviento es el primer periodo del año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo. Su duración puede variar de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos a la festividad de Navidad. Los fieles lo consideran un tiempo de reflexión y de perdón.

Durante el adviento, se coloca en las iglesias y también en algunos hogares una corona de ramas de pino, llamada corona de adviento, con cuatro velas, una por cada domingo de adviento. Hay una pequeña tradición de adviento: a cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana, por ejemplo: la primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.  


Adviento significa venida. Este tiempo nos prepara para la venida del Señor. La venida de Cristo al mundo se realiza en un triple plan:

PASADO: venida histórica a Palestina,

PRESENTE: venida sacramental, hoy,

FUTURO: venida gloriosa al fin del mundo.


Cristo está viniendo hoy y aquí, a nosotros, dentro de nosotros. Nos está haciendo concorpóreos suyos, solidarios de su persona y de su misterio redentor. Mediante el don de su palabra y de la eucaristía, Cristo se graba en nosotros. Nos hace su cuerpo. Su venida gloriosa al final de los tiempos no será otra cosa que la revelación de las venidas que ahora realiza en nosotros. Hay continuidad real entre su venida actual y su venida gloriosa. Exactamente igual como la semilla se prolonga en el fruto. Esta es la verdad de fe más grandiosa. Quien quiera encontrarse con el Cristo viviente, debe penetrar en el misterio de su presencia, a través de la liturgia. Es necesario que el cristiano tenga mirada interior. El adviento es radicalmente cercanía y presencia del Señor.



  LOS GRANDES TESTIGOS DEL ADVIENTO

Son tres: El profeta Isaías, Juan el Bautista y la Virgen María.

Isaías anuncia cómo será el Mesías que vendrá. Sacude la conciencia del pueblo para crear en él actitud de espera. Exige pureza de corazón.

Juan el Bautista señala quién es el Mesías, que ya ha venido. Él mismo es modelo de austeridad y de ardiente espera.

María es la figura clave del adviento. En ella culmina la espera de Israel. Es la más fiel acogedora de la palabra hecha carne. La recibe en su seno y en su corazón. Ella le prestó su vida y su sangre. María es Jesús comenzado. Ella hizo posible la primera navidad y es modelo y cauce para todas las venidas de Dios a los hombres. María, por su fidelidad, es tipo y madre de la Iglesia.




LAS ACTITUDES FUNDAMENTALES DEL ADVIENTO

1. Actitud de espera. El mundo necesita de Dios. La humanidad está desencantada y desamparada. Las aspiraciones modernas de paz y de dicha, de unidad, de comunidad, son terreno preparado para la buena nueva. El adviento nos ayuda a comprender mejor el corazón del hombre y su tendencia insaciable de felicidad.

2. El retorno a Dios. La experiencia de frustración, de contingencia, de ambigüedad, de cautividad, de pérdida de la libertad exterior e interior de los hombres de hoy, puede suscitar la sed de Dios, y la necesidad de «subir a Jerusalén» como lugar de la morada de Dios, según los salmos de este tiempo. La infidelidad a Dios destruye al pueblo. Su fidelidad hace su verdadera historia e identidad. El adviento nos ayuda a conocer mejor a Dios y su amor al mundo. Nos da conocimiento interno de Cristo, que siendo rico por nosotros se hace pobre.

3. La conversión. Con Cristo, el reino está cerca dentro de nosotros. La voz del Bautista es el clamor del adviento: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios ... » (Is 40,3-5). El adviento nos enseña a hacernos presentes en la historia de la salvación de los ambientes, a entender el amor como salida de nosotros mismos y la solidaridad plena con los que sufren.

4. Jesús es el Mesías. Será el liberador del hombre entero. Luchará contra todo el mal y lo vencerá no por la violencia, sino por el camino de una victimación de amor. La salvación pasa por el encuentro personal con Cristo.

5. Gozo y alegría. El reino de Cristo no es sólo algo social y externo, sino interior y profundo. La venida del Mesías constituye el anuncio del gran gozo para el pueblo, de una alegría que conmueve hasta los mismos cielos cuando el pecador se arrepiente. El adviento nos enseña a conocer que Cristo, y su pascua, es la fiesta segura y definitiva de la nueva humanidad.





































































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