ORACIÓN SOBRE EL HIJO
Hoy te invoco a Ti, María, Madre,
para hablarte de mi niño.
Y tomo la palabra yo, la madre,
segura de que aún sin palabras nos entenderíamos.
Mírame al corazón y deja que mire al tuyo.
Ambos están llenos del mismo misterio de gozo:
hemos tenido un hijo;
un hijo tuyo para que el mío de saltos de alegría
cuando se lo encuentre;
un hijo mío para que se una al grupo
de todos los niños que se acercaron a Jesús.
No quiero que le pidas que lo siente a su derecha o a su izquierda,
pero sí que me lo tengas de su mano.
Y para eso, María, Madre,
vamos a llevárselo de la nuestra, de la tuya y de la mía, enseñándole con ternura a dar los primeros pasos en la fe.
Luego, que tu hijo Jesús le lleve a su paso por los caminos del Evangelio. Amén.
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