La Puerta de la Amistad...
La puerta de mi amistad
está por siempre abierta, en la misma medida, tanto para aquellos
hermanos que me odian, como para aquellos que me aman. Consideraré a
quien se crea mi enemigo como mi verdadero hermano divino, oculto tras
el velo del malentendimiento.
Desgarraré ese velo con la daga del amor, de forma que al ver él mi disposición humilde, comprensiva y magnánima, no pueda ya desdeñar mis expresiones de buena voluntad. Me apiadaré de los demás tal como me apiado de mí mismo. Ganaré mi propia salvación sirviendo a mis semejantes.
(Paramahansa Yogananda)
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