No menosprecies a nadie
Autor: Tiberio López Fernández
Una nena, diariamente, va y vuelve caminando a la escuela.
A pesar del mal tiempo de aquella mañana y de las nubes que se estaban formando, ella hace su camino diario.
Con el pasar del tiempo, los vientos aumentaron junto a rayos y truenos.
La madre pensó que su hija podría tener mucho miedo en el camino de vuelta, pues ella misma estaba asustada con los rayos y truenos.
Preocupada, la madre rápidamente entro en su auto
y se dirigió por el camino en dirección a la escuela.
En el camino ella vio a su hija caminando, y notó, que a cada relámpago, la
niña paraba, miraba hacia arriba y Sonreía !!!.
Otro y otro trueno y en cada uno, ella paraba, miraba hacia arriba y Sonreía!!!
Finalmente, la niña entro en el auto y la madre curiosa le fue preguntando:
-" Que estabas haciendo?"
La niña respondió:
-"Sonriendo! Dios no para de sacar fotos mías!!"
Dejemos que toda inocencia florezca en nuestros corazones para que podamos ver la bella y real felicidad que está en los momentos de simplicidad...
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