domingo, 28 de julio de 2024

LA ETERNIDAD



La Eternidad


Estamos acostumbrados a escuchar la palabra eternidad y a decirla sin inmutarnos. Pero son pocos, o casi ninguno, quienes piensan y reflexionan en lo que ella significa.

 

Y si pensamos que tanto el Cielo como el Infierno son eternos, entonces nos daremos cuenta de que es necesario meditar frecuentemente en esta palabra, en su significado, porque nos tocará a nosotros muy de cerca, pues según sea nuestra conducta en este mundo, mereceremos la eternidad, de gozo en el Cielo, o de horror en el infierno.

 

Es para volverse locos el pensar un momento y hacerse la idea de que acabamos de morir y el Juez eterno nos juzga y nos encuentra faltos de amor, y pronuncia la sentencia de condenación eterna. Pongámonos en ese lugar y en ese momento, en que nuestra alma haya sido juzgada por Dios y condenada. ¡Qué terrible locura! Ya hay sabor a desesperación eterna.

 

Y nosotros ahora tan tranquilamente viviendo en pecado mortal, con gran peligro de merecer la eternidad de espanto.

 

Realmente es lo que dijo Jesús desde la Cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Ni lo que hacen ni lo que dicen. Porque los hombres no pensamos en las pocas cosas que sabemos, y vamos como distraídos por la vida, hasta que llega la muerte y el Juicio, y allí mismo se decide nuestra eternidad. ¡Qué locura!

 

Entonces, meditemos, a partir de hoy, en esta palabra: “eternidad”, y veremos cómo de a poco vamos dando a cada cosa la importancia que merece, y contemplaremos la vida y los acontecimientos de la vida como los contempla Dios.

 

También, cuando estemos tristes o desanimados, pensemos en la eternidad de gozo que nos espera si somos fieles a Dios. Una felicidad que no acabará jamás, mientras Dios sea Dios. Esto será de gran consuelo y nos ayudará a sobrellevar las pruebas y dolores de la vida. 

COMPARTIR EL PAN


 

Compartir el pan


Ningún evangelista ha subrayado tanto como Juan el carácter eucarístico de la «multiplicación de los panes». Su relato evoca claramente la celebración eucarística de las primeras comunidades. Para los primeros creyentes, la eucaristía no era solo el recuerdo de la muerte y resurrección del Señor. Era, al mismo tiempo, una «vivencia anticipada de la fraternidad del reino».

 

Durante muchos años hemos insistido tanto en la dimensión sacrificial de la eucaristía que podemos olvidar otros aspectos de la cena del Señor. Quizá hoy tengamos que recordar con más fuerza que esta cena es signo de la comunión y fraternidad que hemos de cuidar entre nosotros y que alcanzará su verdadera plenitud en la consumación del reino. La eucaristía tendría que ser para los creyentes una invitación constante a vivir compartiendo lo nuestro con los necesitados, aunque sea poco, aunque solo sean «cinco panes y dos peces».

 

La eucaristía nos obliga a preguntarnos qué relaciones existen entre aquellos que la celebramos, pues, siendo «signo de comunión fraterna», se convierte en burla cuando en ella participamos todos, los que viven satisfechos en su bienestar y quienes pasan necesidad, los que se aprovechan de los demás y los marginados, sin que la celebración parezca cuestionar seriamente a nadie.

 

A veces nos preocupa si el celebrante ha pronunciado las palabras prescritas en el ritual. Hacemos problema de si hay que comulgar en la boca o en la mano. Y, mientras tanto, no parece preocuparnos tanto la celebración de una eucaristía que no es signo de verdadera fraternidad ni impulso para buscarla.

 

Y, sin embargo, hay algo que aparece claro en la tradición de la Iglesia: «Cuando falta la fraternidad, sobra la eucaristía» (Luis González Carvajal). Cuando no hay justicia, cuando no se vive de manera solidaria, cuando no se trabaja por cambiar las cosas, cuando no se ve esfuerzo por compartir los problemas de los que sufren, la celebración eucarística queda vacía de sentido.

 

Con esto no se quiere decir que solo cuando se viva entre nosotros una fraternidad verdadera podremos celebrar la eucaristía. No tenemos que esperar a que desaparezca la última injusticia para poder celebrarla. Pero tampoco podemos seguir celebrándola sin que nos impulse a comprometernos por un mundo más justo.

 

El pan de la eucaristía nos alimenta para el amor y no para el egoísmo. Nos impulsa a ir creando una mayor comunicación y solidaridad, y no un mundo en el que nos desentendamos unos de otros.

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José Antonio Pagola

CATÓLICOS Y OTROS RESPONDEN A LA BURLA CONTRA LA ÚLTIMA CENA EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024



Católicos y otros responden a la burla contra la Última Cena en los Juegos Olímpicos de París 2024

Walter Sánchez Silva


Una parodia de la Última Cena, liderada por drag queens, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024 ha suscitado una ola de reacciones de indignación.

En un comunicado publicado este sábado 27 de julio, la Conferencia Episcopal Francesa criticó las “escenas de escarnio y burla contra el cristianismo, que deploramos profundamente”.

“Agradecemos a las personas de otros credos religiosos que han expresado su solidaridad. Esta mañana, pensamos en todos los cristianos de todos los continentes que han sido heridos por el ultraje y la provocación de algunas escenas”, señalaron los obispos de Francia.

Javier Tebas Medrano, presidente de La Liga, como se conoce a la liga profesional de fútbol de España, se refirió a la blasfemia como algo “inaceptable, irrespetuoso, infame! Usar la imagen de la Última Cena en los Juegos Olímpicos de París es un insulto para los que somos cristianos. ¿Dónde queda el respeto por las creencias religiosas?”.

El Arzobispo de Santiago de Chile, Mons. Fernando Chomali, expresó en X su dolor y decepción por “la parodia grotesca de lo más sagrado que tenemos los católicos, la eucaristía”.

“La intolerancia de los ‘tolerantes’ no tiene límite. Así no se construye una sociedad fraterna. Fuimos testigos del nihilismo en su máxima expresión”, lamentó.

“Lamentable espectáculo ayer en Paris. Blasfemo y repudiable. Aunque Jesús nos lo advirtió, no hay derecho a ofender sentimientos tan hondos de nuestra fe católica”, afirmó en X Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina.

Uno de los prelados más conocidos en la Iglesia Católica en Estados Unidos y Obispo de Winona Rochester en Minnesota, Mons. Robert Barron, alentó a los católicos a “hacer que sus voces se escuchen” en respuesta a lo que llamó una “burla grosera contra la Última Cena”.

En una publicación en X (antes Twitter), Mons. Barron dijo que el acto blasfemo fue una muestra emblemática de “una sociedad posmoderna profundamente secularizada” que identifica al cristianismo como su enemigo.

Fray Nelson Medina, conocido sacerdote dominico colombiano que realiza un vasto apostolado en redes sociales, señaló “que no verá ni una escena de los Juegos Olímpicos. Qué asco lo que han hecho burlándose del Señor Jesucristo y de su máxima donación de amor. Y es que son cobardes: con Mahoma no se meterían. #JuegosOlímpicosParís2024”.

Por su parte y en desagravio a la blasfemia, el Obispo de Madison, Mons. Donald Hying, animó inmediatamente a los católicos a “ayunar y rezar, renovar nuestra devoción a la Eucaristía, al Sagrado Corazón y a la Virgen María”.

“Que Jesús sea adorado y amado en cada tabernáculo en todo el mundo”, señaló el prelado en una publicación en X, en la que agradeció a Dios por la Eucaristía, la Ultima Cena y su “amor por nosotros”.

El sacerdote español Juan Manuel Góngora, que en X es seguido por más de 76 mil personas, reaccionó a la burla con una cita de J.R.R. Tolkien, el famoso escritor católico de la saga de El Señor de los Anillos: “El mal no puede crear nada nuevo, solo corromper o arruinar lo que las fuerzas del bien han inventado o construido”.

El Obispo de Brownsville (Texas), Mons. Daniel Flores, también reaccionó velozmente y señaló: “Mi vocabulario no es lo suficientemente amplio como para encontrar una palabra para nombrar lo que siento en la boca del estómago”, añadiendo que los cristianos “merecen más respeto”.

Los sentimientos de Mons. Flores también tuvieron eco en algunos no cristianos. “Incluso como judío, me enfurece este insulto escandaloso a Jesús y a la cristiandad”, afirmó el Dr. Eli David, quien lamentó además que la ceremonia de inauguración ha mostrado que Europa está “muriendo culturalmente”.

El P. Francisco Javier Bronchalo, de la diócesis española de Getafe y autor de varios libros, lamentó que “hoy París 2024 ha empezado riéndose en la cara de millones de personas. Ridiculizan lo sagrado para hacer daño. Es claro que la gran defensora que planta cara al mal es la Iglesia Católica. Por eso los ataques son cada vez más diabólicos”.

El hombre más rico del mundo, Elon Musk, también dijo que el espectáculo fue “tremendamente irrespetuosos para los cristianos”.

El senador católico estadounidense Marco Rubio también respondió a lo que consideró un “freak show” (espectáculo de fenómenos), citando el pasaje bíblico Judas 1, 18: “En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías”.

La diputada francesa en el Parlamento Europeo, Marion Maréchal, nieta del famoso líder de la derecha Jean Marie Le-Pen, se dirigió en X “a todos los cristianos que se han sentido insultados por esta parodia drag queen de la Última Cena: sepan que no es Francia la que está hablando” en la inauguración “sino una minoría de izquierda lista para cualquier provocación”. 

IMÁGENES Y GIFS DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA A LOS CIELOS - 15 DE AGOSTO












EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 28 DE JULIO DE 2024


 Domingo 17 (B) del tiempo ordinario

Domingo 28 de julio de 2024



1ª Lectura (2Re 4,42-44): En aquellos días, uno de Baal-Salisá vino a traer al profeta Eliseo el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo dijo: «Dáselos a la gente, que coman». El criado replicó: «¿Qué hago yo con esto para cien personas?». Eliseo insistió: «Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará». Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.



Salmo responsorial: 144

R/. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas.


Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente.


El Señor es justo en todos sus caminos, cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.

2ª Lectura (Ef 4,1-6): Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.

Versículo antes del Evangelio (Lc 7,16): Aleluya. Un gran profeta se ha levantado entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo. Aleluya.

Texto del Evangelio (Jn 6,1-15): En aquel tiempo, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia Él mucha gente, dice a Felipe: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?». Se lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».

Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Éste es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo.



«Mucha gente le seguía»

Rev. D. Pere CALMELL i Turet

(Barcelona, España)

Hoy, podemos contemplar cómo se forja en nuestro interior tanto el amor humano como el amor sobrenatural, ya que tenemos un mismo corazón para amar a Dios y a los otros.


Generalmente, el amor va abriéndose paso en el corazón humano cuando se descubre el atractivo del otro: su simpatía, su bondad. Es el caso del «muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces» (Jn 6,9). Da a Jesús todo lo que lleva, los panes y los peces, porque se ha dejado conquistar por el atractivo de Jesús. ¿He descubierto el atractivo del Señor?


A continuación, el enamoramiento, fruto de sentirse correspondido. Dice que «mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos» (Jn 6,2). Jesús les escuchaba, les hacía caso, porque sabía lo que necesitaban.


Jesucristo siente un poderoso atractivo por mí y quiere mi realización humana y sobrenatural. Me ama tal como soy, con mis miserias, porque pido perdón y, con su ayuda, sigo esforzándome.


«Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo» (Jn 6,15). Les dirá al día siguiente: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado» (Jn 6,26). Escribe san Agustín: «¡Cuántos hay que buscan a Jesús, guiados solamente por intereses temporales! (...) Apenas se busca a Jesús por Jesús».


La plenitud del amor es el amor de donación; cuando se busca el bien del amado, sin esperar nada a cambio, aunque sea al precio del sacrificio personal.


Hoy, yo le puedo decir: «Señor, que nos haces participar del milagro de la Eucaristía: te pedimos que no te escondas, que vivas con nosotros, que te veamos, que te toquemos, que te sintamos, que queramos estar siempre a tu lado, que seas el Rey de nuestras vidas y de nuestros trabajos» (San Josemaría).

FELIZ 28 DEJULIO - IMÁGENES DE PERÚ

 









domingo, 21 de julio de 2024

REFLEJO DE TUS ACCIONES

 



Reflejo de tus acciones


Conducía camino a mi casa durante una noche lluviosa; delante de mi iba otro automóvil que constantemente me deslumbraba con una luz proveniente de la parte de  atrás del automóvil.

Me molesté pues a demás de la lluvia y el estado de la  carretera tenía que lidiar con el destello que aquel automóvil me reflejaba.

Pensé que algún niño travieso llevaba algún artefacto luminoso e iba jugando por la carretera.

Más adelante llegamos a un semáforo donde un poco molesto me coloqué al lado de  aquel automóvil, cuando se abrió la ventana del otro auto y el conductor me dijo:

 - "Disculpe, pero su luz izquierda está desprendida Debería repararla o puede  tener algún accidente". Me di cuenta entonces que el reflejo era producto de mi luz averiada . Esto me hizo reflexionar mucho sobre lo que pensamos de los demás.

A veces una  actitud negativa o mala de otras personas, puede no ser mas que el reflejo de  nuestras acciones en aquella persona.

Comprendí entonces las palabras de Jesús  de tratar a los demás como quisiéramos ser tratados, y servir como si fuéramos  los últimos para así ser los primeros.

Mantén la paz con tus amigos y compañeros, y antes de criticar o juzgar, mira tu  corazón y piensa si aquello no es el resultado de tus acciones para con aquella persona Y recuerda no juzgar pues con la misma medida serás juzgado, deja el juicio y a Dios, que ES MISERICORDIOSO, lento para enojarse y generoso para perdonar.

ORACIÓN AL DIVINO NIÑO JESÚS



ORACIÓN AL DIVINO NIÑO JESÚS


«En tus manos, Divino Niño, pongo mis preocupaciones y temores.

Divino Niño, guíame en el camino de la fe.

Que tu amor, Divino Niño, llene mi corazón.

Divino Niño, renueva mi esperanza cada día.

Bendice a mi familia, Divino Niño, y mantenla unida en tu amor» 

DESCANSO RENOVADOR - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 21 DE JULIO DE 2024



 Descanso renovador


Es gozoso para un creyente encontrarse con un Jesús que sabe comprender las necesidades más hondas del ser humano. Por eso se nos llena el alma de alegría al escuchar la invitación que dirige a sus discípulos: «Venid a un sitio tranquilo a descansar un poco».

 

Los hombres necesitamos «hacer fiesta». Y quizá hoy más que nunca. Sometidos a un ritmo de trabajo inflexible, esclavos de ocupaciones y tareas a veces agotadoras, necesitamos ese descanso que nos ayude a liberarnos de la tensión, el desgaste y la fatiga acumulada a lo largo de los días.

 

El hombre contemporáneo ha terminado con frecuencia por ser un esclavo de la productividad. Tanto en los países socialistas como en los capitalistas, el valor de la vida se ha reducido en la práctica a producción, eficacia y rendimiento laboral. Según el teólogo Harvey Cox, el hombre actual «ha comprado la prosperidad al precio de un vertiginoso empobrecimiento en sus elementos vitales». Lo cierto es que todos corremos el riesgo de olvidar el valor último de la vida para ahogarnos en el activismo, el trabajo y la producción.

 

La sociedad industrial nos ha hecho más laboriosos, mejor organizados, más eficaces, pero, mientras tanto, son muchos los que tienen la impresión de que la vida se les escapa tristemente de entre las manos. Por eso el descanso no puede ser solo la «pausa» necesaria para reponer nuestras energías agotadas o la «válvula de escape» que nos libera de las tensiones acumuladas, para volver con nuevas fuerzas al trabajo de siempre.

 

El descanso nos tendría que ayudar a regenerar todo nuestro ser descubriéndonos dimensiones nuevas de nuestra existencia. La fiesta nos ha de recordar que la vida no es solo esfuerzo y trabajo agotador. El ser humano está hecho también para disfrutar, para jugar, para gozar de la amistad, para orar, para agradecer, para adorar... No hemos de olvidar que, por encima de luchas y rivalidades, todos estamos llamados ya desde ahora a disfrutar como hermanos de una fiesta que un día será definitiva.

 

Tenemos que aprender a «hacer vacaciones» de otra manera. No se trata de obsesionarnos con «pasarlo bien» a toda costa, sino de saber disfrutar con sencillez y agradecimiento de los amigos, la familia, la naturaleza, el silencio, el juego, la música, el amor, la belleza, la convivencia. No se trata de vaciarnos en la superficialidad de unos días vividos de manera alocada, sino de recuperar la armonía interior, cuidar más las raíces de nuestra vida, encontrarnos con nosotros mismos, disfrutar de la amistad y el amor de las personas, «gozar de Dios» a través de la creación entera. Y no olvidemos algo importante. Solo tenemos derecho al descanso y la fiesta si nos cansamos diariamente en el esfuerzo por construir una sociedad más humana y feliz para todos.

 P. José Antonio Pagola 

PAPA FRANCISCO: QUE PAPÁ Y MAMÁ COMPARTAN TIEMPO CON LOS HIJOS Y NO CAIGAN EN LA DICTADURA DEL HACER



Papa Francisco: Que papá y mamá compartan tiempo con los hijos y no caigan en “la dictadura del hacer”

Walter Sánchez Silva

21 de julio de 2024


El Papa Francisco alentó a que, en las familias, papá y mamá puedan compartir tiempo con los hijos para hacer crecer el amor; y advirtió del peligro del activismo, de la posibilidad de caer en “la dictadura del hacer”.

Así lo indicó el Santo Padre en su reflexión antes del rezo del Ángelus este domingo 21 de julio, bajo el radiante sol romano y ante miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro, con quienes reflexionó sobre el Evangelio de hoy (Mc 6,30-34) en el que Jesús tiene compasión por los discípulos y los invita a descansar.

El Papa Francisco advirtió que, en la vida cotidiana, “el entusiasmo por llevar adelante la misión o el trabajo, así como el papel y las tareas que nos son confiadas nos hacen víctimas del activismo, y esto es una cosa fea: tan preocupados por las cosas que hacer y por los resultados”.

“Es una advertencia importante para nuestra vida, para nuestra sociedad a menudo prisionera de la prisa, pero también para la Iglesia y para el servicio pastoral: hermanos, hermanas, ¡estemos atentos a la dictadura del hacer!”, continuó.

El Papa Francisco refirió que “esto puede suceder por necesidad, también en las familias, cuando por ejemplo el papá, para ganarse el pan, se ve obligado a ausentarse por el trabajo, teniendo así que sacrificar el tiempo que dedica a la familia. Con frecuencia sale rápido en la mañana, cuando los niños todavía están durmiendo, y vuelve tarde en la noche, cuando ya están acostados”.

“Y esta es una injusticia social: en las familias papá y mamá deberían tener el tiempo para compartir con los hijos, para hacer crecer este amor familiar y no caer en la dictadura del hacer”, lamentó.

El Papa Francisco remarcó asimismo que “el descanso propuesto por Jesús no es una fuga del mundo” y preció que “solo si aprendemos a descansar podemos tener compasión”.

“De hecho, es posible tener una mirada de compasión, que sabe reconocer las necesidades del prójimo, solamente si nuestro corazón no está consumado por el ansia del hacer, si sabemos detenernos y, en el silencio de la adoración, recibir la gracia de Dios”.


Las preguntas del Papa Francisco para ti este domingo 21 de julio

Por lo tanto, continuó el Santo Padre, “podemos preguntarnos: ¿se detenerme durante mis jornadas? ¿Se tomarme un momento para estar conmigo mismo y con el Señor, o estoy siempre sumido en la prisa de las cosas por hacer?”.

“¿Sabemos encontrar un poco de 'desierto' interior en medio al ruido y a las actividades de cada día?”, cuestionó.

Para concluir, el Papa Francisco rogó para que “la Virgen Santa nos ayude a ‘descansar en el Espíritu’ también en medio de todas las actividades cotidianas, y a ser disponibles y compasivos para con los otros”. 

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 21 DE JULIO DE 2024



 Domingo 16 (B) del tiempo ordinario

Domingo 21 de julio de 2024



1ª Lectura (Jer 23,1-6): Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño —oráculo del Señor. Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: «A los pastores que pastorean mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones —oráculo del Señor. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países adonde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen; ya no temerán ni se espantarán, y ninguna se perderá —oráculo del Señor. Mirad que llegan días —oráculo del Señor— en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: El-Señor-nuestra-justicia».



Salmo responsorial: 22

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.


Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.


Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.


Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

2ª Lectura (Ef 2,13-18): Hermanos: Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.

Versículo antes del Evangelio (Jn 10,27): Aleluya. Mis ovejas oyen mi voz, dice el Señor, y yo las conozco y me siguen. Aleluya.

Texto del Evangelio (Mc 6,30-34): En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.



«Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco»

Rev. D. David AMADO i Fernández

(Barcelona, España)


Hoy, el Evangelio nos invita a descubrir la importancia de descansar en el Señor. Los Apóstoles regresaban de la misión que Jesús les había dado. Habían expulsado demonios, curado enfermos y predicado el Evangelio. Estaban cansados y Jesús les dice «venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31).


Una de las tentaciones a las que puede sucumbir cualquier cristiano es la de querer hacer muchas cosas descuidando el trato con el Señor. El Catecismo recuerda que, a la hora de hacer oración, uno de los peligros más grandes es pensar que hay otras cosas más urgentes y, de esa forma, se acaba descuidando el trato con Dios. Por eso, Jesús, a sus Apóstoles, que han trabajado mucho, que están agotados y eufóricos porque todo les ha ido bien, les dice que tienen que descansar. Y, señala el Evangelio «se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario» (Mc 6,32). Para poder rezar bien se necesitan, al menos dos cosas: la primera es estar con Jesús, porque es la persona con la que vamos a hablar. Asegurarnos de que estamos con Él. Por eso todo rato de oración empieza, generalmente, y es lo más difícil, con un acto de presencia de Dios. Tomar conciencia de que estamos con Él. Y la segunda es la necesaria soledad. Si queremos hablar con alguien, tener una conversación íntima y profunda, escogemos la soledad.


San Pedro Julián Eymard recomendaba descansar en Jesús después de comulgar. Y advertía del peligro de llenar la acción de gracias con muchas palabras dichas de memoria. Decía, que después de recibir el Cuerpo de Cristo, lo mejor era estar un rato en silencio, para reponer fuerzas y dejando que Jesús nos hable en el silencio de nuestro corazón. A veces, mejor que explicarle a Él nuestros proyectos es conveniente que Jesús nos instruya y anime.

FELIZ DOMINGO!!!!




 

domingo, 14 de julio de 2024

LAS TRES AVEMARÍAS



Las tres Avemarías

Preocupada la religiosa benedictina que luego fue Santa Matilde por el buen fin de su vida, rogó insistentemente a la Virgen Santísima "que la asistiera a la hora de la muerte"; y acogiendo benignamente su súplica, la Madre de Dios se manifestó a la implorante, diciéndole: 

"Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías, conmemorando, en la primera, el Poder recibido del Padre Eterno; en la segunda, la Sabiduría con que me adornó el Hijo; y, en la tercera, el Amor de que me colmó el Espíritu Santo".

Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.

La práctica de esta devoción no puede ser ni más fácil, ni más breve. Fácil es, porque se concreta a rezar todos los días tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a que use de ellos en auxilio nuestro.

 

Modo de practicar esta devoción:

Todos los días, rezar lo siguiente:

¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal!

1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno (rezar un Avemaría).

2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo (rezar un Avemaría).

3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo (rezar un Avemaría).

Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".

Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".

 

María renueva su promesa de protección:

Cuando Sor María Villani, religiosa dominica (siglo XVI), rezaba un día las tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen estas estimulantes palabras: "No sólo alcanzarás las gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser especial protectora tuya y de cuantos como tú practiquen esta devoción"

También dijo la Santísima Virgen: “La devoción de las tres Avemarías siempre me fue muy grata... No dejéis de rezarlas y de hacerlas rezar cuanto podáis. Cada día tendréis pruebas de su eficacia...”

 

¿Cómo se reza el Avemaría?

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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(Sitio Santísima Virgen)

  

5 SANTOS CON ESCAPULARIO







 

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