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martes, 18 de enero de 2022
martes, 11 de enero de 2022
MAMÁ ASEGURA QUE SU HIJO RECIBIÓ UN MILAGRO TRAS ENCUENTRO CON EL PAPA FRANCISCO
Mamá asegura que su hijo recibió un “milagro” tras encuentro con el Papa
Redacción ACI Prensa
Crédito: Vatican Media
Fue uno de los momentos virales en el Vaticano del año 2021: Un niño con vestimenta deportiva, lentes y una mascarilla que se acercó espontáneamente a saludar al Papa Francisco en medio de una audiencia general.
Sin embargo, hay más detalles de este encuentro imprevisto del mes de octubre: El niño de 10 años sufría de epilepsia y autismo; su salud había empeorado de forma tan grave que los médicos temían que pudiera tener un tumor cerebral.
Paolo Bonavita estaba en Roma ese día para hacerse exámenes médicos. Su madre, Elsa Morra, le dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que tras la audiencia papal siguió una inexplicable mejora en la condición de su hijo.
“Es un milagro. Es un milagro, para nosotros, para mi familia”, dijo.
Al comienzo de la audiencia transmitida en vivo el 20 de octubre, Bonavita subió inesperadamente los escalones hacia el Papa en el Salón Pablo VI del Vaticano.
“Paolo no tuvo fuerzas para subir. De hecho, cuando Paolo baja las escaleras necesita un apoyo, una mano o un pasamanos, pero ese día pudo subir solo. Tropezó un poco, dos o tres veces, pero enseguida tuvo el instinto de volver a levantarse. El Señor estaba con él ese día, muy cerca, le había dado la mano, estoy convencida”, contó Elsa.
Cuando Paolo se acercó a Francisco, el Papa sonrió y estrechó la mano del niño.
El Papa también saludó a su madre. Le tomó la mano y dijo: “¡Signora, forza! (¡Señora, fuerza!) Lo imposible no existe para ti. Estaré cerca de ti en la oración. Sigue adelante. Has hecho tanto por tu hijo. Eres una súper mamá”.
El colaborador de la Prefectura de la Casa Pontificia, Mons. Leonardo Sapienza, que se sienta a la derecha del Papa en las audiencias generales, se levantó y cedió su asiento a Bonavita. Los peregrinos aplaudieron y Paolo se unió a ellos, aplaudiendo con entusiasmo.
Luego, el lector de la lengua española se acercó sonriendo y pronunció el pasaje de la Biblia, mientras que el pequeño se puso nuevamente de pie, fue hacia el Papa, le tomó los brazos y saltó frente a él.
Poco después, el niño comenzó a señalar con la mano el solideo -gorro blanco- del Papa.
Cuando tocó el turno al lector de lengua portuguesa, el pequeño se acercó a él, lo tomó de la mano y lo llevó hacia el Papa, por lo que las personas presentes aplaudieron nuevamente, mientras que el pequeño volvió a señalar el solideo del Papa.
Finalmente, el pequeño recibió un solideo blanco que se puso en la cabeza y regresó a sentarse a su lugar con sus familiares.
Cuando el Papa inició su catequesis retomó en forma espontánea el episodio y señaló “me acordé de lo que dijo Jesús sobre la espontaneidad y la libertad de los niños, cuando este niño tuvo la libertad de acercarse y moverse como si estuviera en su casa... Y Jesús nos dice: ‘También ustedes, si no se comportan como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos’”.
En esta línea, el Santo Padre alentó a tener “la valentía de acercarse al Señor, de abrirse al Señor, de no tener miedo del Señor”.
“Agradezco a este niño la lección que nos ha dado a todos. Y que el Señor le ayude en su limitación, en su crecimiento porque ha dado este testimonio que le salió del corazón. Los niños no tienen un traductor automático del corazón a la vida: el corazón sigue adelante”.
Resultados médicos sorprendentes
Elsa recibió una llamada telefónica la noche de ese día, 20 de octubre, para pedirle que llevara a Paolo a realizar pruebas al día siguiente en su ciudad natal de Bari.
A los médicos les preocupaba que Paolo tuviera niveles muy altos de prolactina, una proteína segregada por la glándula pituitaria, que puede aumentar después de los ataques epilépticos.
La madre y el niño asistieron a la cita el 21 de octubre. Tres días después, un médico llamó a Elsa para decirle que el nivel de prolactina de Paolo había caído de un máximo de 157 a 106, aunque los médicos no sabían cómo ni por qué.
La madre dijo que ella y Paolo regresaron a Roma el 5 de noviembre para hacer más pruebas.
“En dos semanas [el nivel de prolactina de Paolo] bajó a 26, que son otros 80 puntos menos”, explicó.
También registró un aumento en el nivel de hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno por todo el cuerpo, lo que es fundamental para Paolo, ya que sufre un trastorno sanguíneo llamado talasemia.
Elsa dijo que los médicos pudieron descartar la hipótesis de que Paolo padecía un tumor o esclerosis, una cicatriz en el cerebro.
La noticia fue un gran alivio para la madre, a quien le preocupaba que su hijo no pudiera soportar una cirugía. Temía que una operación llevara a Paolo a ser confinado a una silla de ruedas o incluso a la muerte.
Hablando con CBS News en noviembre pasado, se le preguntó a Elsa qué le gustaría decirle al Papa Francisco después de la reunión que le cambió la vida a su hijo.
“Gracias por el milagro”, dijo.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
domingo, 9 de enero de 2022
EL BAUTISMO DEL SEÑOR, 9 DE ENERO DE 2022
BAUTISMO DEL SEÑOR
Esta fiesta, con la cual se cierra el tiempo litúrgico de Navidad, es como un desdoblamiento de las fiesta del Domingo pasado: se continúa con el mismo tema de las grandes manifestaciones (Epifanías) del Señor...
Esta fiesta, con la cual se cierra el tiempo litúrgico de Navidad, es como un desdoblamiento de las fiesta del Domingo pasado: se continúa con el mismo tema de las grandes manifestaciones (Epifanías) del Señor...
Hay una diferencia importante entre los dos bautismos:
el de Juan: con agua, exterior, signo de arrepentimiento para el perdón de los pecados.
el de JESÚS: con Espíritu Santo, renovación interior que nos hace "partícipes de la naturaleza divina.
"No soy digno ni siquiera de desatar la correa de su sandalia..." trabajo reservado al más inútil de los esclavos... Juan destaca la infinita distancia entre él y Jesús...
¿Porqué entonces Jesús se hace bautizar por Juan? [es una escena tan impresionante, que podría resultar incomprensible, y hasta escandalosa]…
Pero admitámoslo, y descubramos nuevamente él "modo" que Dios emplea para salvarnos: hoy se pone en la fila de los pecadores, y aunque no lo necesitaba, se somete también a un bautismo de penitencia... Se ha hecho semejante a nosotros en todo, y por eso no se avergüenza de colocarse en la fila de aquellos que se preparaban para la llegada del Reino de Dios... así como tampoco se avergonzó de nosotros cuando tomó sobre sí todos nuestros pecados, y subió a la Cruz como si fuese un delincuente...
+ Pero el bautismo que recibió Jesús fue muy "especial": ciertos hechos nos indican que con Él comienza un nuevo bautismo:
El cielo abierto (ya nunca más cerrado por los pecados, como hasta este momento) Es decir, comienza una nueva etapa de relación entre Dios y los hombres: el Cielo viene a nosotros, y nosotros vamos allá: viene con Cristo y el Espíritu Santo. Llega todo, porque Dios mismo viene, y Él será para nosotros y nos dará todo. Estamos frente al comienzo de una nueva humanidad, divinizada.
En la proposición que San Marcos hace en su Ev. el Padre no "presenta" a su Hijo (Éste es mi Hijo amado), sino que se dirige a Él (Tú eres mi Hijo...): Cristo nos representa a todos, que desde ese momento pasamos a ser hijos amados, complacencia del Padre... Cuando somos bautizados, esta vocación eterna se verifica efectivamente, verdaderamente: somos una nueva creación. Por lo tanto, nuestra dignidad, nuestra gloria, y nuestro compromiso pasa por VIVIR NUESTRO BAUTISMO...
"Éste es mi Hijo" (Evang.)… "Éste es el servidor sufriente" (Iª lect.)…
Sigamos a Cristo por la Cruz a la Luz.
Amén
ORACIONES PARA LOS VIERNES DEL MES DE ENERO - SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
PRIMER VIERNES DEL MES DE ENERO
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús habla a su sierva Margarita María de Alacoque, y en ella a los herederos de su vocación y de su espíritu, los Hijos de los Sagrados Corazones:
“No encontrarás, hija mía, un padre que, lleno de amor por su hijo único, le haya dado las pruebas de cariño que Yo te he dado a ti del mío…Tú serás un dichoso compuesto de mi amor y de mis misericordias, pues te he elegido como un paraíso de descanso en la tierra…!Oh, no imaginas cuánto gozo en sentirme Señor de tu alma y Soberano de tu corazón. El mío divino, al apoderarse del tuyo, te dará una paz que nadie podrá arrebatarte.”
ORACIÓN
Ofrecimiento del alma al Divino Corazón de Jesús.
¡Oh Corazón Sagrado¡, yo me entrego a Ti y te consagro mi entendimiento, memoria y voluntad, deseando que todo cuanto haga y padezca sea por tu gloria; que todo cuanto vea y oiga me lleve a amarte; que todas mis palabras sean otros tantos actos de adoración y de alabanza; te suplico, Corazón adorable, me concedas que en todas las aspiraciones te llame a Ti y te atraiga a mi conciencia enferma, y que en cada respiración te ofrezca como divina ofrenda al Eterno Padre, para darle gracias por todo lo que debo a su largueza.
¡Oh Corazón lleno de bondad, a quien pertenezco, de quien dependo y por quien vivo¡ Abrásame, poséeme, transfórmame en Ti; haz que todos mis movimientos y esfuerzos sean para estrecharte más y más contigo, y protesto que prefiero sufrir mil muerte antes que separarme de Ti o herirte con la menor infidelidad.
(Santa Margarita María de Alacoque)
PRIMERA PROMESA:
“A los amantes de mi Sagrado Corazón les daré abundantes gracias, propias de su estado”.
En homenaje de gratitud por esta promesa, y para pedir su realización en nosotros, recitamos las letanías al Sagrado Corazón de Jesús.
LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros
Jesucristo óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
(A todas las invocaciones que siguen se responde: “Ten piedad de nosotros”)
Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno,
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
Corazón de Jesús, al Verbo de Dios substancialmente unido,
Corazón de Jesús, de majestad infinita,
Corazón de Jesús, Templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo,
Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo,
Corazón de Jesús, Horno ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor,
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes,
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en que están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
Corazón de Jesús, en que mora toda la plenitud de la divinidad,
Corazón de Jesús, en que el Padre se agradó,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos nosotros hemos recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Corazón de Jesús, paciente y muy misericordioso,
Corazón de Jesús, liberal con todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, colmado de oprobios,
Corazón de Jesús, desgarrado por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, con lanza traspasado,
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan,
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,
Corazón de Jesús, delicias de todos los Santos,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón.
R.- Haz nuestro corazón conforme al tuyo.
Oremos: Oh Dios todopoderoso y eterno: mira el Corazón de tu amantísimo Hijo y las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa; y concede aplacado el perdón a éstos que piden tu misericordia en el nombre de tu mismo Hijo Jesucristo. Quien contigo vive y reina en los siglos de los siglos. Amén.
Un Padrenuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.
Una Palabra de Santa Margarita María de Alacoque a sus asociados: Entrad en el Corazón Divino de Jesús como en un horno de caridad, para purificarte ahí de todas las manchas, y para morir, en ese altar, a vuestra vida imperfecta y de pecado... Su gracia te hará revivir y su amor te transformará en Jesús, pero acércate íntimamente a su Corazón.
ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN
Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para siempre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.
Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.
Haz también de mi corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén
Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)
Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.
San José, Ruega por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
EL PAPA FRANCISCO ALIENTA A NO DESCUIDAR LA ORACIÓN, QUE NOS ABRE EL CIELO
El Papa Francisco alienta a no descuidar la oración, que nos “abre el cielo”
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
Crédito: Vatican Media.
En su mensaje previo al rezo del Ángelus en la Fiesta del Bautismo del Señor, ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco alentó a que “no descuidemos la oración”, pues nos “abre el cielo”.
El Santo Padre señaló que “el Evangelio de la liturgia de hoy nos muestra la escena con la que comienza la vida pública de Jesús: Él, que es el Hijo de Dios y el Mesías, va a la orilla del río Jordán y es bautizado por Juan el Bautista”.
Después de 30 años de vida oculta, indicó el Papa, “Jesús no se presenta con algún milagro o tomando la silla para enseñar. Se alinea con las personas que iban a recibir el Bautismo de Juan”.
“El himno litúrgico de hoy dice que la gente fue humildemente a ser bautizada con el alma desnuda y los pies descalzos”, señaló, y destacó que es una “actitud hermosa”.
El Papa Francisco resaltó que Jesús “no se eleva por encima de nosotros, sino que desciende hacia nosotros, con el alma desnuda, con los pies descalzos, como la gente. No va solo, ni con un grupo de elegidos privilegiados, no, va con el pueblo. Pertenece a ese pueblo y va con el pueblo a ser bautizado, con ese pueblo humilde”.
Luego, el Santo Padre pidió detenerse “en un punto importante: en el momento en que Jesús recibe el Bautismo, el texto dice que ‘estaba en oración’”.
“Nos hace bien contemplar esto: Jesús reza. ¿Pero cómo? ¿Él, que es el Señor, el Hijo de Dios, ora como nosotros? Sí, Jesús - repiten muchas veces los Evangelios - pasa mucho tiempo en oración: al comienzo de cada día, muchas veces por la noche, antes de tomar decisiones importantes”.
“Su oración es un diálogo, una relación con el Padre. Así, en el Evangelio de hoy podemos ver los ‘dos movimientos’ de la vida de Jesús: por un lado desciende hacia nosotros, a las aguas del Jordán; por otro lado, eleva la mirada y el corazón mientras reza al Padre”, destacó.
Para el Papa, esta “es una gran lección para nosotros: todos estamos inmersos en los problemas de la vida y en muchas situaciones intrincadas, llamados a enfrentar momentos difíciles y elecciones que nos derriban”.
“Pero, si no queremos ser aplastados, tenemos que levantar todo. Y esto es precisamente lo que hace la oración”.
La oración, continuó, “no es un escape, la oración no es un rito mágico ni una repetición de cánticos aprendidos de memoria. No. Orar es la manera de dejar que Dios actúe en nosotros, de captar lo que quiere comunicarnos incluso en las situaciones más difíciles”.
“La oración nos ayuda porque nos une a Dios, nos abre al encuentro con Él. Sí, la oración es la llave que abre nuestro corazón al Señor. Es dialogar con Dios, es escuchar su Palabra, es adorar: estar en silencio confiándole lo que vivimos”, expresó.
“Y a veces también es clamar a Él como Job, desahogarse con Él. Gritar como Job. Es Padre, nos comprende bien. Nunca se enoja con nosotros. Y Jesús reza”, añadió.
El Papa Francisco indicó que “la oración - para usar una hermosa imagen del Evangelio de hoy - ‘abre el cielo’. La oración abre el cielo: da oxígeno a la vida, da aliento incluso en medio de los problemas y hace que las cosas se vean más ampliamente”.
“Sobre todo, nos permite tener la misma experiencia que Jesús en el Jordán: nos hace sentir hijos amados por el Padre”, dijo.
El ser hijos de Dios, indicó, “comenzó el día del Bautismo, que nos sumergió en Cristo y, como miembros del pueblo de Dios, nos convirtió en hijos amados del Padre”.
El Santo Padre alentó también a “recordar la fecha de nuestro Bautismo, porque es nuestro renacimiento, el momento en el que nos convertimos en hijos de Dios con Jesús”.
Al finalizar su mensaje, el Papa Francisco animó a los fieles a preguntarse: “¿cómo va mi oración? ¿Rezo por costumbre, rezo de mala gana, solo recitando fórmulas, o mi oración es un encuentro con Dios? ¿Soy un pecador, siempre entre el pueblo de Dios, nunca aislado? ¿Cultivo la intimidad con Dios, dialogo con Él, escucho su palabra?”.
“Entre las muchas cosas que hacemos durante el día, no descuidemos la oración: dediquemos tiempo a ella, usemos invocaciones breves para repetirlas con frecuencia, leamos el Evangelio todos los días. La oración que abre el cielo”, exhortó.
¿PARA QUÉ CREER? - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 9 DE ENERO DE 2022 - EL BAUTISMO DE JESÚS
¿PARA QUÉ CREER?
Son bastantes los hombres y mujeres que un día fueron bautizados por sus padres y hoy no sabrían definir exactamente cuál es su postura ante la fe. Quizá la primera pregunta que surge en su interior es muy sencilla: ¿para qué creer? ¿Cambia algo la vida por creer o no creer? ¿Sirve la fe realmente para algo?
Estas preguntas nacen de su propia experiencia. Son personas que poco a poco han arrinconado a Dios de su vida. Hoy Dios no cuenta en absoluto para ellas a la hora de orientar y dar sentido a su existencia.
Casi sin darse cuenta, un ateísmo práctico se ha ido instalando en el fondo de su ser. No les preocupa que Dios exista o deje de existir. Todo eso les parece un problema extraño que es mejor dejar de lado para asentar la vida sobre bases más realistas.
Dios no les dice nada. Se han acostumbrado a vivir sin él. No experimentan nostalgia o vacío alguno por su ausencia. Han abandonado la fe y todo marcha en su vida tan bien o mejor que antes. ¿Para qué creer?
Esta pregunta solo es posible cuando uno «ha sido bautizado con agua», pero no ha descubierto qué significa «ser bautizado con el Espíritu de Jesucristo». Cuando uno sigue pensando erróneamente que tener fe es creer una serie de cosas enormemente extrañas que nada tienen que ver con la vida, y no conoce todavía la experiencia viva de Dios.
Encontrarse con Dios significa sabernos acogidos por él en medio de la soledad; sentirnos consolados en el dolor y la depresión; reconocernos perdonados del pecado y la mediocridad; sentirnos fortalecidos en la impotencia y caducidad; vernos impulsados a amar y crear vida en medio de la fragilidad.
¿Para qué creer? Para vivir la vida con más plenitud; para situarlo todo en su verdadera perspectiva y dimensión; para vivir incluso los acontecimientos más triviales e insignificantes con más profundidad.
¿Para qué creer? Para atrevernos a ser humanos hasta el final; para no ahogar nuestro deseo de vida hasta el infinito; para defender nuestra libertad sin rendir nuestro ser a cualquier ídolo; para permanecer abiertos a todo el amor, la verdad, la ternura que hay en nosotros. Para no perder nunca la esperanza en el ser humano ni en la vida.
Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (3,15-16.21-22)