viernes, 16 de febrero de 2018

EL SENTIDO DE LA VIDA


El sentido de la vida




La vida es nuestro máximo valor y, a la vez, nuestro máximo problema. Tememos perderla; nos angustia la muerte física. Pero hay otra muerte más sutil que nos envuelve: no encontrarle sentido a la vida. ¿Es exagerado decir que el hombre de hoy ya no sabe a dónde va ni para qué vive? Vive nadando entre el placer y la comodidad... pero insatisfecho: no experimenta la alegría de vivir.

Santa Paula tuvo en Roma una juventud rodeada de lujos. Se casó muy bien. Continuó en el matrimonio aquella vida de esplendor y bienestar. Sentía asco de los pobres. Pero, un día, entró también en su palacio la tristeza y el luto. Paula perdió a su marido. Pasó varios días encerrada en su dolor. Cuando dejó su retiro, estaba transformada. Había encontrado a Cristo. Reapareció vestida con sencillez. Las puertas del palacio se abrieron a todos los pobres y enfermos. Andaba presurosa por Roma, en dirección al barrio de los pobres. Lavaba a los enfermos sus heridas purulentas. A los niños les limpiaba las cabezas llenas de parásitos. Antes de morir dejó, por testamento,  todos sus bienes a los pobres.

El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás. encuentra su madurez y plenitud. “Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada”.



* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 16 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
16 de Febrero



Jesús es taxativo al enunciarnos las condiciones requeridas por él para los que quieran seguirlo. La negación de sí mismo es el principio de todo lo demás; tenemos que desaparecer; es decir no tener tanto en cuenta nuestros gustos, pareceres e inclinaciones, para seguir más bien lo que agrada a Jesús: la salvación del hombre y todo el mundo.

En segundo lugar Jesús no exige tomar nuestra cruz y que eso lo hagamos no una vez por todas, sino "cada día", porque cada día se nos presentan cien oportunidades de sufrimiento, de negación propia, de contrariar nuestro modo de ser, para que al desaparecer nosotros, vaya apareciendo más y más Jesús con su vida y su espíritu.


* P. Alfonso Milagro

CUARESMA: OPORTUNIDAD PARA LIBRAR LA BATALLA ESPIRITUAL Y VENCER AL DEMONIO


Cuaresma: oportunidad para librar la batalla espiritual y vencer al demonio
La Cuaresma nos presenta una excelente oportunidad de fortalecernos para poder seguir luchando contra la corriente en la batalla espiritual


Por: Padre James Farfaglia | Fuente: Catholic Exchange // Píldoras de Fe 




Todos los autos o camiones traen en el compartimiento de la guantera un programa de mantenimiento. Cambiar el aceite de motor, rotar y balancear las llantas, y el resto de los chequeos del motor mantienen el vehículo en excelentes condiciones.

El miércoles de ceniza comenzamos una de los tiempos con más prácticas del año litúrgico Católico.

La Cuaresma nos brinda la oportunidad de abrir nuestro programa de mantenimiento personal y observarnos profundamente mientras hacemos nuestro viaje hacia la vida eterna.


Cuaresma: batalla continua contra el pecado
La vida espiritual no es una empresa fácil debido a nuestra naturaleza humana que se encuentra herida. Es verdad que el Bautismo lava nuestro pecado original, pero realmente no tenemos el control completo de nosotros mismos.

San Pablo lo describe esta continua batalla de manera brillante. El plantea esta lucha como un batalla interna (Romanos 7,14-25), un tesoro en una vasija de barro (2 Corintios 4,7-18), y un aguijón para la carne (2 Corintios 12,7-10)


Debido al pecado original, una fuerza interior nos llevara siempre hacia la dirección equivocada. Es necesario un continuo esfuerzo para controlar los movimientos internos de nuestro ego y permitir que la presencia de la gracia tome el control de nuestros pensamientos, deseos y acciones.

La batalla espiritual es como nadar en un río contra la corriente. Si nos continuamos bregando o nos agarramos de una roca, la corriente nos arrastrara en la dirección opuesta.


Cuaresma: tiempo de oportunidades
La Cuaresma nos presenta una excelente oportunidad de fortalecernos para que podamos seguir luchando contra la corriente.

Una Cuaresma fructífera requiere que desarrollemos un serio plan de acción. Nuestro programa debería consistir tanto en prácticas generales que la Iglesia Católica requiere de todos los fieles, y nuestro propio programa cuaresmal.

Como una práctica general de todos los Católicos, la Iglesia nos llama a ayunar el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. También nos llaman a abstenernos de carne el Miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma.

Además del mandato de ayuno y abstinencia que la Iglesia nos dicta, deberíamos crear un programa personal de crecimiento espiritual.

Este es nuestro programa de mantenimiento. Siempre he recomendado que trabajemos en un aspecto negativo y otro positivo.


Los pequeños sacrificios
Por aspecto negativo, me refiero a que cada persona se comprometa a abandonar algo o una serie de cosas. Este sacrificio debería ser serio y demandante.

El auto control que ejercemos en abandonar algo placentero fortalece nuestra voluntad y domina la inclinación de nuestras pasiones.

Por aspecto positivo, me refiero a que cada uno de nosotros debería realizar un acto que normalmente no haríamos en nuestro día a día.

Atender Misa diariamente, visitar enfermos, dedicar tiempo de voluntariado en la parroquia o rezar el Rosario los domingos en la noche con toda la familia son actos positivos y virtudes que han ayudado a muchas personas a mejorar en su relación con Dios.


Beneficios de la penitencia
Las prácticas de penitencia de Cuaresma tienen grandes beneficios para nuestra vida espiritual.

Una Cuaresma bien vivida, es como la limpieza que hacemos cuando comienza el verano, la cual purifica toda la suciedad que se pueda haber acumulado en nuestras almas.

Un serio compromiso de penitencia también nos ayudara a vencer nuestras adicciones, obsesiones y comportamiento compulsivo. Una verdadera Cuaresma purificara nuestra alma y nos permitirá experimentar  una libertad interior más profunda.

A medida que se aproxima el inicio de otra Cuaresma, debemos examinar cuidadosamente nuestras vidas.

Usualmente nos enfocamos en examinar nuestros pecados, pero casi nunca consideramos nuestros pecados de omisión. ¿Honestamente consideramos las cosas que no hacemos?

Una forma de romper con el ciclo de la apatía es traer nuestra Cuaresma a una dimensión apostólica.

Esto puede lograrse haciendo dos firmes compromisos: Rezar el Rosario en una clínica de abortos de nuestra localidad o enfocarnos en esa persona que no asiste a la iglesia e invitarla a nuestra parroquia.

Todavía mas, tendría mucho poder si pudiésemos ofrecer nuestro ayuno, abstinencia, sacrificios Cuaresmales y nuestros Vía Crucis semanales al Señor para detener el aborto y llevar más almas de regreso a la Iglesia.

No esperes hasta el Miércoles de Ceniza para hacer tu programa de Cuaresma. Decide hoy lo que vas a ofrecer. Padres siéntense con sus hijos y asegúrense de que forman un plan de acción serio.

Tengan una reunión familiar y decidan juntos que esta será la mejor Cuaresma que hayan vivido. Reúnanse como familia todos los domingos a revisar su programa de Cuaresma. Rindan cuentas unos a otros.

Si hacen de esta su mejor cuaresma podrán ver una gran diferencia de aquí al Domingo de Pascua.

IMÁGENES DEL CALENDARIO DE CUARESMA 2018














































PAPA FRANCISCO DEFIENDE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES EMPLEADAS DEL HOGAR


El Papa Francisco defiende los derechos de las mujeres empleadas del hogar
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican News




El Papa Francisco defendió los derechos de las mujeres que trabajan como empleadas del hogar y preguntó: “¿Cómo la tratas: como a una persona o como a una esclava? ¿Le pagas el salario justo? ¿Le das vacaciones? ¿Es para ti una persona o un animal que te ayuda en casa?”.

El Santo Padre hizo esta defensa durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este viernes 16 de febrero. Pidió que “se piense en esto: ¿Cómo me comporto yo con la empleada que tengo en casa?”.

“Pienso en tantas mujeres empleadas del hogar que se ganan el pan con su trabajo: humilladas, despreciadas… Nunca olvidaré cuando de niño fui a casa de un amigo. Vi cómo la madre le daba una bofetada a la mujer empleada en casa. Aquella mujer tenía 81 años… No lo olvidé nunca. ‘No, padre. Yo no pego nunca bofetadas’. ‘Pero, ¿cómo la tratas?”

El ayuno en Cuaresma

En la homilía, el Santo Padre reflexionó sobre el ayuno en Cuaresma. Recordó que el ayuno es una de las obligaciones de la Cuaresma. “Si no se puede hacer un ayuno total, aquella que te hace sentir hambre hasta en los huesos, haz un ayuno humilde pero verdadero”, pidió Francisco.

En su homilía, recurrió a la Primera Lectura del día, del Libro de Isaías, en la que pone en evidencia qué clase de ayuno desea el Señor:

“No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz. ¿Acaso es éste el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? (…) ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero? Desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo”.

El Papa explicó que estas palabras rechazan la actitud que lleva a pensar: “nosotros ayunamos, somos católicos, pertenezco a esa asociación, ayunamos siempre, hacemos penitencia”.

Sin embargo, “¿ayunas con coherencia o haces penitencia incoherentemente como dice el Señor, alzando la voz para que todo el mundo lo ve y diga: ‘Esa persona es justa, qué hombre más justo, qué mujer más justa’. Eso es un disfraz que disfraza la virtud”.

Frente a ese disfraz que manipula el ayuno, el Santo Padre pidió utilizar el “maquillaje de la sonrisa” cuando se ayuna, para no hacer ver que se ayuna. Ayunar, “para ayudar a los demás, pero siempre con una sonrisa”.

El ayuno que quiere el Señor, como recuerda la Primera Lectura, consiste en “compartir el pan con el hambriento, introducir en casa a los que viven en la miseria, a los sintecho, vestir al que está desnudo, sin olvidar a tus parientes”. Y, finalmente, pide “hacer penitencia. Sentir un poco el hambre. Rezar más”.

Por último, el Papa Francisco pidió coherencia en el ayuno. “Si no puedo hacer una cosa, no la hago, pero no la hagas incoherentemente. Haz sólo aquello que puedas hacer, con coherencia cristiana”.

Lectura comentada por el Papa Francisco:

Isaías 58:1-9

1 Clama a voz en grito, no te moderes; levanta tu voz como cuerno y denuncia a mi pueblo su rebeldía y a la casa de Jacob sus pecados.

2 A mí me buscan día a día y les agrada conocer mis caminos, como si fueran gente que la virtud practica y el rito de su Dios no hubiesen abandonado. Me preguntan por las leyes justas, la vecindad de su Dios les agrada.

3 - ¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si tú no lo sabes? - Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos vuestros trabajadores.

4 Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz.

5 ¿Acaso es éste el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yahveh?

6 ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo?

7 ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes?

8 Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahveh te seguirá.

9 Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad.
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