domingo, 10 de enero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 10 DE ENERO DEL 2016 - FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR



La maravilla de ser hijos de Dios
Tiempo Ordinario


Lucas 3, 15-16. 21-22. Fiesta del Bautismo del Señor. Vivamos de acuerdo con nuestra condición de hijos de Dios y agradezcamos con nuestro testimonio.


Por: P. Sergio A. Córdova | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En un bautismo general Jesús también se bautizó. Y mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.
Oración introductoria
Jesús, gracias por el don de mi existencia y el don de mi bautismo. Gracias porque tu gracia puedo amar, porque tus mandamientos no son obstáculos sino señales que indican el camino que hay que recorrer para encontrarte. Pongo en esta oración toda mi libertad en tus manos para que Tú me guíes hacia la verdadera vida.

Meditación del Papa Francisco


Esta noche los artistas harán del escenario un lugar desde donde transmitir enseñanzas sobre el amor, sobre la necesidad del otro, sobre la solidaridad, sobre cómo en las dificultades se encuentra el amor del Padre.
La pobreza es la gran enseñanza que nos dio Jesús cuando bajó a las aguas del Jordán para ser bautizado por Juan Bautista. No lo hizo por necesidad de penitencia, de conversión. Lo hizo porque quería ponerse en medio de la gente, la gente necesitada de perdón, en medio de nosotros pecadores, y cargarse el peso de nuestros pecados. Este es el camino que eligió para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Es decir, lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura y de compartir.
Ustedes no son un peso para nosotros, sino la riqueza sin la cual nuestros intentos de descubrir el rostro del Señor son vanos. Recordando la carta que recibí de ustedes a los pocos días después de mi elección como Pontífice, les confirmo, como les respondí en su momento, que los llevo en el corazón y estoy a vuestra disposición. (Cf Video mensaje del Papa Francisco dirigido a los huéspedes de los centros de acogida de la Cáritas diocesana de Roma, 28 de abril de 2015).
Reflexión
En algunas ocasiones –pocas, por fortuna— he escuchado decir a ciertas parejas: “A nuestro hijo no lo vamos a bautizar porque no queremos imponerle nada; mejor, cuando crezca, que él escoja qué religión quiere tener”. La verdad es que a mí me causan una grandísima pena quienes así piensan porque, además de reflejar la poca fe que ellos mismos tienen y su escasa formación religiosa, hacen ver con esos comentarios que no tienen ni idea de lo que es realmente el bautismo. Si dicen que no quieren imponer la fe a sus hijos, entonces, ¿por qué no les preguntaron también si querían venir a esta vida o no, si querían nacer o preferían no haber vivido nunca?

A lo mejor puede sonar esto un poco duro. Pero así es. Esos padres de familia no se dan cuenta de que, así como la vida es un don gratuito que se ofrece al hijo, sin condiciones, sólo por amor, con el bautismo sucede algo bastante semejante. La fe es un inmenso regalo, un don de Dios de un valor incalculable, y los padres –si son de verdad cristianos— consideran que es la mejor herencia que pueden dar a sus hijos. Es como si un señor muy rico quisiera regalar a un niño un millón de dólares y sus padres se opusieran rotundamente dizque para no "obligar" a su hijo a recibir algo sin su consentimiento. ¿Verdad que sería el absurdo más grande del mundo, aunque se hiciera en nombre de una supuesta "libertad"?

Cuentan que san Luis, rey de Francia, cuando alguno de sus hijos pequeños recibía el bautismo, lo estrechaba con inmensa alegría entre sus brazos y lo besaba con gran amor, diciéndole: “¡Querido hijo, hace un momento sólo eras hijo mío, pero ahora eres también hijo de Dios!”. El apóstol san Juan se expresa así, con inmensa emoción: "Mirad qué gran amor nos ha mostrado el Padre para llamarnos hijos de Dios. ¡Y lo somos realmente!" (I Jn 3,2). Y un poco más adelante dice también: "Quien ha nacido de Dios no peca, porque la semilla de Dios está en él, y no puede pecar" (I Jn, 3,9).

El Evangelio de hoy nos narra el bautismo de Cristo, y nos refiere san Lucas que mientras Jesús era bautizado, "se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma y se dejó oír la voz del Padre que venía del cielo: Tú eres mi Hijo, el amado, mi predilecto". Es entonces cuando el Padre da ante el mundo ese maravilloso testimonio a favor de Cristo, ratifica solemnemente la condición divina de Jesús e inaugura con su sello la misión que su Hijo estaba para iniciar sobre la tierra.

Jesús es el Hijo eterno del Padre, el Hijo por naturaleza, el predilecto por antonomasia. Pero también nosotros, por una especialísima dignación de Dios y una predilección de su amor, a través del bautismo, también quedamos constituidos “hijos en el Hijo” y llegamos a ser hijos de Dios por adopción.

El bautismo es, pues, el sacramento por el que nacemos a la vida eterna y el que nos abre las puertas del cielo. El mismo Juan nos refiere en su evangelio aquellas profundas palabras que dirigió Jesús a Nicodemo: "En verdad te digo que quien no naciere del agua y del Espíritu, no podrá entrar en el reino de los cielos. Lo que nace de la carne, es carne; pero lo que nace del Espíritu, es espíritu" (Jn 3, 5-6).

Después de las hermosas fiestas navideñas que todos hemos podido pasar estos días en familia, hoy la Iglesia quiere celebrando con todos sus hijos la fiesta del bautismo del Señor. De esta forma, así como Cristo inició su vida pública con su bautismo, nosotros ahora iniciamos nuevamente la vida "ordinaria" recordando y reviviendo el bautismo del Señor.

Pero no es sólo una celebración para iniciar el tiempo ordinario. La Iglesia, como buena Madre, quiere atraer nuestra atención hacia las verdades más esenciales y fundamentales de nuestra vida. Nos remonta hasta los orígenes de nuestra fe.

Se cuenta que san Francisco Solano, siendo ya religioso franciscano, fue un día a visitar su pueblo natal de Montilla, en España. Y, entrando a la iglesia de Santiago, en donde había sido bautizado, se fue derecho a la pila bautismal, se arrodilló en el suelo con la frente apoyada sobre la piedra y rezó en voz alta el Credo para dar gracias a Dios por el don de su fe. Algo casi idéntico repitió San Juan Pablo II, cuando visitó Polonia por primera vez como Papa, en el año 1979. Acudió de peregrinación a su natal Wadowice y, entrando a la iglesia parroquial, encontró rodeada de flores la pila bautismal donde fue bautizado en 1920. Entonces se arrodilló ante ella y la besó con profunda devoción y reverencia. ¡Los santos sí saben lo que es el bautismo!

Gracias a Dios, también nosotros hemos recibido este don maravilloso. Pero, ¿cuántos de nosotros somos conscientes de este regalo tan extraordinario y nos acordamos de él con frecuencia para darle gracias al Señor, para renovar nuestra fe con el rezo del Credo y ratificar nuestro compromiso cristiano? El Vaticano II nos recuerda que, por el bautismo, todos los cristianos tenemos el deber de tender a la santidad y de ser auténticos apóstoles de Cristo en el mundo: con nuestra palabra, nuestro testimonio y nuestra acción. ¿Somos cristianos de verdad? ¿De vida y de obras, y no sólo de nombre, de cultura o tradición?

¡Ojalá que cada día vivamos más de acuerdo con nuestra condición y agradezcamos a Dios, con nuestro testimonio, el maravilloso privilegio de ser sus hijos predilectos!
Propósito
Hoy evitaré hacer juicios temerarios y moralizantes respecto a otros, para disponer mi corazón a la misericordia de Cristo.

CUANDO EN TU CORAZÓN HAY UN TESORO


Cuando en tu corazón hay un tesoro
Señor, no permitas que me quede donde estoy. Ayúdame a llegar a donde Tú quieres.


Por: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net 





"Detrás de un sufrimiento, a veces hay un pensamiento equivocado" (Anónimo).

El pequeño Chad era un muchachito tímido y callado. Un día, al llegar a casa, dijo a su madre que quería preparar una tarjeta para el día de la amistad a cada chico de su clase.

Ella pensó, con el corazón oprimido: "ojalá no haga eso", pues había observado que, cuando los niños volvían de la escuela, Chad iba siempre detrás de los demás. Los otros reían, conversaban e iban abrazados, pero Chad siempre se quedaba excluido del grupo.

Así y todo, por seguirle la corriente, compró papel, pegamento y lápices de colores. Chad dedicó tres semanas a trabajar con mucha paciencia, noche tras noche, hasta hacer treinta y cinco tarjetas.

Al amanecer del día de la amistad, Chad no cabía en sí de entusiasmo. Juntó los regalos con todo cuidado, los metió en una bolsa y salió corriendo a la calle. La madre decidió prepararle sus pastelitos favoritos para servírselos cuando regresara de la escuela. Sabía que llegaría desilusionado y de ese modo esperaba aliviarle un poco la pena.

Le dolía pensar que él no iba a recibir muchos regalos ese día, y menos de sus compañeros de escuela. Ninguno, quizá.

Esa tarde, la mamá puso en la mesa los pastelitos y el vaso de leche, al oír el bullicio de los niños, miró por la ventana. Como era de esperar, venían riendo y divirtiéndose en grande. Chad siempre venía último, pero en esta ocasión caminaba algo más deprisa que de costumbre.

La mamá supuso que estallaría en lágrimas en cuanto entrara, tal vez comentando que sus compañeros eran malos amigos. El pobre venía con los brazos vacíos, le abrió la puerta haciendo un esfuerzo para contener las lágrimas.

Mami te preparó leche con pastelitos -dijo con una voz dulce y entrecortada-, era la expresión de una mamá que intuía el dolor de su hijo. Apenas él oyó esas palabras, pasó a su lado con una expresión radiante, sin decir más que:¡ninguno!, ¡ninguno!...

Ella sintió que el corazón le daba un vuelco, al pensar que se refería a los regalos que nunca recibió de sus compañeros.

Y en entonces agregó: ¡no me olvidé de ninguno!, ¡de ninguno!

Chad, con este corazón tan grande y lleno de nobleza, tiene un lugar privilegiado en el corazón de Dios. Espero que tu también lo tengas...

Recuerdo que antes de que yo naciera estaba preocupado porque no conocía el mundo al que llegaría, entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra.

Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:

Sé como el sol: Levántate temprano y no te acuestes tarde.

Sé como la luna: Brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.

Sé como los pájaros: Come, canta y vuela.

Sé como las flores: Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.

Sé como el buen perro: Obediente, pero nada más a su Señor.

Sé como la fruta: Bella por fuera, saludable por dentro.

Sé como el día: Que llega y se retira sin alardes.

Sé como el oasis: Da tu agua al sediento.

Sé como la luciérnaga: Aunque pequeña, emite su propia luz.

Sé como el agua: Buena y transparente.

Sé como el río: Siempre hacia adelante.

Sé como Lázaro: Levántate y anda.

Sé como José: Cree en tus sueños.

Y por sobre todas las cosas, sé como el cielo: La morada de Dios.

Señor, no permitas que me quede donde estoy. Ayúdame a llegar a donde Tú quieres.

CINCO COSAS QUE TAL VEZ NO SABÍAS DEL BAUTISMO CATÓLICO

5 cosas que tal vez no sabías del Bautismo católico
Por Abel Camasca



 (ACI).- “Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión”, dice el Catecismo de la Iglesia Católica (CCI 1213). Aquí 5 cosas que tal vez no sabías de este Sacramento, puerta para los otros sacramentos.

1. Se inició con los Apóstoles

“Desde el día de Pentecostés la Iglesia ha celebrado y administrado el santo Bautismo. En efecto, san Pedro declara a la multitud conmovida por su predicación: ‘Convertíos [...] y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo’ (Hch 2,38)” (CCI 1226).

San Higinio, pontífice aproximadamente entre los años 138 al 142, instituyó el padrino y la madrina en el bautismo de los recién nacidos para que guíen a los pequeños en la vida cristiana.


2. Tiene varios nombres

Bautizar, del griego “baptizein”, significa “sumergir” o “introducir dentro del agua”. Esta inmersión simboliza el acto “el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él” (CCI 1214).

Este Sacramento también es llamado “baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo”, así como “iluminación” porque el bautizado se convierte en “hijo de la luz”.

San Gregorio Nacianceno decía que es “Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios”.

3. Se renueva cada año

“En todos los bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer después del Bautismo. Por eso, la Iglesia celebra cada año en la vigilia pascual la renovación de las promesas del Bautismo. La preparación al Bautismo sólo conduce al umbral de la vida nueva. El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo, de la cual brota toda la vida cristiana” (CCI 1254).

4. Puede bautizar un no bautizado

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica (1256) que “son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono (cf CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf CIC can. 861, § 2) si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria”.

“La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf Mc 16,16)”.

5. Sello único y permanente

“El Bautismo imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble (character) de su pertenencia a Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado, aunque el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación (cf DS 1609-1619). Dado una vez por todas, el Bautismo no puede ser reiterado” (CCI 1272).

HOY LA IGLESIA UNIVERSAL CELEBRA EL BAUTISMO DEL SEÑOR, 10 DE ENERO 2015


Hoy la Iglesia Universal celebra el Bautismo del Señor



 (ACI).- “Cuando se lava el Salvador, se purifica toda el agua necesaria para nuestro bautismo y queda limpia la fuente, para que pueda luego administrarse a los pueblos que habían de venir a la gracia de aquel baño”, dijo San Máximo de Turín en el Siglo V al referirse al Bautismo del Señor que la Iglesia celebra hoy.

Con el Bautismo del Señor se concluye la temporada de Navidad y la Iglesia nos invita a mirar la humildad de Jesús que se convierte en una epifanía (manifestación) de la Santísima Trinidad.



“Juan está bautizando, y Cristo se acerca; tal vez para santificar al mismo por quien va a ser bautizado; y sin duda para sepultar en las aguas a todo el viejo Adán, santificando el Jordán antes de nosotros y por nuestra causa; y así, el Señor, que era espíritu y carne, nos consagra mediante el Espíritu y el agua”, manifestó San Gregorio Nacianceno en uno de sus sermones.

“También el Espíritu da testimonio de la divinidad, acudiendo en favor de quien es su semejante; y la voz desciende del cielo, pues del cielo procede precisamente Aquel de quien se daba testimonio”, añadió el Santo.

Evangelio: Lucas 3,15-16.21-22

En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a a todos: - 'Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma, y vino un voz del cielo: - ´'Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco'”.

FELIZ DOMINGO!!!


sábado, 9 de enero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 9 DE ENERO 2016


Que Él crezca y que yo venga a menos


Juan 3, 22-30. Juan vuelve a insistir a sus discípulos que es Jesús quien tiene que crecer y no él. 


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 3, 22-30
Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se estaba con ellos y bautizaba. Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salim, porque había allí mucha agua, y la gente acudía y se bautizaba. Pues todavía Juan no había sido metido en la cárcel. Se suscitó una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. Fueron, pues, donde Juan y le dijeron: «Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, aquel de quien diste testimonio, mira, está bautizando y todos se van a él.» Juan respondió: «Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo.
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: ´Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él. El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud. Es necesario que él crezca y que yo venga a menos.


Oración introductoria
Gracias, Señor, por este tiempo de oración. Creo en Ti, espero y confío en tu misericordia, te amo y quiero agradecerte el don de Ti mismo. Ayúdame a amarte como Tú me amas.

Petición
Padre Santo, dame la humildad para saber reconocer la presencia de tu Hijo.

Meditación del Papa Francisco
Este disminuir de Juan el Grande, continuamente hasta la nada, me hace pensar que estamos sobre este camino y vamos hacia la tierra donde todos terminaremos.
También yo terminaré. Todos terminaremos. Ninguno tiene la vida ‘comprada’. También nosotros, queriendo y no queriendo, vamos sobre el camino de la aniquilación existencial de la vida, y esto, al menos a mí, me hace rezar que este aniquilamiento se parezca lo más posible a Jesucristo, a su aniquilación.
«Así la tierra se ha convertido en la casa de Dios entre los hombres y cada uno de nosotros tiene la posibilidad de encontrar al Hijo de Dios, experimentando todo el amor y la misericordia infinita. Lo podemos encontrar realmente presente en los Sacramentos, especialmente en la Eucaristía. Lo podemos reconocer en el rostro de nuestros hermanos, en particular en los pobres, en los enfermos, en los encarcelados, en los refugiados: ellos son carne viva del Cristo que sufre e imagen visible del Dios invisible. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 6 de febrero de 2015, en Santa Marta y Angelus, 11 de enero de 2015).
Reflexión
El último testimonio de Juan sobre Jesús subraya nuevamente no sólo la superioridad de la misión de Jesús frente a la de Juan, sino el sentido mesiánico de la obra de Jesús. Jesús hace posible y realiza una nueva relación entre el ser humano y Dios, fundada en la gracia del Espíritu y la verdad de su Palabra.

La fe de Juan Bautista es ejemplar para el discípulo cristiano; un modelo a seguir para todo aquel que quiera ser testigo fiel de Cristo en el mundo. Él aceptó sin reservas su papel de testigo que conduce a los seres humanos al Mesías, permaneciendo siempre fiel al plan salvífico de Dios, a pesar de la inclinación de sus propios discípulos a dejarse influir por sentimientos humanos egoístas.

El austero predicador del desierto que se había presentado como testigo del Mesías, en este texto aparece como ejemplo para todos los que seguimos a Jesús y lo anunciamos entre los seres humanos. Juan no ha dudado ni un momento en disminuir, en ocultarse hasta desaparecer, con tal de que Él, Jesús el Mesías, crezca, resplandezca con toda su luz y sea aceptado y creído por los otros.

Propósito
Preparar hoy lo necesario para que mañana, la celebración dominical de la Eucaristía sea el evento más importante para mi familia.

Diálogo con Cristo 
Cuanto más humilde sea, podré ser tu discípulo y misionero, invitando, con mi testimonio de vida, a otros a seguirte. Gracias porque es en la oración y en la Eucaristía como voy formando mi corazón de apóstol.

NO ACORTE SU VIDA



No acorte su vida



Un estudio determinó que hay malos hábitos que aumentan el riesgo de morir de una persona.  Estos hábitos están estrechamente vinculados al estilo de vida, y al mezclarse con otros pueden multiplicar los riesgos para la salud.  No es cuento: tomar trago en exceso, comer mal, fumar, ser físicamente inactivos, tener problemas de sueño y pasar horas sentados trabajando o viendo televisión son malos hábitos que enferman y que deben ser tenidos en cuenta a la hora de establecer la expectativa de vida de una persona.

Esta es una de las conclusiones de un trabajo hecho por investigadores de la Universidad de Sidney, durante el cual analizaron datos sobre hábitos de 232 mil australianos, de 45 años o más, obtenidos durante seis años de seguimiento continuo y contenidos en el Global Burden of Disease.  Según los científicos, más de la mitad de las muertes del mundo pueden atribuirse, definitivamente, a esta clase de comportamientos de la gente o al ambiente en el que vive.  La combinación de varios de ellos exige, de acuerdo con la publicación, sacar banderas rojas a quienes los presenten y empezar a tomar medidas para ponerlos bajo control.

1 Fumar sí que es mortal
Con más de 19 químicos carcinogénicos conocidos y un centenar de sustancias incompatibles con el organismo, el cigarrillo, o exponerse al humo de los demás, es responsable directo e indirecto de cerca de seis millones de muertes cada año. Entre los cánceres que causa están el de pulmón, boca, laringe y esófago, además del de vejiga, riñón, páncreas y cuello uterino. También es un detonante de graves problemas cardiovasculares, entre los que están alteraciones coronarias, el aumento de la tensión arterial y los déficits vasculares. Afecta a todo el organismo.

2 Dieta poco saludable
La excesiva carga calórica, representada en carbohidratos, bebidas azucaradas, grasas saturadas y bajo consumo de verduras y frutas, son responsables del aumento del sobrepeso y la obesidad.  Este factor está ligado al incremento del síndrome metabólico, que desencadena alteraciones cardio-cerebro-vasculares, entre las que están los infartos y los derrames y trombosis cerebrales.  En muchos casos los desenlaces son fatales, y cuando las personas sobreviven suelen sufrir secuelas que las incapacitan.  Vale anotar que la otra cara de la moneda es la desnutrición severa, que mata a millones de personas, sobre todo al comienzo o al final de la vida.

3 Tener muy poca actividad física
Si bien el sedentarismo es la condición extrema de este factor, el mundo moderno ha llevado a que, poco a poco, las personas hagan poca actividad física, lo que repercute de manera directa en su organismo.  El aumento de peso, la mala relación entre las estructuras del cuerpo, el desacondicionamiento y el síndrome por desuso no solo afectan huesos y músculos, sino que progresivamente comprometen el metabolismo de grasas y carbohidratos y el funcionamiento de vasos sanguíneos, corazón y pulmones, que enferman y pueden poner en serio peligro la vida.

4 Tomar en exceso
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen 3,3 millones de muertes por el consumo nocivo de alcohol; la evidencia disponible indica además que su uso excesivo es un factor causal de más de 200 enfermedades y trastornos.  Según la OMS, el 5,1 por ciento de la carga mundial de morbilidad y lesiones es atribuible a la ingesta de trago. El grupo de edad más afectado, en todos los casos, es el de 20 a 39 años. También se ha descrito una relación entre la ingesta nociva y una serie de trastornos mentales y comportamentales.

5 Pasar horas sentado
El sedentarismo, de acuerdo con la OMS, está relacionado con el 6 por ciento de todas las muertes del planeta, al punto que este organismo lo ha calificado como el cuarto factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles.  Los investigadores llaman en especial la atención sobre el hábito de permanecer durante siete horas o más sentado o con muy poco movimiento.  El acúmulo de calorías, los altos niveles de colesterol, la obstrucción arterial, el aumento de la presión sanguínea y el riesgo de sufrir alteraciones cardiovasculares están ligados a este factor, que también desemboca en debilidad ósea, pérdida de masa muscular y disminución de la capacidad respiratoria.

6 Dormir mal
La falta de sueño o dormir en exceso tiene serias implicaciones en el funcionamiento general del organismo.  El agotamiento físico, el bajo rendimiento, las alteraciones emocionales y el aumento del estrés con impacto sobre todos los sistemas del cuerpo son apenas algunas de las consecuencias.  Si bien el promedio de sueño saludable y reparador está ubicado en siete horas diarias para adultos sanos y ocho para los niños, estudios con alto nivel de evidencia indican que dormir menos o más ubica a las personas dentro de un espectro de riesgo elevado, sobre todo si el problema es crónico.


* Fuente: “El Tiempo”

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: SÁBADO 9 DE ENERO 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS 
Enero 9


"La esperanza es lo último que se pierde"
¡Cuántas veces has oído y quizá tú mismo has dicho esta frase!
Y no es que sea desacertada, sino que puede entenderse mal y, con ello, convertirse en un anestesiante de las fuerzas del espíritu.
Esperar y dejarse estar; esperar... y aguardar pasivamente; esperar... y dormirse; esperar... y engañarse... Todo esto son distintas formas de inacción, de pereza, de cobardía; son formas con las que cubrimos estados anímicos nuestros poco confesables para nuestra misma conciencia.

En cambio, trabajar con perseverancia, esforzarse con denuedo, pensar seriamente en orden a la acción, confiar en uno mismo y confiar en Dios, esperar en que nuestro esfuerzo personal triunfará y que para ello Dios nos ayudará, esto es verdaderamente "esperanza".

La esperanza no puede inhibir, no puede alienar; la esperanza suelta más bien las alas y empuja hacia la acción.

Si ponemos toda nuestra confianza en el Señor, es que contamos con su ayuda. “Dichoso el hombre que pone su confianza en el Señor” (Sal 40,5). “Sólo en Dios descansará mi alma; de Él me viene la esperanza; sólo Él es mi roca salvadora, mi baluarte: no vacilaré; mi salvación y mi gloria están en Dios, Él es mi roca firme” (Sal 62m6-8)


* P. Alfonso Milagro

AMABILIDAD: LO VALIENTE NO QUITA LO CORTÉS


Amabilidad: Lo valiente no quita lo cortés
Siempre tenemos cientos de oportunidades para ser amables con los demás. Basta pensar que, cada mañana, podemos decir «buenos días» a nuestros padres, a nuestro cónyuge, a nuestros hijos, a los profesores, a los compañeros de oficina o al conductor del auto.
Por: Andrés Ocádiz Amador, LC 




El padre José Luis Martín Descalzo narraba una anécdota que le sucedió a un compañero de trabajo. Este amigo suyo volvía de la oficina a su casa. Al llegar a la estación compró, como siempre, un billete de metro, pero al pagar se llevó una sorpresa. La chica que le atendía, con una sonrisa tímida, le respondió: «Hoy no tiene usted que pagar». El hombre se quedó de una pieza. Preguntó el porqué. «Porque ayer se fue sin coger el vuelto», respondió la chica desde el otro lado del cristal. ¿Acaso recordaba su rostro? ¿Conocía quién era? Nada de eso. La chica ni siquiera había estado el día anterior; pero una compañera le había dicho por la mañana: «Cuando venga el señor que siempre nos da las buenas tardes, dile que hoy no tiene que pagar». Con esta referencia, la muchacha en turno supo puntualmente de quién se trataba.

Una hermosa experiencia que hace brillar la nobleza de un corazón. Sin embargo, esta misma luz pone de manifiesto la oscuridad de tantas personas que han olvidado ya ser amables con los demás. ¡Cuántas personas pasarían por aquellas taquillas del metro madrileño! Y sólo una de ellas era inconfundible porque era «el señor que siempre nos da las buenas tardes».

En la cultura que se ha ido imponiendo en nuestros días parece que ser amable es ser amilanado, débil o, simplemente, tonto. Expresiones que denotan respeto y educación se evitan, ya que el usarlas nos haría quedar mal delante de nuestro “círculo de amistades”.

Si le doy las gracias al mesero que me sirve la mesa dejaría entrever que estoy necesitado de su servicio. Como en todos los casos implica una degradación de nuestra grande personalidad, mejor no usarlas para poder aparecer como alguien fuerte y seguro de sí mismo.

Ser amable no es sinónimo de falta de reciedumbre. Todo lo contrario, produce más admiración y gratitud quien dice: «pase usted» que quien simplemente se echa a un lado para quitarse de enfrente de la puerta. Ser cordial indica mayor entereza y domino que poner un rostro frío de absoluta indiferencia. El “duro” se hace respetar, el cortés es respetado por lo que es.

Siempre tenemos cientos de oportunidades para ser amables con los demás. Basta pensar que, cada mañana, podemos decir «buenos días» a nuestros padres, a nuestro cónyuge, a nuestros hijos, a los profesores, a los compañeros de oficina o al conductor del autobús.

Ceder el asiento en el metro a una señora o a un anciano se puede hacer con facilidad. Desear un buen día de trabajo al mesero de nuestro café preferido no cuesta mucho. Oportunidades, desde luego, no faltan; sólo hay que descubrirlas y hacer la costumbre.

Este tipo de detalles es el que cambia rostros y alegra atmósferas enteras. Las relaciones se estrechan. Las sonrisas se multiplican. El trabajo se disfruta. El corazón rejuvenece. Se acrecienta el deseo de compartir el tiempo. ¿Por qué? Porque la gente se siente tratada con el respeto y la dignidad de lo que verdaderamente son: personas e hijos de Dios. Y todo esto depende tan sólo de un sencillo «buenos días».

MÁS DE UN MILLÓN DE FIELES HA PARTICIPADO YA DEL JUBILEO EN ROMA DURANTE EL PRIMER MES


Más de un millón de fieles ha participado ya del Jubileo en Roma durante el primer mes
Por Alvaro de Juana


 (ACI).- El Jubileo de la Misericordia ha recibido en Roma en su primer mes a más de un millón de fieles. Así lo anunció el responsables de su organización y presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Arzobispo Rino Fisichella.

En un artículo publicado por el diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, el prelado destaca que en el primer mes del Año Santo se ha registrado la participación de 1.025.000 personas.

El Jubileo dio inicio el pasado 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, cuando el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Hasta el 20 de noviembre de este año, fiesta de Cristo Rey del Universo, se celebrarán multitud de celebraciones y eventos no solo en Roma, sino en todas las diócesis del mundo puesto que el Santo Padre ha dispuesto que se pueda participar desde ellas en el Jubileo.

Fisichela señala que “los números no son importantes en una dimensión espiritual”. “Sin embargo, muestran una intenta participación y una exigencia sentida”, indica.



Además, recuerda en el diario que “el Papa Francisco desea que el Jubileo sea primero un evento eclesial, vivido en cada Iglesia local, para redescubrir la fuerza de la misericordia en la vida cotidiana de los creyentes”.

Se trata, en definitiva, de “un compromiso concreto de ser cada uno instrumento visible de misericordia hacia todos”.

En el artículo, Fisichella asegura que desde todo el mundo llegan “testimonios que conmueven por la gran participación del pueblo con ocasión de la apertura de la puerta santa en las diócesis”.

“Las catedrales y los santuarios no bastan para contener el flujo de fieles que han llenado las plazas a la espera de realizar el gesto simbólico de pasar por la puerta santa”.

“La gran presencia del pueblo espera que el mensaje del encuentro con Cristo y la posibilidad de experimentar la ternura y el perdón de Dios son percibidos como una exigencia personal para dar sentidos a los eventos dramáticos de la historia de estos años”, asegura Fisichella.

El responsable del Jubileo también agradece a las fuerzas del orden y la seguridad su importante trabajo para que los fieles puedan peregrinar sin problemas.

LA MISIÓN DEL PAPA EN LA IGLESIA CATÓLICA


La misión del Papa
El Papa ejerce su gobierno supremo de distintas maneras, según las circunstancias y los tiempos
Por: Pedro María Reyes Vizcaíno 




Funciones del Papa

La misión del Papa es la confiada a Pedro, según los Evangelios: Jesucristo le dio las “llaves del Reino de los Cielos”, con el poder de “atar y desatar” (cfr. Mt 16, 19), para “confirmar a los hermanos en la fe” (cfr. Lc 22, 32) y “apacentar su rebaño” (cfr. Jn 21, 15-17). O sea, es un servicio a la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión. Se resume en dos aspectos: enseñanza y gobierno.

Al obispo de Roma, corresponde la tarea de enseñar la verdad revelada y mostrarla a los hombres. Es una misión eminentemente positiva, no se limita a condenar los errores doctrinales. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales, explicaba Juan Pablo II: “Ante todo, con la palabra”; en segundo lugar, mediante escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana; tercero, mediante iniciativas institucionales para impulsar el estudio y la difusión de la fe, como se suele hacer a través de distintos consejos pontificios (Catequesis de Juan Pablo II).

Esta autoridad doctrinal suprema reside a la vez en el colegio episcopal junto con su cabeza, el Papa. Así se manifiesta, de modo singular, en los concilios ecuménicos.


Infalibilidad pontificia

Según el dogma expuesto por el Concilio Vaticano I, el Papa goza de infalibilidad “cuando, cumpliendo su oficio de pastor y doctor de todos los cristianos, define en virtud de su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe o las costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal”. Cuando el Papa pronuncia una definición infalible, se dice que habla ex cathedra. La misma infalibilidad tienen las doctrinas expuestas con igual tenor por el colegio episcopal junto con el Papa (cfr. Código de Derecho Canónico, canon 749). Esta autoridad magisterial es la de declarar lo contenido en la Revelación, como precisa el mismo Concilio: “El Espíritu Santo no fue prometido a los sucesores de Pedro para que por revelación suya manifestaran una nueva doctrina, sino para que, con su asistencia, santamente custodiaran y expusieran fielmente la revelación transmitida por los apóstoles”.

La infalibilidad propia de unas pocas definiciones -las dogmáticas- no significa que las enseñanzas del Papa y del colegio episcopal sean “falibles” en los demás casos. Junto a la infalibilidad, existe el carisma de asistencia del Espíritu Santo, concedido a Pedro y a sus sucesores para que iluminen bien al pueblo cristiano. Este carisma no se limita a los casos excepcionales, sino que abarca en medida diferente todo el ejercicio del magisterio. Es lo que se conoce como magisterio ordinario del Papa. Por lo tanto, el Papa es maestro de la verdad también con su magisterio ordinario.


Facultades de gobierno del Papa

El gobierno que ejerce el Papa está al servicio de su ministerio de unidad y de supremo pastor en la Iglesia. Así, el Papa tiene la facultad de realizar los actos de gobierno eclesiástico necesarios o convenientes para el bien de la Iglesia. Entre estas funciones están, por ejemplo, dar el mandato para ordenar obispos, establecer diócesis u otras estructuras pastorales para la atención de los fieles, promulgar leyes para toda la Iglesia, aprobar institutos religiosos supradiocesanos, etc.

El Papa ejerce su gobierno supremo de distintas maneras, según las circunstancias y los tiempos. Por ejemplo, en la Iglesia latina nombra directamente a los obispos, mientras que en las Iglesias orientales, por lo general, confirma la elección del obispo realizada por el sínodo local. La designación directa por el Papa se implantó en Occidente para evitar las frecuentes injerencias del poder civil. En todo caso, son el bien, la utilidad o la necesidad de la Iglesia universal las que determinan en cada momento histórico la oportunidad de los modos de ejercer la autoridad, según la prudencia pastoral.

El primado del Papa tiene, por lo tanto, un contenido inmutable, que corresponde a su misión, y unos aspectos variables. De hecho, la naturaleza inmutable del primado del sucesor de Pedro se ha expresado históricamente a través de modalidades de ejercicio adecuadas a las circunstancias de la Iglesia en cada época.


El primado del Papa y la unidad de los cristianos

El primado del Papa no fue obstáculo para la unidad de los cristianos durante el primer milenio. La primacía del obispo de Roma fue reconocida por todos desde el principio; los primeros testimonios documentales se remontan al siglo I, cuando la Iglesia de Corinto recurrió al Papa san Clemente para que dirimiera sus disputas internas. Las aclamaciones a la carta dogmática enviada por el Papa León I Magno al Concilio de Calcedonia (451) -‘¡Pedro ha hablado por boca de León!’- atestiguan hasta qué punto el primado pontificio era garantía para todos los cristianos, occidentales y orientales, de la unidad en la fe.

Fueron hechos posteriores los que motivaron la ruptura de la unidad, primero en Oriente, con el cisma de 1054, y luego en Occidente, con la Reforma protestante. Por eso Juan Pablo II alentó a todos los cristianos a poner la mirada en el primer milenio, a fin de hallar vías para superar las divisiones.

El Papa puede siempre intervenir para mantener la unidad de la fe y la comunión eclesial. Pero las formas concretas de ejercer su autoridad pueden variar en cada momento histórico según lo exija el bien de la Iglesia. Para disipar las reservas de los no católicos hacia el primado papal, Juan Pablo II se refirió, en la encíclica Ut unum sint (1995), sobre el ecumenismo, a la necesidad de “encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva” (n. 95).

Y tomó la decisión inaudita de pedir sugerencias incluso a las comunidades cristianas no católicas, al invitar “a todos los pastores y teólogos de nuestras Iglesias para que busquemos, por supuesto juntos, las formas con las que este ministerio pueda realizar un servicio de fe y de amor reconocido por unos y otros” (ibid.). Esta llamada ha obtenido eco, y el diálogo ha comenzado ya, con distintas iniciativas en los últimos años.

FELIZ FIN DE SEMANA!!!


viernes, 8 de enero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 8 DE DICIEMBRE DEL 2016


Señor, si quieres, puedes limpiarme
Milagros


Lucas 5, 12-16. Navidad. Lo único que necesitas es acercarte humildemente a Cristo y pedírle lo que necesitas. 


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 5, 12-16
Y sucedió que, estando en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra, y le rogó diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». El extendió la mano, le tocó, y dijo: «Quiero, queda limpio». Y al instante le desapareció la lepra. Y él le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: «Vete, muéstrate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés para que les sirva de testimonio». Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba.

Oración introductoria
Señor, vengo ante Ti como el leproso del Evangelio. Estoy necesitado de tu gracia. Tócame y sáname de todas mis lepras, de mi egoísmo, de mi soberbia, de mi vanidad. Conviérteme en un verdadero cristiano.

Petición
Señor, que pueda corresponder a tu gracia amando a los demás.

Meditación del Papa Francisco
La lepra era una condena de por vida y sanar a un leproso era tan difícil como resucitar a un  muerto. Y por eso eran marginados. Sin embargo, Jesús tiende la mano al excluido y demuestra el valor fundamental de una palabra: cercanía.
No se puede hacer comunidad sin cercanía. No se puede hacer paz sin acercarse, ni se puede hacer el bien sin acercarse. Jesús podía decirle: ¡sánate! Pero no, se acercó y le tocó. Es más, en el momento que Jesús tocó al impuro se convierte en impuro.
Este es el misterio de Jesús, tomar consigo nuestras suciedades, nuestras cosas impuras. Pablo lo explica bien: “Siendo igual a Dios, no estimó esta divinidad un bien irrenunciable, se aniquiló a sí mismo. Jesús se hace pecado. Jesús se excluye, ha tomado consigo la impureza por acercarse a nosotros”.
Muchas veces pienso que es, no digo imposible, pero muy difícil hacer el bien sin mancharse las manos. Y Jesús se manchó. Cercanía. Y después va más allá. Le dijo: “Ve donde los sacerdotes y haz lo que se debe hacer cuando un leproso es sanado”. Al que era excluido de la vida social, Jesús lo incluye: lo incluye en la Iglesia, lo incluye en la sociedad… “Ve para que todas las cosas sean como deben ser”. Jesús no marginaba nunca a nadie. Se marginaba a sí mismo, para incluir a los marginados, para incluirnos a nosotros, pecadores, marginados, con su vida. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 26 de junio de 2015, en Santa Marta).


Reflexión
Nadie hubiera pensado que curarse de la lepra fuera tan fácil. Lo único que precisó este enfermo, fue acercarse humildemente a Cristo y pedírselo. Él sabía que Cristo bien podía hacerlo. Además, cree con todo su corazón en la bondad del Maestro. Quizá por esto, es que se presenta tan tímido y sencillo a la vez: "Maestro, si quieres, puedes curarme". La actitud denota no sólo humildad y respeto, revela además, confianza...

La vida de muchas personas, y a veces la nuestra, se ve llena de enfermedades y males, sucesos indeseados y problemas de todos los tipos, que nos podrían orillar a perder la confianza en el Maestro, Buen Pastor. Quizá alguna vez, hemos pensado que Él nos ha dejado, que ya no está con nosotros; pues sentimos que nuestra pequeña barca ha comenzado a naufragar en el mar de la vida... Pero de esta forma, olvidamos que el primero en probar el sufrimiento y la soledad fue Él mismo, mientras padecía su muerte en la cruz. Y así, nos quiso enseñar que Dios siempre sabe sacar bienes de males, pues por esa muerte ignominiosa, nos vino la Redención.

La lección de confiar en Cristo y en su infinita bondad, no es esperar que nos quitará todos los sufrimientos de nuestras vidas. Sino que nos ayudará a saber llevarlos, para la purificación de nuestra alma, en beneficio de toda la Iglesia.

Propósito
Tener presente la preparación de mi siguiente confesión, no posponerla, decidirme.

Diálogo con Cristo
Señor, cuántas veces me creo sano y no me doy cuenta de que estoy enfermo espiritualmente. ¡Cúrame Jesús! Que a semejanza del leproso del Evangelio, la experiencia de tu amor, me dé toda la luz para hacer un buen examen de conciencia y un firme propósito de enmienda al acercarme al sacramento de la reconciliación.

OCHO REGALOS QUE NO CUESTAN UN CENTAVO


Ocho regalos que no cuestan un centavo



1.- El regalo de Escuchar. 
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Sólo 
escuchar. 

2.- El regalo del Cariño. 

Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de  manos, estas pequeñas acciones demuestra el cariño por tu familia y amigos. 

3.- El regalo de la sonrisa. 
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu 
regalo dirá: "me gusta reír contigo" 

4.- El regalo de las notas escritas. 

Esto puede ser un simple "gracias por ayudarme", un detalle como estos  puede ser recordado de por vida Y TAL VEZ CAMBIARLA. 

5.- El regalo de un cumplido. 
Un simple y sincero "te ves genial de rojo", "has hecho un gran 
trabajo" o "fue una estupenda comida" puede hacer especial un día. 

6.- El regalo del favor. 

Todos los días procura hacer un favor.

7.- El regalo de la soledad. 

Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Sé sensible a aquellos  días y da este regalo o solicítalo a los demás. 

8.- El regalo de la disposición a la gratitud. 

La forma más fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas 
que no son difíciles de decir como "Hola" y "Muchas Gracias". 

Los amigos son raras joyas, que pueden hacerte enojar y sonreír, que  poco a poco aprenden a escuchar, a alentarte y ellos siempre abrirán su  corazón a nosotros. Demuéstrale a tus amigos lo mucho que los estimas  regalándoles este mensaje.

VENTAJAS DE CAMINAR


Ventajas de caminar


Caminar favorecerá tu respiración, comprimida muchas veces por la vida sedentaria. Ayudará a tu corazón al estimular una buena circulación de la sangre especialmente en los pies. Descansará tu mente ya que tu atención es atraída a todo tipo de percepciones sensoriales.

Andar es el ejercicio que no requiere gimnasia. Es una prescripción sin medicina, la regulación del peso sin dieta, el cosmético que no se vende en las perfumerías. Es un tranquilizante sin comprimidos, una terapia sin sicoanalista, una fuente de juventud que no es simple leyenda. Una caminata es una vacación que no nos cuesta un centavo.

Ayuda a quemar calorías. Disminuye el estrés: serena la mente y los nervios. Favorece el sueño. Regula el funcionamiento del aparato digestivo. Devuelve la capacidad de atención y concentración. Da vuelo a la creatividad.  Dinamiza si ha entrado la modorra. Es un tiempo propicio para rezar, reflexionar y programar. ¿Por qué no haces la prueba?


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: VIERNES 8 DE ENERO 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS 
Enero 8


No es tan fácil confesarse a sí mismo que uno "no quiere" hacer las cosas; es mucho más fácil buscar una excusa que nos exima de los compromisos de nuestros deberes.

La excusa más fácil es decir "no puedo", y con esa excusa ya quedamos tranquilos; pero en nuestro interior sabemos muy bien que no es cierto que no podemos; y así tratamos de serenarnos, diciéndonos a nosotros mismos que "no sabemos cómo hacer"; y como esta segunda excusa tampoco llega a serenar nuestra conciencia, recién entonces apuntamos a la realización, con un tímido "creo que no puedo".

Quedan finalmente los tres últimos tramos antes de llegar a la realización de la obra, que son: "puedo, quiero, hago".
Créeme, si hicieras todo cuanto puedes, tú mismo quedarías asombrado de lo que puedes; pero ahora te dejo mi pregunta: y, si puedes mucho más de lo que estás haciendo ¿no estarás obligado a hacerlo?

Si Cristo cuenta contigo, ¿puedes defraudarlo? No olvides que lo único santo que hay es la voluntad de Dios. Cuando Pablo es derribado del caballo por el Espíritu de Dios, responde: “¿Qué debo hacer, Señor?” (Hch 22,10). Acércate hoy mismo al Sagrario, pregúntale y escucha lo que Él te responde.


* P. Alfonso Milagro

CALENDARIOS RELIGIOSOS DE LA VIRGEN MARÍA, AÑO 2016




UNA PROFECÍA DEL PADRE PÍO SE CUMPLIRÁ EN PIETRELCINA CON LA AYUDA DEL PAPA FRANCISCO


Una profecía del Padre Pío se cumplirá en Pietrelcina con la ayuda del Papa Francisco
Por Walter Sánchez Silva



 (ACI).- El superior del convento de los capuchinos en Pietrelcina, P. Marciano Guarino, informó que los restos del Santo Padre Pío llegarán a esa localidad italiana 100 años después de que el fraile dejara su ciudad natal. Así se cumplirá la profecía que hizo sobre su regreso algunos años después de su muerte.

La urna con los restos del Padre Pío llegará a Pietrelcina para estar unos días allí luego de permanecer los primeros días de febrero en la Basílica de San Pedro en el Vaticano en ocasión del Jubileo de la Misericordia, gracias al Papa Francisco que ha querido que esto sea un importante signo de la misericordia de Dios.

En agosto de 1968, poco antes de su muerte, el Padre Pío conversaba con el Padre Mariano da Santa Croce, quien le dijo que volvería a su ciudad natal “algunos años después de su muerte (…) El Señor sabe… y lo llamará también a usted al Paraíso. Luego de su muerte, habrá signos, prodigios, milagros y la Iglesia lo elevará a los altares. Entonces traerán su cuerpo aquí y se hará una bella procesión hacia Pietrelcina ¿Lo he dicho bien?”

El Santo, señala el diario Avvenire de los obispos italianos, juntó sus manos y tras mover la cabeza dos veces le dijo al otro sacerdote: “Y así será”.



El 17 de febrero de 1916 y luego de un periodo de convalecencia que transcurrió en varios conventos de la zona y en Pietrelcina, el Padre Pío dejó su ciudad natal para ingresar a la comunidad religiosa de Santa Ana en Foggia, un lugar en donde “aprendió a convivir con las fuerzas demoníacas que lo atormentaban en su celda durante las noches”.

Luego de una temporada en Foggia partió a San Giovanni Rotondo en donde sirvió hasta su muerte el 23 de septiembre de 1968.

El P. Marciano Guarino dijo que ha llegado el momento para que “nuestro hermano regrese a ‘su’ Pietrelcina en donde ha nacido y ha respirado el aire de un barrio y una ciudad particular, elegida por Dios para ser cuna de un santo”.

Los restos del Santo estarán Pietrelcina del 11 al 13 de febrero, según informa Teleradio Padre Pio.

San Pío de Pietrelcina vivió entre 1887 y 1968. Aunque nació en Pietrelcina, este sacerdote de la Orden de los Frailes Capuchinos Menores ejerció su ministerio en San Giovanni Rotondo desde 1916 hasta su muerte.

También recibió los estigmas y tuvo visiones místicas de Cristo. El Santo tenía "la frente alta y serena, la mirada vivaz, dulce; y la expresión con visos de bondad y sinceridad". Era muy gentil con sus hermanos; muy amado por sus superiores; transcurría de 10 a 12 horas al día confesando y celebraba la Misa con gran devoción.

El Padre Pío fue beatificado en 1999 y canonizado en 2002 por el Papa San Juan Pablo II.
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