martes, 21 de abril de 2015

FIN DE LA CONSTRUCCIÓN


Fin de la construcción




...el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6.

Un día, Billy y Rut Graham estaban conduciendo por un largo trecho de carretera que estaba en construcción. Encontraron muchos retrasos, desvíos y paradas. Finalmente llegaron al final de la dificultad, y delante de ellos se extendía un largo trecho de pavimento suave. El siguiente letrero captó la atención de Rut: <<Fin de la construcción. Gracias por su paciencia.>> Ella comentó que esas palabras serían apropiadas para inscribirlas en su tumba algún día.

En realidad, esas palabras nos quedan bien a todos los creyentes, porque en esta vida estamos <<en construcción>>, Cuando aceptamos a Cristo como Salvador y Señor comenzamos el proceso de crecimiento espiritual, el cual dura toda la vida. El Espíritu Santo obra en nosotros para quitar nuestro egoísmo (Filipenses 2:4), renovar nuestra manera de pensar (Romanos 12:2), y desarrollar cualidades en nosotros que sean cada vez más como las de Cristo (Colosenses 3:5-14) . Pablo describió este proceso como una obra de Dios. Dijo: "El que comenzó con vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" (Filipenses 1:6)

Mientras viajamos con destino al cielo, cooperemos con la construcción de Dios en nuestras vidas. Cuando su obra en nosotros esté completa,"seremos semejantes a él" (1 Juan 3:2), perfectamente conformados a la semejanza de nuestro Salvador.

Dios nos ama demasiado para dejarnos como somos. No rehúses los cambios que el quiera hacer en ti hoy, recuerda: "Estas en Construcción"

ACEPTACIÓN


Aceptación
Autor: Gonzalo Gallo González



Una de las actitudes más necesarias en la vida es la capacidad de aceptación que nace del realismo.

Gracias a ella dejamos de estrellarnos contra los hechos y buscamos lo mejor con lo que somos y lo que tenemos.

Con aceptación cancelamos las exigencias del perfeccionismo y la pasividad del conformismo.

Nada mejor para amarnos y amar que aceptarnos y aceptar a los otros con una conciencia clara de dos realidades:

1. Nuestras limitaciones y las ajenas.
2. Nuestros valores y los de los demás.

Es un amor tolerante el que nos lleva a ser realistas sin dejar de luchar por mejorar día tras día.

La aceptación nada tiene que ver con la resignación que paraliza y anestesia a los pusilánimes.

Es más bien un paso de sabiduría hacia la superación: Es modelar el barro que se tiene hasta lograr una obra maestra.

Crece en realismo y gozarás de paz en tu alma y en tus relaciones.

¿QUÉ ES LA EXCOMUNIÓN?


¿Qué es la excomunión?
Ciertos pecados particularmente graves están sancionados con la excomunión, la pena eclesiástica más severa


Por: SCTJM | Fuente: corazones.org




La excomunión es la pena impuesta por ley canónica por la que un católico es parcialmente excluido de la vida de la Iglesia.

Por el bautismo, el cristiano es unido a Cristo y a su Iglesia, en la que El vive y se nos comunica. No puede haber cosa peor que perder esa unidad.

Los pecados veniales no rompen la comunión con Dios (aunque si la debilitan). Los pecados graves si nos quitan la gracia (la vida de Dios en nuestras almas). La persona en pecado mortal es como una rama seca, que aunque unida físicamente al árbol (Iglesia), no tiene vida. Por medio del arrepentimiento y el sacramento de penitencia, el pecador puede volver a la plenitud de la vida en la Iglesia.

Catecismo 1463:

Ciertos pecados particularmente graves están sancionados con la excomunión, la pena eclesiástica más severa, que impide la recepción de los sacramentos y el ejercicio de ciertos actos eclesiásticos, y cuya absolución, por consiguiente, sólo puede ser concedida, según el derecho de la Iglesia, por el Papa, por el Obispo del lugar, o por sacerdotes autorizados por ellos. En caso de peligro de muerte, todo sacerdote, incluso privado de la facultad de oír confesiones, puede absolver de cualquier pecado y de toda excomunión. 

Mas allá de la pérdida de la gracia, la excomunión implica una ruptura con de los vínculos que nos unen a Cristo por medio de su Iglesia. La excomunión no pone a la persona fuera de la Iglesia pero si la separa de la participación de su comunión. Es posible también la auto-excomunión, cuando la persona rompe los vínculos de comunión con la Iglesia.

La excomunión automática (latae sententiae) "de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito". Se trata de delitos sumamente graves: apostasía, herejía o cisma. (Canon 1364); la violación directa del sacramento de la confesión por un sacerdote (Canon 1388); el procurar o participar en un aborto o la cooperación necesaria para que un aborto se lleve a cabo (CIC 2272; Ley Canónica 1398).

En otros casos la excomunión ocurre por un proceso formal (ferendae sententiae) (Cánones 1314, 1341).

La ley canónica advierte algunos factores que quitan imputabilidad - ignorancia de la ley, falta de libertad, etc. (Canon 1323). Otros factores pueden disminuir la culpa, como el uso imperfecto de la razón e ignorancia de la pena envuelta por la violación. (1324.3).

Efectos de la excomunión

El efecto mas notable de la excomunión es la exclusión de la recepción o administración de los sacramentos, incluso de la confesión, ya que no puede haber reconciliación de algunos pecados mientras no hay arrepentimiento de uno que sea mortal. (cf. Canon 1331.1.2) Lamentablemente, con frecuencia personas que han incurrido excomunión automática continúan recibiendo los sacramentos sin arrepentirse. Estos cometen un sacrilegio y quien les aconseja a continuar en el error los está encerrando en el pecado.

Se les prohibe además ejercer oficios o funciones eclesiásticas. Si la excomunión ha sido impuesta públicamente, todo atento de ejercer un oficio eclesiástico es inválido

El fin de la excomunión es medicinal

Es el pecador, y no la Iglesia, quien rompe la comunión. La Iglesia, como madre y maestra, debe advertir sobre la seriedad de los males mortales para el alma y las consecuencias, con el propósito de atraer al pecador al arrepentimiento y el retorno a la comunión. Pero si este se obstina en el pecado, la excomunión le sirve para entender claramente su situación. En casos de pecado grave y público, la Iglesia tiene además la obligación de proteger a sus fieles del escándalo que ocurre cuando se aparenta que el pecado grave es compatible con la práctica de la fe. El arrepentimiento hace posible la absolución de la excomunión (cf. CCC 1463).

San Pablo:

Y ¡vosotros andáis tan hinchados! Y no habéis hecho más bien duelo para que fuera expulsado de entre vosotros el autor de semejante acción. Pues bien, yo por mi parte corporalmente ausente, pero presente en espíritu, he juzgado ya, como si me hallara presente, al que así obró: que en nombre del Señor Jesús, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de Jesús Señor nuestro, sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu se salve en el Día del Señor. ¡No es como para gloriaros! ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? - I Corintios 5:2-6

El lenguaje de San Pablo parece duro para la mente moderna que no entiende la gravedad del pecado. En realidad San Pablo conoce mucho mejor la realidad del hombre y desea salvar del infierno tanto al que cometió el grave pecado como a la comunidad. Estima que sacar al hombre de la comunidad le servirá para comprender su mal y volver arrepentido. Quiere la "destrucción" de su carne (las tendencias de pecado) para que se salve para la eternidad.

Catecismo 2272: Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad.

La pena de excomunión siempre ha existido en la Iglesia. Hay referencias a ella ya en los primeros concilios (ej. Nicea, 325d.C.). La pena de excomunión pública es poco frecuente. El caso mas notable después del Concilio Vaticano es el del Arzobispo Lefebre (m.1991), quien comenzó un cisma al consagrar obispos sin el permiso del Papa.

LA BILOCACIÓN DEL PADRE PÍO



La bilocación del Padre Pío

Me encontraba en el coro con Fray Atanasio, cuando me encontré en una casa señorial donde moría un papá mientras nacía una niña 


Por: EWTN | Fuente: www.ewtn.com / www.encuentra.com



En el convento de San Elías de Pennisi, Fray Pío experimentó por primera vez el fenómeno de la bilocación. La noche del 18 de enero de 1905, mientras se encontraba en el coro, recogido en profunda oración, se sintió trasladado a una casa señorial de la ciudad de Údine, donde estaba muriéndose un hombre y naciendo una niña.
El caso curioso fue narrado por el mismo religioso que, por obediencia lo puso por escrito y, después de muchos años, por la joven que entonces había nacido.
"Hace días- escribe Fray Pío- me pasó algo insospechado: Mientras me encontraba en el coro con Fray Atanasio, eran como las 23 horas del 18 de este mes cuando me encontré en una casa señorial donde moría un papá mientras nacía una niña. Se me apareció entonces la Santísima Virgen que me dijo: ‘Te confío esta criatura, es una piedra preciosa en su estado bruto. Trabájala, límpiala, hazla lo más brillante posible, porque un día quiero usarla para adornarme…’ Le contesté a la Virgen: ‘¿Cómo podría ser posible, si yo soy todavía un estudiante y no sé si un día podré tener la suerte y la alegría de ser sacerdote? Y aunque llegue a ser sacerdote, ¿cómo podré ocuparme de esta niña, viviendo yo tan lejos de aquí?’ La Virgen me respondió: ‘No dudes. Será ella quien irá a buscarte, pero antes la encontrarás en la Basílica de San Pedro en Roma’. Después de esto… me encontré otra vez en el coro".
Este escrito fue cuidadosamente guardado por el director espiritual del Padre Pío, el padre Agustín de San Marco en Lamis. La niña de la que se habla en el escrito se llama Giovanna Rizzani. Su Papá estaba inscrito en la Masonería. Durante su última enfermedad, su lujosa residencia fue rigurosamente vigilada día y noche por los masones, situada en la calle Tiberio de Ciani No. 33 de la ciudad italiana de Údine. Esto, para impedir el paso de cualquier sacerdote.
Horas antes de morir, su esposa Leonilde- que era muy religiosa- estaba cerca del lecho del moribundo recogida en oración y lágrimas. De repente vio salir de la recámara y alejarse por el pasillo a un fraile capuchino. Se levantó enseguida, lo llamó y lo siguió mientras el fraile desaparecía.
La señora estaba extremadamente angustiada pensando en su esposo que se moría sin los auxilios religiosos. En aquel momento, oyó gemir al perro que estaba amarrado en el jardín de la casa, como si el animal percibiera la muerte ya próxima del amo.
La señora, no aguantando el gemido del perro, fue a soltarlo. En esos momentos sintió los dolores del parto y allí mismo dio a luz a una niña. El administrador de la casa corrió para ayudarle. De lejos vieron la escena los dos masones que vigilaban la entrada y también el párroco que quería entrar a la casa para auxiliar al moribundo.
El administrador, después de que ayudó a la señora a alcanzar la recámara, bajó indignado contra los masones que impedían el paso al sacerdote y les gritó: "Dejen entrar al padre. Ustedes pueden impedirle que asista al moribundo, pero no tienen derecho a impedirle que vaya a bautizar a la niña que acaba de nacer prematuramente".
Fue así como se dejó pasar al sacerdote, que además de bautizar a la niña, administró los últimos sacramentos al moribundo arrepentido.
A la muerte del señor Juan Bautista Rizzani, la joven viuda se trasladó a Roma con sus papás. Allí, la pequeña Giovanna creció educada cristianamente.
Igualmente asombroso es el resto de la historia.
Aquella criatura, Giovanna Rizzani, un buen día de 1922 recibirá el consejo de un confesor en San Pedro de Roma de ir a San Giovanni Rotondo. Allí se encaminó y cuál fue su sorpresa al reconocer en el Padre Pío al capuchino que la había confesado en San Pedro. Más sorpresa se llevó todavía cuando el padre le contó haber asistido a su nacimiento en Udine y le dio toda clase de detalles. Giovanna será más adelante terciaria franciscana y fiel hija espiritual del padre Pío.
Se sabe que jamás, ni en 1905 ni nunca, estuvo éste en Udine, cerca de Venecia. Ni en 1922 había salido ni un solo día de San Giovanni Rotondo, lugar de su nuevo y definitivo convento.
Este fenómeno de bilocación de que fue objeto el Padre Pío en numerosas ocasiones nunca se manifestó por su propia voluntad, sino como un don de Dios y siempre para el bien de las almas.

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 21 DE ABRIL DEL 2015


Yo soy el pan de vida
Pascua

Juan 6, 30-35. Pascua. La Eucaristía nos está esperando a todos los que sentimos hambre y sed en nuestras almas. 


Por: P. Vicente Yanes | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35
Ellos entonces le dijeron: ¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre de ese pan. Les dijo Jesús: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.

Oración introductoria

Señor Jesús, hoy me preguntas, -como a Pedro-, si realmente te amo. Junto con el apóstol te repito que ¡te quiero y te amo más que nada en el mundo! Tú lo sabes porque me conoces y siempre me estás buscando para mostrarme el camino que me puede llevar a la santidad.

Petición
Señor, acrecienta mi amor por medio de este momento de oración.

Meditación del Papa Francisco
Además del hambre físico, el hombre lleva en sí otro hambre, un hambre que no puede ser saciado con el alimento ordinario. Es hambre de vida, hambre de amor, hambre de eternidad.
Y el signo del maná —como toda la experiencia del éxodo— contenía en sí también esta dimensión: era figura de un alimento que satisface esta profunda hambre que hay en el hombre. Jesús nos da este alimento, es más, es Él mismo el pan vivo que da la vida al mundo. Su Cuerpo es el verdadero alimento bajo la especie del pan; su Sangre es la verdadera bebida bajo la especie del vino. No es un simple alimento con el cual saciar nuestro cuerpo, como el maná; el Cuerpo de Cristo es el pan de los últimos tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna, porque la esencia de este pan es el Amor.
En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un amor tan grande que nos nutre de sí mismo; un amor gratuito, siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las propias fuerzas. Vivir la experiencia de la fe significa dejarse alimentar por el Señor y construir la propia existencia no sobre los bienes materiales, sino sobre la realidad que no perece: los dones de Dios, su Palabra y su Cuerpo.» (Homilía de S.S. Francisco, 19 de junio de 2014).

Reflexión
Jesús quiso dejarnos como señal para creer en él (y sobretodo para amarle) la Eucaristía. Es lo más precioso que tenemos en la Iglesia: es Cristo mismo. No es sólo un símbolo, un adorno, un rito: es la presencia real del Señor entre nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Jesucristo quiso quedarse bajo forma de pan, pero dejó claro que ése es el verdadero pan del cielo. La Eucaristía es el alimento que elimina eficazmente el hambre más profunda del hombre, le comunica con Dios y le hace partícipe de su felicidad. Si deja en el alma algo de hambre, ésta sólo es de repetirlo de nuevo.

En la vida de los santos encontramos como denominador común un gran amor hacia la Eucaristía. Ellos encontraron allí, por la fe, a Jesús, el Señor de sus vidas. Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí... Jesucristo habló con suma claridad, no hay espacio para interpretaciones ambiguas. Él está en el pan eucarístico y nos está esperando a todos los que sentimos hambre y sed en nuestras almas.

Propósito
Hacer una visita a Cristo Eucaristía para agradecerle su comprensión, misericordia y amor.

Diálogo con Cristo
Señor, no permitas nunca que te llegue a negar. Que ante todos y ante cualquier circunstancia sepa ser fiel a mi fe. Para lograrlo no me canso de pedirte que me llenes con tu amor, para que siempre pueda responderte con generosidad y firmeza, especialmente en los momentos de más dificultad.

CALMA


Calma



En la época del fax, los chips, el internet, el jet, el microondas y el control remoto, es difícil aceptar procesos con paciencia.

Queremos que todo en la vida funcione tan rápido como las comunicaciones o las computadoras. Nos dejamos presionar por un inmediatismo estresante.

Y está bien que exijamos rápidez a los lentos y los mediocres, pero no hasta el punto de querer en todo una velocidad de transbordador espacial.

Por querer volar quemamos valiosas iniciativas, no le damos espacio a los procesos de maduración y olvidamos lo importante agobiados por lo urgente.

La impaciencia nos hace tanto daño como el que sufren los niños cuyos papás quieren estos milagros: Que el pequeño a los 5 años hable tres idiomas, toque violín, sea estrella en un deporte, estudiante Uno. A. y experto karateca.

Ojalá pongamos en nuestro espejo, en el closet y en la oficina un post-it con las letras PP de paciencia y procesos.

Así tendremos ante los ojos por un buen tiempo un memorial de lo valioso que es actuar con calma y dejar tanto acelere. ¡Ojo, vísteme despacio que estoy de prisa!

HAY ÁNGELES


Hay Ángeles...



Hay Ángeles que caen del cielo
Para aliviar las penas en la tierra....

Ángeles que surcan el cielo
Con sus pensamientos,
Que cruzan los mares con su ilusión,
Que hacen caminos con sentimiento
Y secan lágrimas del corazón.

Ángeles que miran al cielo
Con esperanza y amor
Y con sus ojos transmiten
Su verdad y su pasión.

Los que iluminan senderos
Y caminan con amor,
Los que cuidan con sus alas
La humildad del corazón.

Los que vuelan, los que ríen,
Los que sueñan sin temor,
Los que lloran, los que callan
Por un mañana mejor.

Los hay blancos, los hay negros
Y morenos de color;
Los hay niños, los hay viejos,
Todos llenos de calor.

Si ríes con alegría,
Si lloras con emoción,
Si sueñas, cantas y sientes,
Si esperas con ilusión,
Si tus ojos son ventanas
De tu amor y corazón,
Si llegas a las estrellas
Y las tocas con tu voz
No dudes, eres un ángel
Lleno de luz y calor.

Transmite con fe tu aliento,
Tu esperanza y tu emoción,
ilumina los caminos,
Siembra siempre la pasión.

Busca siempre la alegría,
El beneficio y el amor,
Olvida el temor, el miedo...
Confía en tu corazón...
siempre!

Haz un alto en el camino...
Estás preocupado? Estás triste?
Estás desalentado?
Hay un dolor muy grande
Golpeando tu corazón?

Por hoy sé un ángel...
ilumina tu corazón...
Saca aún sin fuerzas
Una sonrisa que ilumine tu vida
Y la de los que te rodean....

Mira al cielo y cree...
Conserva la fe y la esperanza...
No bajes los brazos,
No recojas las semillas del desaliento...
Ten fe!

No solucionamos nada
Estando tristes o preocupados...
Debemos conservar siempre
La esperanza en nuestro corazón,
Pedir con fuerza, reír, soñar, amar, creer...

Sé un ángel...
Sueña, ama, cree, ilusiónate,
Y vuela tan alto como puedas...
Y la luz de las estrellas
iluminará tu vida siempre...
Es mi deseo!

EL ABORTO NO ES LA ÚNICA SALIDA


El aborto no es la única salida
Un vídeo provida, contra la política abortista de Bachelet



Fuente: ForumLibertas



Ante el argumento de sus defensores de que “el aborto es la solución para el drama del embarazo no deseado”, la plataforma ‘Nadie sobra’ afirma que “el acompañamiento funciona y debe ser considerado como una solución que beneficia a la madre y al hijo, porque en Chile nadie sobra”
El debate abierto en Chile tras la despenalización del aborto que propone su presidenta, Michelle Bachelet, ha suscitado la movilización de las organizaciones provida, que plantean a la sociedad las consecuencias de la legalización de unas prácticas que acaban con la vida del no nacido.
En ese contexto, la plataforma ciudadana “Nadie sobra”, que encuentra en las redes sociales una vía para difundir su mensaje, ha dado a conocer un video donde se demuestra que “el acompañamiento a mujeres con embarazos no deseados o vulnerables es una opción que da resultados concretos”.

El detonante del vídeo fueron las declaraciones de la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Claudia Pascual, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer celebrado el pasado 8 de marzo.
En su discurso, la ministra aseguró que “como Gobierno no podíamos eludir nuestra responsabilidad de legislar frente a un tema tan importante para las mujeres. Sabemos que hay distintas opiniones, pero también sabemos que la situación actual que penaliza la interrupción del embarazo en todas las circunstancias deja a las mujeres sin alternativa”.
Según informa Aciprensa, Pascual agregó que el Gobierno no busca “imponer ninguna visión ni opinión”, sino que “abrir las posibilidades para que las mujeres decidan”.
Con ayuda, prefieren no abortar
En el inicio del vídeo, y en boca de los defensores del aborto, se afirma que “el aborto es la solución para el drama del embarazo no deseado”. Sin embargo, “en realidad, el aborto es una decisión extrema antes de las cual existen otras opciones que acogen a la madre y protegen la vida de su hijo”, continúa.
De hecho, “del total de mujeres que en algún momento pensaron en abortar pero estuvieron dispuestas a recibir apoyo psicosocial, el 93% terminó por dar vida a sus hijos y en la gran mayoría de los casos optaron por quedarse con ellos
Se advierte además que “en Chile no existe una ley u organismo que promueva formalmente el acompañamiento de mujeres con embarazos no deseados o vulnerables. Peor aún, han sido eliminados los pocos programas que existían para este efecto, dejando el acompañamiento exclusivamente en manos de ONGs y grupos de voluntarios”.
Desde la plataforma #NadieSobra, se subraya asimismo que “no podemos conformarnos con un país que hace del aborto una única salida para el embarazo imprevisto o vulnerable”.
“El acompañamiento funciona y debe ser considerado como una solución que beneficia a la madre y al hijo, porque en Chile nadie sobra”, concluye el vídeo.
#Nadie Sobra ya había publicado otro video explicativo en donde derriban algunos “mitos” sobre los posibles beneficios de la despenalización del aborto. También han difundido videos de testimonios de personas que desde su experiencia manifiestan su postura a favor de la vida y dignidad de la mujer y del que está por nacer.

HACIENDO LIMPIEZA



Haciendo limpieza




Recibí la noticia de que vendrá mi prima de vacaciones a pasar unos días en casa; inmediatamente empecé los preparativos para recibirla como merece....

Según yo, siempre tengo la casa limpia y me admiro cuando llego a una casa y está sin barrer; mis hijos ya saben que si al llegar yo a casa encuentro algo fuera de su lugar, explotó inmediatamente....Bueno volvamos a lo de la limpieza de casa, a pesar de que aparentemente tengo la casa limpia decidí hacer aseo general...

Y cual fue mi sorpresa al ver que tenía basura acumulada, cosas inservibles, polvo en los rincones, papeles sin importancia ocupando espacio, etc...

Y entonces se me vino a la mente que si así tenía mi casa, a la mejor así tenía mi alma y conciencia, según yo aparentemente tranquila y limpia; sin perder mas tiempo también me he propuesto hacer limpieza general y profunda...


Empiezo por revisar cuidadosamente cada espacio de mi interior, para encontrar todo aquello que es inservible y nocivo. 



Inmediatamente tomé el plumero para sacudir todos los rincones que estaban cubiertos con polvo de olvido y frustraciones....


Luego paso a revisar los cajones de mi corazón que sirven para guardar recuerdos; tiré todos las experiencias amargas, todo rescoldo de aquel resentimiento que aún se encontraba por ahí...


Descubrí algunas manchitas en mi alma, producidas por sentimientos negativos como el odio y el orgullo, las lave con delicadeza y empeño; utilizando jabón de perdón y enjuagando con abundantemente agua de humildad....


Vi que en mi corazón había algunas grietas causadas por las desilusiones, entonces también decidí darle una resanadita con una mezcla de ilusiones y esperanzas...

Luego me puse a barrer minuciosamente, cuidando de no dejar ni la más mínima mancha de polvo; era necesario para que quedará mi alma limpia de toda mezquindad...

Planché con sumo cuidado mi alma, por si había quedado alguna arruguita provocada por la duda o desconfianza, la deje impecable....

Me quede asombrada al final de mi tarea:

-Cuánta basura tenía dentro de mi!......viejos resentimientos, amarguras, frustraciones, cosas que según yo había olvidado y seguían ahí ocupando espacio, impidiendome llenarme de amor........

Hoy me siento mas liviana, mas libre, en mi mente y corazón hay mas espacio para el amor....

Y como no quiero mi alma ensuciar tomaré algunas precauciones:

Me vacunaré contra todo sentimiento mezquino; con una buena dosis de esperanza, ilusión, confianza, humildad y sobretodo de amor...

Sembraré en mi corazón un jardín de flores de amistad, solidaridad, ternura, impidiendo así que crezca la mala yerba...

La tarea mas ardua que tendré es aprender a dominar mi carácter, que ha sido el causante de que tuviera tanta basura en mi interior..... Se que lo podré amansar, pues a pesar de ser como un fuerte toro, tengo a mi mejor entrenador para lograrlo: DIOS.......

Y ustedes amigos....cuando hacen limpieza general?

Lo ven amigos yo ya hice limpieza...espero que todos aqui lo hagan...

LOS AMORES DE SAN LORENZO


Los amores de San Lorenzo
El amor a la Iglesia, el amor a la Eucaristía y el amor a los pobres se unifican en el amor a Cristo, nuestro Señor 


Por: Guillermo Juan Morado | Fuente: Catholic.net



La vida y el martirio de San Lorenzo constituyen un elocuente testimonio de tres “amores” que debe hacer suyos cada cristiano, en cualquier época de la historia: el amor a la Iglesia, el amor a la Eucaristía y el amor a los pobres.

San Lorenzo amó a la Iglesia, como buen diácono que era

Su ministerio diaconal consistía en entregarse por entero al servicio de la Iglesia de Roma, colaborando con su Obispo, el Papa san Sixto. San Lorenzo fue muy consciente de las palabras que repetía su contemporáneo San Cipriano: “No puede tener a Dios por Padre el que no tiene a la Iglesia por madre”. La Iglesia era vista por San Lorenzo no como una mera institución humana, sino como un misterio de salvación querido por Dios: el sacramento universal de salvación; el Pueblo santo de Dios; el Cuerpo de Cristo; el Templo del Espíritu Santo.
Los creyentes de hoy, como lo de todos los tiempos, hemos de profundizar en nuestra pertenencia a la Iglesia. La Iglesia es una realidad a la vez visible y espiritual portadora de vida divina. Es, en medio del mundo, el signo y el instrumento de la comunión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí.
A veces se oye decir: “Cristo sí, la Iglesia no”. Pero sin la Iglesia, nunca habríamos oído hablar de Cristo. Sin la Iglesia no habríamos sido recreados como miembros suyos por medio del bautismo. Sin la Iglesia no seríamos piedras vivas del templo de Dios habitado por el Espíritu.
La Iglesia perseguida del siglo III, en la época que vivió San Lorenzo, era una Iglesia pobre, pero consciente de ser en el mundo la presencia del Reino de Cristo. Las dificultades que vive la Iglesia en nuestros días no deben asustarnos, si sus enemigos son los que están fuera. El mayor enemigo sería el que estuviese dentro: el que se dijese cristiano y no colaborase con la Iglesia; el que se dijese cristiano, y de su boca sólo saliesen críticas amargas hacia la Iglesia; el que se dijese cristiano, y no se sintiese miembro vivo de esta familia de Dios que es la Iglesia.

San Lorenzo amó a la Eucaristía

A los diáconos les competía y les compete asistir al Obispo en la celebración de la Eucaristía, y distribuir junto a él la sagrada comunión. La Eucaristía, el sacramento del sacrificio y de la presencia del Señor, “es el corazón y la cumbre de la vida de la Iglesia”. Sin la Eucaristía, sin la participación en la Misa dominical, un cristiano no puede vivir como tal: “Sin el Domingo no podemos vivir”, decían los mártires de los primeros siglos.
También hoy sucumbiríamos a las dificultades de la vida, a la presión de un ambiente social y cultural marcado por el secularismo, por la indiferencia religiosa y por el consumismo desenfrenado, sin la fuerza que nos viene de la Eucaristía dominical. Necesitamos la Eucaristía porque necesitamos a Jesucristo. Necesitamos beneficiarnos de la actualización sacramental de su entrega en el Calvario; necesitamos alimentarnos con su Cuerpo y con su Sangre; necesitamos acudir al Sagrario, cuando estamos cansados y agobiados para encontrar alivio en su Corazón manso y humilde.
En el año dedicado a la Eucaristía, el Papa san Juan Pablo II pedía a todos los cristianos “fomentar, tanto en la celebración de la Misa como en el culto eucarístico fuera de ella, la conciencia viva de la presencia real de Cristo, tratando de testimoniarla con el tono de la voz, con los gestos, los movimientos y todo el modo de comportarse”. La conciencia viva de la presencia real de Cristo nos llevará a adorarle, dentro y fuera de la celebración de la Misa. “Hemos venido a adorarle”, repetirán del 16 al 21 de este mes los jóvenes del mundo con el Papa Benedicto en Colonia, haciendo suyas las palabras de los Magos cuando se acercaron a Belén para postrarse ante Jesús. Belén es hoy para nosotros los altares y los sagrarios de la Tierra. Allí está Cristo, y hacia allí, guiados por la estrella de la fe, queremos venir también nosotros a adorarle.

El tercer amor de San Lorenzo es el amor a los pobres

Él ejemplificó las palabras de la Escritura: “Reparte limosna a los pobres, su justicia es constante, sin falta”. Cuentan que cuando el tribuno de Roma le pidió a San Lorenzo que le mostrase los tesoros de la Iglesia, él le mostró a los pobres. Sí, los pobres son los preferidos de Cristo, y por eso son también los preferidos de la Iglesia.
A pesar de nuestros pecados, de los pecados de los miembros de la Iglesia, recorrer la geografía de la pobreza, en el primer mundo y en el tercer mundo, es recorrer la geografía de la fe. No hay realidad humana de abandono, de exclusión, de marginación, de pobreza donde no se haga presente, también hoy, la Iglesia de Cristo. Los medios de comunicación no siempre lo dirán, porque parece más rentable propagar los escándalos, pero allí donde están los pobres allí está la Iglesia. Es bueno que seamos humildemente conscientes de esta realidad y que seamos miembros activos en este compromiso discreto pero constante en favor de los más pobres de la Tierra.
El amor a la Iglesia, el amor a la Eucaristía, el amor a los pobres. Los tres amores de San Lorenzo se unifican en el amor a Cristo, nuestro Señor. Él es el Señor y el Esposo de la Iglesia, que es su Cuerpo. Él es el Sacerdote y la Víctima que se inmola en el altar de la Cruz, para convertirse en nuestro alimento. Él en persona nos sale al encuentro en el que pasa hambre o sed, en el que está enfermo o en la cárcel: “Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.
Pedimos a Dios, nuestro Señor, por intercesión del santo, “amar lo que él amó y practicar sinceramente lo que nos enseñó”, y que de la celebración de la Santa Misa saquemos fuerzas para testimoniar en el mundo la alegría de la salvación.

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO


lunes, 20 de abril de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 20 DE ABRIL DEL 2015


La muchedumbre en busca de Jesús
Pascua

Juan 6, 22-29. Pascua. Busquemos a Dios por amor desinteresado, ofreciendo nuestro amor a pesar de nosotros mismos. 


Por: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 6, 22-29
Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar, vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos. Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido pan. Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello». Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado». 

Oración preparatoria
Dios mío, ¿qué necesito para llevar a cabo tus obras? Porque no quiero parecerme a los personajes de este Evangelio, que te buscaban sólo para pedir y recibir beneficios materiales. Eres mi Padre, me conoces y me amas, a pesar de mis debilidades. Te amo y confío en que iluminarás este rato de meditación para mostrarme cómo puedo llevar a cabo tus obras.

Petición
Jesús, que no tenga miedo de pedirte cosas para darte mayor gloria.

Meditación del Papa Francisco
El buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen de incertidumbre. Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre, algo no va bien. Esto es una clave importante, que si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él. Recordemos a los grandes guías del pueblo de Dios, como Moisés, que siempre han dado espacio a la duda. Les invito a ser humildes, tenemos que hacer espacio al Señor, no a nuestras certezas.
Recomiendo buscar a Dios para hallarlo, y hallarlo para buscarle siempre. Es la experiencia de los grandes Padres de la fe. Les invito a releer el capítulo 11 de la Carta a los Hebreos. Abrahán, por la fe, partió sin saber a dónde iba. Todos nuestros antepasados en la fe murieron teniendo ante los ojos los bienes prometidos, pero muy a lo lejos... No se nos ha entregado la vida como un guion en el que ya todo está escrito, sino que consiste en andar, caminar, hacer, buscar, ver... Hay que embarcarse en la aventura de la búsqueda del encuentro y del dejarse buscar y dejarse encontrar por Dios. (Cf Comentario de S.S. Francisco, en entrevista de Antonio Spadaro, el 27 de septiembre de 2013).
Reflexión
Hace mucho tiempo, vivía en un pueblo una aldeana muy hermosa. Todos querían esposarla pero ella sentía que nadie le aseguraba verdadero amor.

Así, se le acercó el mercader más rico diciéndole: "Te amaré a pesar de tu pobreza". Pero como en sus palabras no encontró verdadero amor prefirió no casarse. Después se le acercó un gran general y le dijo: " Me casaré contigo a pesar de las distancias que nos separen". Pero tampoco aceptó la hermosa aldeana. Más tarde se le acercó el emperador a decirle: "Te aceptaré en mi palacio a pesar de tu condición de mortal". Y también rehusó la muchacha a casarse porque tampoco veía en él un amor desinteresado. Hasta que un día se le acercó un joven y le dijo: “Te amaré a pesar... de mí mismo”. Y como en sus palabras encontró un amor verdadero y sincero, optó por casarse con él.

Ojalá que en nuestra vida suceda lo mismo. Que estemos buscando a Dios por amor desinteresado. Que le ofrezcamos nuestro amor a pesar de nosotros mismos. No busquemos a Dios por el alimento perecedero como lo buscaban las personas que menciona el evangelio. Es claro que nosotros no buscamos a Dios por un alimento material, pues sabemos y experimentamos que ese hay que ganárselo. Pero sí podríamos acercarnos a Cristo buscando alguna ganancia personal. Pidiéndole cosas que en lugar de acercarnos a nuestra santificación nos aleja. Tal vez vemos en Jesús un genio que nos concederá deseos si pronunciamos una fórmula mágica que nosotros llamamos "oración". Cristo ve nuestras intenciones y sabe porqué le pedimos las cosas, conoce porqué le seguimos y porqué le buscamos.

Busquemos a Cristo en la Eucaristía de forma desinteresada. No a pesar de... lo que nos pueda gustar o disgustar de Él, sino sabiendo que la Eucaristía es el punto privilegiado del encuentro del amor hacia nosotros, de forma desinteresada, a pesar de nuestra condición de mortal y a pesar de nuestra pobreza.

Propósito
Hoy es buen día para hacer una «limpieza general» de lo que me pueda apartar de Dios.

Diálogo con Cristo 
Señor, necesito una decisión firme para buscar en todo tu gloria. Me hace falta constancia y perseverancia para superar las dificultades o los entusiasmos pasajeros. El día de hoy quiero aprovechar el tiempo para amarte y servirte con fe, con generosidad, con decisión, hasta en los más pequeños detalles.
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