miércoles, 28 de enero de 2015

SOBRE LA SOBERBIA Y LA MENTIRA


Sobre la soberbia y la mentira
No os dejéis engañar por las mentiras y la soberbia con que Satanás, del Príncipe de este mundo y Padre de la Mentira, nos pretende seducir.
Por: Pedro Luis Llera Vázquez | Fuente: Catholic.net



«No, no moriréis. Dios sabe muy bien que cuando vosotros comáis de ese árbol, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal».

Queridos hijos:

Quisiera con estas líneas advertiros sobre los peligros de la soberbia y la mentira. Porque si hoy vivimos en esta situación calamitosa, acosados por tantos casos de corrupción, amenazados por populismos y por ideologías mentirosas, atemorizados por el terrorismo criminal, es por nuestra desobediencia a Dios y por un mundo que acepta y justifica la mentira, que es obra de Satanás.

Ciertamente que los males que derivan de la soberbia y de la mentira no suponen novedad alguna: la soberbia y la mentira son pecados tan antiguos como la humanidad misma y origen de la mayoría de las calamidades que padecemos. El pecado de nuestros Primeros Padres no consistió en comer ninguna manzana, sino en desobedecer a Dios, en pretender ser dioses para determinar el bien y el mal. Así, el bien y el mal ya no estarían definidos por la Ley de Dios, sino por el criterio propio y particular de cada uno. Eso es lo que hoy en día llamamos “relativismo moral”. No hay nada que sea bueno o malo. No existe la verdad. La única verdad es lo que yo opino en cada momento, lo que a mí me viene bien. Y será bueno o malo aquello que a mí me conviene que sea bueno o malo según las circunstancias de cada momento de mi vida. De modo que algo puede ser bueno y verdadero hoy (porque me conviene) y ser malo y falso mañana (cuando me viene bien que así sea). Y el relativismo moral provoca indigencia moral, hasta el punto de invertir la realidad de las cosas, considerando bueno lo que es perverso y persiguiendo lo bueno y santo como si fuera pernicioso.

Por eso, el mayor enemigo de este mundo es la Iglesia, porque hoy es la única institución que defiende una moral basada en la Verdad. Y eso en este mundo no se puede consentir. Por eso, desde la derecha liberal pagana hasta la extrema izquierda estalinista, el enemigo a batir somos los católicos. Nos esperan tiempos de persecución y de martirio. No tengo la más mínima duda. Ocurrió no hace tantos años cuando nazis y comunistas mataron a nuestros hermanos con saña. Ahora vemos cómo los yihadistas obligan a los cristianos a huir de sus casas o cómo los secuestran o los decapitan. Pero no debemos tener miedo, porque el poder del infierno no prevalecerá. Y si permanecemos fieles a la Verdad, que es Cristo, y nos mantenemos firmes en la fe, nada ni nadie podrá con nosotros. Podrán tal vez quitarnos la vida, pero el martirio no es nuestra derrota, sino nuestra victoria. Nada ni nadie nos podrá separar del amor de Dios: ni los problemas, ni la angustia, ni la persecución, ni la pobreza, ni el peligro, ni la violencia.

 “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 8, 38-39).



Las ideologías materialistas ateas nos quieren convencer de que no hay Dios. Nos venden que será la ciencia la que acabará venciendo a la muerte: “no, no moriréis”, nos sigue diciendo el Demonio. La genética, los avances de la ciencia, acabarán por derrotar a la muerte. “Viviréis más de ciento cincuenta años”, prometen. La ciencia y la técnica nos ofrecen una redención de pacotilla y al final, esos científicos y esos políticos que prometen el paraíso en la tierra acaban creyéndose Dios y pretendiendo determinar qué vidas merecen la pena y cuáles no. Al final, quienes prometen derrotar a la muerte, lo que realmente están haciendo es ejercer de verdugos: aborto, eutanasia, eugenesia. Los hombres, llenos de soberbia, se atreven a sentenciar que una persona anciana o con una enfermedad o con alguna tara genética no merece vivir: que es mejor matarla para que no sufra. Y hombres miserables se arrogan la capacidad de decidir quién vive y quién muere; qué vida es digna y cuál no. Y hombres soberbios y mentirosos que se creen que están por encima del bien y del mal manipulan la vida y acabarán por generar monstruos. Esos hombres soberbios y mentirosos acaban convirtiéndose ellos mismos en verdaderos monstruos capaces de cometer crímenes tan abominables como el aborto.

Cada vez que el hombre inventa una ideología que promete la salvación y el paraíso, no falla: acaba generando dictaduras, campos de concentración, matanzas, verdaderos infiernos… Lo hicieron los nazis, los comunistas, los liberales que durante la revolución francesa prometieron la fraternidad y la confundieron con la guillotina. Nos prometen bienestar, prosperidad. Y lo que realmente provocan es paro, exclusión, pobreza, totalitarismo, represión, violencia. Los que niegan a Dios acaban pisoteando siempre la dignidad del hombre.

Nosotros solos no podemos acabar con el mal del mundo. Ni siquiera podemos acabar con el mal que habita en nosotros mismos. Sólo Dios, sólo Cristo, es quien puede acabar con el pecado del mundo. Y nosotros podremos construir un mundo mejor en la medida en que cada uno de nosotros seamos santos y nos dejemos transformar por la gracia de Dios. Lo que necesita el mundo son santos, no revolucionarios ni demagogos.

Pero la soberbia y la mentira no se circunscriben ni mucho menos a la política. También es mentira que exista un dios que ordene matar a nadie. Los terroristas islamistas son pura y simplemente criminales que tendrán que rendir cuentas ante el Altísimo por la sangre que derraman y por el sufrimiento que provocan.

La verdad no es aquello que opina la mayoría de la gente. La verdad no se determina por votación. La verdad es cosa de sabios y santos; y los sabios y los santos siempre han estado en minoría (y casi siempre han sido rechazados por las mayorías). Nosotros tenemos que ofrecer al mundo la Verdad, que es Cristo. Tenemos que anunciar a tiempo y a destiempo la única Verdad que nos puede hacer verdaderamente libres y que puede dar sentido y plenitud a nuestra vida. Pero esa Verdad que anunciamos es la verdad del Amor y el amor no se impone con la fuerza ni con coacciones. “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.  No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios, 13). El único Dios verdadero es Jesucristo, que siendo Hijo de Dios, se abajó hasta la condición de hombre y obedeció hasta la muerte la Voluntad de Dios para nuestra salvación. No caben fundamentalismos ni violencias. Jesús no llamó a las legiones de los ángeles para que fulminaran a quienes lo torturaban, a quienes lo humillaban o a quienes lo crucificaron. Cristo nos enseñó a perdonar incluso a nuestros enemigos. Y a obedecer a Dios hasta el final.

Pero también en la propia Iglesia se cuela el humo de Satanás cuando algunos teólogos y algunas comunidades se apartan de la sana doctrina de la Iglesia y se arrogan la condición de profetas para apartarse del magisterio y alejarse de la autoridad del Papa y de los obispos para reclamar cuestiones como la ordenación sacerdotal de las mujeres, el celibato opcional de los sacerdotes o el reconocimiento eclesial del matrimonio entre homosexuales. ¿No es soberbia creerse más sabios que los propios santos y con más autoridad que toda la tradición apostólica de una Iglesia con más de dos mil años de historia? ¿Desde cuando la Iglesia se debe adaptar a los gustos de este mundo? La Iglesia está llamada a predicar la conversión para ordenar todas las cosas a Cristo. Esa es su misión: no la de resultar moderna o progresista para halagar los oídos de quienes defienden públicamente el divorcio, el aborto, el homosexualismo político o la eutanasia.

¿Y los que ahora se atreven a cuestionar al mismísimo Santo Padre Francisco? También hay católicos, aparentemente “conservadores”, ortodoxos y tradicionalistas, que se atreven a cuestionar al Papa y que llegan a calificarlo poco menos que de hereje y a tildarlo de “antipapa” o de Anticristo. ¿Quién soy yo para juzgar o para cuestionar al Papa? Quien dirige la Iglesia es, en realidad, Cristo y el Señor nos prometió que el poder del Infierno no podría jamás prevalecer sobre la Iglesia. ¿Estoy yo más iluminado por el Espíritu Santo que los cardenales o los obispos de todo el mundo para atreverme a cuestionar la legitimidad del Santo Padre? ¿Cómo se puede caer en tamaña irresponsabilidad? ¿No es esto soberbia?

¡Qué difícil es no caer en la soberbia! Como profesor, ¡cuántas veces caigo en la soberbia de querer solucionar yo todos los problemas: los de los alumnos, los de sus familias, los de los compañeros de trabajo…! ¡Cuántas veces nos quemamos y nos sentimos impotentes! Quisiéramos ser como Dios. Y sólo Dios es Dios. Sólo Él es Omnipotente. Pero nos falta fe y no acabamos de creer en el poder de la oración ni en el de la gracia de Dios. Y muchas veces – la mayoría de las veces – lo único que nosotros podemos hacer es rezar y poner todos esos problemas a los pies de la Cruz del Señor.

Hijos: no caigáis en la soberbia ni en la mentira nunca. No os dejéis engañar por las mentiras y la soberbia con que Satanás, del Príncipe de este mundo y Padre de la Mentira, nos pretende seducir. No sigáis a quien os prometa la felicidad fácil. Una vida plena no se compra con dinero. No son el lujo, la comodidad, los grandes sueldos, los viajes de placer, el sexo “sin compromisos” o las mansiones, las que os van a proporcionar una vida plena. No sigáis a quienes ofrecen recetas simples y prometen paraísos sin Dios en este mundo. El pecado nos seduce, nos atrae, nos promete una vida fácil y cómoda. Pero el pecado nos esclaviza, nos destruye y nos condena a muerte.

En nuestra familia sabemos muy bien que Dios existe y que se ha hecho presente en el camino que hemos venido recorriendo juntos todos estos años. Podemos decir que nosotros somos testigos del Señor y que hablamos de lo que hemos visto y oído. Porque el Señor siempre ha estado presente en nuestra casa. Nos ha traído y llevado de un lado a otro. Nos hemos visto más de una vez al borde del abismo. Pero el Señor siempre ha sido grande con nosotros. Nunca nos abandona y siempre permanece fiel a sus promesas. Es verdad que sus caminos no son los nuestros y que nosotros no siempre comprendemos bien por qué el Señor actúa en nuestra vida como lo hace. Pero bendito sea nuestro Dios. Abandonémonos confiados en las manos del Señor. Él es un Maestro bueno que nos va enseñando con su Palabra y con su Divina Providencia que nos va sorprendiendo a cada paso para que confiemos cada día más en Él y para que así seamos cada vez más santos por su gracia, que no por nuestros méritos. Permaneced siempre fieles al Señor. Él no falla nunca. Es verdad que ser discípulo del Señor supone cargar con la cruz. Pero la cruz es el único camino que conduce a la vida eterna, a una vida plena y feliz. No son las seducciones de este mundo las que nos puedan dar la felicidad. El mundo nos ofrece una libertad – un “haz lo que te dé la gana, haz siempre lo que te apetezca” – que esclaviza y conduce a la perdición, al pecado y a la muerte. En cambio, obedecer a Dios, libera; haciéndonos esclavos de Dios, nos liberamos; buscar su Voluntad y no la nuestra es lo que proporciona la verdadera libertad y la auténtica felicidad: aquella que te permite vivir con la dignidad de los hijos de Dios.

Queridos hijos: sed siempre humildes y buscad siempre la Verdad. No os creáis nunca mejores que nadie ni superiores a nadie. El que ejerce un cargo importante no es mejor ni superior a sus subordinados. El que tiene estudios no tiene más dignidad que el iletrado o el ignorante. No miréis a nadie por encima del hombro. No despreciéis nunca a nadie. Tratad de obedecer siempre la voluntad de Dios y sus mandamientos. Permanecer fiel a Dios es mantenerse siempre fiel a la Iglesia, al Papa y a nuestros obispos; ser fiel a Jesucristo es seguir el magisterio de la Santa Madre Iglesia, como lo hicieron siempre los santos. No os dejéis engañar por los falsos profetas que ofrecen doctrinas engañosas.

Sigamos el ejemplo de nuestra Madre, la Santísima Virgen María, la Santina de Covadonga, y aprendamos a decir con ella: “Hágase en mí según tu palabra”. Ella tampoco entendía bien lo que Dios le pedía. Pero se fió y se dejó complicar la vida por Dios. Y así mereció que todas las generaciones la consideremos bienaventurada. Se dejó hacer por la gracia de Dios y así mereció ser Madre de Dios y Madre nuestra y ser coronada Reina del Cielo. A su protección amorosa os encomiendo. Doy gracias por el regalo que el Señor nos hizo a mamá y a mí con cada uno de vosotros y le pido que os bendiga todos los días de vuestras vidas.

Vuestro padre que os quiere mucho más que a su propia vida,

Pedro L. Llera

INTENCIONES DE ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA EL MES DE FEBRERO 2015


INTENCIONES DE ORACIÓN DEL SANTO PADRE
PAPA FRANCISCO, PARA EL MES DE FEBRERO 2015



Universal: Para que los encarcelados, en especial los jóvenes, tengan la posibilidad de reconstruir una vida digna.


Para la evangelización: Para que los cónyuges que se han separado encuentren acogida y apoyo en la comunidad cristiana. 

SANTO TOMÁS DE AQUINO, DOCTOR DE LA IGLESIA, 28 DE ENERO


Tomás de Aquino, Santo
Memoria litúrgica, 28 de enero
Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net



Presbítero y Doctor de la Iglesia

Martirologio Romano: Memoria de santo Tomás de Aquino, presbítero de la Orden de Predicadores y doctor de la Iglesia, que, dotado de gran inteligencia, con sus discursos y escritos comunicó a los demás una extraordinaria sabiduría. Llamado a participar en el Concilio Ecuménico II de Lyon por el papa beato Gregorio X, falleció durante el viaje en el monasterio de Fossanova, en el Lacio, el día siete de marzo, y muchos años después, en este día, sus restos fueron trasladados a Toulouse, en Francia (1274).

Fecha de canonización: 18 de julio de 1323 por el Papa Juan XXII



Breve Biografía

Nació hacia el año 1225, de la familia de los condes de Aquino. Estudió primero en el monasterio de Montecassino, luego en Nápoles.

A los 18 años, contra la voluntad del padre y hasta perseguido por los hermanos que querían secuestrarlo, ingresó en la Orden de Predicadores, y completó su formación en Colonia donde tuvo por Maestro a San Alberto Magno, y después en París. Mientras estudiaba en esta ciudad se convirtió de estudiante en profesor de filosofía y teología. Después enseñó en Orvieto, Roma y Nápoles.

Suave y silencioso (en París lo apodaron "el buey mudo"), gordo, contemplativo y devoto, respetuoso de todos y por todos amado, Tomás era ante todo un intelectual. Continuamente dedicado a los estudios hasta el punto de perder fácilmente la noción del tiempo y del lugar: durante una travesía por el mar, ni siquiera se dio cuenta de la terrible borrasca y el fuerte movimiento de la nave por el choque de las olas, tan embebido estaba en la lectura. Pero no eran lecturas estériles ni fin en sí mismas. Su lema, "contemplata aliis tradere", o sea, hacer partícipes a los demás de lo que él reflexionaba, se convirtió en una mole de libros que es algo prodigioso, más si se tiene en cuenta que murió a los 48 años.

En efecto, murió en la madrugada del 7 de marzo de 1274, en el monasterio cisterciense de Fossanova, mientras se dirigía al concilio de Lyon, convocado por el B. Gregorio X. Su obra más famosa es la Summa theologiae, de estilo sencillo y preciso, de una claridad cristiana, con una capacidad extraordinaria de síntesis. Cuando Juan XXII lo canonizó, en 1323, y algunos objetaban que Tomás no había realizado grandes prodigios ni en vida ni después de muerto, el Papa contestó con una famosa frase: "Cuantas proposiciones teológicas escribió, tantos milagros realizó".

El primado de la inteligencia, la clave de toda la obra teológica y filosófica del Doctor Angélico (como se lo llamó después del siglo XV), no era un intelectualismo abstracto, fin en sí mismo. La inteligencia estaba condicionada por el amor y condicionaba al amor. "Luz intelectual llena de amor - amor de lo verdadero pleno de alegría" -cantó Dante, que tradujo en poesía el concepto tomístico de inteligencia - bienaventuranza.

El pensamiento de Santo Tomás ha sido durante siglos la base de los estudios filosóficos y teológicos de los seminaristas, y gracias a León XIII y a Jacques Maritain ha vuelto a florecer en nuestros tiempos. Y tal vez particularmente actuales, más que las grandes Summae, son precisamente los Opúsculos teológico -pastorales y los Opúsculos espirituales.

ORACIÓN A SANTO TOMÁS DE AQUINO


Oración de San Tomás de Aquino



Aquí me llego, todopoderoso y eterno Dios, al sacramento de vuestro unigénito Hijo mi Señor Jesucristo, como enfermo al médico de la vida, como manchado a la fuente de misericordias, como ciego a la luz de la claridad eterna, como pobre y desvalido al Señor de los cielos y tierra.

Ruego, pues, a vuestra infinita bondad y misericordia, tengáis por bien sanar mi enfermedad, limpiar mi suciedad, alumbrar mi ceguedad, enriquecer mi pobreza y vestir mi desnudez, para que así pueda yo recibir el Pan de los Angeles, al Rey de los Reyes, al Señor de los señores, con tanta reverencia y humildad, con tanta contrición y devoción, con tal fe y tal pureza, y con tal propósito e intención, cual conviene para la salud de mi alma.

Dame, Señor, que reciba yo, no sólo el sacramento del Sacratísimo Cuerpo y Sangre, sino también la virtud y gracia del sacramento ¡Oh benignísimo Dios!, concededme que albergue yo en mi corazón de tal modo el Cuerpo de vuestro unigénito Hijo, nuestro Señor Jesucristo, Cuerpo adorable que tomó de la Virgen María, que merezca incorporarme a su Cuerpo místico, y contarme como a uno de sus miembros.

¡Oh piadosísimo Padre!, otorgadme que este unigénito Hijo vuestro, al cual deseo ahora recibir encubierto y debajo del velo en esta vida, merezca yo verle para siempre, descubierto y sin velo, en la otra. El cual con Vos vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 27 de enero de 2015

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO, PARA HOY MARTES 27 DE ENERO DEL 2015, HACER LA VOLUNTAD DE DIOS


HOMILÍA DEL MARTES: PIDAMOS AL SEÑOR LAS "GANAS" DE HACER SU VOLUNTAD



Es necesario orar a Dios y pedirle cada día la gracia de comprender su voluntad, la gracia de seguirla y la gracia de realizarla totalmente. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.

Las lecturas y el Salmo del día orientaron la reflexión del Papa sobre uno de los ejes de la fe: la “obediencia a la voluntad de Dios”.

Existía en un tiempo la ley hecha de prescripciones y prohibiciones, de sangre de toros y chivos, “sacrificios antiguos” que no tenían ni la “fuerza” de “perdonar los pecados”, ni de hacer “justicia”, explicó el Papa. 

Después vino al mundo Cristo, que nos ha mostrado cuál es el “sacrificio” más agradable a Dios: el ofrecimiento de la propia voluntad para hacer la voluntad del Padre, como hizo Jesús muriendo en la cruz.

Voluntad de Dios, camino de santidad

Éste – afirmó Francisco –, “es el camino de la santidad del cristiano”: que “el plan de Dios sea realizado”, que “la salvación de Dios se cumpla”.

Lo contrario comenzó en el Paraíso, con la desobediencia de Adán, que trajo el mal a toda la humanidad. Los pecados son actos de desobediencia a Dios, de no hacer la voluntad de Dios. 

En cambio, el Señor nos enseña que la obediencia al Padre es el camino, y que no hay ningún otro. "Y comienza con Jesús, sí, en el Cielo, en la voluntad de obedecer al Padre; pero en la tierra comienza con la Virgen: con Ella. ¿Qué le dijo al Ángel? “Que se haga lo que tú dices”, es decir que se haga la voluntad de Dios. Y con aquel “sí” al Señor, el Señor ha comenzado su recorrido entre nosotros".

Tantas opciones sobre la bandeja

“No es fácil”. El Papa repitió varias veces esta expresión refiriéndose al hecho de realizar la voluntad de Dios. No ha sido fácil para Jesús que – recordó – sobre esto fue tentado en el desierto, y también en el Huerto de los Olivos, con el corazón atormentado, aceptó el suplicio que le esperaba. 

No fue fácil para algunos discípulos, que lo dejaron porque no entendieron lo que quería decir “hacer la voluntad del Padre”. 

No lo es para nosotros, desde el momento que – notó Francisco – “cada día nos presentan tantas opciones sobre una bandeja”. De ahí que se haya preguntado: ¿Cómo hago para hacer la voluntad de Dios?”. Pidiendo “la gracia” de querer hacerla:

“¿Yo rezo para que el Señor me de ganas de hacer su voluntad, o busco compromisos porque tengo miedo de la voluntad de Dios? Y otra cosa: rezar para conocer la voluntad de Dios sobre mi vida, sobre la decisión que debo tomar ahora… tantas cosas. Sobre el modo de administrar las cosas… La oración para hacer la voluntad de Dios, y la oración para conocer la voluntad de Dios. Y cuando conozco la voluntad de Dios, también la oración, por tercera vez: para hacerla. Para cumplir aquella voluntad, que no es la mía, es la de Él. Y no es fácil”.

“Querer” la voluntad de Dios

El Papa Francisco resumió estos conceptos afirmando que “hay que rezar para tener ganas de seguir la voluntad de Dios, rezar para conocer la voluntad de Dios y rezar – una vez conocida esta voluntad – para ir adelante con la voluntad de Dios”:

“Que el Señor nos dé la gracia, a todos nosotros, que un día pueda decir de nosotros lo que dijo a aquel grupo, aquella muchedumbre que lo seguía, aquellos que estaban sentados en torno a Él, como hemos escuchado en el Evangelio: 'He aquí mi madre y mis hermanos. El que hace la voluntad de Dios, éste para mí es hermano, hermana y madre'. Hacer la voluntad de Dios nos hace ser parte de la familia de Jesús, nos hace madre, padre, hermana, hermano”.

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 27 DE ENERO DEL 2015


La verdadera familia de Jesús

Tiempo Ordinario


Marcos 3, 31-35. Tiempo Ordinario. Si Cristo dice que quien cumple la voluntad de Dios es su hermano, su hermana y su madre, ¡Yo quiero ser hermano de Jesús! 



Por: Carlos Llaca | Fuente: Catholic.net




Del santo Evangelio según san Marcos 3, 31-35
En aquel tiempo llegaron la madre de Jesús y sus hermanos, y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada a su alrededor le dijo: ¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan. El les responde: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Oración introductoria
Señor, vengo ante Ti en este momento de oración buscando tener un momento a solas contigo, en silencio. Te consagro todos mis pensamientos, palabras y obras. Concédeme vivir con la ilusión de cumplir hoy, en todo, tu voluntad.

Petición
Padre mío, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad para que renueve minuto a minuto mi opción por Ti.

Meditación del Papa Francisco
Jesús continuaba hablando a la gente y amaba a la gente y amaba a la multitud, hasta el punto que dice 'estos que me siguen, esta gran multitud, son mi madre y mis hermanos'. Y explica: 'aquellos que escuchan la Palabra de Dios, la ponen en práctica'. Estas son las dos condiciones para seguir a Jesús: escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica. Esta es la vida cristiana, nada más. Sencillo, sencillo. Quizá nosotros la hemos hecho un poco difícil, con muchas explicaciones que nadie entiende, pero la vida es así: escuchar la Palabra de Dios y practicarla.
Escuchar la Palabra de Dios es leer eso y decir: '¿pero a mí esto qué me dice, a mi corazón? ¿Qué me está diciendo a mí, con esta palabra?" Y así, nuestra vida cambia.»(Cf. S.S. Francisco, 23 de septiembre de 2014, homilía en Santa Marta).

Reflexión
Ahí tenemos a Cristo que está predicando a sus "ovejuelas". Pero he aquí que de pronto alguien viene con la noticia de que su Madre y su parentela quieren verlo. ¿Por qué Cristo no se ha levantado presuroso a recibir a la que más amó en la tierra, su mamá? ¿Por qué en cambio ha respondido de una manera casi indiferente? Pero nada de eso estaba en el Corazón del mejor de los hijos. Si su Madre lo buscaba iría a recibirlo. Y si respondió así la ensalzó sobre todos y como que nos remontó a aquel suceso de años, cuando a la niña María la presentaron en el Templo. "¿Quién es mi Madre y mis hermanos?... Quien cumpla la voluntad de Dios" enseñaba el Maestro.

¿Y quién cumplió mejor en esta tierra esa Voluntad de Dios sino María? Su Madre, Ella, la Siempre Fiel. Por eso la puso de modelo. Todo aquel que llegue a cumplir los deseos de su Padre podrá asemejarse a aquella Dulce Madre, Fidelísima a quien se le confiaron tesoros tan grandes. Y así como una vez fue presentada en el Templo para consagrarla totalmente al Señor ahora Ella, de labios de su Hijo, fue confirmada en su ofrenda total ante el Padre celestial, porque sólo Ella ha logrado vivir consagrada plenamente a los deseos del Señor.

Benditos aquellos que son llamados Hijos de Dios. Pero lo mejor de todo es que cada uno de nosotros, católicos bautizados, también somos hijos predilectos de Dios. Basta con cumplir su voluntad en todo momento.

¿Y cómo saber cuál es la voluntad de Dios? Es muy fácil, a todos nosotros se nos pide ir a Misa todos los domingos y fiestas de guardar. Se nos pide perdonar las ofensas que recibimos, confesarnos y comulgar, hacer bien nuestro deber, evitar los vicios.

Ahora, siempre hay que tomar las palabras de Jesús como verdaderas, de otra forma, nuestra fe no valdría de nada. Y si Cristo dice que quien cumple la voluntad de Dios es su hermano, su hermana y su madre, ¡Yo quiero ser hermano de Jesús! Es cuestión de pensar un momento: ¡Tener a Dios como hermano!...

Propósito
Pedir luz y fuerza al Espíritu Santo para conocer y cumplir la voluntad de Dios en mi vida.

Diálogo con Cristo
Gracias, Jesús, por considerarme como tu hermano, como tu madre, pidiendo simplemente que te ame por encima de todo. Que ponga tu voluntad en primer lugar, porque ésta debe ser siempre mi norma suprema, por encima del ambiente, de las costumbres del mundo, de mis caprichos… Abrazar todo lo que me ayude a cumplir tu voluntad y rechazar lo que me estorbe para seguirla, ése es el camino de la santidad. Señor, dame la gracia de convencerme de que no hay vida más fecunda y hermosa que la que se gasta cumpliendo con tu voluntad santísima.

10 SECRETOS DE LA FELICIDAD


10 SECRETOS DE LA FELICIDAD


1.- La Actitud

La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará  contigo.
Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos...

2.- El Cuerpo

Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz.
Es importante también que hagas ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien.  Mira siempre hacia arriba y solo podrás reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.

3.- El Momento

La felicidad no esta en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días. Solo se la puede encontrar en los momentos. "Hoy es el mañana de ayer"... además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro.  Recuerda que la Felicidad no es una meta, sino un trayecto. Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado,
tu presente y tu futuro.

4.- Nuestra Propia Imagen

Debo aprender a amarme a mi mismo como soy.  Creer en ti mismo da resultados.  Cuanto más te conozcas, mayor será tu ventaja con respecto a los demás.
Hammarshold decía: "El camino más difícil es el camino al interior"... pero, al menos una vez en la vida, debemos  recorrerlo.

5.- Las Metas

¿Sabes cuál es la diferencia entre un sueño y una  meta?
Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad.  Un sueño es solo un sueño, algo que esta fuera de la realidad... así que atrévete a soñar,
pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad!.   "Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, llegarás a las estrellas..."   Y cuando te pongas una meta difícil o creas que tienes un sueño imposible, recuerda que el éxito es solo la recompensa, pues lo que vale es el esfuerzo.

6.- El Humor

La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima. Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada, nuestro cerebro lo entiende como una señal que  todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada  beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva.   Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz. Además, con cada sonrisa siembras una esperanza.

7.- El Perdón

Mientras tengas resentimientos y odios, será  imposible ser feliz.   Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te  libera a ti de un sufrimiento.

8.- Dar

Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar, sin esperar nada a cambio. Las leyes de la energía te devolverán con creces lo que des.   Si das odio, recibirás odio, pero si das amor, recibirás invariablemente amor.
Solo el que aprende a dar está en camino descubrir la verdadera  felicidad.

9.- Las Relaciones

La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas.   Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia se manifiesta en forma natural. Entiende a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como  son,
sin intentar cambiarlos, porque cuando te  sientas mal, el verdadero amigo estará allí para  apoyarte y brindarte todo su amor.   Así que cultiva tus amistades, ellas nos son gratis!. La amistad, al  igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural.

10.- La Fe

La fe crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, las preocupaciones, la ansiedad y  el miedo.
Pero no te asustes cuando dudes, pues bien  decía Miguel de Unamuno: Fe que no duda es fe muerta".   Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reír de si
mismo. Ríe, ríe alegremente... y el mundo reirá contigo.

PARADOJA DE LA VIDA


Paradoja de la vida


Dios creó al burro y le dijo:

"Trabajarás incansablemente de sol a sol, cargarás bolsas en el lomo, no tendrás inteligencia y vivirás 40 años". El burro respondió: "Haré todo eso. Pero vivir 40 años es demasiado. Dame solo 20 años". Y así lo hizo Dios.

Dios creó al perro y le dijo: "Serás perro. Cuidarás la casa de los hombres y serás el mejor amigo. Comerás la comida que te den y vivirás 20 años". El perro respondió: "Haré todo eso, pero vivir 20 años es demasiado. Dame solo 10 años". Y así lo hizo Dios.

Dios creó al mono y le dijo: "Serás mono, saltarás de copa en copa de los árboles haciendo payasadas, serás divertido y vivirás 20 años". El mono respondió: "Haré todo eso, pero vivir 20 años es demasiado. Dame solo 10 años". Y así lo hizo Dios.

Finalmente, Dios creó al hombre y le dijo: "Serás hombre, el único ser racional sobre la faz de la Tierra, usarás tu inteligencia para sobreponerte a los demás animales, dominarás el mundo y vivirás 30 años". El hombre respondió: "Seré el más inteligente de todos los animales, dominaré el mundo, pero vivir 30 años es poco, Señor. Dame los 20 años que rechazó el burro, los 10 del perro y los 10 del mono". Y así lo hizo Dios.

Por eso el hombre vive 30 años como hombre. Se casa y pasa a vivir 20 años como burro, trabajando de sol a sol. Después se jubila y vive 10 años más como perro, cuidando la casa. Luego se hace viejo y vive 10 años más como mono, saltando de la casa de un hijo a la de otro y haciendo payasadas para  divertir a sus nietos.

CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO


CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO



Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones.

¡Oh Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro amado JESÚS.

Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

(Rezar un Padrenuestro por las intenciones del Sumo Pontífice)

EL PAPA FRANCISCO NOS DICE QUE LA FE ES UN DON DEL ESPÍRITU SANTO



Papa Francisco en Sta. Marta: 
la fe es un don del Espí­ritu Santo
 Fecha: 26 de Enero de 2015


Las mujeres son principalmente las que transmiten la fe. Así lo ha afirmado el santo padre Francisco durante la homilía de la misa celebrada este lunes en Santa Marta.


Haciendo referencia a la Carta de san Pablo a Timoteo, Francisco ha explicado que el apóstol le recuerda de dónde viene su “fe sincera”: la ha recibido del Espíritu Santo, “a través de la madre y la abuela”. Por eso, el Papa ha indicado que “son las madres, las abuelas, las que transmiten la fe”. Y ha añadido: “Una cosa es transmitir la fe y otra cosa es enseñar las cosas de la fe. La fe es un don. La fe no se puede estudiar. Se estudian las cosas de la fe, sí, para entenderla mejor, pero con el estudio nunca llegas a la fe. La fe es un don del Espíritu Santo, es un regalo, que va más allá de cualquier preparación”.

De este modo, ha especificado que es un regalo que pasa a través del “buen trabajo de las madres y de las abuelas, el buen trabajo de esas mujeres” en una familia, “puede ser también una empleada del hogar, puede ser una tía”, que transmiten la fe.

A este punto, el Santo Padre se ha preguntado, ¿por qué son principalmente las mujeres las que transmiten la fe? Y ha respondido: “Sencillamente porque quien nos ha traído a Jesús es una mujer. Es el camino elegido por Jesús. Él ha querido tener una madre: también el don de la fe pasa por las mujeres, como Jesús por María”.

Por otro lado, ha subrayado que “todos nosotros hemos recibido el don de la fe. Debemos cuidarlo, para que al menos no se debilite, para que continúe siendo fuerte con el poder del Espíritu Santo que nos la ha regalado”.  De este modo, el Santo Padre ha señalado que “si no tenemos este cuidado, cada día, de reavivar este regalo de Dios que es la fe, la fe se debilita, se agua, termina por ser cultura”.  

En contraste con esta “fe vida” san Pablo advierte sobre dos cosas: “el espíritu de timidez y vergüenza”. A propósito, el Pontífice ha asegurado que “Dios no nos ha dado un espíritu de timidez. El espíritu de timidez va contra el don de la fe, no deja que crezca, que vaya adelante, que sea grande”. Y la vergüenza --ha añadido-- es ese pecado: “Sí, tengo la fe, pero la cubro, que no se vea mucho…”

Asimismo, el papa Francisco ha explicado que el espíritu de prudencia es “saber que nosotros no podemos hacer todo lo que queremos”, significa buscar “los caminos, el camino, las maneras” para llevar adelante la fe, pero con prudencia.

Finalmente, el Santo Padre ha invitado en su homilía a “pedir al Señor la gracia de tener una fe sincera, una fe que no se negocia según las oportunidades que vienen. Una fe que cada día trato de reavivarla o al menos pido al Espíritu Santo que la reavive y así dé un fruto grande”.

Texto de Radio Vaticano, traducido y adaptado por ZENIT

lunes, 26 de enero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 26 DE ENERO DEL 2015


Un reino no puede estar dividido
Tiempo Ordinario

Marcos 3, 22-30. Tiempo Ordinario. Aprendamos a perdonar, para que seamos perdonados en el amor de Dios, en el Espíritu Santo. 


Por: Carlos Llaca | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 3, 22-30
Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios». El, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin. Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa. Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno». Es que decían: «Está poseído por un espíritu inmundo».

Oración introductoria
Gracias, Padre mío, por recordarme la importancia de la unidad. Tú conoces mis limitaciones y mis miserias y sabes cuánto falta me hace tu gracia para crecer en el amor y ser factor de unidad en todas mis relaciones familiares y sociales. Concédeme tu luz en esta oración para que sea la caridad la que me mueva siempre a buscar la unión contigo y con los demás.

Petición
Jesús, ayúdame a conocer, vivir y transmitir tu amor.

Meditación del Papa Francisco
Debemos trabajar también por la unidad de todos los cristianos, ir por el camino de la unidad que es el que Jesús quiere y por el que ha rezado.
Frente a todo esto, debemos hacer seriamente un examen de conciencia. En una comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves, porque la hace signo no de la obra de Dios, sino de la del diablo, el cual es por definición el que separa, que rompe las relaciones, que insinúa prejuicios... La división en una comunidad cristiana, ya sea una escuela, una parroquia o una asociación, es un pecado gravísimo, porque es obra del demonio. Dios, sin embargo, quiere que crezcamos en nuestra capacidad de acogernos, de perdonarnos, de querernos, para parecernos cada vez más a Él que es comunión y amor.  En esto está la santidad de la Iglesia: en el reconocer a imagen de Dios, colmada de su misericordia y de su gracia.»(S.S. Francisco, 27 de agosto de 2014).
Reflexión
Cuando una persona se apasiona por un ideal, no sólo lo lleva a cabo, sino que contagia a los que están a su alrededor.

Cristo reunía en torno a sí más gente que los escribas. Y, claro, la manera más común entre los envidiosos y egoístas para quitar la atención de la gente de su adversario es la calumnia. Esto es lo que hacen los escribas. Temen enfrentarse a Jesús cara a cara y le calumnian. Pero Cristo les da una lección. Primero les dice que su razonamiento está equivocado cuando se refieren a la división interna de un reino. Cristo no pertenece al mismo reino que el diablo. Aquí está su error. Y se lo explica con una parábola.

Luego les pone en guardia contra el peor pecado que pueda cometer un hombre, que es el negar el Espíritu Santo. Aquel que niegue o rechace al Espíritu Santo es reo de condenación eterna por propia elección. La razón es porque en el amor de Dios es donde nos salvamos y somos perdonados. Porque la misericordia de Dios sobre nosotros depende del infinito amor que nos tiene. Por tanto, si una persona rechaza este amor, el Espíritu de Amor, el Espíritu Santo, está rechazando al mismo Dios. En otras palabras, está prefiriendo su condenación.

Aprendamos hoy a perdonar, para que seamos perdonados en el amor de Dios, en el Espíritu Santo. Perdonemos aquellos que nos ofenden o que no nos agradan tanto. Dios en su infinito amor nos perdona. Imitémosle amando y perdonando de corazón, olvidando las ofensas.

Propósito
Reconciliar a todos los cristianos en la unidad de una sola y única Iglesia de Cristo, supera las fuerzas y las capacidades humanas, por eso hoy haré una oración por la unidad.

Diálogo con Cristo
Una iglesia dividida, como cualquier familia, no puede subsistir. La persona misma, dividida interiormente, tampoco puede subsistir. El pecado, particularmente aquel que hiere la caridad, causa división. Los primeros cristianos me dan ejemplo clarísimo de cómo vivir la unidad. Ellos superaron las barreras sociales, económicas y culturales. Rezaban por los demás y se animaban unos a otros a perseverar en la fe en Jesucristo. Ayúdame, Señor, a vivir así la caridad, no permitas que hiera nunca la unidad. Que todas mis palabras y acciones sean para construir la caridad.

10 MOTIVOS PARA APRENDER A PENSAR EN LA SOCIEDAD DIGITAL



10 motivos para Aprender a Pensar en la sociedad digital
¿Será verdad que pensamos, incluso sin poder evitarlo?

La sociedad actual nos ofrece infinita información, pero cada persona tiene que transformarla en conocimiento reflexionando sobre ella 


Por: Jorge Úbeda / Leticia Soberón | Fuente: blog.dontknow.net



¿Será verdad que pensamos, incluso sin poder evitarlo?

Mmmm… Que muchas ideas, imágenes y deseos den vueltas en nuestra cabeza, no significa que estemos seleccionando bien, comprendiendo, y asimilando lo que sucede a nuestro alrededor. Ni que todo ello nos sirva para vivir mejor. O sea, pensar, no pensamos tanto como sería deseable.

La sociedad actual nos ofrece infinita información, pero cada persona tiene que transformarla en conocimiento reflexionando sobre ella.

¿Por qué aprender a pensar?

i. Nadie nos ha enseñado: aunque todos los seres humanos pensamos, no siempre lo hacemos ni por nosotros mismos ni de manera eficiente u orientada. Generalmente entendemos la educación como la adquisición de contenidos, y se supone que eso enseña, de por sí, a pensar. Hoy sabemos que sin actividades explícitas de aprender a pensar, no lo aprendemos.

ii. Es posible aprender a pensar: el ser humano puede potenciar su pensamiento para hacerlo más eficaz y más autónomo. Para ello tiene que cultivar una serie de virtudes y ejercitarse en determinadas prácticas que puedan ayudar a mejorar los procesos de pensamiento.

iii. Actuamos de acuerdo con lo que pensamos: nuestra manera de pensar influye en lo que hacemos y en las decisiones que tomamos. Por ello es muy importante ser conscientes de lo que pensamos y de cómo lo hacemos. Es un primer paso para mejorar en nuestras acciones y decisiones.

iv. Es peligroso decidir sin pensar: ¿cuántas decisiones tomamos sin reflexión y sin dedicar tiempo a pensar? ¿Y cuántas de estas decisiones han sido malas decisiones? Por ello, es relevante que aprendamos a tomar mejores decisiones basadas en un pensamiento autónomo y eficaz.

v. El exceso de información nos aturde: vivimos en un contexto donde el flujo de información y la multiplicación de canales nos hacen estar en constante alerta, pero de manera dispersa, impidiendo que asumamos personalmente la información o busquemos lo que realmente nos interesa y ayuda.

vi. Vamos a remolque de lo que otros piensan: si no hacemos el esfuerzo de pensar por nosotros mismos, de manera autónoma, entonces alguien pensará por nosotros. Pero si aprendemos a pensar por nosotros mismos entonces no nos dejaremos manipular fácilmente y tomaremos las riendas de nuestra vida.

vii. Tenemos interferencias en el pensar: hábitos, rutinas mentales, prejuicios, etc. Muchas veces vivimos agarrados a lo conocido y a nuestros propios hábitos porque necesitamos seguridad y estabilidad. Pero cuando nos enfrentamos a cambios personales y a la complejidad de nuestro mundo, estas interferencias nos frenan. Por ello es importante revisar y repensar nuestros hábitos, prejuicios y creencias.

viii. Dedicamos poco tiempo a pensar: estamos respondiendo todo el tiempo a las demandas que vienen del exterior, lo que reduce el tiempo para cultivar la interioridad y la reflexión. Sin ese cultivo es muy complicado mejorar el pensamiento, tomar mejores decisiones y aprender a ser autónomos.

ix. Adaptarnos a un mundo cambiante requiere pensar: una de las características de nuestra sociedad es la velocidad con la que se producen los cambios. El desafío para el pensamiento es enorme, porque debemos aprender a pensar en la complejidad y la incertidumbre.

x. De la calidad de nuestro pensamiento dependen gran parte de nuestras decisiones y de nuestra felicidad. Si el pensamiento es algo que define a los seres humanos, de su uso autónomo y eficaz van a depender tanto la acción concreta y la decisión como la posibilidad de lograr (o malograr) la propia vida.

EL ABUELO


El abuelo



El abuelo se había hecho muy viejo. Sus piernas flaqueaban, veía y oía cada vez menos, babeaba y tenía serias dificultades para tragar.

En una ocasión -prosigue la escena de aquella novela de Tolstoi- cuando su hijo y su nuera le servían la cena, al abuelo se le cayó el plato y se hizo añicos en el suelo. La nuera comenzó a quejarse de la torpeza de su suegro, diciendo que lo rompía todo, y que a partir de aquel día le darían de comer en una palangana de plástico. El anciano suspiraba asustado, sin atreverse a decir nada.

Un rato después, vieron al hijo pequeño manipulando en el armario. Movido por la curiosidad, su padre le preguntó: "¿Qué haces, hijo?" El chico, sin levantar la cabeza, repuso: "Estoy preparando una palangana para daros de comer a mamá y a ti cuando seáis viejos."

El marido y su esposa se miraron y se sintieron tan avergonzados que empezaron a llorar. Pidieron perdón al abuelo y a su hijo, y las cosas cambiaron radicalmente a partir de aquel día. Su hijo pequeño les había dado una severa lección de sensibilidad y de buen corazón.

PARA REFLEXIONAR


Para reflexionar



Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque; un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante alumno del sabio.

Poderoso T.: "Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa y que inclusive puedes hacer milagros".

Sabio: "Soy una persona vieja y cansada... ¿Como crees que yo podría hacer milagros?".

Poderoso T.: "Pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos..... esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso".

Sabio: "¿Te referías a eso?... Tu lo has dicho, esos milagros solo los
puede hacer alguien muy poderoso... no un viejo como yo. Esos milagros los hace Dios, yo solo pido se conceda un favor para el enfermo, o para el ciego, y todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo".

Poderoso T.: "Yo quiero tener la misma fe para poder realizar los milagros que tu haces..... muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios".

Sabio: "¿Esta mañana volvió a salir el sol?".

Poderoso T.: "Si, claro que si!!".

Sabio: "Pues ahí tienes un milagro..... el milagro de la luz".

Poderoso T.: "No, yo quiero ver un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra.... mira, hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas".

Sabio: "¿Quieres un verdadero milagro? No es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?".

Poderoso T.: "Si!! Fue varón y es mi primogénito".

Sabio: "Ahí tienes el segundo milagro.... el milagro de la vida".

Poderoso T.: "Sabio, tu no me entiendes, quiero ver un verdadero
milagro..."

Sabio: "¿Acaso no estamos en época de cosecha?, no hay trigo y sorgo donde hace unos meses solo había tierra?".
Poderoso: "Si, igual que todos los años".

Sabio: "Pues ahí tienes el tercer milagro...."

Poderoso T.: "Creo que no me he explicado. Lo que yo quiero...." (el sabio lo interrumpe)

Sabio: "Te entiendo bien, yo ya hice todo lo que podía hacer por
ti...Si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer".

Dicho esto, el poderoso terrateniente se retiro muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba. El sabio y su alumno se quedaron parados en la vereda. Cuando el poderoso terrateniente iba muy lejos como para ver lo que hacían el sabio y su alumno, el sabio se dirigió a la orilla de la  vereda, tomo al conejo, intercedió por su curación y sus heridas sanaron; el joven estaba algo desconcertado...

Joven: "Maestro te he visto interceder por milagros como este casi todos los días, ¿Por que te negaste a mostrarle uno al caballero?, ¿Por que lo haces ahora que no puede verlo?".

Sabio: "Lo que el buscaba no era un milagro, sino un espectáculo. Le señale 3 milagros y no pudo reconocerlos. Hay que tener humildad, para llegar a ser maestro primero hay que ser alumno... no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran dia a dia. El dia que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que ocurren en tu vida, veras que Dios realiza milagros aun sin que tu se los hayas pedido".

LOS ESCALONES HACIA DIOS


Los escalones hacia Dios



1) Para saber

¿Cómo se puede llegar a conocer a Dios? El Papa Francisco da la respuesta: A través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios.

Recordó que el amor de Dios no es como el de las telenovelas, sino que es concreto y eterno, como lo mostró a través de su Hijo Jesucristo. Así el amor al prójimo que también es real, nos lleva al amor de Dios. Las telenovelas nos presentan amores, muchas veces solo sentimentales que son irreales, los actores están representando una ficción, están actuando.

Pero el amor de Dios es un amor sólido, fuerte, eterno, amor con obras.



2) Para pensar

Se cuenta que un sabio maestro encontró a sus alumnos jóvenes que se declaraban en contra de la atadura del matrimonio, argumentando que el romanticismo constituye el sustento de las parejas y si se apaga es preferible acabar con la relación.

El maestro les escuchó y después les relató su testimonio personal: Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá sufrió un infarto y falleció en brazos de mi padre.

Después del sepelio, estábamos mis hermanos y yo con mi padre. En un ambiente de dolor, de pronto pidió: "Llévenme al cementerio".

“¡Pero papá, son las 11 de la noche!” Pero insistió: "No discutan por favor, ¡vamos!”

Con permiso del cuidador llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos: "Fueron 55 buenos años... ¿saben?, Nadie puede hablar del amor verdadero si no ha compartido toda su vida con una mujer así… Ella y yo estuvimos juntos en todo. Alegrías y penas. Cuando nacieron ustedes, cuando me echaron de mi trabajo, cuando ustedes enfermaban… Compartimos la alegría al terminar sus estudios, lloramos cuando se marcharon, rezamos juntos en la sala de espera de muchos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos y perdonamos nuestras faltas... ahora se ha ido y ¿saben por qué estoy contento?, porque se fue antes que yo y no tuvo que sufrir al enterrarme y quedarse sola. Le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo, llorando, lo abrazamos. Él nos consoló: "Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo y no tiene que ver con el erotismo. Más bien es una comunión de corazones que es posible porque somos imagen de Dios. Es una alianza capaz de sufrir y negarse cualquier cosa por el otro."

Cuando el maestro terminó, los alumnos no pudieron debatirle. Ese tipo de amor verdadero les superaba. El maestro les había dado la lección más importante de sus vidas.


3) Para vivir

Como Dios es amor, dice el Papa, sólo por el camino del amor tú puedes conocer a Dios. ¿Y cómo puedo amar lo que no conozco?' Ama a aquellos que tienes cerca. “Y ésta es la doctrina de dos Mandamientos: El más importante es amar a Dios; Pero el segundo es amar al prójimo, pero para llegar al primero debemos subir por los escalones del segundo: es decir a través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor”, afirmó.

En la persona de Jesús, que murió por nosotros, podemos contemplar el amor de Dios y siguiendo su ejemplo “llegamos – escalón por escalón – al amor de Dios”.


© Pbro. José Martínez Colín
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