La alegría llegará despues
Autor: Padre Michel Quoist
Llegará un día en que el cristiano se dará de bruces violentamente con el mal del mundo. Será cuestión de segundos, pero éste se le manifestará con toda su amplitud y profundidad.
Incapaz de compartir con otros este secreto, cargará a solas, anonadado, el mal que creía conocer y del que otras veces sólo había percibido el primer pliegue. Primera etapa de una noche indispensable para la purificación del cristiano y el pleno conocimiento de su misión de REDENTOR.
""Comenzó a sentir temor y angustia y les decía: Triste está mi alma hasta la muerte, permaneced aquí y velad. Adelantándose un poco, cayó en tierra y oraba que si era posible, pasase de El aquella hora. Decía: Padre, todo te es posible, aleja de mí este cáliz, más no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú.""
Hijo mío, hace falta aceptar el mal que hay en el mundo,
hace falta, incluso cargárselo a la espalda.
No te detengas, pero tómalo al paso;
para esto te envié por los caminos.
Te aplasta, no puedes seguir avanzando con él, te desplomas
de asco en la noche y en la soledad.
Conozco todo eso, hijo mío también yo lo he pasado antes que tú:
fue mi agonía.
Porque hay que pasar por ahí, ésa es la Ley de mi Redención.
Autor: Padre Michel Quoist
Llegará un día en que el cristiano se dará de bruces violentamente con el mal del mundo. Será cuestión de segundos, pero éste se le manifestará con toda su amplitud y profundidad.
Incapaz de compartir con otros este secreto, cargará a solas, anonadado, el mal que creía conocer y del que otras veces sólo había percibido el primer pliegue. Primera etapa de una noche indispensable para la purificación del cristiano y el pleno conocimiento de su misión de REDENTOR.
""Comenzó a sentir temor y angustia y les decía: Triste está mi alma hasta la muerte, permaneced aquí y velad. Adelantándose un poco, cayó en tierra y oraba que si era posible, pasase de El aquella hora. Decía: Padre, todo te es posible, aleja de mí este cáliz, más no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú.""
Hijo mío, hace falta aceptar el mal que hay en el mundo,
hace falta, incluso cargárselo a la espalda.
No te detengas, pero tómalo al paso;
para esto te envié por los caminos.
Te aplasta, no puedes seguir avanzando con él, te desplomas
de asco en la noche y en la soledad.
Conozco todo eso, hijo mío también yo lo he pasado antes que tú:
fue mi agonía.
Porque hay que pasar por ahí, ésa es la Ley de mi Redención.
PUES ANTES DE RESUCITAR HAY QUE MORIR,
ANTES DE MORIR HAY QUE AGONIZAR,
ANTES DE AGONIZAR HAY QUE SUFRIR.
NO HUYAS DEL MAL. AL CONTRARIO: ESTATE ALLÍ. TÓMALO.
CUANTO MAS FEO SEA, CUANTO MAS PESADO MAS HAY QUE EMPUÑARLO.
Sufre
muere
LA ALEGRÍA VENDRÁ DESPUÉS.
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