jueves, 16 de noviembre de 2017

IMÁGENES DE PAPA NOEL




















IMÁGENES DE CORONAS NAVIDEÑAS


































VAMOS PERÚ!!!

La imagen puede contener: 3 personas, personas sonriendo, texto











EL MAL Y LOS PROBLEMAS


El mal y los problemas



La tormenta es un buen símbolo para nuestras crisis, angustias y pérdidas. En fin para todo lo que se presenta como algo doloroso e indeseable en tu vida. Pero son inevitables. Lo bueno es que descubras en ellas el lado positivo, porque en torno al mal y al problema existe en ti y en los demás mucho bien: valores, posibilidades, capacidades… y un Dios que te ama y protege.

Un predicador desplegó ante su auditorio una hoja blanca de grandes dimensiones que tenía un punto negro en el centro, — ¿Qué ven? preguntó. —Un puntito negro, contestó el auditorio, casi con unanimidad. Comentó el predicador, quejosamente: — ¿Es posible que nadie haya visto todo el blanco de la hoja? Damos tantas vueltas alrededor del mal y de nuestros problemas que olvidamos que a nuestro lado está el buen Padre Dios, dispuesto siempre a ayudamos a cambiar de mentalidad y de vida para llegar a ser los hijos que su amor proyectó cuando nos creó. ¿Realmente creemos que estamos en la presencia de Dios?

En Dios vivimos, nos movemos y existimos. Él nos envuelve enteramente. Es el buen pastor lleno de amor y misericordia que te acompaña siempre, especialmente cuando cruzas las oscuras quebradas de la vida. El salmo 121 podría titularse: “Dios, mi guarda-espaldas”. Confía en él que “te guarda a su sombra y está a tu derecha”. 



* Enviado por el P. Natalio

LA ORACIÓN ES UN TESORO


La oración es un tesoro



Cuando rezamos adquirimos un tesoro inmenso, puesto que Dios premia a quien reza, y si no obtenemos favores inmediatos, debemos saber que la oración nunca queda estéril, sino que cuando oramos el Señor nos colma de gracias y dones, algunos en ese mismo momento, y otros dones y gracias los prepara para más adelante, para el momento oportuno en que tengamos necesidad de ellos.

Por eso no debemos desanimarnos en la oración cuando no vemos instantáneamente los frutos de ella. Eso le puede pasar a quien es débil en la fe, y cambiante como una veleta. Pero a nosotros, quienes tenemos fe en Dios y sabemos con certeza que Él es bueno y todopoderoso, no podemos desconfiar de Él y abandonar la oración, sino todo lo contrario, importunarlo a Dios, insistir una y otra vez como aquella mujer cananea que perseguía al Señor con sus gritos y que Jesús hacía como que no la oía. Sin embargo Jesús estaba admirado de la fe de esa mujer, y no sólo la premió sino que también la alabó delante de toda la gente, e incluso ante sus discípulos, a quienes superó en la fe.

También nosotros debemos rezar sin desanimarnos, aunque no veamos frutos prontamente, porque Dios está preparando el momento de nuestro triunfo, y debemos saber que cuando rezamos estamos influyendo en todos los acontecimientos de nuestra vida y de las vidas de quienes amamos. Pero no solamente influimos en el aquí y ahora, sino que nuestra oración tiene poder para cambiar los acontecimientos futuros, e incluso cambiar también los decretos del Cielo.

La oración es todopoderosa, y es, en el bien, más potente que las reacciones atómicas, pues la oración desencadena toda una serie de movimientos e influencias en toda la creación, de modo que lo mejor que podemos hacer por nosotros, por quienes amamos y por todo el mundo, es ponernos a rezar.

Recemos ahora que estamos más desahogados, que tenemos más tiempo. Recemos ahora para cuando no podamos rezar, entonces tendremos acumulado un río de gracias para aquel tiempo.
Y nuestra oración también prepara a quienes debemos encontrar en el camino de la vida, para los que vendrán a cruzarse en nuestra vida, e incluso a nuestros descendientes futuros.

No, no sabemos lo grandioso que es el poder de la oración. Si lo supiéramos, no dejaríamos pasar tanto tiempo inútilmente, sino que lo aprovecharíamos para rezar cualquier oración, la que más nos guste o mueva, porque lo importante es hablar con Dios, ponernos en sintonía con Él, y adorarlo, glorificarlo y pedirle todo lo que necesitamos, no olvidarnos de darle gracias, pues el dar gracias a Dios es fuente de nuevos dones del Altísimo para con nosotros y para toda la tierra.


© Sitio Santísima Virgen
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...