lunes, 11 de abril de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 11 DE ABRIL DEL 2016



Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?
Pascua


Juan. 6,22-29. Pascua. Ayúdame Señor a buscarte a Ti como único alimento que permanece para la vida eterna. 


Por: Víctor Alejandro Ramírez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6,22-29
Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar, vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos. Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido pan. Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello». Ellos le dijeron: « ¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado».

Oración introductoria
Ilumina Señor mis pasos con tu palabra para que camine siempre por tus sendas. No dejes que convierta los medios en fines ni que pierda la conciencia de que sólo Tú eres el alimento que necesita mi alma en este peregrinar hacia el cielo. Te ofrezco esta meditación por todos aquellos hombres que sumergidos en las necesidades materiales no pueden levantar la vista hacia Ti.

 
Petición
Ayúdame Señor a buscarte a Ti como único alimento que permanece para la vida eterna.

Meditación del Papa Francisco
El buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen de incertidumbre. Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre, algo no va bien. Esto es una clave importante, que si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él. Recordemos a los grandes guías del pueblo de Dios, como Moisés, que siempre han dado espacio a la duda. Les invito a ser humildes, tenemos que hacer espacio al Señor, no a nuestras certezas.
Recomiendo buscar a Dios para hallarlo, y hallarlo para buscarle siempre. Es la experiencia de los grandes Padres de la fe. Les invito a releer el capítulo 11 de la Carta a los Hebreos. Abrahán, por la fe, partió sin saber a dónde iba. Todos nuestros antepasados en la fe murieron teniendo ante los ojos los bienes prometidos, pero muy a lo lejos... No se nos ha entregado la vida como un guion en el que ya todo está escrito, sino que consiste en andar, caminar, hacer, buscar, ver... Hay que embarcarse en la aventura de la búsqueda del encuentro y del dejarse buscar y dejarse encontrar por Dios. (Cf Comentario de S.S. Francisco, en entrevista de Antonio Spadaro, el 27 de septiembre de 2013).
Haciendo la Comunión con Él, recibimos su vida en nosotros y nos hacemos hijos del Padre celeste y hermanos entre nosotros. Haciendo la Comunión nos encontramos con Jesús realmente vivo y resucitado. Participar en la Eucaristía significa entrar en la lógica de Jesús, la lógica de la gratuidad, del compartir. Y aunque seamos pobres, todos podemos dar algo. “Hacer la Comunión” significa también obtener de Cristo la gracia que nos hace capaces de compartir con los otros lo que somos y lo que tenemos. (Homilía de S.S. Francisco, 26 de julio de 2015).
Reflexión 
Nuestra vida transcurre entre momentos de paz y de angustia, de alegría y de lágrimas, de bonanza y de necesidad. Una tendencia común es acordarse de Dios sólo en los momentos difíciles cuando necesitamos algo. Sin embargo, Dios nos espera con los brazos abiertos en todo momento, en cualquier circunstancia.

Busquemos acercarnos a Él no sólo en el dolor sino también en la paz y la alegría de cada día para agradecerle lo que tenemos o simplemente para compartir con Él pequeños momentos de amistad y de cariño, como lo hacemos con un hermano o con un padre. No reduzcamos nuestro trato con Dios a simples peticiones. Dios quiere concedernos lo que le pedimos pues conoce nuestras necesidades, pero además de esto, quiere estar con nosotros, simplemente estar con nosotros dialogando de las pequeñas cosas que nos ocurren cada día.

Propósito
Antes de acostarme agradecer a Dios con una pequeña oración el día que nos ha regalado y pedirle fuerzas para vivir cristianamente el día siguiente.

Oración con Cristo
Señor Jesús, que cuando te busque no sea sólo para pedirte por mis necesidades inmediatas sino porque quiera estar contigo como un amigo. Enséñame a apreciar tu compañía y a buscarte en todos los momentos de mi vida. Que sepa prescindir de mis planes y cálculos humanos para abandonarme confiadamente en tus manos y dejarme guiar por tu providencia hasta el cielo, mi destino último.


Si tienes afecto desordenado a los bienes presentes, perderás los del cielo... No puedes llenarte con ningún bien temporal, porque no fuiste creado solamente para gozarlos.(Tomás de Kempis. La imitación de Cristo Libro III, Capítulo 16)


Preguntas o comentarios al autor   Víctor Alejandro Ramírez

IMÁGENES DE JESÚS EUCARISTÍA













LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: LUNES 11 DE ABRIL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Abril 11



Cuando tienes hambre, te hayas molesto mientras no satisfaces tu apetito; ¿no sientes que algunas veces tu espíritu también está hambriento?

Claro está que si tu cuerpo se alimenta de pan y carne, tu espíritu tiene su alimento propio, que será la verdad y el bien; piensa y detente a sentir las necesidades de tu espíritu.

Cuando tu cuerpo se halla cansado, agotadas las fuerzas, también te sientes bien; pero no estará de más el caer en la cuenta de que, en otras ocasiones es tu espíritu el que puede sentir el cansancio, el agotamiento, la desilusión, el descontento de ti mismo, cuando has llegado a comprobar que no eres lo bueno que deberías ser.
Te propongo esta sencilla oración: "Señor, haz que si siento hambre y sed y cansancio, no los sienta en mi espíritu; que siempre te busque a ti, que eres capaz de calmar todas mis ansias"
El hambre de Dios no es menos inquietante que el hambre de pan; son muchos los que sacian su apetito, pero viven inquietos por el hambre de Dios. “Enviaré hambre sobre el país, no hambre de pan ni sed de agua, sino de escuchar la Palabra del Señor. Entonces vagarán de mar a mar, irán de norte a este, andarán errantes buscando la Palabra del Señor, pero no la encontrarán. (Am 8,11-12). ¿No estarás llamado tú a ofrecer esa Palabra?


* P. Alfonso Milagro

ME AMAS??


¿Me amas?



Parece que este capítulo 21 de san Juan es un añadido posterior, hecho por el mismo autor, aunque algunos dicen pertenecer a algún discípulo. El hecho es que con el capítulo 20 termina propiamente el evangelio diciendo que muchas más cosas podría decir sobre los hechos y dichos de Jesús. Una de esas cosas es este capítulo 21 en que cuenta cómo Jesús se aparece a unos pocos apóstoles y en que lo más importante es la designación clara de Jesús para que Pedro fuera el responsable principal de la Iglesia. Es posible que, al morir san Pedro y quedar como único superviviente de los apóstoles san Juan, algunos creyeran que éste sería el principal responsable en la Iglesia. El evangelista acentúa la designación de Pedro por parte de Jesús, y por lo tanto se legitimaba la responsabilidad en el sucesor de Pedro.

Eran siete los apóstoles que se ponen a trabajar aquella noche ante la insinuación de Pedro. Pero no pescan nada. Por la mañana, a lo lejos, aparece una persona a quien no reconocen y que les pregunta por la pesca. Ante la negativa les sugiere echar la red a la derecha y ellos obedecen. La pesca milagrosa es casi como un premio a esa confianza en el desconocido. San Juan es quien primero se da cuenta que “es el Señor”. Esto sí nos hace reflexionar en algo importante que sucede en la Iglesia. No es el mayor quien tiene más autoridad o quien tiene más ciencia, sino quien tiene más amor. A veces pueden coincidir, otras no. De hecho los que aman mucho a Dios tienen un sentido especial para discernir las cosas espirituales y discernir también los acontecimientos materiales a la luz de Dios. En grado sublime se debe a la actuación de los dones del Espíritu Santo. Podríamos constatarlo en la historia de la Iglesia.

Aquella pesca milagrosa se parece a la otra pesca en que Jesús llamó a Pedro y otros compañeros para ser “pescadores de hombres”. Entonces parecía todo como más natural en su entorno; Ahora está todo como envuelto en un manto de misterio: es el ambiente de la Resurrección. En ese mismo lugar Jesús va a dar a San Pedro esa misión de reafirmar en la fe a sus hermanos. Podría haberle rechazado después de las tres negaciones; pero Jesús es fiel a lo prometido, ve el arrepentimiento y confía en su discípulo que tiene lo principal, que es el amor.

Para ello le hace un examen sobre el amor. Por tres veces le va a preguntar si le ama. Hay una diferencia entre el “amar”, según lo pregunta Jesús, y el “querer” con lo que responde san Pedro. En nuestra lengua no hay prácticamente diferencia. En el original (el griego) el “amar” de Jesús, que lo usa dos veces, tiene un sentido religioso de fidelidad en el servicio. San Pedro es humilde y le responde con el “querer”, que es el término de amistad. Jesús le sigue la corriente y a la tercera vez le dice el mismo término de “querer”, a lo que san Pedro con humildad, recordando las tres negaciones, ni se atreve a responder directamente, sino que lo deja al conocimiento del Señor.

Jesús entonces le confiere la gran dignidad o responsabilidad de velar por toda la Iglesia por medio del símbolo del pastor y las ovejas. Era algo muy propio de los orientales realizar las grandes acciones por medio de símbolos. Jesús le confiere la responsabilidad sobre las ovejas y los corderos, entendiendo por ello como los fieles y los que tienen una misión de dirigir una parcela de la Iglesia. En todo ello hay una gran dosis de amor. Jesús en ese momento, de una manera sublime, al mismo tiempo está perdonando y nos está diciendo a nosotros, que quizá nos hemos apartado de Dios por los pecados, que si uno se arrepiente, no sólo recibe la gracia fundamental, sino que recibe todas las gracias y dones espirituales que tenía antes.

Hay un dato curioso: Dice el evangelio que los apóstoles como que querían preguntarle a Jesús: ¿Quién eres? Pero no se lo preguntaban porque sabían que era Él. En la vida espiritual sabemos que vamos guiados por Cristo. No le vemos; pero cuanto más espíritu tengamos, más cierto sabemos que Él está con nosotros.


* P. Silverio Velasco

LA VIDA ES COMO UN PÓRTICO... LO IMPORTANTE ESTÁ TRAS LA PUERTA


La vida es como un pórtico... lo importante está tras la puerta
Nada es estable en el mundo de lo terreno. Todo puede cambiar en un instante.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




La vida es como un pórtico. Lo importante está tras la puerta. Lo presente prepara la entrada, mientras esperamos la llegada del Esposo.

En el pórtico se suceden días de ventura y días de desgracia. Nada es estable en el mundo de lo terreno. Todo puede cambiar en un instante.

La mirada se dirige hacia la puerta. Cuando se abra, si seré aceptado al banquete de bodas del Cordero, la alegría será completa.

¿Cómo vivir ahora? ¿Cómo afrontar las dificultades de cada día? ¿Cómo resistir a las tentaciones del Maligno? ¿Cómo promover el bien entre mis hermanos?

No resulta fácil mantenerse fieles. Mil voces de sirenas nos aturden y nos invitan a una vida de engaños y de falsas alegrías. La tentación nos acecha sin descanso.



Por eso, necesito recordar que existe un Amor verdadero. Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ha desvelado el maravilloso designio de su misericordia. La fe se convierte en maní que alimenta durante el tiempo de la espera.

Un día se abrirá el pórtico y empezará el banquete de la vida eterna. Ese día la alegría de Dios será nuestra alegría, y será una alegría plena y verdadera (cf. Jn 18,1-13).

LÁMPARA PARA MIS PASOS


Lámpara para mis pasos…



La Biblia contiene la palabra sagrada escrita por autores inspirados y elegidos por Dios para esa misión. Sabía él muy bien en medio de qué tinieblas se encontrarían sus hijos en los años venideros, y por amor a cada uno de nosotros asistió con dones especiales a los escritores del libro santo para que escribieran todo y solo lo que él les inspiraba. Son cartas de amor de Dios. Debes leerlas pues con fe y con amor.

El Gobierno de los Estados Unidos no les enseña a los agentes del Ministerio de Hacienda a detectar billetes falsos mediante el estudio cuidadoso de billetes falsificados. Al contrario, les muestra una y otra vez los billetes genuinos hasta que se memoricen el diseño. Entonces, cuando un billete falsificado es colocado delante de ellos, lo reconocen inmediatamente porque no está de acuerdo con el diseño que sus ojos buscan.

El único modo en que puedes conocer si la palabra que lees es de Dios, es leerla una y otra vez para que, cuando leas o escuches una palabra extraña, la puedas reconocer al momento. Es mil veces más sabio dedicar tiempo para aprender la única palabra verdadera, que tratar de aprender a detectar una multitud de medias verdades y errores que circulan por allí. “Lámpara para mis pasos es tu palabra, luz en mi sendero”.


* Enviado por el P. Natalio

SANTA GEMA GALGANI, VIRGEN, 11 DE ABRIL


Gema Galgani, Santa
Virgen, 11 de abril


Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net 




Virgen

Martirologio Romano: En Lucca, en Italia, santa Gema Galgani, virgen, quien, insigne por la contemplación de la Pasión y por los dolores soportados con paciencia, a la edad de veinticinco años consumó su angélica vida el día de Sábado Santo († 1903).

Fecha de canonización: 2 mayo de 1940 por el Papa Pío XII.

Breve Biografía

La historia de esta santa, tan cercana a nosotros por el tiempo (1878-1903) y por las costumbres de la vida cotidiana, tiene cosas increíbles por los fenómenos místicos de que fue protagonista.

En ciertos períodos de su atormentada vida soportó vejámenes de toda clase. El demonio se le aparecía hasta bajo la figura del confesor para sugerirle obscenidades. Otras veces se le aparecía como un ángel luminoso; cuando se veía desenmascarado, desaparecía en una gran llama roja dejando en el suelo una estela de ceniza. A veces la golpeaba y la dejaba exánime en el suelo, en donde la encontraban con el rostro tumefacto y con los huesos dislocados.

Pero la animaba a menudo la compañía de Cristo, de la Virgen y de su ángel custodio. Así narró ella misma, por obediencia, los acontecimientos que precedieron el misterioso fenómeno de los estigmas: “Era la noche del 8 de junio de 1899, cuando de repente siento un dolor interno de mis pecados... Apareció Jesús, con todas las heridas abiertas; pero de esas heridas ya no salía sangre, sino que salían unas como llamas de fuego, que vinieron a tocar mis manos, mis pies y mi corazón. Creí morir...”.

Las llagas que se habían abierto aparecían cada semana de las ocho de la noche del jueves hasta las tres de la tarde del viernes, acompañadas con el éxtasis. Ante estos fenómenos misteriosos, que fueron pronto motivo de curiosidad de los vecinos de Lucca en donde vivía Gema, la gente comenzó a llamarla: “la niña de la gracia”. Era una jovencita crecida rápidamente y madurada por la experiencia del dolor.

Era hija de un farmacéutico de la provincia de Lucca, y cuando tenía ocho años perdió a la madre. Cuidaron de ella los siete hermanos. Pocos años después murió también el padre y ella, curada prodigiosamente de una grave enfermedad que la atormentaba, pidió entrar al convento, pero su petición fue rechazada. Fue recibida en casa del caballero Mateo Giannini, y allí llevó una vida muy retirada, serena y obediente a las directivas del padre espiritual y de las Hermanas pasionistas que se preocuparon de ella. Debajo de los guantes y del modestísimo vestido ocultaba los signos de su participación en la pasión de Cristo.

Mientras tanto las manifestaciones de su santidad habían superado los límites del barrio y de la ciudad. Muchos, que habían ido a su casa movidos por la curiosidad, salían transformados en su espíritu. La enfermedad ósea que la había atacado desde muy joven volvió a aparecer y la hacía sufrir atrozmente. Comprendió que su calvario estaba por terminar. Pero en su humildad no creía haber pagado suficientemente con la moneda del sufrimiento el privilegio de haber sido asociada a la pasión de Cristo.

Murió a los 25 años, el 11 de abril de 1903. era la mañana del sábado santo.

Due canonizada por S.S. Pío XII el 2 de Mayo de 1940, su canonización afrontó la firme oposición de aquellos que deseaban evitar se diara atención a sus visiones y estigmas.

FELIZ SEMANA!!!


sábado, 9 de abril de 2016

DIEZ IDEAS PARA CALMAR LOS NERVIOS


10 ideas para calmar los nervios



Recopilemos ideas para afrontar eventos que nos ponen especialmente nerviosos: citas, entrevistas, exámenes, días especiales, etc. Si te sientes especialmente tenso, espero que alguna de estas sugerencias te sea útil. Pocos días antes del evento

1. Identifica qué te preocupa
Cuando el miedo se apodera de ti, el evento venidero se transforma en una masa terrorífica difusa.
Es hora de ser objetivo. Pregúntate qué te estresa exactamente:
¿Quedarte en blanco? ¿Que te hagan preguntas difíciles? ¿Que alguien se ría?
Repasa mentalmente esos pequeños desastres. Te darás cuenta de que parte de tus nervios se deben a las exageraciones en las que te hace caer el miedo.
Quita importancia a eso que temes. Trivialízalo. Si puedes, añádele algo de humor. Y trata de convencerte de que tú tienes “arte” para salir airoso de cualquier inconveniente. ¿Acaso no lo has hecho otras veces?

2. Practica
Está bien. Quizás no tengas todo el “arte” que te gustaría. Entonces, ¿por qué no preparas el evento a conciencia? Por ejemplo: Si es un examen, estudia más. Si es una entrevista, simula alguna. En otro caso, haz un plan o simulacro con algún amigo.
Planea, lee, investiga, pide asesoramiento y entérate de la experiencia de gente que haya pasado por la misma situación.
Cuanto mejor estudies y planees el caso, y cuanto más te expongas, más preparado estarás para afrontar ese momento difícil.

3. Cuídate cuanto puedas
Quedan días para ese evento y prepararte para él hará que lo afrontes mejor, pero servirá de muy poco si dejas de cuidar de ti.
La preparación sin energía no llega muy lejos. Así es que no pases por alto tus horas de sueño y de comida. Haz ejercicio y también incluye algún ratito de esparcimiento.

4. Ocúpate en otras cosas
Practica actividades que se relacionen poco con el evento que te tiene de los nervios. También pueden servirte para desconectar.

5. Haz algo divertido
Dentro de esas actividades, que no falten aquéllas que te hagan reír o, en general, que te hagan sentir muy bien.
Baila, pasea por la playa, visita a un amigo y recordáis anécdotas divertidas, etc. Lo que se te ocurra. Así, hasta que llega el “gran día”. ¿Se desbocarán los nervios? ¡Nada de eso!

6. Respira
Llega el día del evento… Hoy es el gran día. Una buena manera de empezarlo es respirando tranquilamente. Tómate unos instantes para respirar sin pensar en nada más. Si tienes la ocasión, medita, pasea o haz algo de ejercicio.
Yo he comprobado que esto es muy útil. Porque experimentas sensaciones de calma que puedes evocar en los momentos en los que la tensión pretende apoderarse de ti. Si no sabes cómo llegar a ese estado de calma, es más difícil controlar los nervios en las situaciones más tensas.

7. Arréglate para la ocasión
Elige un atuendo con el que te sientas cómodo, que te siente bien y que sea apropiado para la situación.
En este punto, lo que más te ayudará es que te gustes cuando te mires al espejo antes de salir de casa. Eso da un plus de confianza.

8. Tómate tiempo
Para respirar, ejercitarte, arreglarte, alimentarte y desplazarte donde sea que tengas que ir. No llegues tarde. Eso te haría estar más tenso. Al contrario, puedes llegar un poquito antes de la hora “H”, para familiarizarte con el lugar (si no lo conoces).

9. Aprovecha los nervios
¿Sigues un poquito nervioso? Sientes ese cosquilleo porque te enfrentas a algo que te importa. Es natural… Es más, estar algo nervioso es positivo, ya que puedes sacarle provecho a esa adrenalina que corre por tu cuerpo. Estás totalmente despierto, alerta, con tus cinco sentidos aguzados.
No hablamos de nervios desbocados o un miedo paralizante, sino una situación sobre la que tienes control.

10. Sé positivo
Dítelo a ti mismo: La situación está controlada. ¡Puedes hacerlo! Eres tú (tu aliado incondicional) quien tiene que inyectarte algo de confianza. ¿No puedes?
Si, justo a la hora de la verdad, crees que el asunto se te va de las manos, acude al viejo truco de ir al baño (o a cualquier lugar donde puedas pasar a solas unos instantes).
Ve allí. Respira con calma. Y recuérdate que tú puedes con esto.
Vuelve también a recordarte que es mucho peor lo que imaginas que lo que puede suceder en realidad.
Bueno, así es en muchas ocasiones, ¿o no?

Nota:
Este artículo me llegó por correo de parte de una persona amiga. No consta quién es el autor. He procedido a transcribirlo sin cambiar nada del texto original. Pero ahora, al final, se me ocurre adecuado agregar un consejo más, el número 11 (o tal vez debería ser el primero): Reza. Encomiéndate a Dios y a la Virgen para que te ayuden a superar los nervios y te acompañen en la actividad que vas a realizar… No creo que exista mejor ayuda.


Felipe

EL EVANGELIO COMENTADO DEL DOMINGO 10 DE ABRIL 2016 - TERCER DOMINGO DE PASCUA


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Jn, 21,1–19



SIN JESÚS NO ES POSIBLE

El encuentro de Jesús resucitado con sus discípulos junto al lago de Galilea está descrito con clara intención catequética. En el relato subyace el simbolismo central de la pesca en medio de mar. Su mensaje no puede ser más actual para los cristianos: solo la presencia de Jesús resucitado puede dar eficacia al trabajo evangelizador de sus discípulos.

El relato nos describe, en primer lugar, el trabajo que los discípulos llevan a cabo en la oscuridad de la noche. Todo comienza con una decisión de Simón Pedro: «Me voy a pescar». Los demás discípulos se adhieren a él: «También nosotros nos vamos contigo». Están de nuevo juntos, pero falta Jesús. Salen a pescar, pero no se embarcan escuchando su llamada, sino siguiendo la iniciativa de Simón Pedro.

El narrador deja claro que este trabajo se realiza de noche y resulta infructuoso: «aquella noche no cogieron nada». La «noche» significa en el lenguaje del evangelista la ausencia de Jesús que es la Luz. Sin la presencia de Jesús resucitado, sin su aliento y su palabra orientadora, no hay evangelización fecunda.

Con la llegada del amanecer, se hace presente Jesús. Desde la orilla, se comunica con los suyos por medio de su Palabra. Los discípulos no saben que es Jesús, solo lo reconocerán cuando, siguiendo dócilmente sus indicaciones, logren una captura sorprendente. Aquello solo se puede deber a Jesús, el Profeta que un día los llamó a ser «pescadores de hombres».

La situación de no pocas parroquias y comunidades cristianas es crítica. Las fuerzas disminuyen. Los cristianos más comprometidos se multiplican para abarcar toda clase de tareas: siempre los mismos y los mismos para todo. ¿Hemos de seguir intensificando nuestros esfuerzos y buscando el rendimiento a cualquier precio, o hemos de detenernos a cuidar mejor la presencia viva del Resucitado en nuestro trabajo?

Para difundir la Buena Noticia de Jesús y colaborar eficazmente en su proyecto, lo más importante no es «hacer muchas cosas», sino cuidar mejor la calidad humana y evangélica de lo que hacemos. Lo decisivo no es el activismo sino el testimonio de vida que podamos irradiar los cristianos.

No podemos quedarnos en la «epidermis de la fe». Son momentos de cuidar, antes que nada, lo esencial. Llenamos nuestras comunidades de palabras, textos y escritos, pero lo decisivo es que, entre nosotros, se escuche a Jesús. Hacemos muchas reuniones, pero la más importante es la que nos congrega cada domingo para celebrar la Cena del Señor. Solo en él se alimenta nuestra fuerza evangelizadora.

LECTURAS BÍBLICAS PARA EL DOMINGO 10 DE ABRIL 2016 - TERCER DOMINGO DE PASCUA



3º Domingo de Pascua – Ciclo C
Domingo 10 de Abril de 2016



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 
(5,27b-32.40b-41):

En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: «¿No os hablamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.»
Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo Responsorial: 29,2.4.5.6.11.12a.13b

R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos serían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante,
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R/.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.

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Segunda lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (5,11-14):

Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» Y oí a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar -todo lo que hay en ellos, que decían: «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.» Y los cuatro vivientes respondían: «Amén.» Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.

Palabra de Dios

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Lectura del Santo Evangelio según san Juan (21,1–19)

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.»
Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo.»
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?»
Ellos contestaron: «No.»
Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor.»
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger.»
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: «Vamos, almorzad.»
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.» Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió: «Sígueme.»

Palabra del Señor


SÉ TU MISMO


Sé tú mismo



Cada persona es un ser único, por naturaleza. “Cuando Dios crea un persona rompe el molde”, dice el proverbio. Por lo tanto el mejor consejo que puedo darte es: sé tú mismo. Pero sé lo mejor de ti mismo. Ten valor de ser diferente y seguir tu propio camino. No hagas vanos intentos de imitar ciegamente a los demás.

No tengas miedo de estar solo, de mirarte interiormente y de encontrarte en tu silencio. Ten miedo de ser solitario, aislado de tus hermanos, desconfiado, sin amigos y sin comunicación. Nunca temas decir la verdad o expresar con claridad lo que sientes y afirmar aquello que has visto o has oído. Teme más bien engañarte a ti mismo, autoconvencerte de la mentira o colocar máscaras en tu rostro. Sé tú mismo en donde estés, aceptando a los otros como son. Vive con intensidad y dinamismo. Rompe tus murallas y levántate y la vida será para ti un canto, y cada día será una fiesta (Sandy Macchi).

Para fortalecer esta decisión de ser tú mismo, puedes decirte: “Proclamaré mi singularidad ante el mundo. No intentaré imitar a otros. Soy una cosa rara, y existe valor en todo lo raro. Soy un ser único de la naturaleza”. Esto es honrar al Creador que te dio cualidades valiosas para una misión destacada. De allí la importancia de conocerte y valorarte a ti mismo.


* Enviado por el P. Natalio

LAS ONCE FRASES MÁS BELLAS DE LA AMORIS LAETITIA DEL PAPA FRANCISCO


Las 11 frases más bellas de la Amoris Laetitia 
del Papa Francisco



 (ACI).- La nueva exhortación apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco contiene algunas hermosas frases que llenan de esperanza a los fieles ante las dificultades y las diversas situaciones de las familias y matrimonios del siglo XXI. En esta nota dejamos algunas de ellas:

1. “En este breve recorrido podemos comprobar que la Palabra de Dios no se muestra como una secuencia de tesis abstractas, sino como una compañera de viaje también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor, y les muestra la meta del camino” (numeral 22, capítulo 1)

2. “Cristo ha introducido como emblema de sus discípulos sobre todo la ley del amor y del don de sí a los demás, y lo hizo a través de un principio que un padre o una madre suelen testimoniar en su propia existencia: ‘Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos’” (numeral 27, capítulo 1)

3. “La familia está llamada a compartir la oración cotidiana, la lectura de la Palabra de Dios y la comunión eucarística para hacer crecer el amor y convertirse cada vez más en templo donde habita el Espíritu”. (numeral 29, capítulo 1)


4. “Como María, (las familias) son exhortadas a vivir con coraje y serenidad sus desafíos familiares, tristes y entusiasmantes, y a custodiar y meditar en el corazón las maravillas de Dios”. (numeral 30, capítulo 1)

5. “Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano”. (numeral 35, capítulo 2)

6. “Necesitamos encontrar las palabras, las motivaciones y los testimonios que nos ayuden a tocar las fibras más íntimas de los jóvenes, allí donde son más capaces de generosidad, de compromiso, de amor e incluso de heroísmo, para invitarles a aceptar con entusiasmo y valentía el desafío del matrimonio”. (numeral 40, capítulo.2)

7. “Una familia y un hogar son dos cosas que se reclaman mutuamente. Este ejemplo muestra que tenemos que insistir en los derechos de la familia, y no sólo en los derechos individuales. La familia es un bien del cual la sociedad no puede prescindir, pero necesita ser protegida”. (numeral 44, capítulo 2)

8. “Nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que favorece a la sociedad. Ocurre lo contrario: perjudica la maduración de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y de los pueblo”s. (numeral 52, capítulo 2)

9. “Doy gracias a Dios porque muchas familias, que están lejos de considerarse perfectas, viven en el amor, realizan su vocación y siguen adelante, aunque caigan muchas veces a lo largo del camino”. (numeral 57, capítulo 3)

10. “La alianza de amor y fidelidad, de la cual vive la Sagrada Familia de Nazaret, ilumina el principio que da forma a cada familia, y la hace capaz de afrontar mejor las vicisitudes de la vida y de la historia. Sobre esta base, cada familia, a pesar de su debilidad, puede llegar a ser una luz en la oscuridad del mundo”. (numeral 66, capítulo 3)

11. “El sacramento del matrimonio no es una convención social, un rito vacío o el mero signo externo de un compromiso. El sacramento es un don para la santificación y la salvación de los esposos, porque su recíproca pertenencia es representación real, mediante el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con la Iglesia. Los esposos son por tanto el recuerdo permanente para la Iglesia de lo que acaeció en la cruz; son el uno para el otro y para los hijos, testigos de la salvación, de la que el sacramento les hace partícipes”. (numeral 72, capítulo 3)

FELIZ DOMINGO!!


viernes, 8 de abril de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 8 DE ABRIL DEL 2016


Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces
Pascua


Juan 6, 1-15. Pascua. Los cinco panes son, sin duda, una representación de los talentos que Dios nos ha regalado. 


Por: P. Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15
Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?» Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

Oración introductoria
La multiplicación de los panes me recuerda que la abundancia es una característica del auténtico amor. Señor, creo en ti y te amo, por eso, con toda confianza, te pido que me permitas escucharte en esta oración para conocer cuál es el camino que debo seguir para que mi amor, a Ti y a los demás, sea ilimitado.

Petición
Jesús, ayúdame a que mi amor sea incondicional, auténtico, abundante.

Meditación del Papa Francisco
El que ama conoce a Dios; el que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. Pero no amor de telenovela. ¡No, no! Amor sólido, fuerte; amor eterno, amor que se manifiesta en su Hijo, que ha venido para salvarnos. Amor concreto; amor de obras y no de palabras. Para conocer a Dios hace falta toda una vida; un camino, un camino de amor, de conocimiento, de amor al prójimo, de amor a los que nos odian, de amor por todos. […]
El Señor tuvo compasión de la cantidad de gente que había ido a escucharlo, porque eran ovejas sin pastor, desorientadas. Y hoy mucha gente está desorientada en nuestras ciudades, en nuestros países. Por eso, Jesús les enseña la doctrina y la gente le escucha. Cuando luego se hace tarde y pide que les den de comer, sin embargo, los discípulos responden un poco nerviosos. Una vez más Dios ha llegado primero, los discípulos no habían entendido nada:
Así es el amor de Dios: siempre nos espera, siempre nos sorprende. Es el Padre, es nuestro Padre que nos ama tanto, que siempre está dispuesto a perdonarnos. ¡Siempre! No una vez, 70 veces 7. ¡Siempre! Como un padre lleno de amor y para conocer a este Dios, que es amor, debemos subir por el escalón del amor al prójimo, por las obras de caridad, por las obras de misericordia, que el Señor nos ha enseñado. Que el Señor, en estos días en que la Iglesia nos hace pensar en la manifestación de Dios, nos dé la gracia de conocerle por el camino del amor. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 8 de enero de 2015, en Santa Marta).
La multitud se conmueve por el prodigio de la multiplicación de los panes, pero el don que Jesús ofrece es plenitud de vida para el hombre hambriento. Jesús sacia no solo el hambre material, sino esa más profunda, el hambre del sentido de la vida, el hambre de Dios. Frente al sufrimiento, la soledad, la pobreza y las dificultades de tanta gente, ¿qué podemos hacer nosotros? (Homilía de S.S. Francisco, 26 de julio de 2015).
Reflexión
Entre los personajes que intervienen en la escena evangélica, además del Maestro, los apóstoles y la multitud, el muchacho de los panes y los peces pasa muy desapercibido en el relato. Apenas se menciona, pero su presencia y generosidad fueron claves para que Jesús obrara el milagro.

De hecho, cuando Felipe le señala, bien hubiera podido decir: "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero no sé si quiera entregarlos y, de cualquier modo, ¿qué es eso para tantos?"

Todos los milagros de Jesús requirieron de la fe de quienes los pedían. Éste, además, requirió de la generosidad de aquel muchacho. Como si quisiera decirnos con ello el evangelista, que para obtener el milagro de la propia conversión o del propio progreso espiritual y humano, siempre se requiere generosidad. Darlo todo, y darlo de corazón.

Igualmente, cuando se trata de la ayuda a los demás, muchas veces tenemos en nuestras cestas los cinco panes y dos peces que necesita nuestro prójimo. A veces es una limosna, a veces es ceder el paso en la calle o una simple sonrisa que devuelva la confianza a nuestros hijos o compañeros de trabajo, después de que hemos sufrido algún percance.

Los cinco panes son, sin duda, una representación de los talentos que Dios nos ha regalado. Sólo en la medida en que los demos a los demás, fructifican y rinden todo cuanto pueden. Si los guardamos para nosotros mismos, pueden echarse a perder. Hay que recordar que el milagro comienza cuando aquel muchacho cedió al Maestro sus panes, para que diera de comer a toda una multitud...

Propósito
En mi siguiente encuentro con Cristo en la Eucaristía, pedirle que abra mi corazón a la compasión hacia el prójimo y al compartir fraterno.

Diálogo con Cristo 
Jesús, ayúdame a saber multiplicar mi amor. Para que el milagro se produzca necesito simplemente ofrecerte lo que tengo, nada más… pero tampoco nada menos. Tú multiplicarás estos pocos o muchos dones para el bien de todos. Con humildad y sencillez te ofrezco mis talentos, consciente de que los he recibido para darlos a los demás.

EL PERRO Y EL CARNICERO


El perro y el carnicero


El hombre descubre en su conciencia una ley que él no se da a sí mismo, sino que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal... Horacio, poeta latino, escribió: “Tu regla inviolable deber ser, no hacer nunca nada que hiera tu conciencia y de lo que tengas que ruborizarte”.

Cuenta Esopo, fabulista griego, que una  vez entró un perro en una carnicería, y notando que el carnicero estaba muy ocupado con sus clientes, arrebató un trozo de carne y salió corriendo. Se volvió el carnicero y, viéndolo huir y sin poder hacer ya nada, gritó amenazándolo con mucha severidad: -¡Oye amigo, allí donde te encuentre, no dejaré de mirarte!

El buen carnicero quería ser como la voz de la conciencia para el perro ladrón… Alguien dijo acertadamente: “El tigre desgarra a su presa y duerme; el hombre se convierte en homicida y no puede conciliar el sueño”. Mediante el dictamen de su conciencia el hombre percibe y reconoce las prescripciones de la ley divina.  Aprovecha bien este regalo de Dios.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: VIERNES 8 DE ABRIL DEL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Abril 8



No serás feliz si eres estudiante y no estudias; si eres trabajador y no trabajas; si eres profesional y no cumples con tu profesión; en ninguno de estos casos serás feliz.

No serás buena persona si eres superior y no sabes obedecer a tus respectivos superiores; ni mandar a tus subordinados; si eres esposo y no respetas y tratas con cariño a tu esposa; si eres hijo y no entiendes minuciosamente a tus padres, quizá ya ancianos; si eres cristiano y no eres testimonio de Cristo; en ninguna de esas circunstancias puedes  tenerte como buena persona.

Para ser feliz hay que ser bueno, pues la felicidad es una consecuencia de la buena conciencia; y es la buena conciencia la única que nos puede certificar de nuestra bondad.
Bondad y felicidad: dos realidades que entre sí se relacionan, que se entremezclan, que interdependen; buscar o pretender una sin la otra es desviar el camino, es equivocar la ruta, es condenarse a no poseer ni la una ni la otra.

Cuando un cristiano cobra conciencia de que es hijo de Dios, no puede menos de rezar con los Salmos: “¡Alégrense, justos, en el Señor, griten de gozo todos los rectos de corazón!” (Sal 32,11). ”¡Alégrense, justos, en el Señor, alaben su santo Nombre!” (Sal 97,12). “Se alegrarán los que en ti se refugian, y siempre cantarán jubilosos; tú proteges a los que aman tu Nombre, y ellos se llenarán de gozo” (Sal 5.12)


* P. Alfonso Milagro

SI, EL REÍR REJUVENECE... Y QUÉ POCO REÍMOS


Si, el reír rejuvenece... ¡Y qué poco reímos!
¡Qué afortunados quienes tienen un ser amado en cuyo rostro aparece con frecuencia el fulgor maravilloso de la sonrisa!


Por: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net 




¿La risa, la sonrisa? algo que muchos considerarán intrascendente, pero sin embargo es de gran importancia y valor.

Valioso e importante para nuestro caminar por la vida, para nuestro trato con los demás, para nuestro beneficio y hasta para nuestra salud.

La risa y la sonrisa. Según una terapeuta que realizó estudios en los Estados Unidos relativos a los beneficios de la risa para la mente y el cuerpo humano, así como las terapias adicionales a la misma, tales como la respiración consciente, la expresión corporal, el canto y la conversación eran factores importantísimos, aparte de un signo externo de alegría, para prevenir las enfermedades cardiovasculares, calmar los dolores físicos, regular el sistema nervioso y aliviar el stres.

No sabemos que es lo que pensarán los médicos al respecto pero lo que si sabemos todos es que reír es algo que nos deja el alma aligerada, que es una sensación extraordinaria de bienestar y gozo que como algo mágico nos transporta un poco a nuestros tiempos infantiles y por eso el reír rejuvenece. Si, el reír rejuvenece... ¡Y qué poco reímos!

Al sentirnos adultos nos revestimos de una gran austeridad y de una propiedad tan seria y formal que vamos olvidando poco a poco lo que es el reír y podemos decir que pasan días y días sin que la risa vigorice nuestra personalidad y alegre nuestra existencia y la de los demás. Ceño fruncido, mirada torva y reconcentrada, gesto adusto, labios apretados... eso hace daño al corazón y al espíritu.

La Madre Teresa de Calcuta solía decir: "Familia que reza unida, permanece unida" y estamos de completo acuerdo pero también nos atrevemos a decir que : "Familia que ríe unida, permanece unida"

Y reírnos un poco de nosotros mismos es el mejor antídoto para sobrellevar con buen ánimo todos nuestros errores y fallas que como seres humanos tenemos.

Es cierto que no siempre hay motivos para reír, pero de lo que no podemos prescindir es de la sonrisa. La sonrisa no es carcajada, es algo más sutil, es como dice de ella Martín Descalzo: "Si yo tuviera que pedirle a Dios un DON, le pediría que me concediera el supremo arte de la sonrisa. Es lo que más envidio en algunas personas. Es, me parece, la cima de la expresión humana. Debe ser, por ello, muy fácil enamorarse de personas que poseen una buena sonrisa. Y ¡qué afortunados quienes tienen un ser amado en cuyo rostro aparece con frecuencia ese fulgor maravilloso!".

Cuando alguien nos sonríe nos está mandando un mensaje de paz, de equilibrio interior, de dulzura y de amor. Quién sabe amar sonríe fácilmente Las personas amargadas, egoístas, envidiosas, no saben sonreír y mucho menos si son orgullosas.

Reír es bueno para la salud porque la alegría es cosa sana y provechosa. Sonreír es ir derramando un haz luminoso de calor y ternura para los demás, es como un destello del mismo Dios que brota como agua fresca para las almas sedientas que se nos acercan.


Que nuestra sonrisa no sea un gesto forzado, sino algo espontáneo y natural que dará a nuestra personalidad un relieve maravillosamente profundo y humano.

ESTAMPAS CON ORACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS






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