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viernes, 9 de septiembre de 2016

LAS VESTIDURAS DE UN SACERDOTE , SIGNIFICADO


Las Vestiduras del sacerdote


CASULLA:
Es la vestidura que se pone el obispo sobre las demás prendas. Consiste en una pieza alargada con una abertura en el centro para pasar la cabeza. Es el símbolo de caridad, que hace dulce y suave el yugo de Jesucristo. Vestidura Sagrada que se pone el alba y que sirve para celebrar la Misa. Está abierta por lo alto, para que entre la cabeza, y por los lados; cae por delante y por detrás desde los hombros hasta media pierna. 

El presbítero o el obispo que preside la Eucaristía se reviste la casulla: su nombre ya indica que es como una especie de "casa pequeña", a modo de manto amplio que cubre a la persona (como el "poncho" americano actual).  La casulla es el indumento litúrgico que ha venido a caracterizar sobre todo la celebración eucarística.

Se usan en diferentes colores:

Blanco: Representa las fiestas y solemnidades.

Verde: Se utiliza en tiempo ordinario.

Rojo: Representa las fiestas de los mártires y misas especiales de los santos.

Morado: Para la Semana Santa y cuaresma, así como para la misa de difuntos.


ALBA:
Es una amplia túnica que cubre al celebrante de arriba a abajo y se sujeta a la cintura con un cíngulo, simboliza la pureza del corazón que el sacerdote ha de llevar al altar.


CÍNGULO:
Cordón o cinta de seda o de lino, con una borla a cada extremo, que le sirve al Sacerdote para ceñirse el alba.


LA ESTOLA 

La estola significa las sogas con que Nuestro Señor fue arrastrado al Calvario

Al comienzo se llamaba ‘orarium’ (también ‘mappa’ o ‘sudarium’); pero en Galia, hacia fines del s.VI, se la comenzó a llamar ‘estola’, término que en la época clásica designaba un manto amplio que usaban las matronas.

A partir del s.XII no se utilizó más el término ‘orarium’, sino estola.

Es una tela alrededor del cuello del sacerdote, usada para las celebraciones litúrgicas. La usan los obispos y presbíteros, colgando del cuello hacia delante; y los diáconos, desde un hombro hasta la cintura atravesando en diagonal la espalda y el pecho. Es símbolo de los poderes sagrados que recibe el sacerdote, como pastor que lleva a sus ovejas sobre sus hombros, como maestro que enseña a sus discípulos; como guía que conduce a las almas hacia la vida eterna.

Su longitud, pues, debe ser suficiente para que, pasada por el cuello y cruzada por delante del pecho del Sacerdote, cada extremo, sujetado a ambos costados por el cíngulo, pueda todavía caer, resaltando sobre la blancura del alba.

Espiritualmente, la estola puede recordarnos la dignidad de hijos de Dios que desgraciadamente perdimos por el pecado de Adán y Eva, y así, al ver que el sacerdote, que es nuestro representante ante el Altísimo, lleva la estola puesta, podemos gozosamente contar con que la divina gracia nos devolverá aquella dignidad y herencia que le corresponde, es decir, la eterna Gloria.

La Iglesia hace pedir, al imponérsela el Sacerdote, la inmortalidad, perdida por el pecado, y el premio de nuestro último y feliz destino: “Devuélveme, Señor, la estola de la inmortalidad, que perdí con la prevaricación del primer padre, y aún cuando me acerque, sin ser digno, a celebrar tus sagrados misterios, haz que merezca el gozo sempiterno”.

La estola significa las sogas con que Nuestro Señor fue arrastrado al Calvario.

Es la banda longitudinal, del mismo color que la casulla, y que el sacerdote coloca alrededor de su cuello, cruzándola sobre el pecho y ajustándola con el cíngulo.

Como decoración lo único que se exige es una crucecita en el medio (y que al colocársela queda a la altura del cuello), que el sacerdote besa antes de ponersela.

Es muy discutido su origen. Para Rohualt de Fleury, Mons. Battifol, Dom Leclerq, etc, fue una especie de bufanda, llamada ‘orarium’. Esta banda o lienzo se llevaba alrededor del cuello y servía para secar la boca (‘os’, en lat.), el sudor y las lágrimas.

b)- Para Wilpert la estola de los diáconos tendría otro origen. Se trataría de la ‘servilleta’ (‘mappa’, ‘mantile’, ‘linteum’) que los diáconos debían utilizar cuando hacían el servicio de la mesa eucarística y agápica.

Al igual que hoy día, en la antigüedad, al servir las mesas, los ‘mozos’ (‘delicati’) llevaban una servilleta (‘mappula’) colgada del brazo o del hombro izquierdo. Y otro tanto hacían los ministros de los servicios paganos (‘camilli’). De allí habría pasado al cristianismo.

c)- Como ornamento eclesiástico el ‘orarium’ o estola se menciona por 1a. vez en el Concilio de Laodicea (s.IV), que prohibe su uso a los subdiáconos y clérigos inferiores (lectores y cantores), y queda entonces establecido como símbolo de la dignidad del diácono (c. 22 y 23).

Por los concilios españoles sabemos que se imponía a los obispos y sacerdotes en su consagración ( ordenación).

Respecto a Roma: los primeros testimonios los encontramos en los Ordines III, V, VIII y IX. Allí, según parece, también los clérigos de órdenes menores, usaban estola.

El ‘orarium’ que se imponía a diáconos y sacerdotes en su ordenación, había estado toda la noche sobre la confesión de San Pedro, para penetrarse de su celo apostólico (O.R. IX)

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