En oración, experimentó el estigma de la corona de espinas de Jesús, cuando una espina se formó en su cabeza y le atravesó el cráneo. La llevó consigo, sufriendo el dolor y la pudrición, con mal olor, diferente de otros santos que habían sido estigmatizados con heridas de fragancia exquisita. Este mal olor cambió al de dulce fragancia al momento de su muerte.
Desde pequeña, sucedieron en ella varios milagros, pero después de su muerte, sucedieron muchos milagros más y más asombrosos, al punto de ser llamada “La Santa de lo Imposible”, como San Judas Tadeo. Recordemos que los milagros existen para un fin mayor, hacer crecer tu fe en la omnipotencia de Dios, para quien nada es imposible.
Muchas mujeres sienten que vivir en el matrimonio con tanto sufrimiento es imposible, …es “casi imposible”, pero el testimonio de santa Rita, nos enseña que es no solo es posible, sino que la misma corona de Cristo estará adornando nuestra alma.
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