5 consejos para vivir en familia el Adviento
Redacción ACI Prensa
El Adviento está lleno de hermosas y antiguas tradiciones únicas del cristianismo que los padres pueden compartir con sus hijos durante el tiempo de preparación para celebrar la Navidad.
Aunque la pandemia del coronavirus ha modificado algunas de nuestras costumbres personales y familiares, siguen vigentes estos 5 consejos prácticos para crecer en familia durante el Adviento, ofrecidos por el National Catholic Register.
1. Corona de Adviento sobre la mesa
Esta tradición milenaria no puede guardarse solo para el día domingo en la iglesia, sino también puede realizarse por las noches a la hora de la cena. De hecho, ahora que se hace más complicado asistir a Misa en los templos, cobra aún más relevancia en cada hogar.
La corona de Adviento simboliza más que las cuatro semanas de Adviento; pues también pueden representar los 4 mil años que el hombre estuvo en la tierra antes de que naciera el Salvador. Por otro lado, los niños pueden turnarse para prender y soplar las velas.
Se puede recitar una oración diciendo antes la siguiente jaculatoria: "Ven, Señor Jesús, nace en nuestros corazones".
2. Hacer obras de misericordia
Es importante preparase espiritualmente durante el Adviento para el nacimiento de Jesús.
Una sugerencia para lograrlo es armar un pequeño pesebre en algún lugar de su casa y cada vez que algún miembro de la familia realice una obra de misericordia, dentro o fuera de la casa, puede poner un hilo de heno en el pesebre.
Es una bendición ver cada día más lleno el pesebre para Jesús cuando se acerca el día de su natividad. Recuerde no colocar la imagen del Niño Jesús hasta la víspera de Navidad.
3. No olvidar al verdadero San Nicolás
Según varios historiadores, el popular Santa Claus es la distorsión –primero literaria y luego comercial– de San Nicolás, el generoso Obispo de Myra, patrono de los niños, navegantes y cautivos.
La leyenda de Santa Claus deriva directamente de la figura de San Nicolás, quien según la tradición, entregó todos sus bienes a los pobres para hacerse monje y obispo, distinguiéndose siempre por su generosidad hacia los niños.
Por haber sido tan amigo de la niñez, en su día se reparten dulces y regalos. Es representado como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasa de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños.
4. Enseñar a los niños
Animar a los niños en este tiempo de preparación para la Navidad a orar por los demás, ayudar en casa, compartir los bienes con quien más necesite, cumplir las tareas sin quejarse, hacer un sacrificio, leer algún pasaje de la Biblia, dar gracias a Dios, saludar cariñosamente, no pelear con sus hermanos, entre otros.
La pandemia nos ha recordado que la vida es frágil, que la eternidad nos espera en cualquier momento. Eso también es algo que podemos enseñar de a pocos a nuestros hijos, de acuerdo a su edad y sin infundirles temor sino esperanza. La esperanza que solo da el Señor.
Es importante no solo que los niños se comprometan a realizar buenas acciones para el nuevo año que se aproxima, sino también que los padres enseñen a sus hijos el verdadero sentido del Adviento.
Es decir, que mediten sobre la venida final del Señor, así como del nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad. Además, mostrarles el significado de las coronas de Adviento, las velas y el color morado para la liturgia que significa preparación espiritual y penitencia.
5. Crecer espiritualmente
En este tiempo se puede añadir un tiempo de oración breve como la lectura de la Biblia cada mañana o un Rosario. Cualquiera podría convertirse en un gran hábito.
Ahora que en algunos lugares el ingreso de los niños a las iglesias no se permite, se genera una ocasión más urgente incluso de rezar con ellos, siempre algo de acuerdo a su edad.
El objetivo final siempre será que la Navidad traiga un nuevo celo y un amor más profundo por Cristo este año, que no nos deja solos a pesar de todo.
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