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viernes, 13 de septiembre de 2019

PAPA FRANCISCO PIDIÓ A OBISPOS NO RODEARSE DE LACAYOS Y SACERDOTES TREPAS


Papa Francisco pidió a obispos no rodearse de “lacayos” y sacerdotes “trepas”
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




El Papa Francisco se reunió con más de cien nuevos obispos que llegaron a Roma tras su ordenación episcopal, y les aconsejó no rodearse de “lacayos” ni de “sacerdotes ‘trepas’ que siempre buscan algo”.

El Papa se reunió este 12 de septiembre con los prelados que participaron en la capital italiana en el tradicional curso para obispos ordenados episcopalmente el año pasado. La formación se realizó en el Regina Apostolurum de Roma y reflexionaron, entre otros temas, sobre el concepto de la sinodalidad.

Como cada año, este curso fue organizado por la Congregación para los Obispos y por la Congregación para las Iglesias Orientales. Los prelados concluyeron este tiempo en Roma con la celebración de una Misa en la Basílica de San Pedro e inmediatamente después con una audiencia privada con el Papa Francisco en la Sala Clementina del Vaticano.

En su discurso pronunciado este 12 de septiembre, el Pontífice agradeció al Cardenal Marc Ouellet y al Cardenal Leonardo Sandri por la coordinación de este curso de formación para los nuevos obispos, ya que para algunos que no han vivido en Roma, fue la primera vez que intercambiaron reflexiones con miembros de los diferentes dicasterios de la Curia Romana.

“Juntos, como nuevos miembros del Colegio Episcopal, han bajado hace poco a la tumba de Pedro, el ‘trofeo’ de la Iglesia de Roma”, dijo el Papa al referirse a su peregrinación en la Basílica Vaticana.

En esta línea, el Santo Padre afirmó que los nuevos obispos “confesaron la misma fe que el Apóstol. No es una teoría o un compendio de doctrinas, sino una persona, Jesús. Su rostro nos acerca a la mirada de Dios. Nuestro mundo busca, incluso inconscientemente, esta cercanía divina. Él es el mediador. Sin esta cercanía de amor, el fundamento de la realidad se tambalea; la Iglesia misma se extravía cuando pierde la ternura vivificadora del Buen Pastor”, explicó el Pontífice.

“Aquí han confiado a sus Iglesias, por ellas han repetido con Jesús: ‘Cuerpo ofrecido y sangre derramada por ustedes’. No conocemos otra fuerza que ésta, el poder del Buen Pastor, el poder de dar la vida, de acercar al Amor a través del amor”.

Por ello, el Papa Francisco afirmó a los obispos presentes: “Esta es nuestra misión. Ser para la Iglesia y para el mundo los ‘sacramentos’ de la cercanía de Dios. Por eso quisiera decirles algo sobre la cercanía, que es esencial para todo ministro de Dios y especialmente para los obispos”.

Cercanía a Dios y cercanía a su pueblo
En su discurso, el Papa aconsejó a los obispos cultivar la “cercanía a Dios”, que es la fuente de su ministerio.

En ese sentido, les recordó a los prelados que existen “para hacer palpable esta cercanía. Pero no se puede comunicar la cercanía de Dios sin tener experiencia de ella, sin experimentarla cada día, sin dejarse contagiar por su ternura. Cada día, sin ahorrar tiempo, debemos estar frente a Jesús, llevarle las personas, las situaciones, como canales siempre abiertos entre él y nuestro pueblo”.

“Sin la cercanía al Sembrador, el esfuerzo de sembrar la semilla sin saber el momento de la cosecha nos parecerá insatisfactorio. Sin el Sembrador, será difícil acompañar con paciente confianza la lentitud de la maduración. Sin Jesús, llega la desconfianza de que Él no llevará a cabo su obra; sin Él, tarde o temprano, uno se desliza en la melancolía pesimista de los que dicen: ‘todo va mal’. ¡Es muy feo escuchar a un obispo que diga eso!”, exclamó el Pontífice.

Además, el Santo Padre exhortó a ser cercanos al pueblo de Dios: “Necesitamos obispos capaces de escuchar el latido de sus comunidades y de sus sacerdotes, incluso a distancia” y advirtió que sobre el riesgo de ser pastores que “no se contentan con presencias formales, reuniones de agendas o diálogos de circunstancias”.

“A mí me vienen en mente pastores que se preocupan tanto de sí mismos que parecen 'agua destilada', que no sabe a nada. Apóstoles de la escucha, que también saben prestar oído a lo que no es agradable oír”, señaló.

Por ello, expresó con fuerza: “Por favor, no se rodeen de lacayos y de ‘yes men’… o de sacerdotes ‘trepas’ que buscan siempre algo... ¡No, por favor!”. “No anhelen que les confirmen aquellos a quienes deben confirmar. Hay muchas formas de cercanía a sus Iglesias. En particular, quisiera alentar las visitas pastorales regulares: visitar con frecuencia, encontrarse con la gente y con los pastores; visitar siguiendo el ejemplo de Nuestra Señora, que no perdió el tiempo y se levantó para ir rápidamente a ver a su prima”.

En este sentido, el Papa los encomendó a la Madre de Dios quien “nos muestra que visitar es acercar a Aquel que nos hace sobresaltarnos de alegría, es llevar el consuelo del Señor que hace grandes cosas entre los humildes de su pueblo”.

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