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viernes, 9 de noviembre de 2018

ENCUENTRO CON CRISTO


Encuentro con Cristo




El cristianismo es la “gran noticia” que sigue necesitando la humanidad. Cristo es la única respuesta a las más íntimas aspiraciones humanas. Nada alivia el corazón del que sufre ni lo libera de sus angustias. No se puede vivir sin fe, sin Dios. André Frossard, escritor francés (1915-1995), en su libro “Dios existe, yo lo encontré” narra su encuentro con Cristo.

“Fue un momento de estupor que dura todavía. Habiendo entrado a las cinco y diez de la tarde (8-julio-1935) en una capilla del barrio latino (de París) en busca de un amigo, salí a las cinco y cuarto en compañía de una amistad (Jesucristo), que no era de la tierra. Habiendo entrado allí escéptico y ateo de extrema izquierda, volví a salir algunos minutos más tarde, católico, apostólico y romano; llevado, alzado, recogido y arrollado por la ola de una alegría inagotable. Al entrar tenía veinte años. Al salir, era un niño listo para el bautismo. Dios estaba allí (en la custodia), revelado y oculto por esa embajada de luz que, sin discursos ni retóricas hacía comprenderlo todo, amarlo todo”…

La ciencia y la técnica —¡demos gracias a Dios!— han avanzado lo inimaginable, pero eso no significa que el corazón de los hombres esté en paz, que nos sintamos más hermanos los unos de los otros. No nos engañemos: nada puede reemplazar la presencia de Dios en nuestro corazón; el amor de Jesús iluminando los caminos de la vida. (APC). Jesús siempre te espera…




* Enviado por el P. Natalio

JESÚS TE INVITA A SU FIESTA


Jesús te invita a su fiesta



El momento de la comunión es el momento más sublime para nosotros, porque es el momento de mayor cercanía y encuentro con Dios trino por medio de Jesús, el hombre Dios. Es el momento de mayor identificación con Jesucristo. Durante los momentos en que las especies eucarísticas están presentes en nosotros, hay entre Jesús y nosotros una identificación plena.

Jesús nos invita a su fiesta cada domingo, nos invita a su cena, a la cena del Señor, que es la Eucaristía. Por ello, nos dice: He aquí que estoy a la puerta y llamo. Si alguno me abre, entraré a él y cenaré con él y él conmigo (Ap 3, 20) ¿Le diremos que estamos demasiado ocupados o que tenemos cosas más importantes que Él? En la Didascalia, escrito del siglo III, se dice: Dejen todo el día del Señor y corran con diligencia a sus asambleas. ¿Qué disculpa tendrán ante Dios aquellos que no se reúnen en el día del Señor para escuchar la palabra de vida y nutrirse con el alimento divino, que es eterno?

Cuando comulgues, mira a Jesús con los ojos del alma. Es el mismo Jesús de Nazaret que hace dos mil años perdonaba a los pecadores, bendecía a los niños y sanaba a los enfermos. Por eso, es el mejor momento para pedir, para adorar, alabar… y amar. Es el momento clave de tu vida. No te acostumbres a comulgar, ni lo hagas por rutina y sin preparación.



* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 9 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
9 de Noviembre




La misión del Apóstol del Señor será proclamar abiertamente y sin rodeos el mensaje recibido. Aunque el cumplimiento de esta misión requiera no pocas veces valentía y decisión, no hay por qué temer perder la vida terrena, advierte Jesús, sino más bien perder la vida eterna.

Y Jesús aclara que debemos confesarlo ante los hombres, e incluso nos amenaza con negarnos ante su Padre celestial, si nosotros no cumplimos nuestra misión de confesarlo ante los hombres, ante el mundo de hoy.


P. Alfonso Milagro

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE SAN JUAN DE LETRÁN, BASÍLICA MÁS ANTIGUA DE LA IGLESIA CATÓLICA


Hoy se celebra la Dedicación de la Basílica más antigua de la Iglesia Católica
Redacción ACI Prensa





Cada 9 de noviembre, la Iglesia celebra la “dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán”, la primera Basílica de la Iglesia en ser construida y donde una imagen de Cristo derramó sangre.

“Esta Basílica fue la primera en ser construida después del edicto del emperador Constantino, el cual, en el año 313, concedió a los cristianos la libertad de practicar su religión”, contó el Papa Emérito Benedicto XVI a los fieles, en noviembre del 2008.


“El mismo emperador donó al Papa Melquíades la antigua propiedad de la familia de los Laterani y allí hizo construir la Basílica, el baptisterio y patriarquio. Es decir, la residencia del Obispo de Roma, donde vivieron los Papas hasta el período aviñonés”, añadió.

Fue consagrada por el Papa San Silvestro un 9 de noviembre del 324. Se le llama Basílica de San Juan (de Letrán) porque tiene dos capillas, una en honor a San Juan Bautista y otra por San Juan Evangelista.

“Basílica del Divino Salvador” es otro nombre por el que se le conoce ya que en el 787, cuando fue nuevamente consagrada, una imagen del Divino Salvador derramó sangre al ser golpeada por un judío.

“Honrando el edificio sagrado, se quiere expresar amor y veneración a la Iglesia romana que, como afirma San Ignacio de Antioquía, “preside en la caridad” a toda la comunión católica”, expresó el Papa Benedicto XVI.

LOS SACRAMENTOS DE PAGAN? EL PAPA FRANCISCO RESPONDE


¿Los sacramentos se pagan? El Papa Francisco responde con una clara reflexión
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
Foto: Vatican Media




En la Misa que presidió este viernes en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco respondió a la pregunta sobre si los sacramentos se pagan y explicó que los fieles tienen el deber de mantener a la Iglesia pero no “con una lista de precios”.

Reflexionando en el pasaje del Evangelio de San Juan en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo, el Santo Padre dijo que en la mente de esos vendedores “está el ídolo del dinero y los ídolos siempre son de oro. Y los ídolos esclavizan”.

“Esto nos llama la atención y nos hace pensar en cómo tratamos nuestros templos, nuestras iglesias. Si realmente son casa de Dios, casa de oración, de encuentro con el Señor, si los sacerdotes favorecen eso, o si se parecen a los mercados”, dijo el Papa.

“A veces he visto –no aquí en Roma sino en otra parte– he visto una lista de precios. ‘Pero, ¿Cómo, los sacramentos se pagan?’. ‘No, es una ofrenda’. Pero si quieren dar una ofrenda –que la deben dar– que la pongan en la cesta de las ofrendas, escondido, que nadie vea cuánto dan. También hoy hay este peligro. ‘Pero debemos mantener la Iglesia’. Sí, sí, es cierto. Que la mantengan los fieles, pero en la cesta de las ofrendas, no con una lista de precios”, señaló el Santo Padre según informa Vatican News.

El Santo Padre también hizo una advertencia sobre el peligro de la mundanidad en las celebraciones de los sacramentos o en las iglesias.

“Pensemos en algunas celebraciones de cualquier sacramento tal vez, o conmemoraciones donde tú vas y ves: no sabes si es un lugar de culto la casa de Dios o un salón social. Algunas celebraciones se aproximan a la mundanidad”, destacó el Pontífice.


“Es cierto que las celebraciones deben ser bellas pero no mundanas, porque la mundanidad depende del dios dinero. Es una idolatría. Esto nos hace pensar, y también a nosotros: cómo es nuestro celo por nuestras iglesias, el respeto que tenemos allí cuando entramos”.

El Papa también reflexionó sobre la primera lectura de San Pablo a los corintios, precisando que el corazón de cada uno es “un templo: el templo de Dios”. Así cada uno debe preguntarse en el corazón “si es mundano e idólatra”.

“No pregunto cuál es tu pecado o mi pecado. Pregunto si dentro de ti hay un ídolo, si está el señor dinero. Porque cuando está el pecado, está el Señor Dios misericordioso que perdona si vas con Él. Pero si está el otro señor –el dios dinero– tú eres un idólatra, es decir un corrupto: no ya un pecador, sino un corrupto".

"El núcleo de la corrupción es justamente una idolatría: es haber vendido el alma al dios dinero, al dios poder. Así se es un idólatra”, concluyó el Pontífice

Evangelio meditado por el Papa Francisco

Juan 2:13-22

13 Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.

14 Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos.

15 Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas;


16 y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado.»

17 Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu Casa me devorará.

18 Los judíos entonces le replicaron diciéndole: «Qué señal nos muestras para obrar así?»

19 Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.»

20 Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

21 Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo.

22 Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 9 NOVIEMBRE 2018, DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN


Lecturas de hoy Dedicación de la Basílica de Letrán
Hoy, viernes, 9 de noviembre de 2018


Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (47,1-2.8-9.12):

En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante –el templo miraba a levante–. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar. Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho.
Me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente. A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.»

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 45,2-3.5-6.8-9

R/. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, 
el Altísimo consagra su morada

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. R/.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. R/.

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:
pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,9c-11.16-17):

Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.

Palabra de Dios

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (2,13-22):

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 
Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» 
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy viernes, 9 de noviembre de 2018
 CR


Queridos hermanos:

Se celebra hoy la dedicación de la Basílica de Letrán. El nombre oficial es de la misma es el de Archibasilica Sanctissimi Salvatoris. Es la más antigua y la de rango más alto entre las cuatro basílicas mayores o papales de Roma. Su título honorífico es el de «Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput» (madre y cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y del mundo), por ser la sede episcopal del primado de todos los obispos, el Papa. Fue consagrada por el papa San Silvestre en el año 324. Su celebración anual es un signo permanente de amor y de unidad con el Romano Pontífice.

Hasta aquí, datos históricos, más o menos conocidos. Sería bueno ir un poco más allá, y preguntarnos qué significa esta celebración para nuestra vida de cristianos. Habida cuenta de que Pablo, en su Carta a los Corintios, nos recuerda que somos templo de Dios. No vaya a ser que venga Cristo y nos limpie por la fuerza…

Las medidas de Jesús son radicales. Se trata de una limpieza total de la casa de Dios, para que esa casa sea casa de oración. Hay que tener claro el objetivo. Mañana lo escucharemos de otra manera, cuando nos hablen de la imposibilidad de servir a dos señores, a Dios y al dinero. Hoy se ocupa del templo, porque era el lugar donde se concentraba la espiritualidad judía, el lugar de la alianza, donde Dios siempre se encontraba con su pueblo. Allí se había concentrado una gran cantidad de mercaderes. Se había perdido el horizonte. Y Cristo nos lo recuerda. Dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Y cada cosa en su sitio, y un sitio para cada cosa.

La primera lectura nos recuerda que nuestro cuerpo es templo de Dios. Y sería bueno hacer una limpieza general, de vez en cuando, para que no se nos acumulen demasiadas cosas, no siempre compatibles con nuestra condición de seguidores de Cristo. En nuestro templo no habrá palomas para el sacrificio, pero quizá sí haya pasiones desordenadas (dinero, sexo, comida) y necesitemos que el Señor venga, nos vuelque las mesas y nos permita comenzar de nuevo. Revisa tu interior, a la luz de la Palabra, y deja que Cristo te limpie. Verás la vida de otra manera.