Páginas

domingo, 10 de junio de 2018

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 10 JUNIO


Nardo del 10 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, modelo de virtudes sos!

Meditación: Jesús, que desde pequeño fuiste perfecto, que corrías y cantabas dando al mundo esperanza, pues ya se acercaba la Primera Santa Pascua. La Luz del Sol se ocultaba en Tu interior, cubierta con pétalos de humildad y obediencia al Creador. ¿Por qué no entendemos los hombres que tenemos que imitarte, que es un honor llevar Tu imagen, y que debemos dejarnos modelar por Tus Benditas Manos de Carpintero, para llegar a ser a semejanza de Nuestro Maestro?. ¡Qué honor el nuestro!. Pero qué bajo que caemos, pues cuan pocos son los que quieren ser como Cristo, Nuestro Rey Divino. Cambiemos nuestro pobre corazón por Su Sagrado Corazón, sabiendo que recibiremos todos los gozos, pues así el Señor habitará en nosotros, y tendremos la dicha de participar en la Santa Llaga, pues la humanidad hoy le clava nuevamente en Su Sagrado Corazón la lanza.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Leamos la Santa Palabra para conocer más profundamente cómo es Nuestro Señor, y así llegar a ser Su imitación.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

EL BROCHAZO


El brochazo




Un artista estaba pintando la bóveda de un templo y con frecuencia daba unos pasos hacia atrás en el andamio para contemplar su obra. Se encontraba tan absorto contemplando su trabajo, que no se había dado cuenta de que iba a caer en el pavimento que estaba a gran altura del andamio.

Otro pintor, hermano de aquel, viéndolo en peligro y comprendiendo que una palabra podría apresurar su caída, arrojó una brocha sobre el cuadro que contemplaba el artista que estaba en peligro. Este pintor, sorprendido y enojado, violentamente se dirigió hacia adelante, salvándose así de una caída que hubiera sido mortal. De esta manera, Dios algunas veces destruye también las halagadoras esperanzas de nuestro corazón, para advertirnos el grave peligro en que estamos por causa del pecado, y para salvar nuestras almas.

Muchas veces no entendemos que por estar tan absortos en nuestros propios logros, éxitos y ambiciones, damos pasos en falso que podrían destruir nuestras propias vidas y Dios, en su misericordia, interviene para despertar nuestra conciencia dormida. A veces, Él lanza su brocha contra el cuadro de nuestra vanidad para demostrarnos que nos ama y que más que estar interesado en nuestros éxitos , Él está interesado en nosotros como sus hijos.

La proxima vez que Su brocha manche tu cuadro, dale gracias a Dios, porque quizá te haya librado de caerte del andamio.

6 REFLEXIONES PARA AMAR MEJOR


6 reflexiones para amar mejor
El amor que todo lo cura, ¿lo cura todo?


Por: Andrés D' Angelo | Fuente: Catholic-link.com 




El romanticismo mata al amor. Las películas románticas nos presentan al amor como una especie de llave mágica que abre las puertas de todos los corazones humanos y resuelve todos los problemas. Al principio de casi todas las historias de amor puede parecer así, porque estamos en un estado que conocemos como “enamoramiento”.

¿Qué es el enamoramiento? Una poeta americana lo definió como “una estafa neuroquímica”. Durante este vivimos en un estado “ideal” aparente: la mujer se siente constantemente halagada por las cortesías de su enamorado. Él se siente el hombre más afortunado del mundo porque la mujer más bella del universo le prestó atención, y todo parece un cuento de hadas. Pero claro, en todo cuento de hadas hay una bruja y un ogro, que mientras se gesta el cuento de hadas, están durmiendo, pero que luego van a querer despertar indefectiblemente una vez que se hayan casado.

Durante el enamoramiento estamos en un estado de excepción. Dicen que el cerebro funciona toda la vida hasta que nos enamoramos. Y tiene bastante razón. El cerebro enamorado es parecido al cerebro de un adicto a la cocaína, de acuerdo a un estudio realizado por Helen Fischer. El sistema de recompensas de una persona enamorada funciona en modo similar al de un adicto: cuanto más tiene, más quiere. Esta “anomalía cerebral” es la que provoca que cuando alguien nos advierte sobre los defectos de nuestro posible futuro cónyuge, reaccionemos casi siempre violentamente. ¿Cómo va a ser imperfecto, si es el hombre más caballeroso del mundo? ¿Cómo va a ser imperfecta si es la mujer más hermosa del mundo? Nos negamos a ver la realidad porque la fantasía es mucho más atractiva. Pero este estado no dura para siempre, y cuando pasa, “las escamas caen de nuestros ojos” y nos encontramos con la “estafa neuroquímica”, parece que hemos caído en una trampa mortal para “cazarnos” más que “casarnos”.

¿Cómo podemos hacer para evitar estas “sorpresas” que suceden cuando pasa el encanto del enamoramiento? Pues preparándonos nosotros mismos para no “dar” esas sorpresas, y rezando por nuestro futuro cónyuge para que también pueda prepararse. Me explico: todos queremos un amor incondicional, que esté en las buenas y en las malas, que esté siempre de buen humor y que nos soporte en salud y en enfermedad, en prosperidad y en adversidad hasta que la muerte nos separe. Cuando pensamos en nuestro futuro, estamos segurísimos de que eso es lo que merecemos. Pero sucede un problema: para poder recibir ese amor, tenemos que estar dispuestos a dar un amor incondicional, que esté en las buenas y en las malas, que esté siempre de buen humor y que soporte al otro en salud y en enfermedad, en prosperidad y en adversidad hasta que la muerte nos separe. Queremos a un futuro cónyuge ideal, pero no estamos muy dispuestos a ser ese cónyuge ideal.

Es claro entonces que antes de pensar en lo que vamos a recibir en nuestra relación, nos enfoquemos en lo que vamos a dar. «Amar es dar sin pensar en recibir» dice el dicho popular, probablemente basado en lo que decía Jesús y que san Lucas cita en Hechos 20, 35: «Hay más alegría en dar que en recibir”»

¿Y cómo nos preparamos para tener una buena relación? ¿Cómo hacemos para ser ese futuro esposo o esposa ideal? ¡Hay muchísimas recetas!, pero hoy quiero enfocarme en algunos aspectos que luego de casados generan la mayor parte de los conflictos. Estos aspectos de la vida de relación pueden parecer irrelevantes, pero requieren de mucho autodominio y mucha oración, así que, si ves que tienes alguno de ellos algo descuidados, el momento de comenzar a trabajarlos es ¡ahora!

1. ¡Deja ya de quejarte!
¿Por qué te quejas? ¿Qué logras quejándote? Lo único que logras es que todos los otros se pongan a la defensiva y que estés siempre buscando un culpable para todas tus desgracias, tanto las reales como las imaginarias. En las relaciones de pareja, la queja constante dificulta completamente la relación, en especial, cuando ya están casadas, la convivencia. Especialmente las críticas que se expresan descalificando, en segunda persona o que incluyen adverbios como “siempre” y “nunca”. Las personas quejosas tienen una característica principal: no se hacen cargo de sus dificultades y tienden a achacárselas a otros. Este tipo de personas no solo no son felices, sino que hacen infelices a todos los que se les acercan.

2. ¡No guardes rencor!
Atado a la anterior característica, las personas rencorosas no dejan pasar ninguna ofensa. La persona rencorosa es aquella persona que todos los días toma veneno y espera que los demás se mueran. Guardar rencor es mantener la ofensa alejada del perdón y valorar más el orgullo propio que a la otra persona y a la relación. Muchas veces nos ofenden realmente, especialmente las personas más cercanas y queridas, y cuanto más cercanas y queridas tanto más duele, y muchas veces no nos piden perdón, aun sabiendo que faltaron contra nosotros. ¿Qué podemos hacer? ¿Seguir ofendidos para toda la vida? Si no eres capaz de perdonar, no una sino setenta veces siete, es muy probable que todavía no estés “maduro” para amar para toda la vida. Un buen matrimonio es la unión de dos buenos perdonadores.

3. ¡No te quedes lo mejor para ti!
El egoísmo es una característica que hay que tener revisada desde mucho antes de pensar en acercarse al sacramento del matrimonio. Porque el sacramento nos puede dar la gracia de estado, pero no hace magia. Una persona que piensa en sí misma antes que en el otro está llamada a ser sumamente infeliz en el matrimonio. Puede parecer contradictorio. Supongamos que Pablo, alguien que piensa primero en sí mismo se casa con Marta, alguien que piensa primero en Pablo que en sí misma: ¡son dos personas pensando en Pablo! ¡La felicidad perfecta para Pablo! Y sin embargo no es así. Puede ser que esa fantasía de felicidad dure unos meses, pero el egoísmo termina convirtiendo a una relación que debería ser entre iguales en una relación “amo – servidor”, y el paso del tiempo hará que esa relación comience a resentirse. Como dije al principio: cuanto más pensemos en nuestra propia felicidad, más seguro es el camino al fracaso.

4. ¡Deja ya de justificarte y comienza a escuchar!
Tu punto de vista puede parecerte sumamente interesante porque conoces todos los vericuetos de tu mente, y es seguro que tienes una explicación razonable para todas las tonterías que haces. Pero cuando te casas, las tonterías que haces ya no te afectan solo a ti, afectan también a tu cónyuge. Y puede ser que en tu cabeza la explicación de (por ejemplo) por qué gastaste la mitad del presupuesto de la familia en comprar algo completamente innecesario pueda parecerte algo totalmente justificable. Pero hay un detalle: tu dinero ya no es tu dinero, es de ambos. Y tu cónyuge puede tener otra lista de prioridades que la que tú tienes, tal vez mucho más razonable que la tuya. Así que, antes de hacer cualquier cosa ¡comienza por consultar, escuchar y aprende a dialogar! Dios nos dio el doble de oídos que de boca, así que escucha el doble de lo que hables, y estarás por buen camino.


5. ¡Deja ya la pornografía!
Y cuando digo la pornografía, hablo de toda la basura que amigos “graciosos” nos mandan “solo por embromar”. Una broma divertidísima, que puede costarnos la felicidad conyugal. Porque la pornografía es denigrante, y denigra el amor humano. ¿Que la pornografía es un “crimen sin víctimas”? Las actrices y actores pornográficos tienen una tasa de mortalidad altísima, por las enfermedades de transmisión sexual pero también por la altísima exposición a las drogas duras. Pero además, exponiéndote a esa “bromita”, más temprano que tarde te acostumbrarás, y pretenderás que eso que se ve en la pornografía es la “sexualidad normal” y el día que te cases, tendrás una visión tan distorsionada de la sexualidad, que la sexualidad conyugal que está llamada a ser la máxima expresión del amor para tiy tu cónyuge, te parecerá aburrida y anodina.

Claro que todas estas cosas, ¡no son fáciles! Te tengo un secreto: el matrimonio no es fácil. Parece mentira que yo, que escribí un libro que se llama: “Matrimonio fácil para tiempos difíciles” diga esto, pero no soy yo solo quien lo dice, san Francisco de Sales decía que: «El matrimonio ofrece las máximas oportunidades de mortificación». O, como decía Chesterton: «El matrimonio es una aventura, como ir a la guerra». Claro que no queremos ir a la guerra, porque el enemigo más poderoso a vencer no es nuestro cónyuge, sino nosotros mismos. Y cuando nos vencemos, y nos donamos por entero al otro en la relación (porque para donarse hay que poseerse, y para poseerse hay que vencerse) entonces el matrimonio sí puede convertirse en fácil, no importa lo difíciles que se pongan los tiempos.

Tal vez dirás: ¡Pero yo no puedo hacer todo eso solo! Y, ¡claro que no! San Pablo lo dice: «Todo lo puedo en aquél que me conforta». (Fil 4,13) Como decía san Agustín, tenemos que «hacer lo que podemos y pedir lo que no podemos», o, como decía san Ignacio, «actúa como si todo dependiera de ti, confía como si todo dependiera de Dios».

Si todavía no tienes a tu pareja ideal, tal vez no sea el momento de salir a buscarla. Para ser el “esposo ideal”, y probablemente para encontrar a tu “pareja ideal”, lo mejor es que revises estos cinco puntos, y veas cómo calificas. Y si todavía no calificas, ¡antes de buscarte un candidato o candidata, búscate un director espiritual! Y si ya tienes pareja y se están preparando para casarse, revisen también esta lista, tal vez todavía haya algunos ajustes de última hora que pueden hacer para tener un buen matrimonio. Y si ya están casados, y tienen alguna de estas “piedras en el zapato”, ¡Es buen momento para detenerse, quitarse los zapatos y trabajar para que la gracia del Sacramento pueda actuar!

TRASLADAN LAS RELIQUIAS DE SAN JUAN XXIII A SU PUEBLO NATAL PARA SU VENERACIÓN


Trasladan las reliquias de San Juan XXIII a su pueblo natal para su veneración
Redacción ACI Prensa
Foto: Wikipedia (Dominio Público)



Las reliquias del Papa San Juan XXIII han concluido la peregrinación hacia su pueblo natal, Sotto il Monte, en la localidad italiana de Bérgamo, donde este sábado 9 de junio el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, presidió una Misa.

En su homilía, el Secretario de Estado destacó el celo pastoral de Juan XXIII, su capacidad de atraer a las personas con un lenguaje sencillo y sereno pero pleno de contenido evangélico y de fidelidad a Cristo.

“Juan XXIII fue un hombre bueno que llegó a ser santo porque era un hombre abandonado enteramente al proyecto que Dios había planeado para él”, destacó.

Otros valores de Juan XXIII resaltados por el Cardenal Parolin fueron su humildad y su sabiduría: “Sus palabras y sus gestos expresaban autoridad y gentileza, serena firmeza y benevolencia, audacia y prudencia, paternidad espiritual y condescendencia fraterna”.


Ante Juan XXIII “el mundo quedó atónito, porque, instintivamente, incluso los más lejanos y menos instruidos percibían que aquella simplicidad y jovialidad de trato eran el resultado de un trabajo constante de refinamiento del carácter. Eran el éxito de un recorrido sincero y profundo de un alma a la búsqueda de lo esencial. El fruto de una larga experiencia y de muchas lecturas meditadas. Eran el espléndido salario de la oración y de la caridad”.

El Cardenal Parolin explicó que “para comprender la obra del sacerdote, del Obispo y del Cardenal Giuseppe Roncalli, así como, después, del Pontífice Juan XXIII, es necesario partir de su fe sólida, laboriosa, tranquila, con fe en Dios, en su Madre María y en los santos”.

Esa fe “la aprendió en Sotto il Monte. Es su granítica estabilidad en la fe lo que le hace ser al mismo tiempo paciente y audaz”. En este sentido, el Secretario de Estado destacó la importancia de Sotto il Monte en la vida y en la espiritualidad de Juan XXIII.

Así, destacó una carta escrita por el Papa a sus familiares el 20 de diciembre de 1932 en la que decía: “He olvidado muchas cosas de aquellas que he leído en los libros, pero todavía recuerdo muy bien todo lo que aprendí de mis padres y de mis mayores. Por eso no me canso de amar Sotto il Monte, y disfruto cuando acudo allí cada año. Ambiente sencillo, pero pleno de buenos principios, de profundos recuerdos, de enseñanzas preciosas”.

El Cardenal Parolin subrayó también que “Juan XXIII dejaba transpirar un lenguaje y una acción profética”. “La serena y soberana libertad interior de su ánimo eran perceptibles por sus interlocutores que descubrían en él a un hombre de Dios”.

En la homilía, el Secretario de Estado destacó que fue, precisamente, la inmensa fe de Juan XXIII en el Espíritu Santo lo que le llevó a convocar el Concilio Vaticano II, “que reunió a toda la Iglesia para actualizar el modo de proponer la verdad evangélica, para encontrar lenguajes y métodos adaptados para unir al hombre contemporáneo con las verdades perennes del Evangelio”.


Por otra parte, destacó su compromiso con el ecumenismo, y cómo durante su Pontificado se dieron una serie de pasos fundamentales en la superación de las desconfianzas y los rencores seculares entre cristianos.

“El ecumenismo se convirtió para él en una necesidad para mantenerse fiel al Señor en la acción cotidiana. Era muy consciente de la complejidad y la dificultad del camino dirigido a restablecer la plena comunión”.

Sin embargo, “también era cierto que se necesitaba iniciar un nuevo capítulo constituido en la confianza mutua, en gestos simbólicos y en actos fraternos que, a partir de la valorización del tesoro de aquello que une, abrirse a un itinerario destinado a conducir hacia la unidad plena visible”.

Por último, el Cardenal Pietro Parolin invitó a los fieles presentes a recordar siempre estas palabras de San Juan XXIII: “Hijos de Bérgamo, de esta Iglesia que amo, sed valientes, honraos… Os pido a todos vosotros aquello que más vale: Jesucristo, la Iglesia, el Evangelio. Os exhorto a progresar en la bondad, en la virtud, en la generosidad, con el fin de que los bergamascos sean siempre dignos de Bérgamo”.

QUÉ ES MÁS SANO? MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 10 JUNIO 2018


¿QUÉ ES MÁS SANO?



La cultura moderna exalta el valor de la salud física y mental, y dedica toda clase de esfuerzos para prevenir y combatir las enfermedades. Pero, al mismo tiempo, estamos construyendo entre todos una sociedad donde no es fácil vivir de modo sano.

Nunca ha estado la vida tan amenazada por el desequilibrio ecológico, la contaminación, el estrés o la depresión. Por otra parte, venimos fomentando un estilo de vida donde la falta de sentido, la carencia de valores, un cierto tipo de consumismo, la trivialización del sexo, la incomunicación y tantas otras frustraciones impiden a las personas crecer de manera sana.

Ya S. Freud, en su obra El malestar en la cultura, consideró la posibilidad de que una sociedad esté enferma en su conjunto y pueda padecer neurosis colectivas de las que tal vez pocos individuos sean conscientes. Puede incluso suceder que dentro de una sociedad enferma se considere precisamente enfermos a aquellos que están más sanos.

Algo de esto sucede con Jesús, de quien sus familiares piensan que «no está en sus cabales», mientras los letrados venidos de Jerusalén consideran que «tiene dentro a Belzebú».

En cualquier caso, hemos de afirmar que una sociedad es sana en la medida en que favorece el desarrollo sano de las personas. Cuando, por el contrario, las conduce a su vaciamiento interior, la fragmentación, la cosificación o disolución como seres humanos, hemos de decir que esa sociedad es, al menos en parte, patógena.

Por eso hemos de ser lo suficientemente lúcidos como para preguntarnos si no estamos cayendo en neurosis colectivas y conductas poco sanas sin apenas ser conscientes de ello.

¿Qué es más sano, dejarnos arrastrar por una vida de confort, comodidad y exceso que aletarga el espíritu y disminuye la creatividad de las personas o vivir de modo sobrio y moderado, sin caer en «la patología de la abundancia»?

¿Qué es más sano, seguir funcionando como «objetos» que giran por la vida sin sentido, reduciéndola a un «sistema de deseos y satisfacciones», o construir la existencia día a día dándole un sentido último desde la fe? No olvidemos que Carl G. Jung se atrevió a considerar la neurosis como «el sufrimiento del alma que no ha encontrado su sentido».

¿Qué es más sano, llenar la vida de cosas, productos de moda, vestidos, bebidas, revistas y televisión o cuidar las necesidades más hondas y entrañables del ser humano en la relación de la pareja, en el hogar y en la convivencia social?

¿Qué es más sano, reprimir la dimensión religiosa vaciando de trascendencia nuestra vida o vivir desde una actitud de confianza en ese Dios «amigo de la vida» que solo quiere y busca la plenitud del ser humano?


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mc 3, 20-35

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 10 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
10 junio



Mi yugo es suave y mi carga liviana. Jesús nos invita a tomar su yugo y en realidad nadie puede ir a Jesucristo, ni seguirlo como discípulo suyo, si no acepta y cumple sus mandamientos, si no obedece a sus palabras.

El dogma y la moral, la doctrina y los mandamientos son inseparables; no basta creer, para salvarse: es preciso cumplir la voluntad del Padre celestial expresada en sus mandamientos.

En repetidas ocasiones Jesús manifestó que el camino del cielo era difícil, de renunciamientos, que la vida del hombre es una continua lucha y que la puerta del cielo es angosta; en cambio ahora nos advierte que todo eso se puede convertir en algo suave y fácil, siempre que lo hagamos con él, ayudados por él.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 9 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
9 junio




El Señor ofrece paz y sosiego a cuantos se hallan oprimidos por las angustias de la vida. El pecado ha sido la causa de todas las aflicciones, de todas las tristezas y de todas las lágrimas.

Si te examinas con detención, llegarás a constatar que siempre que te has visto agobiado por el dolor y la amargura, ello obedecía a algún pecado previamente cometido.

El Corazón compasivo de Jesucristo te ofrece el descanso para todas tus penas. Aquellas palabras de Jesús -Vengan a mí- van dirigidas a todos sin excepción, a todos los que sufren, y son las palabras que prometen el más real consuelo para nuestras penas y el alivio más eficaz para nuestros trabajos.


P. Alfonso Milagro

MARÍA Y UNA PREGUNTA DE JESÚS


María y una pregunta de Jesús…
¿Quién es mi Madre? Pues, la que hizo la Voluntad de mi Padre y si queréis ser realmente mi hermano, mi hermana y mi madre, debes hacerte, hijo de esta Madre.


Por: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net 




Madre, en la Misa de hoy se ha leído una parte del Evangelio que mucho me cuesta comprender… y me quedo mirando tu imagen, buscando en ti las palabras que no hallo.

Más, Tu siempre eres respuesta a tus hijos cuando la búsqueda es sincera, llena de amor y confianza..

- Ven, hija- y te sigo… ya se hace costumbre al alma el seguirte, porque siempre tu compañía me deja mejor trazado el camino hacia Tu Hijo…

Llegamos a Cafarnaúm. Jesús está en casa. Se ha juntado tanta gente que ni siquiera puede comer.

Nos acercamos sin entrar. Nos quedamos junto a la puerta. Allí también se hallan los primos de Jesús (la palabra "hermano", en hebreo, abarca a los primos y parientes)

La gente reparó en ti. Es que tu presencia jamás pasa inadvertida para tus hijos.

La Llena de Gracia, la que ganó por humildad los más grandes regalos de amor del Padre.

La Llena de gracia y en la puerta… esperando, sin hacer ostentación de tus privilegios de Madre.

Y Jesús te ve… y saca de tu presencia una profunda enseñanza…

Le dice la gente "Tu Madre y tus hermanos te buscan, ahí afuera"

La escena es clara, la distancia prudente…

Y Jesús nos habla entonces acerca de ti…

- ¿Quién es mi Madre?- Y sus ojos brillan de manera especial… como haciendo eco a esta pregunta, como diciendo:

- ¿Sabéis vosotros quién es, realmente, esa simple mujer que todos conocen? ¿Sabéis acaso que Ella está en el Corazón del Padre desde antes de la Creación del mundo? ¿Sabéis que sólo en Ella hallé mi complacencia para venir del Padre hasta vosotros? ¿Conocéis que los días que habité en su purísimo vientre fueron los más serenos, los más parecidos a la Mansión del Padre de donde venía?

- ¿Quién es mi Madre?-repite tu Hijo, María, y veo tu mirada baja, humilde, sencilla…

Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, sentados esperando una palabra, un camino… si, Tu Hijo, Madre, les habla a los que se acercan a El y allí se quedan, en espera, Tu Hijo les muestra el camino. El camino que Tú has recorrido…

- Pues, la que hizo la Voluntad de mi Padre (y Jesús volvió a escuchar en su Corazón tus palabras de la Anunciación "Hágase en mi Su Voluntad") y si queréis ser realmente mi hermano, mi hermana y mi madre, debéis haceros, en vuestro corazón, hijos de esta Madre…

Extiendes tu Mano, Madrecita, buscando la mía, como siempre, como cada día aún cuando no lo noto, más aún cuando te creo ausente…

Miro a Jesús a los ojos y mi corazón susurra un "gracias" tembloroso y emocionado, un silencioso "gracias"" que Jesús escucha en las profundidades de mi alma…

Y me dejo llevar por Ti, María, para aprender, en Tu Corazón, el camino de la Voluntad del Padre…

Amiga mía, amigo mío que lees estas líneas. María tiende hacia ti su Mano. Tómala confiado, que Ella te llevará por un camino corto, perfecto, fácil y seguro, donde Jesús te espera para decirte "hermana mía, hermano mío"

FIESTA DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, 9 JUNIO



Inmaculado Corazón de María




María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala hoy su Inmaculado Corazón. Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas nos muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor-alegría.

La Fiesta de su Inmaculado Corazón nos remite de manera directa y misteriosa al Sagrado Corazón de Jesús. Y es que en María todo nos dirige a su Hijo. Los Corazones de Jesús y María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad...

La Iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús es por medio de su Madre.

Por ello, nos consagramos al Corazón de Jesús por medio del Corazón de María. Esto se hace evidente en la liturgia, al celebrar ambas fiestas de manera consecutiva, viernes y sábado respectivamente, en la semana siguiente al domingo del Corpus Christi.

Santa María, Mediadora de todas las gracias, nos invita a confiar en su amor maternal, a dirigir nuestras plegarias pidiéndole a su Inmaculado Corazón que nos ayude a conformarnos con su Hijo Jesús.

Venerar su Inmaculado Corazón significa, pues, no sólo reverenciar el corazón físico sino también su persona como fuente y fundamento de todas sus virtudes. Veneramos expresamente su Corazón como símbolo de su amor a Dios y a los demás.

El Corazón de Nuestra Madre nos muestra claramente la respuesta a los impulsos de sus dinamismos fundamentales, percibidos, por su profunda pureza, en el auténtico sentido. Al escoger los caminos concretos entre la variedad de las posibilidades, que como a toda persona se le ofrece, María, preservada de toda mancha por la gracia, responde ejemplar y rectamente a la dirección de tales dinamismos, precisamente según la orientación en ellos impresa por el Plan de Dios.

Ella, quien atesoraba y meditaba todos los signos de Dios en su Corazón, nos llama a esforzarnos por conocer nuestro propio corazón, es decir la realidad profunda de nuestro ser, aquel misterioso núcleo donde encontramos la huella divina que exige el encuentro pleno con Dios Amor.

PAPA FRANCISCO ADVIERTE: LA CALUMNIA TE HACE FAMILIA DEL DIABLO


El Papa Francisco advierte: La calumnia te hace familia del diablo
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




Durante el rezo del Ángelus este domingo 10 de junio en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco señaló que es fundamental acoger la palabra de Jesús y no entregarse a la tentación de la calumnia: “Acoger la palabra de Jesús nos hace hermanos entre nosotros, nos hace familia de Jesús. La calumnia destruye la fama de los demás y nos hace familia del diablo”.

El Pontífice, además, exhortó a estar atentos a las “malas hierbas” de la envidia que puedan surgir en el interior de la persona. “Si examinando nuestra conciencia descubrimos que esta mala hierba ha germinado dentro de nosotros, debemos ir rápidamente a confesarlo en el sacramento de la Penitencia, antes de que se desarrolle y produzca sus efectos malignos”.

“Estad atentos, porque esta actitud destruye las familias, las amistades, la comunidad y, por último, la sociedad”.

El Papa recordó que los ataques de los escribas a Jesús, que lo acusaban de endemoniado, se debían a la envidia: “Puede suceder que una envidia fuerte por la bondad y por las buenas obras de una persona pueda llevar a acusarlo falsamente. Aquí hay un veneno mortal: la maldad con la que, de forma premeditada, se quiere destruir la buena fama de otro. ¡Dios nos libre de esta terrible tentación!”.

En este sentido, explicó que “los escribas eran hombres instruidos en las Sagradas Escrituras y encargados de explicarlas al pueblo. A algunos de ellos los enviaban desde Jerusalén a Galilea, donde la fama de Jesús comenzaba a difundirse, para desacreditar al Señor ante los ojos de la gente”.

“Estos escribas llegaban con una acusación concreta y terrible: ‘Está poseído por Belcebú y por el príncipe de los demonios expulsa los demonios’. De hecho, Jesús curaba a muchos enfermos, y ellos querían hacer creer que lo hacía no con el Espíritu de Dios, sino con el del Maligno. Con la fuerza del diablo”.

Ante estas acusaciones de los escribas “Jesús reacciona con palabras fuertes y claras. No tolera esto porque aquellos escribas, quizás sin saberlo, estaban cayendo en el pecado más grave: negar y blasfemar contra el Amor de Dios que está presente en la obra de Jesús. Es el pecado contra el Espíritu Santo, único pecado imperdonable porque parte de una cerrazón del corazón a la misericordia de Dios que actúa en Jesús”.

Por otro lado, el Evangelio de este domingo presenta también la incomprensión de los familiares de Jesús, que “estaban preocupados porque su nueva vida itinerante les parecía una locura. De hecho, Él se mostraba tan disponible con la gente, sobre todo con los enfermos y los pecadores, que ni siquiera tenía tiempo para comer”.

“Jesús era así: primero, la gente; servir a la gente, curar a la gente, ayudar a la gente, enseñar a la gente y no tenía tiempo ni para comer”.

Entonces, los familiares de Jesús “habían decidido llevarlo a Nazareth. Llegaron al lugar donde Jesús se encontraba predicando y lo llamaron. Entonces le dijeron: ‘Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan’. Él les responde: ‘¿Quién es mi madre y mis hermanos?’, y mirando a las personas que estaban a su alrededor para escucharlo, añadió: ‘Estos son mi madre y mis hermanos’”.

“Jesús –explicó– Francisco ha formado una nueva familia, no basada en los vínculos naturales, sino en la fe en Él, en su amor que acoge y que nos une entre nosotros en el Espíritu Santo. Todos aquellos que acojan la palabra de Jesús son hijos de Dios y hermanos entre ellos”.

Aquella respuesta de Jesús “no es una falta de respeto hacia su madre y sus familiares. De hecho, para María es el reconocimiento más grande, porque precisamente ella es la perfecta discípula que ha obedecido en todo a la voluntad de Dios. Que la Virgen Madre nos ayude a vivir siempre en comunión con Jesús, reconociendo la obra del Espíritu Santo que actúa en Él y en la Iglesia, regenerando el mundo a una nueva vida”.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 10 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Domingo X del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Hoy, domingo, 10 de junio de 2018



Primera lectura
Lectura del libro del Génesis. [Gén 39-15]

CUANDO Adán comió del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:
«¿Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso, maldita tú
entre todo el ganado y todas las fieras del campo;
te arrastrarás sobre el vientre
y comerás polvo toda tu vida;
pongo hostilidad entre ti y la mujer,
entre tu descendencia y su descendencia;
esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».

Palabra de Dios.


Salmo
Salmo responsorial: Sal 129, 1b-2. 3-4. 5-7ab. 7cd-8 (R/.: 7cd)

R/. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

V/. Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi Voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.

V/. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes temor. R/.

V/. Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora. R/.

V/. Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.


Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios. 
[2 Cor 4, 13 — 5, 1]

HERMANOS:
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Pues todo esto es para vuestro bien, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
Por eso, no nos acobardamos, sino que, aun cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día.
Pues la leve tribulación presente nos proporciona una inmensa e incalculable carga de gloria, ya que no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; en efecto, lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
Porque sabemos que si se destruye esta nuestra morada terrena, tenemos un sólido edificio que viene de Dios, una morada que no ha sido construida por manos humanas, es eterna y está en los cielos.

Palabra de Dios.


Evangelio de hoy


Lectura del santo Evangelio según san Marcos. [Mc 3, 20-35]

EN aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
El los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor.



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 10 de junio de 2018
Fernando Torres cmf


El Espíritu de la libertad

      Jesús es un hombre radicalmente libre. Lo manifestó paso a paso en su vida. Y también en la forma que tuvo de enfrentarse a su propia muerte. Hoy nuestro mundo tiene también sed de libertad. Los pueblos se quieren liberar de la opresión, la que viene de sus propios gobernantes y la que viene del dominio de otros pueblos. Los jóvenes quieren librarse de la autoridad de sus padres para poder hacer su voluntad. Cualquier forma de autoritarismo es socialmente mal vista. La consigna de la libertad es de las pocas que son todavía capaces de conseguir que gentes de todas clases e ideologías salgan a la calle y se manifiesten en defensa del derecho sagrado de la libertad. 

      Pero ser libre sigue siendo una aventura difícil, un camino arriesgado. Significa asumir la responsabilidad de tomar las riendas de la propia vida. Implica asumir también los errores sin buscar excusas, sin echar la culpa a los otros. Eso es difícil. Eso cuesta. La primera lectura es un ejemplo clarísimo de que no se nace libre sino que se aprende a ser libre con esfuerzo. Adán y Eva no supieron asumir su propia responsabilidad. Lo único que hacen es echar la culpa a otro. El castigo le tocó a la serpiente porque ya no tenía a nadie a quien echar la culpa. Por el contrario, el Evangelio pone de manifiesto la soberana libertad de Jesús. Para defender su propia opción no tiene miedo a enfrentarse no sólo a la sociedad sino a su propia familia. Se siente libre de los lazos sociales y de los lazos familiares. Hasta tal punto que declara que su familia no es la de la sangre sino la de los que obedecen la voluntad de Dios. Y Dios no tiene otra voluntad que nuestra salvación y nuestra libertad. Porque “para ser libres nos liberó el Señor” (Ga 5,1). Esa libertad le llevó a Jesús al enfrentamiento con la sociedad de su tiempo. Le llevó a la muerte. Pero no renunció a ella por la vida. Jesús dijo con su vida aquello de “antes muerto que arrodillado”. Le pudieron quitar la vida pero no la libertad. 

      El pecado mayor de que habla Jesús en el Evangelio no es otro que la renuncia a la libertad. La libertad es el don mayor que Dios nos ha regalado. Renunciar a él significa renunciar a ser hijos, renunciar a ser personas. Hoy el Evangelio nos invita a seguir nuestro camino. Seguir a Jesús no es otra cosa que vivir a fondo nuestra libertad y tomar nuestras decisiones conscientes de que no hay más que una realidad: que todos somos hermanos y hermanas, hijos del mismo Padre. Y asumir la responsabilidad de nuestras acciones que deben orientarse a construir fraternidad y no a destruirla. Porque la gloria de Dios no es sino el bien del hombre. Esa es la voluntad de Dios. Ese es el mensaje que Pablo predicó siempre: liberarnos de todas las opresiones para vivir en la libertad de los hijos. ¡Que nunca pequemos contra el Espíritu de la libertad!



Para la reflexión

      ¿Qué significa para mí la libertad? ¿Cuáles son las esclavitudes que me atan? ¿Asumo responsablemente las consecuencias de mis actos? ¿Pongo mi libertad al servicio de la fraternidad, de la libertad de los demás?