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domingo, 5 de agosto de 2018

CAPARAZÓN DE TORTUGA


Caparazón de la tortuga



No te aísles dentro de ti mismo, no te cierres en tus propias necesidades y problemas; no limites tu preocupación solamente a ti o a tu hogar. Convéncete más bien de que, de una o de otra forma, todos los seres humanos son tuyos. Despreocuparse de los demás es empobrecerse, quedar gravemente menoscabado y atrofiado. Es una falta de madurez.

Cuenta una leyenda griega que, para celebrar sus bodas, Zeus, padre de los dioses, invitó a todos los animales. Sólo faltó la tortuga. Intrigado por su ausencia, le preguntó al día siguiente: —¿Cómo solamente tú entre todos los animales no viniste a mi festín? —¡Hogar familiar, hogar ideal! —respondió la tortuga. Zeus, indignado contra ella, la condenó a llevar siempre su casa a cuestas (Esopo).

Hay quienes no temen asumir compromisos en su entorno social. Pero otros adoptan como norma el "no te metas", egoísta y estéril. Una cosa es meterse y otra muy distinta "entrometerse". Está bien que no te entrometas en la vida ajena. Pero métete con ellos, en el sentido de comprometerte, preocuparte por su bien, por sus problemas, por sus necesidades.



* Enviado por el P. Natalio

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