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lunes, 23 de julio de 2018

REFUGIO MÍO, ALCÁZAR MÍO


Refugio mío, alcázar mío



Con frecuencia los salmos comparan a Dios con un alcázar, peña, roca, plaza fuerte, bastión. Todas estas palabras significan lo mismo: un lugar muy seguro de refugio porque es inexpugnable, imposible de tomar por asalto. Eso es Dios para el creyente que ha puesto toda su confianza en él. Una oración responsorial (Sal. 18) para vivenciar esta convicción.

- Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
- Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.

- Mi alcázar, mi libertador.
- En que me amparo.

- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
- Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
- “Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”.

Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”,  te asegura Dios.



* Enviado por el P. Natalio

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