LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 junio
El Señor Jesús, el Maestro bueno, nos dice: Aprendan de mí, porque soy manso y humilde de corazón (Mt 11, 29)
Estamos llamados, por nuestra vocación bautismal , a poseer la tierra, a llevar los hombres a Dios; esto no lo conseguiremos con violencia, con malas maneras, con reacciones fuera de lugar, con imposiciones arbitrarias, con avasallamientos o cosas parecidas. El Señor nos advierte que lo conseguiremos con la mansedumbre, con las buenas formas, con la paciencia, con la bondad.
Bueno será que con alguna frecuencia nos detengamos en el examen de nuestra forma de ser y de actuar; que veamos si empleamos más el azúcar que la sal, el aceite más que el vinagre, más la persuasión que el grito, más la sonrisa que el entrecejo.
No olvidemos que si es agradable ser importante, es mucho más importante ser agradable; y esto no por el mero hecho de congraciarse consigo mismo, o envanecer tontamente, sino porque de esta forma practicamos más y mejor el primero de los mandamientos que el Señor nos ha dado: amar.
P. Alfonso Milagro
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