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lunes, 3 de julio de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 1 - 2 y 3 DE JULIO


Los cinco minutos de María

Julio 1



La Misericordia de Dios actúa donde hay miseria, y cuando más miseria encuentra, tanto más actúa y convierte dicha miseria en gracias y dones. Nosotros somos los más miserables pecadores, y si no lo creemos así es porque Dios todavía no nos ha dado la luz suficiente como para que nos conozcamos a nosotros mismos, pues si nos viéramos realmente como somos, moriríamos de horror. 

Somos la miseria misma y no tenemos nada de valor. Pero María quiere algo de nosotros, que para Ella vale mucho, y es nuestro corazón, nuestro amor. Entonces vayamos a María, Reina de Misericordia, y ofrezcámosle nuestro corazón lleno de pecados y miserias, para que Ella, con su Misericordia, lo convierta en un corazón repleto de amor y de gracias, y nos haga hombres nuevos y llenos de celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas.

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Los cinco minutos de María

Julio 2

Dios ha hecho a María dueña de todo, porque Él le ha confiado todo su poder y la ha colmado de todas las gracias. Entonces no desconfiemos al acudir a la Virgen, pensando que no nos puede socorrer en alguna cosa, pues Ella todo lo puede con su oración, y todo lo puede porque Dios le ha participado de su Omnipotencia. 

No es que la Virgen sea igual a Dios en naturaleza, sino que Dios la ha hecho todopoderosa por gracia. De la mano de María no hay nada que temer, ni a los demonios, ni a nuestros pecados, ni al juicio de Dios, porque en todo esto María es la vencedora. De nuestra parte solo es necesaria una gran confianza y abandono en sus brazos maternales. Como dice el dicho popular: ¡Ave María y adelante!

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Los cinco minutos de María
Julio 3



El Corazón de María estuvo siempre lleno de Dios; lleno de Dios su espíritu por la plenitud de la gracia; llenas de Dios sus entrañas virginales por el misterio de la encarnación del Verbo; llena de Dios su memoria por la recordación viviente de la muerte y la resurrección de su Hijo.

Su corazón guardaba y vivía el misterio salvador de Dios.
¿Y el nuestro? ¿Qué guarda en su profundidad? ¿Está lleno o vacío de Dios?

Santa maría, camina delante de nosotros para que no equivoquemos el camino que lleva a tu Hijo.


* P. Alfonso Milagro

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