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martes, 13 de septiembre de 2016

JESÚS LE HABLÓ A UN NIÑO



Jesús le habló a un niño



La adoración eucarística es un encuentro del alma y de todo nuestro ser con Jesús. Es la criatura que se encuentra con el Creador. Es el discípulo ante el divino Maestro. Es el enfermo con el Médico de las almas. Es el pobre que recurre al Rico. Es el sediento que bebe de la Fuente. Es el débil que se presenta ante el Todopoderoso.

En Inglaterra, un misionero predicaba a muchos niños sobre la Eucaristía. Tanto conmovió a un niño lo escuchado que, al día siguiente fue temprano a la Iglesia y se acercó al altar. Como no podía llegar al Sagrario; se subió al altar y, golpeando la puertita, preguntó: “¿Estás aquí, Jesús?” Al no oír nada, repitió: “¿Estás aquí, Jesús? Contéstame. Me lo aseguró el Padre”. El niño atendió, pero al no oír nada insistió: “Querido Jesús, yo creo en ti y te amo. Contéstame”. Esta vez Jesús le dijo: “Sí, estoy aquí, pequeño, ¿qué necesitas de mí?” El niño con voz temblorosa, dijo: “Mi padre no es cristiano; te pido que lo conviertas”. Y Jesús le dijo: “Tu oración ha sido escuchada”. El niño volvió a su casa contento y feliz. Ese mismo día su padre se acercó a un sacerdote y volvió a Dios.

El santo Cura de Ars exclamaba: “¡Cuán consoladores y suaves son los momentos pasados con este Dios de bondad! ¿Estás dominado por la tristeza? Ven un momento a sentarte a sus pies, y quedarás consolado. ¿Eres despreciado del mundo? Ven aquí, y encontrarás un amigo que jamás quebrantará la fidelidad”. Que sepas aprovechar esta maravillosa presencia.


* Enviado por el P. Natalio

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