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viernes, 30 de septiembre de 2016

DIOS... ME DUELE


Dios… me duele


En los salmos varias veces se declara feliz al hombre que busca refugio en Dios cuando llegan las tribulaciones y angustias de la vida: “Dichoso el hombre que confía en Dios, porque no quedará defraudado”. Los hombres fallan y desilusionan, Dios no. Que él te conceda coraje y gracia para abandonarte en sus brazos paternales.

Dije: – Dios, me duele. Y Dios dijo: – Lo sé. Dije: – Dios, he llorado tanto. Y Dios dijo: –  Para eso te di lágrimas. Dije: – Dios, estoy tan deprimido... Y Dios dijo: – Por eso te di el brillo del sol. Dije: – Dios, la vida es dura. Y Dios dijo: – Por eso te di a seres queridos. Dije: – Dios, mi ser más querido murió. Dios dijo: – El mío también. Dije: – Dios, es una pérdida tan grande. Y Dios dijo: – Vi el mío clavado en una cruz. Dije: – Dios, pero tu ser más querido vive. Y Dios dijo: – El tuyo también. Dije: – Dios, ¿dónde están ellos ahora? Y Dios dijo: – El mío está a mi derecha, el tuyo está en la presencia del que le dio la vida. Dije: – Dios, duele. Y Dios dijo: – Lo sé... pero te prometí estar contigo hasta el final.

“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees la Biblia, encontrarás esta frase y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras pasan calamidades” de toda clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”,  te asegura Dios.


* Enviado por el P. Natalio

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