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martes, 6 de septiembre de 2016

AHORA MISMO


Ahora mismo


Te comparto unas consignas que me han movilizado a lo largo del tiempo: “Saludaré con gozo y agradecimiento el don inapreciable de este nuevo día. Trataré con ternura cada hora porque sé que no retornará jamás. Eludiré con ahínco todo aquello que mata el tiempo. A la indecisión la destruiré con la acción. Sepultaré las dudas bajo la fe”.

No esperes una sonrisa, para ser gentil. No esperes ser amado, para amar. No esperes quedarte solo, para reconocer el valor de un amigo. No esperes el mejor empleo, para comenzar a trabajar. No esperes tener mucho, para compartir algo. No esperes un doloroso tropezón, para recordar un consejo. No esperes el dolor, para rezar una oración. No esperes tener tiempo, para poder servir. No esperes ser herido por otro, para pedir perdón. No esperes una separación, para reconciliarte. No esperes… porque el tiempo es un regalo que se va y no espera.

“No perderé un momento en lamentar las desgracias del ayer, las derrotas del ayer, los sufrimientos del ayer. Haré de este día el mejor de mi vida. Los deberes de hoy los cumpliré hoy. Hoy me sacrificaré y me consagraré al trabajo. Hoy tengo la oportunidad de convertirme en el hombre que yo sé que puedo ser” (Og Mandino). Que seas hoy decidido y entusiasta.


* Enviado por el P. Natalio

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