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viernes, 30 de septiembre de 2016

DIOS... ME DUELE


Dios… me duele


En los salmos varias veces se declara feliz al hombre que busca refugio en Dios cuando llegan las tribulaciones y angustias de la vida: “Dichoso el hombre que confía en Dios, porque no quedará defraudado”. Los hombres fallan y desilusionan, Dios no. Que él te conceda coraje y gracia para abandonarte en sus brazos paternales.

Dije: – Dios, me duele. Y Dios dijo: – Lo sé. Dije: – Dios, he llorado tanto. Y Dios dijo: –  Para eso te di lágrimas. Dije: – Dios, estoy tan deprimido... Y Dios dijo: – Por eso te di el brillo del sol. Dije: – Dios, la vida es dura. Y Dios dijo: – Por eso te di a seres queridos. Dije: – Dios, mi ser más querido murió. Dios dijo: – El mío también. Dije: – Dios, es una pérdida tan grande. Y Dios dijo: – Vi el mío clavado en una cruz. Dije: – Dios, pero tu ser más querido vive. Y Dios dijo: – El tuyo también. Dije: – Dios, ¿dónde están ellos ahora? Y Dios dijo: – El mío está a mi derecha, el tuyo está en la presencia del que le dio la vida. Dije: – Dios, duele. Y Dios dijo: – Lo sé... pero te prometí estar contigo hasta el final.

“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees la Biblia, encontrarás esta frase y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras pasan calamidades” de toda clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”,  te asegura Dios.


* Enviado por el P. Natalio

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE DEL 2016


Ciudades incrédulas
Tiempo Ordinario

Lucas 10, 13-16. Tiempo Ordinario. Creer en los milagros que Cristo va cumpliendo cada día de nuestra vida. 


Por: José Rodrigo Escorza | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 10, 13-16
«¡Ay de ti, Corazin! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! «Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».

Oración
Gracias, Señor, por tu amor y por el prodigio que me das, en este momento, al invitarme a dialogar contigo en esta meditación. Confío en Ti, Señor, y humildemente pongo mi mente, mi corazón, mi vida, en tus manos.

Petición
Jesús, ayúdame a guardar el silencio necesario para poder escucharte.

Meditación del Papa Francisco
Cuando nosotros estamos en tentación, no escuchamos la Palabra de Dios: no escuchamos, no entendemos, porque la tentación nos cierra, nos quita cualquier capacidad de previsión, nos cierra cualquier horizonte, y así nos lleva al pecado. Cuando estamos en tentación, solamente la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús nos salva. Escuchar la Palabra que nos abre el horizonte... Él siempre está dispuesto a enseñarnos como salir de la tentación. Y Jesús es grande porque no solo nos hace salir de la tentación, sino que nos da más confianza.
Esta confianza es una fuerza grande, cuando estamos en tentación: el Señor nos espera, se fía de nosotros así, tentados, pecadores, siempre abre horizontes. Y viceversa, el diablo con la tentación cierra, cierra, cierra. (Cf. S.S. Francisco, 18 de febrero de 2014, homilía en Santa Marta)
Reflexión
¡Ay de ti, que has visto muchos milagros y no te has convertido! Son muy duras las palabras de Cristo contra estas dos ciudades, ciudades que nos pueden representar si no creemos en los milagros que Cristo va cumpliendo cada día de nuestra vida.

¿Qué milagros ha hecho y no he creído? Cada uno en su vida personal puede decir cuántos son los milagros que Dios ha hecho en su propia vida, pero los más comunes son la Eucaristía, la conversión de nuestros corazones, las casualidades que no tienen otro fundamento que el querer de Dios, nuestra propia vida cuando hemos estado en riesgo de morir...

Lo que nos pide Cristo en este evangelio es que reflexionemos sobre todos esos milagros, esas gracias que Dios nos va dado, para que se las agradezcamos como verdaderos hijos, que aman a su Padre. Seamos agradecidos y pidamos la gracia de ver todo lo que Dios nos ha dado.

Propósito
Poner en mi agenda de actividades, el día en que voy a ir a confesarme.

Diálogo con Cristo
Señor, hazme darme cuenta que para escuchar y poder responder a tu llamada, debo limpiar mi mente y mi corazón en el sacramento de la confesión. No soy digno de ser tu discípulo misionero, por eso te pido me ayudes a crecer en la sinceridad y en la honestidad, para que sepa aprovechar los medios espirituales que me ofrece tu Iglesia

SAN JERÓNIMO, DOCTOR DE LA IGLESIA Y TRADUCTOR DE LA BIBLIA, 30 DE SEPTIEMBRE

Hoy 30 de septiembre se celebra a San Jerónimo, traductor de la Biblia y Doctor de la Iglesia


 (ACI).- "Ama la sagrada Escritura, y la sabiduría te amará; ámala tiernamente, y te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias”, solía decir San Jerónimo, traductor de la Biblia al latín y cuya fiesta se celebra cada 30 de septiembre.

San Jerónimo nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 340. Estudió en Roma y allí fue bautizado. Vivió la vida ascética y luego partió para el Oriente, donde fue ordenado presbítero. Retorna a Roma y sirvió como secretario del Papa Dámaso. De aquí que algunos artistas lo representen con ropajes como de un cardenal.

En esos años empezó la traducción al latín de la Biblia que fue llamada la “Vulgata” (de “vulgata editio”, “edición para el pueblo”) y que se convirtió en el texto bíblico oficial de la Iglesia Católica por mucho tiempo.


Más adelante se va a vivir en Belén, donde trabajó por el bien de la Iglesia y ayudando a los necesitados. Es autor de una gran cantidad de obras, en especial de comentarios de la Sagrada Escritura.

Se cuenta que una noche de Navidad, después de que los fieles se fueron de la gruta de Belén, el Santo se quedó allí solo rezando y le pareció que el Niño Jesús le decía: "Jerónimo ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?". Él respondió: "Señor te regalo mi salud, mi fama, mi honor, para que dispongas de todo como mejor te parezca". El Niño Jesús añadió: "¿Y ya no me regalas nada más?".

“Oh mi amado Salvador - exclamó el anciano - por ti repartí ya mis bienes entre los pobres. Por ti he dedicado mi tiempo a estudiar las Sagradas Escrituras... ¿qué más te puedo regalar? Si quisieras, te daría mi cuerpo para que lo quemaras en una hoguera y así poder desgastarme todo por Ti". El Divino Niño le dijo: "Jerónimo: regálame tus pecados para perdonártelos".

El santo al oír esto se echó a llorar de emoción y exclamaba: "¡Loco tienes que estar de amor, cuando me pides esto!". Y se dio cuenta de que lo que más deseaba Dios que le ofrezcamos los pecadores es un corazón humillado y arrepentido, que le pide perdón por las faltas cometidas.

Retornó a la Casa del Padre el 30 de septiembre del 420 y su fiesta litúrgica es una de las razones por las que en este mes se pone énfasis en la Iglesia para profundizar en el amor a la Biblia.

El Papa Benedicto XVI, en su audiencia general del 7 de noviembre de 2007 dijo: “Concluyo con unas palabras que San Jerónimo dirigió a San Paulino de Nola. En ellas, el gran exegeta expresa precisamente esta realidad, es decir, que en la palabra de Dios recibimos la eternidad, la vida eterna. Dice San Jerónimo: ‘Tratemos de aprender en la tierra las verdades cuya consistencia permanecerá también en el cielo’”.

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Biografía de San Jerónimo 

En Roma estudió latín bajo la dirección del más famoso profesor de su tiempo, Donato, el cual hablaba el latín a la perfección, pero era pagano. Esta instrucción recibida de un hombre muy instruido pero no creyente, llevó a Jerónimo a llegar a ser un gran latinista y muy buen conocedor del griego y de otros idiomas, pero muy poco conocedor de los libros espirituales y religiosos. Pasaba horas y días leyendo y aprendiendo de memoria a los grandes autores latinos, Cicerón, Virgilio, Horacio y Tácito, y a los autores griegos: Homero, y Platón, pero no dedicaba tiempo a leer libros religiosos que lo pudieran volver más espiritual.

En una carta que escribió a Santa Eustoquia, San Jerónimo le cuenta el diálogo aterrador que sostuvo en un sueño o visión. Sintió que se presentaba ante el trono de Jesucristo para ser juzgado, Nuestro Señor le preguntaba: "¿A qué religión pertenece? Él le respondió: "Soy cristiano – católico", y Jesús le dijo: "No es verdad". Que borren su nombre de la lista de los cristianos católicos. No es cristiano sino pagano, porque sus lecturas son todas paganas. Tiene tiempo para leer a Virgilio, Cicerón y Homero, pero no encuentra tiempo para leer las Sagradas Escrituras". Se despertó llorando, y en adelante su tiempo será siempre para leer y meditar libros sagrados, y exclamará emocionado: "Nunca más me volveré a trasnochar por leer libros paganos". A veces dan ganas de que a ciertos católicos les sucediera una aparición como la que tuvo Jerónimo, para ver si dejan de dedicar tanto tiempo a lecturas paganas e inútiles (revistas, novelas) y dedican unos minutos más a leer el libro que los va a salvar, la Sagrada Biblia.

Jerónimo dispuso irse al desierto a hacer penitencia por sus pecados (especialmente por su sensualidad que era muy fuerte, y por su terrible mal genio y su gran orgullo). Pero allá aunque rezaba mucho y ayunaba, y pasaba noches sin dormir, no consiguió la paz. Se dio cuenta de que su temperamento no era para vivir en la soledad de un desierto deshabitado, sin tratar con nadie.
El mismo en una carta cuenta cómo fueron las tentaciones que sufrió en el desierto (y esta experiencia puede servirnos de consuelo a nosotros cuando nos vengan horas de violentos ataques de los enemigos del alma). San Francisco de Sales recomendaba leer esta página de nuestro santo porque es bellísima y provechosa: Dice así: "En el desierto salvaje y árido, quemado por un sol tan despiadado y abrasador que asusta hasta a los que han vivido allá toda la vida, mi imaginación hacía que me pareciera estar en medio de las fiestas mundanas de Roma. En aquel destierro al que por temor al infierno yo me condené voluntariamente, sin más compañía que los escorpiones y las bestias salvajes, muchas veces me imaginaba estar en los bailes de Roma contemplando a las bailarinas. Mi rostro estaba pálido por tanto ayunar, y sin embargo los malos deseos me atormentaban noche y día. Mi alimentación era miserable y desabrida, y cualquier alimento cocinado me habría parecido un manjar exquisito, y no obstante las tentaciones de la carne me seguían atormentando. Tenía el cuerpo frío por tanto aguantar hambre y sed, mi carne estaba seca y la piel casi se me pegaba a los huesos, pasaba las noches orando y haciendo penitencia y muchas veces estuve orando desde el anochecer hasta el amanecer, y aunque todo esto hacía, las pasiones seguían atacándome sin cesar. Hasta que al fin, sintiéndome impotente ante tan grandes enemigos, me arrodillé llorando ante Jesús crucificado, bañé con mis lágrimas sus pies clavados, y le supliqué que tuviera compasión de mí, y ayudándome el Señor con su poder y misericordia, pude resultar vencedor de tan espantosos ataques de los enemigos del alma. Y yo me pregunto: si esto sucedió a uno que estaba totalmente dedicado a la oración y a la penitencia, ¿qué no les sucederá a quienes viven dedicados a comer, beber, bailar y darle a su carne todos los gustos sensuales que pide?".

Vuelto a la ciudad, sucedió que los obispos de Italia tenían una gran reunión o Concilio con el Papa, y habían nombrado como secretario a San Ambrosio. Pero este se enfermó, y entonces se les ocurrió nombrar a Jerónimo. Y allí se dieron cuenta de que era un gran sabio que hablaba perfectamente el latín, el griego y varios idiomas más. El Papa San Dámaso, que era poeta y literato, lo nombró entonces como su secretario, encargado de redactar las cartas que el Pontífice enviaba, y algo más tarde le encomendó un oficio importantísimo: hacer la traducción de la S. Biblia.

Las traducciones de la Biblia que existían en ese tiempo tenían muchas imperfecciones de lenguaje y varias imprecisiones o traducciones no muy exactas.

Jerónimo, que escribía con gran elegancia el latín, tradujo a este idioma toda la S. Biblia, y esa traducción llamada "Vulgata" (o traducción hecha para el pueblo o vulgo) fue la Biblia oficial para la Iglesia Católica durante 15 siglos. Unicamente en los últimos años ha sido reemplazada por traducciones más modernas y más exactas, como por ej. La Biblia de Jerusalén y otras.

Casi de 40 años Jerónimo fue ordenado de sacerdote. Pero sus altos cargos en Roma y la dureza con la cual corregía ciertos defectos de la alta clase social le trajeron envidias y rencores (Él decía que las señoras ricas tenían tres manos: la derecha, la izquierda y una mano de pintura... y que a las familias adineradas sólo les interesaba que sus hijas fueran hermosas como terneras, y sus hijos fuertes como potros salvajes y los papás brillantes y mantecosos, como marranos gordos...). Toda la vida tuvo un modo duro de corregir, lo cual le consiguió muchos enemigos. Con razón el Papa Sixto V cuando vio un cuadro donde pintan a San Jerónimo dándose golpes de pecho con una piedra, exclamó: "¡Menos mal que te golpeaste duramente y bien arrepentido, porque si no hubiera sido por esos golpes y por ese arrepentimiento, la Iglesia nunca te habría declarado santo, porque eras muy duro en tu modo de corregir!".

Sintiéndose incomprendido y hasta calumniado en Roma, donde no aceptaban el modo fuerte que él tenía de conducir hacia la santidad a muchas mujeres que antes habían sido fiesteras y vanidosas y que ahora por sus consejos se volvían penitentes y dedicadas a la oración, dispuso alejarse de allí para siempre y se fue a la Tierra Santa donde nació Jesús.

Sus últimos 35 años los pasó San Jerónimo en una gruta, junto a la Cueva de Belén. Varias de las ricas matronas romanas que él había convertido con sus predicaciones y consejos, vendieron sus bienes y se fueron también a Belén a seguir bajo su dirección espiritual. Con el dinero de esas señoras construyó en aquella ciudad un convento para hombres y tres para mujeres, y una casa para atender a los peregrinos que llegaban de todas partes del mundo a visitar el sitio donde nació Jesús.

Allí, haciendo penitencia, dedicando muchas horas a la oración y días y semanas y años al estudio de la S. Biblia, Jerónimo fue redactando escritos llenos de sabiduría, que le dieron fama en todo el mundo.

Con tremenda energía escribía contra los herejes que se atrevían a negar las verdades de nuestra santa religión. Muchas veces se extralimitaba en sus ataques a los enemigos de la verdadera fe, pero después se arrepentía humildemente.

La Santa Iglesia Católica ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la S. Biblia. Por eso ha sido nombrado Patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras. El Papa Clemente VIII decía que el Espíritu Santo le dio a este gran sabio unas luces muy especiales para poder comprender mejor el Libro Santo. Y el vivir durante 35 años en el país donde Jesús y los grandes personajes de la S. Biblia vivieron, enseñaron y murieron, le dio mayores luces para poder explicar mejor las palabras del Libro Santo.

Se cuenta que una noche de Navidad, después de que los fieles se fueron de la gruta de Belén, el santo se quedó allí solo rezando y le pareció que el Niño Jesús le decía: "Jerónimo ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?". Él respondió: "Señor te regalo mi salud, mi fama, mi honor, para que dispongas de todo como mejor te parezca". El Niño Jesús añadió: "¿Y ya no me regalas nada más?". Oh mi amado Salvador, exclamó el anciano, por Ti repartí ya mis bienes entre los pobres. Por Ti he dedicado mi tiempo a estudiar las Sagradas Escrituras... ¿qué más te puedo regalar? Si quisieras, te daría mi cuerpo para que lo quemaras en una hoguera y así poder desgastarme todo por Ti". El Divino Niño le dijo: "Jerónimo: regálame tus pecados para perdonártelos". El santo al oír esto se echó a llorar de emoción y exclamaba: "¡Loco tienes que estar de amor, cuando me pides esto!". Y se dio cuenta de que lo que más deseaba Dios que le ofrezcamos los pecadores es un corazón humillado y arrepentido, que le pide perdón por las faltas cometidas.

El 30 de septiembre del año 420, cuando ya su cuerpo estaba debilitado por tantos trabajos y penitencias, y la vista y la voz agotadas, y Jerónimo parecía más una sombra que un ser viviente, entregó su alma a Dios para ir a recibir el premio de sus fatigas. Se acercaba ya a los 80 años. Más de la mitad los había dedicado a la santidad.

SALMO 138, GUÍAME, SEÑOR, POR EL CAMINO ETERNO


Salmo
Sal 138

R/. Guíame, Señor, por el camino eterno


Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R/.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R/.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. R/.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras. R/.

QUERER AYUDAR SIN SABER CÓMO



Querer ayudar sin saber cómo
Vemos el problema. Sentimos un deseo íntimo de tender la mano. Pensamos cómo hacerlo, pero todas las puertas parecen cerradas.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




Vemos el problema. Sentimos un deseo íntimo de tender la mano. Pensamos cómo hacerlo, pero todas las puertas parecen cerradas.

Si hablo, ¿qué palabras decir? ¿Cómo encontrar la manera para ser aceptado? ¿En qué modos dar a entender que busco el bien del otro? ¿Cómo superar prevenciones, miedos, suspicacias?

Si callo, ¿no seré interpretado como un cobarde? ¿No pensarán que soy indiferente al sufrimiento ajeno? ¿No dirán que prefiero evitar problemas para encerrarme en mi mundo de egoísmos?

Si escribo, ¿qué ocurrirá con las líneas que prepare? ¿A quién llegarán? ¿Seré capaz de expresar con tacto, con claridad, una idea que, espero, sirva para ayudar al otro?

Además, hay ocasiones en las que ni yo mismo veo caminos abiertos para salir del túnel. Los problemas están allí. Hacen sufrir a un familiar, a un amigo, a un compañero de trabajo. Pero, ¿hay solución? Me duele no ver la manera concreta con la que acompañar a quien sufre, tal vez muy cerca de mi vida.

A pesar de todo, queda siempre abierta la posibilidad de rezar. Es entonces cuando alzamos el corazón hacia el cielo, cuando suplicamos al Padre de la misericordia, ayuda, luz, fuerza, consuelo para quien lo necesita, para quien queremos sea auxiliado.

Quiero, Señor, tender la mano. No sé cómo. Suple, pues, mis límites, y no dejes sucumbir a mi hermano en la tristeza, en la amargura, en el odio, en el pecado. Dame fuerzas para saber estar a su lado, para encontrar modos concreto de acompañarle en su pena, para acercarlo a Ti, Padre bueno.

Permíteme, más allá de mis límites, ser un buen samaritano. Enséñame a compartir ese Amor tan grande que has puesto en mi vida. Un Amor que deseas ofrecer también a cada uno de mis hermanos más pequeños...

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 30 DE SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Setiembre 30


Sin la constancia, ninguna virtud es grande. Esta es la gran diferencia: los héroes y los santos perseveraron en sus propósitos, mientras que nosotros hacemos los mismos propósitos que ellos pero no perseveramos en su cumplimiento como ellos perseveraron.
Nosotros empezamos con muy buena voluntad, venciendo a veces no pocas dificultades. La cosa al principio "pinta muy lindo". Pero, a poco de comenzar, vamos cediendo en intensidad; luego perdemos ilusión y al fin abandonamos definitivamente.
¡Fue una lástima! ¡Prometía tanto! ¡Esperábamos tanto!
Al fin, nos quedamos sin nada. Y comenzaremos de nuevo, para luego volver a dejar otra vez.

Realmente, sin la constancia, ninguna virtud es grande.
“Persevera en la fe que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido” (2 Tim 3, 14). Aquello que el Señor te dio a conocer en el día bendito de tu retiro, de tus ejercicios, de tu cursillo, de tu encuentro con Él, todo aquello, no lo olvides; mantenlo en lo más profundo de tu ser; puede constituirse para ti en fermento que dé sentido a tu vida.


* P. Alfonso Milagro

jueves, 29 de septiembre de 2016

DECIR GRACIAS


Decir Gracias
Seamos personas que trasmitan gratitud.
Por: Diego Macías, L.C. | Fuente: Virtudes y Valores 



Decir gracias, para la mayoría de los hombres se ha hecho algo tan frecuente, algo a lo que ya nos hemos acostumbrado a decir y a escuchar. Pocos pensamos, al decir gracias, el verdadero significado de esta palabra e incluso nunca llegamos a experimentar su verdadero sentido.

Decimos gracias decenas de veces a lo largo de nuestro día: “gracias” al vendedor que en el supermercado nos atendió, “gracias” ante un favor que nos han hecho, “gracias” al mensajero que nos trasmite una noticia, y así sucesivamente se van saliendo de nuestra boca esas “gracias”.

Un día un estudiante caminaba por la universidad y se dirigió a una de las aulas de clase. Sin él percibirlo se le adelantó uno de sus compañeros y le abrió la puerta. Instantáneamente se produjo un “gracias” sencillo y claro. El que había abierto la puerta le responde: ¡gracias a ti! Esto dejó desconcertado y pensativo al otro estudiante.

El sentido de lo que quiere decir “gracias” según los diccionarios es: “expresar nuestro agradecimiento por cualquier beneficio, favor o atención que se nos dispensa”. Aquí se encuentra el hoyo en el que estamos metidos. Nos quedamos en el simple gracias del diccionario que es dar un gracias por algo que nos ha sido dado. Dar por recibir. Dar gracias por algo que yo (subrayado) recibo es sólo un gracias-ego; ¿pero porque no ir mas allá en dar gracias por aquello que no hemos recibido? ¿Por qué no salir de ese gracias-ego legalista?

Ese estudiante-portero de la universidad ha entendido el gran significado y sentido del verdadero “gracias”. Ese “gracias” que muchos estamos lejos de decir con esa profundidad, pero que también nosotros podemos dar. Cuando se ve un buen testimonio, dar gracias a aquel que lo hizo; cuando se no reprime dar gracias porque se nos educó, dar gracias hasta por aquello que nos ha pasado y que nos ha hecho sentir mal o nos ha herido, hay tantas y tantas cosas por las cuales agradecer sean buenas o malas; así lo dice Pablo de Tarso “todo sucede para bien de los que aman a Dios”.

La gratitud es un valor que se ha ido desgastando con el mal uso. Ahora existe una gran necesidad de un “gracias” sincero, verdadero y lleno. Ya no se suele dar gracias pues se piensa que todo se nos debe dar. No sabemos decir gracias por aquello que recibimos sin merecerlo; pues exigimos lo que no merecemos, parece extraño esto, pero si nos examinamos seriamente aceptaremos la verdad.

Seamos personas que trasmitan gratitud. Demos “gracias” de los buenos. Seamos gente que agradece hasta por aquello que no debemos recibir. Un gracias bien dicho puede cambiar el rumbo del mundo.

EWTN Y GRUPO ACI INAUGURAN NUEVAS OFICINAS EN EL VATICANO


EWTN y Grupo ACI inauguran nuevas oficinas en el Vaticano
Por Blanca Ruiz

Parte del equipo de EWTN junto a Mons. Darío Viganò, Prefecto de la Secretaría de Comunicación del Vaticano; Michael Warsaw director ejecutivo CEO de EWTN; y Alejandro Bermúdez, director del Grupo ACI



ROMA, 29 Sep. 16 /  (ACI).- EWTN y el Grupo ACI estrenan nueva sede de sus oficinas centrales en Roma (Italia), situadas en un edificio emblemático en la céntrica Via della Conciliazione, a pocos metros de la Plaza de San Pedro del Vaticano.

A esta histórica inauguración acudieron el Cardenal Raymond Burke, miembro de la Secretaría de Estado; el Cardenal Sean Patrick O’Malley, Arzobispo de Boston (EE UU); Cardenal Raffaele Farina, archivero del Archivo Vaticano; y el Cardenal Walter Brandmüller, presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas; el Prefecto de la Casa Pontificia, Mons. Georg Ganswein; además de numerosos Obispos y periodistas acreditados ante la Santa Sede.

Así como Michael Warsaw, Director Ejecutivo de EWTN, junto con Alejandro Bermúdez, director del Grupo ACI y miembros del equipo de las oficinas de EWTN/Grupo ACI de Italia, Alemania, Perú y España.

Mons. Darío Viganò, Prefecto de la Secretaría de Comunicación del Vaticano, bendijo las nuevas instalaciones y animó a todos los miembros del equipo a tener una profunda vida espiritual.

“Vuestro trabajo se radica, se centra, en la experiencia del discípulo de Jesucristo muerto y resucitado. Por lo que vuestra labor tendrá más resonancia, más fuerza y capacidad de evangelizar cuanta más vida interior tengáis”, afirmó el Prelado.

“Y eso se traduce no en ideas o intenciones, sino en elecciones concretas en la vida, en la oración y en el modo de vivir las relaciones personales según el modo de Dios. Esa es la responsabilidad a la que el trabajo de EWTN está llamado”, aseguró.

Durante la presentación de las oficinas, que también incluye una amplia terraza equipada con el último material para las conexiones en directo y la transmisión audiovisual, el director ejecutivo CEO de EWTN, Michael Warsaw, explicó que “estas nuevas instalaciones nos permiten compartir el maravilloso mensaje de la Iglesia, con informaciones y noticias sobre la Santa Sede con mayor calidad, en más idiomas y para todo el mundo”.

Warsaw recordó a Madre Angélica, la religiosa fundadora de Eternal Word Television Network (EWTN) fallecida el pasado Domingo de Pascua y de quien destacó su “profunda vida interior y la grandísima confianza en la providencia de Dios”.

“Ella siguió adelante confiando totalmente en la Providencia divina y 35 años después, EWTN ha pasado del garaje del convento de Madre Angélica en Irondale, Alabama (EE UU), donde comenzó, hasta ser ahora el grupo católico de comunicación más grande en el mundo”, expresó Warsaw.

La inauguración de las nuevas oficinas fue destacada por medios católicos internacionales como el diario italiano Avvenire y Radio Vaticana.

En declaraciones a la radio de la Santa Sede, el Jefe de la Oficina de Roma de EWTN, Alan Holdren, señaló que “hay tantas crisis en la vida de hoy, como en Medio Oriente”, que se necesita una voz evangélica, la voz de Cristo y el mensaje del Sucesor de Pedro, por tanto “llegar a estos lugares de crisis es un desafío”.

“A través del satélite que compró hace tantos años la Madre Angélica hemos logrado entrar a estos países. Entonces el reto es mantener esta difusión, pero también llegar al hombre de la sociedad moderna”, señaló.


“Estoy convencido de que la Madre Angélica está feliz ahora en el Cielo pensando que después de todo su trabajo, finalmente existe esta sede en Roma”, afirmó también a Radio Vaticana el Arzobispo de Boston (Estados Unidos), Cardenal Sean Patrick O’Malley, que aseguró que “EWTN es una realidad importante” para llegar a los católicos de este país.

Asimismo, el Purpurado señaló que el reto de la cadena es “comunicar la fe a las nuevas generaciones. En Estados Unidos tenemos una población hispana enorme y estamos muy contentos de que EWTN tenga también programas en español para nuestros migrantes”.

Actualmente EWTN cuenta con más de 250 millones de telespectadores en 140 países. Dentro de EWTN se incluyen el periódico National Catholic Register y las agencias de noticias del Grupo ACI en español, inglés, alemán, portugués e italiano.

Madre Angélica recibió en el año 2009 la distinción Pro Ecclesia et Pontifice, el mayor galardón que un laico puede recibir de parte de la Santa Sede, y que fue una expresión de gratitud por su servicio a la Iglesia.

LOS SANTOS LO DICEN, SAN MIGUEL ARCÁNGEL, EL DEFENSOR DE LOS MORIBUNDOS


Los santos lo dicen: San Miguel Arcángel, el defensor de los moribundos
Por Abel Camasca

 (ACI).- San Miguel es conocido como el “príncipe de los espíritus celestiales” o como “jefe o cabeza de la milicia celestial”. La Iglesia le da el más alto lugar entre los Arcángeles y ya desde antiguo aparece como defensor del pueblo de Dios contra el demonio, incluso en los últimos instantes de vida.

Se dice que en una ocasión San Anselmo contó de un religioso piadoso que recibió grandes tentaciones del demonio justo cuando estaba a punto de morir. El enemigo se le presentó acusándolo de todos los pecados que había cometido antes de su bautismo tardío, pero San Miguel Arcángel también se apareció y le respondió que todos esos pecados quedaron borrados con el Bautismo.

Luego satanás acusó al religioso de los pecados cometidos después del bautismo y San Miguel replicó que estos fueron perdonados con la confesión general que hizo antes de profesar.


El maligno entonces lo acusó de las ofensas y negligencias de su vida religiosa, pero el Arcángel alegó que esos habían quedado perdonados por sus confesiones y por todos los buenos actos que hizo en su vida religiosa, de manera especial por la obediencia a su superior. Luego añadió que lo que le quedaba por expiar lo había hecho a través del sufrimiento de la enfermedad que el religioso vivó con resignación y paz.

Otro relato sobre la protección de San Miguel Arcángel a los moribundos se encuentra en los escritos de San Alfonso María de Ligorio, quien narró que había un hombre polaco de la nobleza que estuvo viviendo por muchos años en pecado mortal y lejos de la vida de Dios. Cuando ya estaba moribundo, se encontraba lleno de terror, torturado por los remordimientos y con desesperación.

No obstante, aquel hombre había sido devoto de San Miguel Arcángel y Dios, en su misericordia, permitió que el jefe de la milicia celestial se le apareciera y lo alentara al arrepentimiento. Asimismo le dijo que había orado por él y que le había obtenido más tiempo de vida para que lograra salvarse.

Al poco rato llegaron a la casa de aquel agonizante dos sacerdotes dominicos, quienes dijeron que se les había aparecido un joven extraño pidiéndoles que fueran a ver al moribundo. Es así que el pecador se confesó con lágrimas de sincero arrepentimiento, recibió la Santa Comunión y murió reconciliado con Dios en brazos de estos dos presbíteros.

SAN RAFAEL, EL ARCÁNGEL QUE UNE A LOS ESPOSOS


San Rafael, el Arcángel que une a los esposos
Por Abel Camasca


 (ACI).- Cuenta el libro de Tobías en el Antiguo Testamento que cierto día Tobit, un judío fiel a la ley de Dios que había quedado ciego, discutió con su esposa Ana y se llenó de aflicción, pidiéndole al Señor que le permitiera morir.

De igual manera Sara, una joven que tuvo siete maridos y que murieron en la noche de bodas por culpa de un demonio que estaba enamorado de ella, también rogaba a Dios la muerte o que se compadeciera el Señor de ella. Entonces Dios acogió las dos plegarias y envió al Arcángel Rafael a ayudarlos.

Tobit se acordó de un dinero que había dejado depositado donde un amigo en otra ciudad y envió a su hijo Tobías a recuperarlo. Pero antes le pidió que busque un guía de camino y de esta manera Tobías se encontró con San Rafael, quien de manera incógnita se hizo pasar por un tal Azarías y como conocedor del camino.

Ambos partieron y al llegar a un río, Tobías bajó a lavarse los pies, pero de pronto saltó del agua un gran pez que intentó devorarle el pie. El ángel le dijo que lo agarrara y que le sacara la hiel, el corazón y el hígado porque eran útiles como remedios. Luego, en el camino, el muchacho le preguntó al ángel sobre los efectos curativos de estos elementos.


El incógnito espíritu celestial le respondió que al quemar el corazón o el hígado del pez ante un hombre o mujer atacados por un demonio o espíritu maligno, cesan los ataques y desaparecen para siempre. Mientras que la hiel servía para ungir los ojos afectados de manchas blancas y que bastaba con soplar sobre ellas, para que se curen.

Más adelante, cerca de su destino, Rafael le habló a Tobías de Sara, quien era su pariente y que según la ley le correspondía tomarla como esposa. Tobías, sin embargo, le contó de la terrible desgracia que había caído sobre ella, pero el ángel le indicó que no se preocupara por el demonio y lo animó a casarse con Sara.

Luego le aconsejó que cuando él y la mujer estuvieran en su habitación tomara una parte del hígado y del corazón del pez para colocarlos sobre el brasero de los perfumes. De esta manera se extendería el olor y el maligno huiría para siempre. Asimismo le indicó que antes de tener intimidad, los dos oraran para obtener la misericordia y salvación de Dios.

Al llegar a casa de Sara, los padres de la joven se enteraron que Tobías era hijo de su pariente Tobit y después de conversar entre ellos, el papá le entregó por esposa a su hija y redactó el contrato matrimonial.

Luego de celebrar, decidieron todos ir a descansar. Entonces Tobías entró con Sara en una habitación e hicieron lo que Rafael había aconsejado al joven. El olor del hígado y del corazón del pez sobre el brasero espantaron al demonio, que fue atrapado y encadenado por el Arcángel, y los nuevos esposos oraron a Dios por su matrimonio.

Al día siguiente todos festejaron que Tobías no había muerto y continuaron las celebraciones por la unión de los esposos. Tobías le pidió a Rafael que fuera a reclamar el dinero de su padre y más adelante los dos, junto a Sara y los servidores y animales que el papá de ella les había dado, partieron a casa de Tobit.


Antes de llegar, Rafael le dijo a Tobías para adelantarse y preparar la casa para recibir a Sara. El Arcángel le indicó al joven untar los ojos de su padre con la hiel del pez y de esta manera Tobit pudo recuperar la vista para alegría de la familia.

Finalmente Tobit alabó al Señor y a sus ángeles, conoció a su nuera Sara y celebraron todos. Cuando Tobit y Tobías quisieron pagar por sus servicios al incógnito Arcángel, el espíritu celestial los llevó aparte y se reveló ante ellos como Rafael, uno de los siete ángeles delante de la gloria del Señor y enviado por Dios para ayudarlos.

Antes de subir al cielo, San Rafael les dijo que pusieran todo por escrito y ellos, llenos de alegría, bendijeron a Dios por haber obrado maravillas.

LOS ÁNGELES, MENSAJEROS DE DIOS, EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 29 DE SEPTIEMBRE 2016


Los ángeles, mensajeros de Dios
Solemnidades y Fiestas


Fiesta Santos Arcángeles. Siempre nos traen la alegría y esperanza en Dios. De los tres hemos de aprender a saber servir más que ser servidos. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 1, 47-51

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Le dice Natanael: ¿De qué me conoces? Le respondió Jesús: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Le respondió Natanael: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

Oración introductoria
Señor, como Natanael, quiero ser sincero y auténtico, en mi mente y en mi corazón, para tener la posibilidad real de tener un encuentro de amor contigo en esta oración. Tú sabes que trato de ser fiel a mi fe, que confío en tu providencia y misericordia, y que te amo con todo mi corazón. Envía tu Espíritu Santo para que ilumine y guíe esta meditación.

Petición
Ángel de mi guarda, ayúdame a ser un auténtico discípulo y misionero de Cristo.

Meditación del Papa Francisco

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos dice que, cuando Jesús ve que Natanael se acerca, exclama: “Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”. Se trata de un elogio que recuerda al texto de un Salmo: “Dichoso el hombre […] en cuyo espíritu no hay fraude”, pero que suscita la curiosidad de Natanael, quien replica sorprendido: “¿De qué me conoces?”. La respuesta de Jesús no se entiende en un primer momento. Le dice: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”.


 Hoy es difícil darse cuenta con precisión del sentido de estas últimas palabras. Según dicen los especialistas, es posible que, dado que a veces se menciona a la higuera como el árbol bajo el que se sentaban los doctores de la ley para leer la Biblia y enseñarla, está aludiendo a este tipo de ocupación desempeñada por Natanael en el momento de su llamada. (Homilía de Benedicto XVI, 4 de octubre de 2006).

Reflexión
Los grandes arcángeles de Dios testimonian para nosotros la fidelidad y la pasión y celo con que los hijos de Dios han de alabar a su Creador. Ellos, lejos de ser seres desconocidos y “mitológicos” representan los mejores compañeros de viaje, los mejores sanadores del corazón, los mejores defensores de los intereses de Dios en el mundo.

San Miguel es el fiero defensor de Dios. La narración del Apocalipsis nos lo muestra expulsando a satanás de los dominios de Dios, al gran traidor y padre de la mentira que osó rebelarse contra un Dios tan bondadoso. Encendido de celo por el Señor blandió la espada y arrojó a todos los obradores de iniquidad al único lugar en donde pudiesen soportar su soberbia y su rebelión. Por eso san Miguel es en quien el cristiano halla el mejor baluarte para defenderse de las asechanzas demoníacas y gran modelo de fidelidad a Dios. De él hemos de aprender el celo por las cosas de Dios, celo que consume de pasión y que lleva a una acción inmediata, tajante, sobre todo cuando Dios se está viendo ofendido por sus enemigos que incitan sin cesar a la rebelión y desunión.

San Gabriel quizás fue el más afortunado de entre todas las criaturas celestes. A él siempre lo mandaron a dar mensajes. A él le tocó dar el mensaje más hermoso jamás oído a la criatura más hermosa jamás vista. Hablar de él lleva irremediablemente a la contemplación de la Toda Pura, Nuestra Madre de cielo, María. Su ejemplo nos debe enseñar a predicar sin miedos los designios de Dios a nuestros hermanos en la fe y, sobre todo, a testimoniar las maravillas obradas por Dios en Ella. Levantemos confiados la mirada a la Madre y pidamos auxilio al arcángel mensajero para ser fieles a la palabra de Dios en el mundo.

San Rafael representa la mano providente de Dios que no se olvida de sus hijos que sufren en el mundo. A él le tocó sanar muchas heridas del cuerpo y, sobre todo, del alma. Por eso es el arcángel que cura, que alivia las penas del alma, que sabe confortar y comprender al que sufre. De él hemos de aprender a ser un consuelo más que un horrible peso, para el hermano que lo necesita. De él, la confianza inamovible en la acción cierta de Dios en el mundo.

De los tres hemos de aprender a saber servir más que ser servidos. Porque los ángeles son ministros de Dios. Y de los tres a estar pendientes de su cierta acción en favor nuestro. ¿Quién sabe si un día cualquiera hemos sido ayudados por un ángel del Señor?

No cerremos las puertas a nadie, no sea que se las estemos cerrando a uno de estos mensajeros, o más terriblemente, al mismo Señor de la vida y de la historia.

Propósito
Aprender de los Arcángeles, el deseo de servir siempre.

Diálogo con Cristo
Jesús, no quiero aparecer ni hacer más, mi aspiración es amarte más, y como consecuencia, a los demás. No pretendo conocer más, sino tener una relación íntima contigo. Por ello quiero ofrecerte mi esfuerzo de perseverar en la oración, de acrecentar mi vida sacramental y de meditar más tu Palabra, sólo así lograré mi anhelo y podré dar un testimonio que atraiga a los demás.

PREPÁRATE EN OCTUBRE, NO DEJES DE REZAR EL ROSARIO


¡Prepárate! en Octubre, no dejes de rezar el Rosario
Hagamos un alto en nuestro diario vivir. Quince minutos tan solo... El mundo necesita de muchos rosarios.


Por: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net 




Vamos a empezaremos Octubre y lo celebramos como el mes del rosario.

Rezar el rosario para algunas personas es un tiempo desperdiciado en una letanía de repetidas oraciones, que en la gran mayoría, están dichas de una manera distraída y maquinalmente. Pero no es así. El hecho de ponernos a rezarle ya es un acto de amor a la Madre de Dios. Es una súplica constante y repetida para pedir perdón y rogarle por nosotros y por todos los hombres en el presente y también en la hora de la muerte.

Rezar el rosario es meditar en los Misterios de la Vida de Cristo, de suerte que el rosario es una especie de resumen del Evangelio, un recuerdo de la vida, los sufrimientos, los momentos luminosos y transcendentales y glorificación del Señor, siempre acompañado de los momentos de grandeza de la Santísima Virgen, su Madre, siendo así una síntesis de su obra Redentora.

Rezar el rosario es un método fácil y adaptable a toda clase de personas, aún las menos instruidas y una excelente manera de ejercitar los actos más sublimes de fe y contemplación. El Padrenuestro con el que se empieza cada Misterio es la oración que Cristo nos enseñó y quienes lo han penetrado a fondo no pueden cansarse de repetirlo. En cuanto el Avemaría, toda ella está centrada en el Misterio de la Encarnación y es la oración más apropiada para honrar dicho Misterio. Aunque en el Avemaría hablamos directamente a la Santísima Virgen e invocamos su intercesión, esa oración es sobre todo una alabanza y una acción de gracias a su Hijo por la infinita misericordia que nos mostró al encarnarse en Ella y hacerse hombre para su Misión redentora.

La Santísima Virgen en sus repetidas apariciones , siempre ha sido la súplica más importante que en sus mensajes nos ha dado. Ella nos ha pedido que recemos el rosario. Ella nos lo pide insistentemente porque tiene su rezo un GRAN VALOR. Quiere que repitamos una y otra vez la súplica, la alabanza, con la esperanza puesta en su gran amor por toda la Humanidad.

Tal vez, por lo repetitivo del rezo, como decía Santa Teresa, la "loca de la casa", nuestra mente, se nos vaya de aquí para allá en pertinaz distracción, pero aún así nuestro corazón y nuestra voluntad está puesto a los pies de la Madre de Dios, y esas Avemarías son como el incienso que sube en oscilantes volutas hasta el corazón de nuestra Madre la Virgen Santísima.

Nuestro mundo se está olvidando de rezar. Tenemos fe, creemos en Dios pero no hablamos con El. El mundo actual, ahora más que nunca, necesita de muchos rosarios.

Hagamos un alto en nuestro diario vivir. Quince minutos tan solo...y con seguridad que el mundo y "nuestro mundo" será mejor.

PROMESA DE UN NIÑO


Promesa de un niño


Cumplir las promesas es una norma elemental de honradez, es ser fiel a la palabra dada. La persona honesta es coherente entre lo que hace y lo que dice. Vive de principios. Vive auténticamente como un ser humano. No se justifica diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Sé valiente y atrévete a ir “contra corriente”.

Un niño, hijo de un guardia civil, deseaba tener un trencito eléctrico desde hacía mucho tiempo. Acercándose la fiesta de Reyes, se dirigió a un retrato del Padre Pío colgado en la pared, y le hizo esta promesa: “Oye, Padre Pío, si haces que me regalen un trencito eléctrico, yo te llevaré un paquete de caramelos”. El día de los Santos Reyes el niño recibió el trencito tan deseado. Pasado algún tiempo, el niño fue con su tía a San Giovanni Rotondo, El padre Pío, paternal y sonriente, le preguntó: “Y los caramelos, ¿dónde están?”.

Tu ejemplo debe subrayar lo que inculcas a tus hijos. No puedes escribir con una mano y borrar con la otra. Sólo es posible educar positivamente con la coherencia total. Por ejemplo, ¿puede un padre o una madre orientar por el camino de la sinceridad a sus hijos, cuando manda responder a quien pregunta por teléfono: “Decile que no estoy”?


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 29 DE SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Setiembre 29


Alguien escribió que en el corazón de todo hombre duerme un santo y, al mismo tiempo, duerme un pecador; un hombre vulgar, quizá hasta un criminal y también un santo.

Cada uno de nosotros ha de cobrar conciencia de eso y cada uno de nosotros deberá despertar en sí al héroe y al santo, dejando aletargados al pecador y al criminal.

Si es bueno que el hombre vulgar quede adormecido y anulado en nuestro interior, no será bueno que el santo y el héroe sigan durmiendo e inactivos.

Todos llevamos dentro de nosotros mismos un bloque de mármol del cual podemos tallar o la imagen de un bufón, o el busto de un poeta; de nuestra vida podemos hacer la del hombre que tiene miras rastreras o la del que vive para hacer el bien y para suscitar la inquietud de hacer el bien.

“Sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal y estoy vendido al poder del pecado. Y ni siquiera entiendo lo que hago, porque no hago lo que quiero sino lo que aborrezco” (Rom 7,14-15). No te extrañes de experimentar en ti también esta dimensión de pecado, la inclinación al mal; sé humilde como el apóstol y, puesta la confianza en el Señor, sigue en tu esfuerzo por ser cada día un poquito mejor. Y esto a pesar de tus caídas.


* P. Alfonso Milagro

LOS ARCÁNGELES, MIGUEL, RAFAEL Y GABRIEL, 29 DE SEPTIEMBRE


Hoy 29 de septiembre celebramos a los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel





 (ACI).- El 29 de septiembre se celebra a los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, los cuales aparecen en la Biblia con misiones importantes de Dios.

San Miguel en hebreo significa “¿Quién como Dios?” y es uno de los principales ángeles. Su nombre era el grito de guerra en la batalla liberada en el cielo contra el enemigo y sus seguidores.


San Rafael quiere decir “Medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”. Es el Arcángel amigo de los caminantes y médico de los enfermos.

San Gabriel significa “Fortaleza de Dios”. Tuvo la misión importantísima de anunciarle a la Virgen María que sería la Madre del Salvador.



San Gabriel Arcángel

"Fortitudo Dei" (Fortaleza de Dios), uno de los tres arcángeles mencionados en la Biblia. Sólo se registran cuatro apariciones de Gabriel:

En Dn VIII, explica la visión del carnero y del macho cabrío como presagiando la destrucción del Imperio Persa por el Macedonio Alejandro Magno, y que posterior a su muerte el reino sería divido entre sus generales. De uno de ellos nacería Antioco Epifanio.

En el capítulo IX, luego de que Daniel había rezado por Israel, leemos que "aquél varón Gabriel se me acercó en rápido vuelo" y le comunicó la misteriosa profecía de las "setenta semanas" de años que deben pasar antes de la venida de Cristo. En el capítulo x, no queda claro si es que el ángel es Gabriel o no, pero de cualquier manera podemos atribuirle la maravillosa descripción de los versículos 5 y 6. En N.T. predice a Zacarías el nacimiento del Precursor, y a María la Madre de Nuestro Salvador.

Es el ángel de la Encarnación y del Consuelo, y en la tradición cristiana Gabriel es siempre el ángel de la misericordia mientras que Miguel es más bien el del juicio. Al mismo tiempo, incluso en la Biblia, es de Gabriel, el poder del ángel de Dios, y es importante notar la frecuencia con la que tales palabras como: "grande", "pueda", "poder", y "fuerza" aparecen en los pasajes referidos anteriormente. Los judíos parecen haber insistido particularmente en este rasgo del carácter de Gabriel, y es recordado por ellos como el ángel del juicio, mientras que Miguel es llamado el ángel de la misericordia. Así, atribuyen a Gabriel la destrucción de Sodoma y de las huestes Senaquerib, sin embargo también lo recuerdan como el ángel que enterró a Moisés, y como el enviado a marcar la figura Tau en la frente del elegido (Ez, 4). En literatura judía posterior se consideraba que los nombres de los ángeles tenían una eficacia peculiar, y el Museo Británico posee unos recipientes con inscripciones de sortilegios en Hebreo, Arameo y Sirio en las que aparecen los nombres de Miguel, Rafael y Gabriel. Estos recipientes fueron encontrados en Hillah, lugar de Babilonia, y constituye una interesante reliquia de la obsesión judía. En literatura apócrifa cristiana los mismos nombres aparecen, cf. Enoc, IX, y el Apocalipsis de la Virgen María.

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Como ha sido recalcado, Gabriel es mencionado sólo en dos oportunidades en el Nuevo Testamento, pero no es razonable suponer con la tradición cristiana que es él quien se apareció a San José y a los pastores, y también que fue él quien "fortaleció" a nuestro Señor en el jardín (cf. El himno para Laudes del 24 de Marzo). Gabriel es generalmente llamado sólo arcángel, pero la expresión usada por San Rafael, "yo soy el ángel Rafael, uno de los siete que asistimos delante del Señor" (Tob XII, 15) y las propias palabras de San Gabriel, "Yo soy Gabriel que asisto a la vista de Dios" (Lc, 1, 19), han llevado a algunos a pensar que estos ángeles deben pertenecer al mayor rango; pero esto se explica generalmente refiriéndose a su rango como el mayor de los mensajeros de Dios, y no ubicándolos entre los Serafines y Querubines (cf. St. Tomás, I, Q. CXII, a.3; III, Q. XXX, a.2, ad 4um).

Fuente: Enciclopedia Católica





San Rafael Arcángel


El nombre de este arcángel (Raphael = “Medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”) no aparece en las Escrituras Hebreas ni en el Septuagenario; solamente en el Libro de Tobías. Aquí aparece primero disfrazado en forma humana, como el viajero acompañante del hijo de Tobías, llamándose a si mismo “Azarías el hijo del gran Ananías”. La historia de esta travesía esta llena de aventuras, y en ella es visible la influencia protectora del ángel que se muestra de diferentes maneras, incluyendo la atadura “en el desierto del alto Egipto” del demonio quien previamente había matado a siete esposos de Sara, hija de Raquel, y que es pintorescamente relatada en Tobías.

Luego del retorno y la curación de la ceguera de Tobías, Azarías se hace llamar “el ángel Rafael, uno de los siete que se paran ante el Señor” (Tob., xii, 15. Cf. Apoc., viii, 2). De estos siete “arcángeles” que aparecen en la angelología del Judaísmo post-exilio, solo tres, Gabriel, Miguel y Rafael son mencionados en las Escrituras canónicas. Los otros, de acuerdo al Libro de Enoc (cf. xxi) son Uriel, Raguel, Sariel y Jerahmeel, mientras que de otras fuentes apócrifas obtenemos los nombres de Izidkiel, Hanael y Kepharel, en vez de los últimos tres en la lista anterior.

En cuanto a las funciones atribuidas a Rafael, tenemos un poco más que su declaración a Tobías, que cuando el último estuvo ocupado en su trabajo de misericordia y caridad, él (Rafael) ofreció sus plegarias al Señor, ya que él fue enviado por el Señor para curar a Tobías de su ceguera y para sacar a Sara, la esposa de su hijo, de las garras del demonio. La categoría judía de los arcángeles es reconocida en el Nuevo Testamento (I Thess., iv, 15; Judit, 9), pero solo Gabriel y Miguel son mencionados en nombre. Sin embargo, muchos comentadores identifican a Rafael con el “ángel del Señor” mencionado en Juan 5. Esta conjetura se basa en la importancia del nombre y en el rol de curación atribuido a Rafael en el Libro de Tobías. La Iglesia asigna la fiesta de San Rafael el 24 de octubre. Los himnos del Oficio llaman a su poder de curación y a su victoria sobre el demonio. Las enseñanzas del primer Nocturno y de las Antífonas del Oficio completo son tomadas del Libro de Tobías, y las enseñanzas del segundo y tercer Nocturno de los trabajos de San Agustín, viz. para el segundo Nocturno un sermón de Tobías (sermón I en el quinceavo domingo), y para el tercer, una homilía del verso de apertura de Juan, v. La lectura bíblica en la Misa es tomada del capítulo 12 de Tobías, y el Evangelio de Juan 5:1-4, refiriéndose a la piscina llamada probática, donde la multitud de enfermos yacía esperando la agitación del agua, ya que el “ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera”. Así las conjeturas hechas antes por los comentadores son confirmadas por la Liturgia oficial de la Iglesia.

Fuente: Enciclopedia Católica




San Miguel Arcángel

(Hebreo “¿Quién como Dios?”)

San Miguel es uno de los principales ángeles; su nombre era el grito de guerra de los ángeles buenos en la batalla librada en el cielo en contra delenemigo y sus seguidores. Su nombre se encuentra cuatro veces en la Escritura:

(1) Daniel 10,13-21: Gabriel le dice a Daniel, cuando él le pide a Dios que le permita a los judíos volver aJerusalén: "El Ángel (B.D., príncipe) del Reino de Persia me ha hecho resistencia… pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda… Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel, vuestro Príncipe.”

(2) Daniel 12: el Ángel, hablando del fin del mundo y del Anticristo dice: “En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo."

(3) En laepístola católica de San Judas 1,9: “En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés, etc.” San Judas alude a la antigua tradición judía de una disputa entre San Miguel y Satanás sobre el cuerpo de Moisés, un relato de lo cual también se puede encontrar en el libro apócrifo de la asunción de Moisés (Orígenes, "De principiis", III.2.2). San Miguel escondió la tumba de Moisés; sin embargo Satanás al destaparla, trató de seducir al pueblo judío al pecado del culto a los héroes. San Miguel también custodia el cuerpo de Eva, de acuerdo a la “Revelación de Moisés” (“Evangelios Apócrifos”, etc., ed. A. Walker, Edimburgo, p.647).

(4) Apocalipsis 12,7: “Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón.” San Juan habla del gran conflicto al final de los tiempos, que refleja también la batalla en el cielo al principio de los tiempos. De acuerdo a los Padres a menudo hay controversia sobre San Miguel en la Escritura donde no se menciona su nombre. Dicen que él era el querubín que estuvo en la puerta delparaíso, “para guardar el camino del árbol de la vida” (Gén. 3,24), el ángel a través de quien Dios publicó el Decálogo para su pueblo escogido, el ángel que se puso en el camino para estorbarle aBalaam (Núm. 22,22 ss.), el ángel que puso en fuga al ejército de Senaquerib (2 Ry. 19,35).

Según estos pasajes bíblicos, latradición cristiana le da a San Miguel cuatro oficios:

• Pelear contra Satanás.

• Rescatar las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente a la hora de la muerte.

• Ser el campeón del pueblo de Dios: los judíos en la antiguaLey, los cristianos en el Nuevo Testamento; por lo tanto él era elpatrón de la Iglesia, y de la orden de caballeros durante la Edad Media.

• Llamar de la tierra y traer las almas de los hombres a juicio (signifer S. Michael repraesentet eas in lucam sanctam, Offert. Miss Defunct. "Constituit eum principem super animas suscipiendas", Antiph. off. Cf. El Pastor de Hermas, III, Simil. 7, 3).

Las opiniones varían en cuanto a su rango en la jerarquía celestial.San Basilio (Hom. de angelis) y otros Padres Griegos, tambiénSalmeron, Bellarmine, etc., ubican a San Miguel sobre todos los ángeles; dicen que se le llama “arcángel” porque es el príncipe de los demás ángeles. Otros (cf. P. Buenaventura, op. cit.) creen que es el príncipe de los serafines, el primero de los nueve órdenes angélicos. Pero, de acuerdo a Santo Tomás (Summa, Ia:113:3) él es el príncipe del último y más bajo coro, los ángeles. La liturgia romana parece seguir a los Padres Griegos; lo llama Princeps militiae coelestis quem honorificant angelorum cives. El himno delBreviario Mozárabe ubica a San Miguel incluso sobre los veinticuatro ancianos. La liturgia griega lo llama Archistrategos, "general altísimo" (cf. Menaea, 8 nov. y 6 sept.).

VENERACION

Habría sido natural para San Miguel, defensor del pueblo judío, ser el defensor de los cristianos, dándoles la victoria en la guerracontra sus enemigos. Sin embargo, los primeros cristianos reconocieron a algunos mártires como sus patrones militares: San Jorge, San Teodoro, San Demetrio, San Sergio, San Procopio, San Mercurio, etc; pero a San Miguel le dieron el cuidado de sus enfermos. En Frygia, el lugar donde fue venerado por primera vez, su prestigio como sanador angelical obscureció su interposición en asuntos militares. Él fue desde los primeros tiempos el centro delverdadero culto a los santos ángeles. La tradición relata que en los primeros tiempos San Miguel hizo surgir un manantial medicinal en Chairotopa, cerca de Colosas, donde todos los enfermos que se bañaban allí, invocando a la Santísima Trinidad y a San Miguel, se curaban.

Más famosos aún son los manantiales que se dice San Miguel hizo surgir de la roca en Colosas (Chonae, la actual Khonas, en el Lico). Los paganos dirigieron un arroyo contra elsantuario de San Miguel para destruirlo, pero el arcángel dividió la roca con un trueno, para darle un nuevo lecho a la corriente, y santificó para siempre las aguas que venían de la quebrada. Los griegos afirman que esta aparición tuvo lugar a mediados del siglo I, y celebran una fiesta en conmemoración de esto el 6 de septiembre (Analecta Bolland., VIII, 285-328). También en Pitia en Bitinia y en todas partes de Asia, los manantiales termales eran dedicados a San Miguel.

De la misma manera en Constantinopla, san Miguel era considerado el gran médico celestial. Su santuario principal, el Michaelion, estaba en Sosthenion, casi 50 millas al sur de Constantinopla; ahí se dice que el arcángel se le apareció al Emperador Constantino. Los enfermos dormían en esa iglesia de noche, esperando una manifestación de San Miguel; allí su fiesta se celebraba el 9 de junio. Otra famosa iglesia estaba dentro de los muros de la ciudad, en los baños termales del Emperador Arcadio; ahí la sinaxis del arcángel se celebraba el 8 de noviembre. Esta fiesta se propagó por toda la Iglesia Griega, y las Iglesias de Siria, Armenia y Alejandría también la adoptaron; ahora es la principal fiesta de San Miguel en el Oriente. Se pudo haber originado en Frigia, pero su estación en Constantinopla fue las Termas de Arcadio (Martinov, “Annus Graeco-slavicus”, 8 nov.). Otras fiestas de San Miguel en Constantinopla eran: 27 de octubre, en la iglesia “Promotu”; 18 de junio, en la iglesia de San Julián, en el Foro; y el 10 de diciembre en Athae.

Los cristianos de Egipto, pusieron al río que les daba la vida, el Nilo, bajo la protección de San Miguel; adoptaron la fiesta griega y la celebraban el 12 de noviembre; el día 12 de cada mes, celebraban una conmemoración especial al arcángel, pero el 12 de junio, cuando el río comenzaba a crecer, guardaban como feriado de obligación de la fiesta de San Miguel “por la crecida del Nilo”, euche eis ten symmetron anabasin ton potamion hydaton.

En Roma, el Sacramentario Leonino (siglo VI) tiene el "Natale Basilicae Angeli via Salaria", 30 de septiembre; de las cincoMisas para la celebración, tres mencionan a San Miguel. El Sacramentario Gelasiano (siglo VII) da la fiesta S. Michaelis Archangeli, y el Sacramentario Gregoriano (siglo VIII), Dedicatio Basilionis S. Angeli Michaelis, 29 de septiembre. Un manuscritotambién añade aquí “via salaria” (Ebner, "Miss. Rom. Iter Italicum", 127). Esta iglesia de la Via Salaria estaba a seis millas al norte de la ciudad; en el siglo IX fue llamada Basilica Archangeli in Septimo (Armellini, "Chiese di Roma", p. 85), la cual desapareció hace doscientos años. En Roma también se le dio a San Miguel el rol de médico celestial. De acuerdo a unaleyenda (¿apócrifa?) del siglo X, él se apareció sobre los Moles Hadriani (Castel di S. Angelo), en el 650, durante la procesiónque realizó San Gregorio en contra de la pestilencia, lo cual hizo cesar la plaga. El Papa San Bonifacio IV (608-15) construyó en los Moles Hadriani una iglesia en honor a él, a la que llamó St. Michaelis inter nubes (in summitate circi).

Bien conocida es la aparición de San Miguel (c. 494 o 530-40), como se relata en el Brevario Romano, el 8 de mayo, en su famoso santuario en el Monte Gárgano, donde le fue restaurada su gloria original como patrono de la guerra. Los lombardos de Sipontum (Manfredonia) le atribuyen su victoria sobre los griegos napolitanos, el 8 de mayo de 663, a su intercesión. En conmemoración de esta victoria la iglesia de Sipontum instituyó una fiesta especial en honor del arcángel, el 8 de mayo, que se ha esparcido por toda la Iglesia Latina, y ahora es llamada (desde el tiempo de Pío V) "Apparitio S. Michaelis", aunque originalmente no conmemoraba la aparición, sino la victoria.

En Normandía San Miguel es el patrón de los marineros en su famoso santuario de Mont-Saint-Michel, en la diócesis de Coutances. Se dice que apareció ahí en el año 708, a San Auberto, obispo de Avranches. En Normandía su festividad "S. Michaelis en periculo maris" o "en Monte Tumba", se celebraba universalmente el 18 de octubre, el aniversario de la dedicaciónde la primera iglesia, 16 de octubre del 710; la fiesta luego se confinó a la Diócesis de Coutances. En Alemania, luego de su evangelización, San Miguel reemplazó para los cristianos al diospagano Wotan, a quien se consagraron muchas montañas, por ende las numerosas capillas de San Miguel en toda Alemania.

Se dice que los himnos del Oficio Romano fueron compuestos por Rábanus Mauro de Fulda (m. 856). En el arte San Miguel es representado como guerrero angélico, armado con un casco, espada y escudo (frecuentemente la armadura presenta la inscripción en latín: Quis ut deus), parado sobre el dragón, a quien a veces clava con una lanza. También sostiene un par de balanzas en donde pesa las almas de los difuntos (cf. Rock, “The Church of Our Fathers”, III, 160), o el libro de la vida, para demostrar que él toma parte en el juicio. Su fiesta (29 de septiembre), en la Edad Media era celebrada como un feriado de precepto, pero junto con otras fiestas fue gradualmente abolida desde el siglo XVIII (ver fiestas eclesiásticas). El Día de San Miguel, en Inglaterra y otros países, es uno de los días trimestrales regulares para el ajustamiento de rentas y cuentas; pero ya no es notable por la hospitalidad con que se celebraba antes. En algunas parroquias (Isle de Skye) tenían una procesión en este día y preparaban un pastel, llamado la hogaza de San Miguel.

Fuente: Enciclopedia Católica