LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Mayo 9
Por más que no lo quieras, en tu vida no podrás nunca prescindir del dolor; el dolor es una realidad que no depende de nosotros; se nos hace presente, queramos o no queramos; incluso se nos hace encontradizo cuando menos lo queremos.
Pero si no podemos evitar el dolor, está en nuestras manos el saberle dar un sentido u otro, el adoptar frente a él una y otra posición, muy distinto por cierto una de otra.
Si al sufrir te enojas y protestas, con ello nada bueno consigues; solamente aumentas el sufrimiento y haces daño tanto a tu cuerpo como a tu espíritu en tus relaciones con Dios.
Si al sufrir aceptas el sufrimiento, le das un verdadero sentido, lo conviertes en algo positivo, eficiente, salvador y redentor de tí y de los demás; con ello te estás dignificando.
Si al sufrir llegas a aceptar con amor el sufrimiento, será porque ya te has acercado a Dios y has llegado a comprender que no es posible amar sin sufrir, ni sufrir sin amar.
“El sacrificio del justo es aceptado y su memorial no caerá en el olvido; glorifica al Señor con generosidad y no mezquines las primicias de tus manos” (Eclo 35,6-7) El justo ha de convertir el mero dolor en auténtico sacrificio ofrecido al Señor con amor y por amor.
* P. Alfonso Milagro
muy bonito . el señor te proteja de todo mal y peligro
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