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lunes, 7 de diciembre de 2015

CONOCER A MÁRTIRES FUE EXPERIENCIA HERMOSA QUE AGRADEZCO A DIOS, ASEGURA HERMANA MARLENE TRELLES - RELIGIOSA


Conocer a mártires fue experiencia hermosa que agradezco a Dios, asegura religiosa
Por David Ramos




CHIMBOTE, 05 Dic.  (ACI).- La Hermana Marlene Trelles, Esclava del Sagrado Corazón de Jesús, fue amiga cercana de dos de los tres mártires beatificados hoy en Chimbote, al norte de Perú. Para ella conocerlos fue una “experiencia hermosa”, por la que da gracias a Dios.

Los sacerdotes mártires Alessandro Dordi, nacido en Italia, y los polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, fueron asesinados por el grupo terrorista marxista Sendero Luminoso, en 1991. Según el fundador y cabecilla de la organización criminal, el trabajo pastoral de los hoy beatos obstaculizaba la difusión de su ideología entre los pobladores.

El Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, los proclamó beatos hoy.

Esta mañana, la Hermana Marlene fue una de las encargadas de llevar las reliquias de los mártires, que consistieron en huesos de las manos dentro de tres cruces de madera.

La religiosa conoció a los padres Miguel y Zbigniew cuando estos llegaron desde Polonia al poblado de Pariacoto, en la sierra de la región Ancash, el 31 de agosto de 1989.


 
Conocerlos, dijo la Hermana Marlene a ACI Prensa minutos antes de que comenzara la multidinaria ceremonia de beatificación, fue “una experiencia hermosa que ahora puedo darle gracias a Dios”.

“Los dos realmente fueron hombres de Dios, dedicados plenamente a trabajar por los demás. Desde que llegaron, nosotros los recibimos con mucho cariño y a full tiempo”, recordó.

Cuando los hoy beatos llegaron a Pariacoto alegraron mucho a los fieles, pues “por muchos años no teníamos un sacerdote estable, lo deseábamos con ansias”.

Los padres Miguel y Zbigniew “vinieron muy abiertos a meterse a evangelizar y a unirse a nosotros en toda la pastoral”.

El 9 de agosto de 1991, casi dos años después de su llegada a Pariacoto, los dos franciscanos conventuales fueron asesinados por los terroristas marxistas.

Esos días, recordó la Hermana Marlene, “fueron los momentos más duros, que creo que todavía la gente vive con dolor, pero ahora con esperanza”.

“Porque ir a Pariacoto es sentir que todo habla de ellos”, dijo.

Los padres Miguel y Zbigniew “tenían una unción especial los dos”, aseguró la religiosa, y destacó que al ser ambos franciscanos conventuales, vivían “muy dedicados a la oración y al trabajo”.

La beatificación, para el poblado de Pariacoto, significa “empezar a vivir con esperanza y continuar trabajando en la herencia que ha recibido de ellos”.

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