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sábado, 17 de octubre de 2015

LOS NOMBRES ESCRITOS EN EL CIELO - REFLEXIÓN


Los nombres escritos en el Cielo



En un día como tantos, por la noche tres jóvenes recorrían la ciudad, y como cada semana, escribían sus sobrenombres sobre las paredes y daban a conocer el nombre de su pandilla con mucho orgullo.

Ese día pasaba por allí un sacerdote y los encontró escribiendo sus nombres en una pared cerca de su Iglesia, entones se dirigió a ellos con estas palabras:
-¿Por qué escriben sus nombres en las paredes de esta tierra pasajera? Mejor escriban sus nombres en el Cielo que dura hasta la eternidad.

Los muchachos se sorprendieron ante tales palabras y le preguntaron:
-¿Cómo podríamos escribir nuestros nombres en el Cielo, si no lo conocemos y no sabemos cómo llegar a él?

Ante esas dudas el sacerdote, les contestó:
-El Cielo es el lugar donde habita nuestro buen Dios, y a él van todas las personas que creen en su Hijo Jesucristo.

Los muchachos le dijeron entonces:
-¿Solamente eso se necesita para entrar al Cielo?

Y el sacerdote añadió:
-No, el creer que Jesucristo es el Hijo de Dios se le llama fe, y esa es la llave que abre la puerta del Cielo.  La fe es un regalo que Dios nos hace. Tener en el corazón este regalo se expresa a través de las buenas obras.

Los muchachos le preguntaron cuáles eran esas buenas obras, y él les dijo:
-Las buenas obras son aquellas que el mismo Jesucristo hizo cuando nos visitó y vivió entre nosotros. Estas son las que vienen del amor al hermano; ayudar al necesitado, visitar al enfermo, dar de comer al hambriento, vestir al pobre, aconsejar al desorientado, y si es necesario, estar dispuesto hasta a dar la vida por los demás, como lo hizo nuestro buen Jesús.

Los muchachos le agradecieron al sacerdote por enseñarles algo mejor que escribir su nombre en las paredes de la ciudad, y le dijeron que querían escribir sus nombres en el Cielo, y por ello iban a creer en Jesucristo y además iban a hacer buenas obras para imitarlo.

El sacerdote los invitó a asistir a Misa cada domingo y ellos le agradecieron y aceptaron. Y por último le preguntaron qué nombre le darían a su nueva pandilla, y él les contestó:
-Esta es la "Pandilla de los Cristianos Resucitados".

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