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sábado, 11 de enero de 2014

SEMILLAS


Semillas


Un joven soñó que entraba en un supermercado recién inaugurado y, para su
sorpresa, descubrió que Jesucristo se encontraba atrás del mostrador.

- ¿Qué vendes aquí? - le preguntó.

- Todo lo que tu corazón desee - respondió Jesucristo.

Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, el joven emocionado se decidió
a pedir lo mejor que un ser humano podría desear:

- Quiero tener amor, felicidad, sabiduría, paz de espíritu y ausencia de
todo temor - dijo el joven-. Deseo que en el mundo se acaben las guerras,
el terrorismo, el narcotráfico, las injusticias sociales, la corrupción y las
violaciones a los derechos humanos.

Cuando el joven terminó de hablar, Jesucristo le dice:

- Amigo, creo que no me has entendido. Aquí no vendemos frutos; solamente
vendemos semillas.

"Convierte en frutos las semillas que hay en tí".

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