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lunes, 11 de febrero de 2013

VIRTUDES CRISTIANAS


   Virtudes Cristianas
        Autor: Librería Beityala S.A. de C.V

        Virtud significa "valor, fuerza, vigor, constancia en hacer el bien". Es el arte de hacer el bien y recta- mente.

        Es la senda por el cual el hombre de bien llega a la gloria, al honor, al poder.

        Existen varias clases de virtudes.
        Las llamadas "Teologales" son las más importantes de la vida cristiana, por ser base y fundamento de las demás, como son las "Cardinales", alrededor de las cuales, a su vez, giran todas las virtudes "Morales".

        Virtudes Teologales y Cardinales Hay siete virtudes principales. Las tres llamadas teologal es se refieren a la relación inmediata con Dios. Son la Fe, la Esperanza y la Caridad, y de ellas derivan todas las demás. Las cuatro virtudes llamadas cardinales, alrededor de las cuales giran las muchas virtudes morales como la puerta sobre sus quicios son Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.

        Hay 2 clases de Fe: fe humana, es la que se funda en la palabra o testimonio de otros hombres, y fe cristiana divina (de la que aquí hablamos) es la que se funda en la palabra de Dios. Nosotros no vimos nacer a Jesucristo en Belén, ni lo vimos morir en el Calvario, ni subir al cielo desde el monte de los Olivos; no hemos visto el Cielo, ni ve- mos a Jesucristo en la Eucaristía..., pero lo creemos porque Dios nuestro Señor así nos lo ha revelado y la Santa Madre Iglesia así nos lo enseña.

        Viva es la fe del cristiano que ve, como con los ojos, la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, y oye al predicador sagrado como si oyere al mismo Jesu- cristo, pues Él es el que ha dicho a los predicadores de su Evangelio: "El que a vosotros oye, a Mí me oye..." (Lc. 10, 16).

        Dice San Josemaría, en el núm. 582 de Camino, "Qué hermosa es nuestra fe católica -da solución a todas nuestras ansiedades, y aquieta el entendimiento y lle- na de esperanza el corazón". Esperanza es una virtud por medio de la cual espe- ramos con firme confianza el cielo y las gracias espe- ciales para alcanzarlo.

        Así como el labrador vive con la esperanza de reco- ger el fruto de la tierra que ha sembrado (Sant. 5, 7- 8), así nosotros hemos de vivir esperando aquella vida que Dios ha de dar a los que no abandonan su fe "Mantengámonos firmes en la esperanza, porque es fiel el que nos ha prometido la vida eterna (Heb. 10,23). Caridad es la virtud sobrenatural por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a no- sotros mismos por amor a Dios.

        Dice San Agustín: "Ninguna cosa es mayor en este mundo como el alma que tiene caridad... Ama a Dios y haz lo que quieras; si callas, calla por amor; si per- donas, perdona por amor; si castigas, castiga por amor; porque lo que por este amor se hace es meri- torio delante de Dios". Y en otro lugar, también comenta San Agustín: "Todas las virtudes pueden reducirse ala caridad o amor, porque la fe no es otra cosa que el amor que cree; y la esperanza, el amor que aguarda; y la paciencia, el amor que sufre; y la prudencia, el amor que reflexio- na; y la justicia, el amor que da a cada uno lo que es suyo; y la fortaleza, el amor generoso y valiente que vence..."

        Esfuérzate por hacer el bien a todos y si hallas enemigos en el camino de la vida, véngate de ellos a ejemplo de Jesucristo, con oración, perdón, yamor. Acostúmbrate a devolver bien por mal.

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