Nairobi (Miércoles, 10-08-2011, Gaudium Press) Es fruto de un arduo
trabajo, pero que ha ayudado a muchas víctimas de la
sequía que afecta algunas regiones africanas. En las proximidades del
Lago Turkana en Illeret, localizado a 900 Km. al norte
de Nairobi, está instalada una misión católica dirigida por padres
benedictinos.
En ésta que es considerada la región más árida de
Kenia, los benedictinos están suministrando alimento, especialmente carne, a varios
centros religiosos en Nairobi y el área central del país.
Según
informaciones de la Conferencia Episcopal Keniana, la Iglesia de Marsabit
adquirió una gran cantidad de bovinos, comprados de los criadores
de la región con el objetivo de ayudarlos a reducir
las pérdidas del patrimonio de ganado. Esta actitud fue, posteriormente,
adoptada también por el gobierno local.
Enfrentando las dificultades del lugar,
como las calles sin asfalto, clima desértico y fuertes tensiones
tribales, los benedictinos consiguieron finalizar un proyecto que preveía la
irrigación de toda el área. Según la nota de la
Conferencia Episcopal, la diócesis de Marsabit instaló a las márgenes
del Lago Turkana, una bomba accionada por la acción del
viento siendo responsable de llevar agua del lago hasta la
Misión de Illeret, a una distancia de tres kilómetros.
Gracias a
este trabajo, una amplia área desértica se transformó en un
pasto verde donde está el ganado comprado por los benedictinos
pudiendo así, enfrentar la emergencia provocada por la sequía.
Los 60
mil litros de agua almacenados en la misión también son
utilizados en el cultivo de algunas plantas que son resistentes
a la fuerte alcalinidad del agua del lago.
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