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lunes, 25 de mayo de 2020

TERAPIA DEL ELOGIO


Terapia del elogio



Cada uno tiene sus “fortalezas” y “debilidades”. Lamentablemente sucede que la gente se especializa en detectar y, no pocas veces, agrandar las debilidades del prójimo. De aquí nace el defecto tan común de la maledicencia o murmuración. También hay quienes se distinguen por descubrir las virtudes de los demás. Esto es vital para el buen clima familiar.

Según una investigación reciente sobre las familias, resulta claro que en general hay más intolerancia, más críticas, menos cariño. Existe un gran desgaste por subrayar los defectos de los demás. Esto y la falta de elogio generan relaciones muy frágiles. Así fracasan los matrimonios, y acaban buscando en otras personas lo que no consiguen dentro de su casa. Elogia la buena actitud, la simpatía y el comportamiento de tu cónyuge y de tus hijos. Observa lo que agrada a los otros. Somos parte de una sociedad en la que uno necesita del otro, y los elogios son motivación importante en la vida de cualquiera.

¡Qué nobleza de alma tiene quien descubre y subraya en los demás lo que los honra! Ojalá tú también te distingas en rescatar en los otros ese lado bueno, simpático, agradable que todos tenemos. Es un aspecto del amor a nuestros semejantes. “La caridad es ingeniosa para encontrar siempre motivos de alabanza”, decía san Juan Bosco.
* Enviado por el P. Natalio

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