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viernes, 24 de noviembre de 2017

SUBMARINO ARGENTINO DESAPERIDO: SOLIDARIDAD DE LA IGLESIA TRAS NOTICIA DE EXPLOSIÓN


Submarino argentino desaparecido: Solidaridad de la Iglesia tras noticia de explosión






BUENOS AIRES, 24 Nov. 17 / 11:58 am (ACI).- “Necesitamos más que nunca la valentía de la fe”, afirmó el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, luego de se confirmara que hubo una explosión en el área donde el submarino ARA San Juan desapareció.

El submarino se perdió el miércoles 15 de noviembre en el golfo de San Juan, en el Atlántico meridional, cuando se dirigía a una base naval en Mar de Plata con 44 tripulantes.

Desde la desaparición de la nave, grupos de búsqueda y rescate de distintos países se han sumado a la tarea de encontrarla.

Recién el jueves 23 de noviembre, 8 días después de la desaparición del submarino, la Armada argentina confirmó que se registró un “evento consistente con una explosión” el 15 de noviembre por la mañana, día en el que se tuvo el último contacto con el submarino.

Múltiples análisis arrojaron que esta “anomalía hidroacústica” se registró cuatro horas después del último contacto con el submarino, se trató de “un evento impulsivo subacuático, una señal inusual en las cercanías de la última posición conocida del submarino argentino desaparecido”.

Pese al nuevo panorama, las autoridades insistieron en que seguirán buscando “hasta tener una evidencia más concreta dónde está el submarino San Juan y nuestros 44 tripulantes”.

La noticia provocó consternación entre los familiares y amigos de los 44 tripulantes.

Mons. Olivera expresó al respecto que “en este momento en que la incertidumbre se instala en todos los argentinos ensombreciendo nuestros pensamientos y sentimientos, nos sentimos llamados a anunciar que la omnipotencia de Dios se manifiesta en su misericordia”.

“Dios nos mira siempre con amor, para cumplir en nosotros sus designios providentes”, señaló en un comunicado.

El Obispo Castrense explicó que misericordia significa “antes que nada curar las heridas” y acompañar “con espíritu acogedor” a las familias, compañeros, superiores y cercanos de estos “servidores de la Patria que abrazando con pasión este llamado, han enfrentado graves peligros, entregándose como fecundo don”.

El Prelado también valoró el afecto y cercanía de tantas personas, especialmente el el gesto de la comunidad internacional “que ha venido en nuestra ayuda, haciendo posible una verdadera cultura del encuentro”.

“Aspiremos a que ella se instale en todos, que sepamos mirarnos a los ojos como hermanos e hijos de un mismo mundo, sin enfrentamientos estériles. Debemos ser capaces de contemplar y capitalizar el dolor de muchos”, alentó.

Mons. Olivera reiteró su llamado a rezar por los 44 compatriotas “en todas nuestras celebraciones y Eucaristías”, y por la fortaleza y consuelo de sus familias.

“También recemos por nuestra Patria y sus Instituciones. En estos momentos, necesitamos más que nunca la valentía de la fe. Tengamos confianza, el Señor es nuestra fortaleza”, concluyó su comunicado.

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