LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Abril 23
Tú te fías de todos y, con no poca frecuencia, te ves desilusionado; otros no se fían de nadie y viven en un continuó sobresalto; habrá que buscar un justo equilibrio.
El equilibrio consistirá en confiar en aquellos que han merecido tu confianza, de quienes estás moralmente seguro de que no recibirás una infidelidad.
Pero mira que los demás también observarán contigo esta misma norma: se confiarán en tí, siempre y cuando tú merezcas que ellos se fíen de tí, depositen en tí su confianza; esa confianza hay que saberla ganar y conservar.
Perder la confianza de los demás puede llegar a constituir para tí una verdadera crisis; perder la confianza que tienes en los otros puede producirte no pocos sinsabores; tú recogerás lo que siembres, te darán lo que des, recibirás lo que merezcas.
Y si, en algún caso, no eres correspondido, siempre te quedará la satisfacción de haber sido como debías ser.
Antes que en nadie, debemos poner nuestra confianza en el Señor, pues sabemos que Él nunca nos va a fallar. “Acerquémonos confiadamente al trono de gracia a fin de alcanzar misericordia y encontrar la gracia de un auxilio oportuno” (Heb 4,16)
* P. Alfonso Milagro
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