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domingo, 24 de abril de 2016

ACEPTAR LA REALIDAD


Aceptar la realidad


Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Hay gente sencilla que tiene esto bien claro, y lo vive en cada circunstancia.

Un individuo iba paseando por el campo y se encontró con un pastor. Por empezar una conversación con él, lo saludó y le preguntó: —¿Qué tiempo crees que tendremos hoy, buen hombre? Y el pastor le contestó: —El tiempo que yo quiero. El otro, lógicamente, se quedó extrañado de la respuesta y le dijo: —¿Y cómo estás tan seguro que hará el tiempo que tú quieres. Entonces el pastor le explicó su teoría: —Mira, cuando me di cuenta que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí una cosa que siempre me ha sido muy útil: querer siempre lo que tengo. Por esto estoy tan seguro que hará el tiempo que yo quiera.

“Una de las actitudes más necesarias en la vida es la capacidad de aceptación que nace del realismo. Gracias a ella dejamos de estrellarnos contra los hechos y buscamos lo mejor con lo que somos y lo que tenemos” (G. González). Recuérdalo cuando te sucedan esas cosas desagradables que no tienen solución. Que el Señor te proteja y bendiga.


* Enviado por el P. Natalio

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