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martes, 12 de enero de 2016

IGLESIAS, SECTAS Y RELIGIONES


Iglesias, sectas y religiones




La historia nos dice que los rusos y griegos “ortodoxos”, por ejemplo, se separaron de la Iglesia Católica en el año 1054. Los protestantes y evangélicos empezaron con Martín Lutero a partir de 1521. Los anglicanos fueron fundados en 1534 por el rey de Inglaterra, Enrique VIII, porque el Papa no le permitió divorciarse. Todas las demás sectas nacieron de la revolución luterana. Los Testigos de Jehová fueron fundados en Estados Unidos en 1871 por Carlos Taze Russell; Los Mormones en 1830 por Joseph Smith; Los de la supuesta “Luz del mundo” en 1926 por Eusebio Joaquín González en México. Así miles de sectas e iglesias fundadas por hombres hasta nuestros días.

De todas estas sectas y religiones y de todas las demás religiones que hay por todo el mundo, se llamen como se llamen, ninguna tiene 2000 años, y ninguna viene de los Apóstoles, excepto la Católica.  Jesús solo fundó la Iglesia Católica.

Ahora bien, si Cristo no las fundó ¿qué garantía de veracidad y legitimidad pueden tener? Absolutamente ninguna. Al contrario, la Biblia, la historia, el sentido común y la justicia las condenan como usurpadoras de misión y función (Jeremías 23, 21, 25).

Cristo sólo fundó la Iglesia Católica y Apostólica, desde el primer Papa San Pedro al actual Papa Francisco, y Jesús nos advierte: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas; más por dentro son lobos feroces…" No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos; más el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los Cielos, éste entrará en el Reino de los Cielos.

Jesús dijo lo que dijo cuando estuvo entre nosotros y nadie puede cambiar su mensaje. No se puede cambiar su Palabra, poner o quitar lo que a cada uno le conviene, en ningún aspecto, nunca. Jesús dijo lo que dijo, nos guste o no, y todo es verdad.

La verdad es inmutable y eterna, no varía con el paso del tiempo. Y es Dios quien establece lo que está bien o mal, ya que Él es el Creador y pone las normas. No los hombres, criaturas creadas por Él. Y Él será quien juzgue a cada cual con sus normas, no los hombres con sus ideas y leyes mundanas.

Jesús demostró que es Dios por los milagros sobrenaturales que hizo, que ningún hombre puede hacer, salvo los santos por voluntad de Dios. Nadie, excepto Dios, puede hacer milagros sobrenaturales, ni crear planetas, ni estrellas, ni devolver la vida a los muertos… salvo Dios, que es un ser superior. Y Jesús probó con hechos que Él era dios y es Dios creador del hombre, del universo, y de todo lo visible e invisible.

En su época, al igual que se hace ahora, también hubo testigos (además de los Apóstoles y seguidores) que hablaron y escribieron sobre Él, historiadores judíos y romanos que, como cualquier historiador de cada época, escribieron los acontecimientos, tales como Flavio Josefo, Plinio el Joven, Poncio Pilato, Luciano de Samosata, Cornelio Tácito, etc.

Y todos los Mártires y Santos, que dieron y dan su vida por la Verdad de Jesús. ¡Nadie se deja matar por una mentira o una estupidez!

Para saber, conocer y poder amar a Dios-Jesús-Santísima Trinidad es imprescindible leer su Palabra, contenida en las Sagradas Escrituras –Biblia- y lo que dicen los santos aprobados por la Iglesia Católica.

Su palabra es “ley”. Leamos su Palabra -Biblia y Catecismo- para poder conocer y entender a Dios y su plan de salvación. Todos los cristianos católicos nos debemos unir y trabajar por extender el Reino de Dios y su Gloria. Así nos lo ordenó Él: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16,15

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