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lunes, 25 de julio de 2022

EL SENTIDO DE IR A MISA



 El sentido de ir a Misa


Una persona que siempre iba a Misa, escribió una carta al editor de un periódico quejándose de que no tenía ningún sentido ir a Misa todos los domingos.

He ido a la Iglesia por 30 años, escribía; en ese tiempo he escuchado algo así como unos 3.000 sermones. Pero, por mi vida, no puedo recordar uno solo de ellos. Por eso pienso que estoy perdiendo mi tiempo y los sacerdotes están perdiendo su tiempo dando sermones.

Para al deleite del editor, esto empezó una verdadera controversia en la columna de "Cartas al Editor". Esto continuó durante semanas hasta que alguien escribió esta nota:

"He estado casado por 30 años. Durante ese tiempo mi esposa me ha cocinado unas 32.000 comidas. Pero no puedo recordar el menú entero de todas esas comidas.  Pero sé una cosa: esas comidas me nutrieron y me dieron la fuerza necesaria para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me hubiera dado todas esas comidas, estaría físicamente muerto hoy. Igualmente, si no hubiera ido a la iglesia para nutrirme ¡estaría espiritualmente muerto hoy!"

Cuando tú no estás en nada... ¡Dios sí está en algo!  La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible. ¡Da gracias a Dios por nuestra nutrición física y espiritual!

Y cuando Satanás toque a tu puerta, simplemente di: Jesús, ¿podrías atender la puerta por favor?

Creo en Dios como un ciego cree en el sol, no porque lo ve, sino porque lo siente. 

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 25 DE JULIO DE 2022 - APÓSTOL SANTIAGO EL MAYOR, PATRONO DE ESPAÑA



25 de Julio: Santiago apóstol, patrón de España

Lunes 25 de julio de 2022



1ª Lectura (Hch 4,33; 5,12.27-33; 12,2): En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre».

Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen». Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.



Salmo responsorial: 66

R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.

La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor, nuestro Dios. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.


2ª Lectura (2Cor 4,7-15): Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.

Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.


Versículo antes del Evangelio (Jn 15,16): Aleluya. Yo os elegí a vosotros del mundo para que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca, dice el Señor. Aleluya.

Texto del Evangelio (Mt 20,20-28): En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?». Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?». Dícenle: «Sí, podemos». Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre».

Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».



«¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?»

Mons. Octavio RUIZ Arenas Secretario del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización

(Città del Vaticano, Vaticano)



Hoy, el episodio que nos narra este fragmento del Evangelio nos pone frente a una situación que ocurre con mucha frecuencia en las distintas comunidades cristianas. En efecto, Juan y Santiago han sido muy generosos al abandonar su casa y sus redes para seguir a Jesús. Han escuchado que el Señor anuncia un Reino y que ofrece la vida eterna, pero no logran entender todavía la nueva dimensión que presenta el Señor y, por ello, su madre va a pedir algo bueno, pero que se queda en las simples aspiraciones humanas: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino» (Mt 20,21).

De igual manera, nosotros escuchamos y seguimos al Señor, como lo hicieron los primeros discípulos de Jesús, pero no siempre logramos entender a cabalidad su mensaje y nos dejamos llevar por intereses personales o ambiciones dentro de la Iglesia. Se nos olvida que al aceptar al Señor, tenemos que entregarnos con confianza y de manera plena a Él, que no podemos pensar en obtener la gloria sin haber aceptado la cruz.

La respuesta que les da Jesús pone precisamente el acento en este aspecto: para participar de su Reino, lo que importa es aceptar beber de su misma «copa» (cf. Mt 20,22), es decir, estar dispuestos a entregar nuestra vida por amor a Dios y dedicarnos al servicio de nuestros hermanos, con la misma actitud de misericordia que tuvo Jesús. El Papa Francisco, en su primera homilía, recalcaba que para seguir a Jesús hay que caminar con la cruz, pues «cuando caminamos sin la cruz, cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor».

Seguir a Jesús exige, por consiguiente, gran humildad de nuestra parte. A partir del bautismo hemos sido llamados a ser testigos suyos para transformar el mundo. Pero esta transformación sólo la lograremos si somos capaces de ser servidores de los demás, con un espíritu de gran generosidad y entrega, pero siempre llenos de gozo por estar siguiendo y haciendo presente al Señor. 

HOY 25 DE JULIO ES LA FIESTA DEL APÓSTOL SANTIAGO, PATRONO DE ESPAÑA, EL MÁS ATREVIDO Y VALIENTE



Hoy es la fiesta del apóstol Santiago, Patrono de España, el “más atrevido y valiente”

Redacción ACI Prensa


Cada 25 de julio la Iglesia celebra la Fiesta de Santiago el Mayor -también conocido como Santiago, el de Zebedeo- uno de los doce apóstoles elegidos por Cristo. Son varios los textos del Nuevo Testamento que lo mencionan, y se le suele denominar “el mayor” para diferenciarlo de otro del grupo de los apóstoles, Santiago el Menor.

El apóstol Santiago ocupa un lugar especial en la historia de la Iglesia primitiva gracias a su empuje evangelizador y carácter valeroso. Fue él quien llevó la Palabra de Dios a tierras completamente alejadas de su natal Galilea, como la península ibérica. Precisamente por su presencia allí, sembrando la fe, Santiago es reconocido como Patrono de España.

El “hijo del trueno” -apelativo con el que lo llamaba Jesús, igual que a Juan, su hermano, en alusión al padre de ambos-, además de ser patrono de España y su caballería, lo es de curtidores, veterinarios y equitadores.


Cerca de Jesús

Santiago nació en Betsaida, Galilea, hacia el año 5 a.C. Fue uno de los primeros convocados por Jesús, quien se le acercó cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano, Juan (Mc 1, 19).

De acuerdo también a los Evangelios, Santiago fue testigo, junto a Juan y Pedro, de algunos de los momentos más intensos de la vida de Jesús, evidenciando su cercanía con él. Algunos de esos momentos son, por ejemplo, la transfiguración del Señor en el Monte Tabor, la pesca milagrosa y la oración de Jesús en Getsemaní en la víspera de su Pasión.


¡Santiago, ayúdanos!

Su nombre proviene de la unión de las voces “Sant” y “Iacob” (“Iacob” es el término hebreo para “Jacob”), las cuales quedaron vinculadas desde los albores de la España cristiana, cuyos guerreros se lanzaban a la batalla al grito de "¡Sant Iacob, ayúdanos!". La rapidez en la pronunciación del nombre produjo la voz amalgamada “Santiago”: ¡Santiago, ayúdanos!

Así también quedó su nombre asociado a la tradición bélica, al punto que parte de la iconografía lo representa como un soldado montado en un caballo, blandiendo una lanza, en actitud de lucha.

En otra tradición iconográfica el apóstol aparece más bien como peregrino, vestido con una túnica sencilla, cubierto de una capa y sosteniendo un cayado o vara. Es el Santiago que se marcha hacia los rincones más apartados llevando a Cristo a los corazones hambrientos de Él.

Así, el arte a lo largo de la historia ha intentado representar, de manera simbólica, aspectos resaltantes de la personalidad del discípulo de Cristo; eso que muy bien expresó San Juan Crisóstomo cuando dijo: “Fue el apóstol más atrevido y valiente”.

Por España a América

El universo hispánico estará siempre asociado desde las raíces a Santiago. Las huellas que dejó sobre el sendero de la historia y la cultura son constituyentes del alma de los pueblos hispanohablantes.

Si bien el arribo del apóstol a la antigua Hispania (España) respondía al anhelo de anunciar el Evangelio a todas las gentes, dicho anuncio pasó a formar parte de la matriz constituyente de la identidad española.

Uno de los símbolos de ese aporte identitario es evidentemente la catedral de Santiago de Compostela, considerada el principal santuario dedicado al apóstol, donde reposan sus restos. Hoy, como en el medioevo, miles de personas peregrinan a Compostela cada año, deseosas de recorrer la ruta del Patrono de España -“el camino de Santiago”-.

Así lo han hecho santos, mártires y misioneros, muchos de ellos enviados a América. El Nuevo Continente, por eso, abunda en expresiones de devoción al santo.

Una muy importante, pero a veces olvidada, tiene que ver con la fundación de varias ciudades de América por parte de los españoles. Ellos en su afán fundacional, muy característico del s. XVI, dedicaron muchos lugares al santo e incluso bautizaron ciudades importantes con su nombre. Es el caso, por ejemplo, de Santiago en Chile, Santiago en República Dominicana, o Santiago de Cuba en Cuba.

Santiago de Compostela y una nota breve sobre la Virgen

El 9 de noviembre de 1982, San Juan Pablo II visitó la catedral de Santiago de Compostela e hizo un llamado a toda Europa a reavivar “aquellos valores auténticos” que la constituyeron, “porque los otros continentes te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: ‘lo puedo’”.

“Yo, Sucesor de Pedro en la Sede de Roma, una Sede que Cristo quiso colocar en Europa y que ama por su esfuerzo en la difusión del cristianismo en todo el mundo. Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces”, añadió en aquella ocasión el santo polaco.

El apóstol Santiago es conocido también por haber preparado el camino para que la Virgen María sea reconocida como "Pilar" de la Iglesia y de la hispanidad extendidas por el globo.