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sábado, 4 de diciembre de 2021
ORACIÓN FAMILIAR PARA EL SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO 2021
Oración familiar para el Segundo Domingo de Adviento 2021
Redacción ACI Prensa
Este domingo 5 de diciembre celebramos el Segundo Domingo de Adviento 2021 y vamos a encender la segunda vela de la corona de Adviento como signo de que seguimos preparándonos para recibir a Jesús con el corazón reconciliado.
Nos disponemos para rezar:
Te recomendamos poner la corona de Adviento en un lugar especial de la casa, en torno al cual podamos reunirnos todos los miembros de la familia. Al lado de la corona se puede colocar alguna imagen de la Virgen, procurando iluminar el ambiente con una luz cálida, no muy fuerte, que favorezca el espíritu de recogimiento.
Se debe nombrar un MONITOR principal, que puede ser el papá o la mamá, para que dirija la oración; así como designar un LECTOR (o lectores, según se desee, para distribuir las distintas partes de la oración, de manera que puedan participar el mayor número de personas). Los demás participarán con sus respuestas, cantando o haciendo peticiones.
La vela correspondiente al Primer Domingo de Adviento debe encenderse antes de iniciar la oración familiar. Luego, en el momento indicado durante la liturgia, uno de los participantes encenderá la segunda vela.
Te sugerimos leer el texto de la oración previamente.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR:
Vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor.
LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
"En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios".
MONITOR:
Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar dispuestos interiormente para la venida de Jesús, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su venida (se hace un momento de silencio).
Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la segunda estrofa)
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
Un primer lucero se enciende
anunciando al Rey que viene
preparad corazones,
allánense los senderos.
Crecen nuestros anhelos al ver
la segunda llama nacer.
Como dulce rocío vendrá
el Mesías hecho Niño.
MONITOR:
Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ellas diciendo: VEN SEÑOR JESÚS.
LECTOR:
Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Católica que se prepara para la venida de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la reconciliación.
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al encuentro del Señor Jesús, que es la "Luz del Mundo".
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del Salvador.
VEN SEÑOR JESÚS (se pueden añadir otras peticiones)
MONITOR:
Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en este tiempo de preparación, y así recibir a Jesús de la misma manera como Ella lo hizo. Recemos juntos un Avemaría. Terminemos nuestra oración cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
LOS CIELOS Y LA TIERRA EN TI SE ENCONTRARÁN,
MARÍA, DULCE ABRAZO QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN.
1. Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían la esperanza de Israel:
la flor que nacería de tierra virginal, un Hijo que sería el Emmanuel.
2. Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que fueras Madre suya te pidió.
Dios Todopoderoso no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer.
3. Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tus brazos a Jesús.
Sabemos que a tu lado lo vamos a encontrar lo mismo en la alegría que en la Cruz.
MONITOR:
Madre de la Esperanza…
TODOS:
Ruega por nosotros.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MÉDICA CATÓLICA EXPLICA CÓMO LA VIRGEN MARÍA Y JESÚS ESTUVIERON UNIDOS HASTA EN LAS CÉLULAS
Médica católica explica cómo la Virgen y Jesús estuvieron unidos hasta en las células
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
Kristin Marguerite Collier, profesora de medicina interna y directora del Programa de Salud, Espiritualidad y Religión en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, explicó recientemente cómo Santa María y Jesús estaban unidos desde la Encarnación hasta en un nivel celular.
Entrevistada por la publicación española Revista Misión en diciembre de 2020, la médica católica subrayó que “las madres, desde siempre, han intuido que sus hijos permanecían con ellas toda la vida, pero ahora tenemos la certeza de que esto es cierto no solo de forma psicológica o espiritual, sino también a nivel celular”.
“La ciencia ha comprobado en las últimas décadas que las madres cargan remanentes celulares de sus hijos en su cuerpo para siempre”, señaló.
En la entrevista, realizada para el especial de Navidad de la publicación española, Collier profundiza sobre el microquimerismo materno-fetal, que implica que células del bebé traspasan la placenta y se establecen en diversas partes del cuerpo de la madre.
Estos hallazgos científicos, destacó Collier, “son muy reconfortantes para todas las madres, y especialmente para quienes han perdido hijos en el embarazo o cuyos hijos han fallecido”.
“Tengo cuatro hijos y en mis embarazos nadie me habló de este bellísimo fenómeno. Si lo hubiera sabido, mi experiencia de la maternidad habría sido muchísimo más sagrada", señaló.
Para la médica estadounidense, estos descubrimientos de la ciencia evidencian que “Nuestro Señor no solo redimió nuestro cuerpo, sino que redimió también cada etapa de nuestra existencia y cada célula de nuestro cuerpo”.
“No nos debe sorprender, entonces, que seamos seres relacionales incluso a nivel celular, porque Dios, autor de toda ciencia, incluida la biología, es un ser relacional”, destacó.
Al distribuirse por el cuerpo de la madre, las células de su bebé asumen distintas funciones dependiendo de la zona. “Por ejemplo, en los senos se comportan como células mamarias y emiten señales para poner en marcha la lactancia; y en la zona de una cesárea, ayudan a sanarla tras dar a luz”, indicó.
“Sabemos incluso que estas células ayudan a la madre en procesos fisiológicos muchos años después del embarazo”, dijo, y destacó que es una forma en la que el bebé "le da las gracias" a su madre por haberlo acogido en su seno.
Este artículo fue publicado originalmente el 4 de diciembre de 2020.