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jueves, 2 de septiembre de 2021

SEPTIEMBRE, MES DE LA BIBLIA

 


Autor: Xavier Villalta | Fuente: Catholic.net 
Septiembre mes de la Biblia
Durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollan actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios



La intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios.


Propuestas para escuchar la Palabra

1. La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta manera nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los mismos textos. También nos acostumbramos a una lectura continuada de la Biblia, donde los textos están relacionados y lo que leemos hoy se continua con lo de mañana. La lectura diaria de los textos (para lo cual Liturgia Cotidiana es una excelente herramienta) constituye una "puerta segura" para escuchar a Dios que nos habla en la Biblia.

2. - ¿Has leído alguna vez un evangelio entero "de corrido"? Es muy interesante descubrir la trama de la vida de Jesús escrita por cada evangelista. Muchos detalles y relaciones entre los textos que cada evangelista utiliza quedan al descubierto cuando uno hace una lectura continuada. Este mes es propicio para ofrecerle a Dios este esfuerzo. Te recomendamos la lectura del evangelio de Marcos. No es muy largo, en unas horas se puede leer. Al ser el primero de los sinópticos, los otros (Mateo y Lucas) lo siguen en el esquema general. Por lo tanto es una muy buena "puerta de entrada" al mensaje de Jesús.

3. Otra posibilidad para poner en práctica este mes (y tal vez iniciar un hábito necesario y constructivo) es la oración con los salmos. Los mismos recogen la oración del pueblo de dios a lo largo de casi mil años de caminata del pueblo de Israel. Nos acercan la voz del pueblo que ora con fe, y la palabra de Dios, que nos señala esta manera de orar para acercarnos y escuchar sus enseñanzas. En los salmos podemos encontrar una inmensa fuente de inspiración para la oración. Hay salmos que nos hablan de la alegría, de las dificultades y conflictos, de la esperanza, del abatimiento, del dolor, de la liberación y la justicia, de la creación, de la misma Palabra de Dios (salmo 118, el más largo de todos). Aprender a rezar con los Salmos es una "puerta siempre abierta" para el encuentro con el Dios de la Vida.

4. La lectura orante de la Palabra, realizada en comunidad, nos pone en sintonía con la voluntad de Dios. Es un ejercicio clave para el crecimiento en la fe. La fuerza de la comunidad nos alienta para encontrar en los textos la fuerza del Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos enriquecemos con el aporte de cada uno. Existen muchos métodos de lectura orante. Simplificando al máximo podemos decir que los siguientes cuatro pasos son los más comunes:
Lectura 
Meditación 
Oración 
Compromiso 

La lectura orante siempre desemboca en un desafío para vivir. La Palabra de Dios nos desafía a seguir los pasos de Jesús y cambiar nuestra vida. 

La lectura orante, practicada en comunidad, es una "puerta-espejo" que nos interpela y nos ayuda a discernir cómo vivir y practicar su Palabra en nuestros días.

De la la Encíclica Fides et ratio 
Capítulo V. N´55 (parcial)

"Tampoco faltan rebrotes peligrosos de fideísmo, que no acepta la importancia del conocimiento racional y de la reflexión filosófica para la inteligencia de la fe y, más aún, para la posibilidad misma de creer en Dios. Una expresión de esta tendencia fideísta difundida hoy es el « biblicismo », que tiende a hacer de la lectura de la Sagrada Escritura o de su exégesis el único punto de referencia para la verdad. Sucede así que se identifica la palabra de Dios solamente con la Sagrada Escritura, vaciando así de sentido la doctrina de la Iglesia confirmada expresamente por el Concilio Ecuménico Vaticano II. 

La Constitución Dei Verbum, después de recordar que la palabra de Dios está presente tanto en los textos sagrados como en la Tradición, afirma claramente: « La Tradición y la Escritura constituyen el depósito sagrado de la palabra de Dios, confiado a la Iglesia. Fiel a dicho depósito, el pueblo cristiano entero, unido a sus pastores, persevera siempre en la doctrina apostólica ». La Sagrada Escritura, por tanto, no es solamente punto de referencia para la Iglesia. En efecto, la « suprema norma de su fe » proviene de la unidad que el Espíritu ha puesto entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia en una reciprocidad tal que los tres no pueden subsistir de forma independiente.

No hay que infravalorar, además, el peligro de la aplicación de una sola metodología para llegar a la verdad de la Sagrada Escritura, olvidando la necesidad de una exégesis más amplia que permita comprender, junto con toda la Iglesia, el sentido pleno de los textos. Cuantos se dedican al estudio de las Sagradas Escrituras deben tener siempre presente que las diversas metodologías hermenéuticas se apoyan en una determinada concepción filosófica. Por ello, es preciso analizarla con discernimiento antes de aplicarla a los textos sagrados."

Juan Pablo II
Fides et ratio
14 de Setiembre de 1998

Para finalizar, los católicos durante el mes de septiembre debemos dedicarlo a iniciar el conocimiento y divulgación de los textos bíblicos, ya que quien se llame cristiano tendría que conocer la historia de la salvación y la Palabra de Dios, interpretadas auténtica y fielmente por el Magisterio de la Iglesia. 

La Biblia, para todas las denominaciones cristianas, contiene la Revelación y es, como todo libro sagrado, la fuente del conocimiento y el compromiso de vida en lo referente a la fe. 

Cada año, la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, la Iglesia Ortodoxa e Iglesias Evangélicas celebrarán el Mes de la Biblia. 

Cada comunidad celebrará el mes con énfasis de acuerdo a su historia y tradición. 

La Iglesia Católica Romana recordando a San Jerónimo, (a quien conmemoramos el 30 de septiembre), traductor de la Vulgata, la Biblia en lengua latina; la Ortodoxa haciendo memoria que fue en idioma griego que se escribieron los Santos Evangelios y los demás libros del Nuevo Testamento y las Iglesias Evangélicas conmemorando la publicación, el 26 de septiembre de 1569, de la primera traducción de los Textos Bíblicos a la lengua española, traducción realizada por Casiodoro de Reina y conocida como la “Biblia del Oso” ya que en su portada estaba representado dicho animal. 

Muy pocos saben que esta Biblia, pese a ser fruto del trabajo de un activo protestante contenía todos los textos propios de la Biblia Vulgata latina de San Jerónimo, mencionada al inicio, que es el texto oficial de la Biblia para toda la iglesia católica romana.







Algo de historia

La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega τα βιβλία τα ἅγια (ta biblía ta haguia; los libros sagrados), acuñada por vez primera en I Macabeos 12:9, siendo βιβλία plural de βιβλίον (biblíon, ´papiro´ o ´rollo´, usado también para ´libro´). Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos (Βύβλος), importante mercado de papiros de la antigüedad.

Esta frase fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Para ese entonces ya era común utilizar las dos primeras palabras de la frase, τα βιβλία, a manera de título.

Ya como título, y habiendo perdido el artículo τα, se empezó a utilizar en latín como biblia sacra (los libros sagrados) y de ahí fue transmitido a las demás lenguas.

La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados "libros"), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un dilatado periodo de tiempo y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a. C. - 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces ("Canto de Débora") y en el Pentateuco, que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época. 

El canon católico romano de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado por primera vez en el Concilio de Hipona en el año 393 de nuestra era, por la Iglesia Católica. Dicho canon de 73 libros (46 pertenecientes al llamado Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente Deuterocanónicos -Tobías, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc- y 27 al Nuevo Testamento) fue confirmado en el Sínodo de Roma en el año 380, y ratificado en el Concilio de Cartago en el año 397, y luego nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546. 

Versiones castellanas de la Biblia Católica

Vienen éstas de la traducción hecha por San Jerónimo (Dalmacia, Yugoeslavia, 342-420) al latín, versión oficial de la Iglesia por casi 15 siglos. El primer intento estuvo a cargo de la corte del Rey Alfonso X, El Sabio, en 1280, conocida como la Biblia Alfonsina; en 1430, el Gran Maestre de la orden de Calatrava, Don Luis de Guzmán, patrocina a Mosé Arragel para realizar otra traducción, conocida como la Biblia de Alba.

En 1944 se publica la llamada de Nácar-Colunga, publicada por la Biblioteca de Autores Cristianos que no usa la traducción de la Vulgata como fuente si no usa los originales. 
La Biblia de Jerusalén aparece en 1967, también basada en los textos originales. La primera edición de la Biblia latinoamericana, con el lenguaje propio de la región, es editada por primera vez en 2001. En el año 2005 se presentó, tras 33 años de trabajo, la Biblia de Navarra, para hacerla se tomaron como fuente los textos originales en hebreo, arameo y griego.

IMÁGENES Y ORACIONES PARA EL PRIMER VIERNES DEL MES DE SEPTIEMBRE - SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



PRIMER VIERNES DE SEPTIEMBRE
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús a su esposa Margarita María: " He aquí el Corazón, hija mía, de tu dulce Soberano. Él te enseñará todo cuanto debes hacer por mi amor, discípula predilecta de mi divino Corazón. Quiero que te me abandones sin reserva, de tal modo que no tengas voluntad ninguna, sea que te acaricie o que, para mi gloria, te castigue. Déjate estar sobre mi costado, y déjame hacer lo que me plazca, como dueño absoluto de tu persona ".



ORACIÓN
Súplica al Sagrado Corazón de Jesús

Escóndeme, dulce Salvador mío, en el Sagrario de tu Costado, fragua encendida del puro amor, y ahí estaré seguro.
Elijo tu Corazón por morada, en la firme confianza de que será mi fuerza en el combate, el báculo en las tinieblas; en fin, el reparador de todas mis faltas y el santificador de mis intenciones y obras; las uno a las tuyas, y te las ofrezco para que me sirvan de continua  preparación para recibirte sacramentalmente.

Para honrar tu condición de víctima en este sacramento de amor, vengo a ofrecerme yo también en calidad de tal, suplicándote seas mi sacrificador y me inmoles en el ara de tu Sagrado Corazón. !Ah!, pero como soy tan culpable, te ruego, Señor Jesús, tengas a bien purificarme y consumirme con las llamas de tu Divino Corazón, como un holocausto  perfecto de amor y de gracia, para obtener una vida nueva, y poder entonces decir con verdad: "Yo nada tengo que no sea mío; vivo o muerto, mi Jesús es mi todo; mi propiedad es ser yo del todo y eternamente suyo"

(De Santa Margarita María de Alacoque)



PROMESA QUE SE CUMPLE ESTE MES:

Novena Promesa: Bendeciré las casas en que sea expuesta y honrada la imagen de mi Sagrado Corazón.

(Se recitan las letanías al Sagrado Corazón)


LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

-Señor, ten piedad de nosotros. 
-Cristo, ten piedad de nosotros. 
-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.
-Dios, Padre Celestial, 
-Dios Hijo, Redentor del mundo, 
-Dios, Espíritu Santo, 
-Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, 
-Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
-Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, ( SE REPITE TEN PIEDAD DE NOSOTROS)
-Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, 
-Corazón de Jesús, de infinita majestad, 
-Corazón de Jesús, templo santo de Dios, 
-Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, 
-Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, 
-Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, 
-Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, 
-Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
-Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, 
-Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
-Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, 
-Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría, y de la ciencia,
-Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad,
-Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace, 
-Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
-Corazón de Jesús, deseado de los eternos collados, 
-Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, 
-Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan,
-Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad,
-Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
-Corazón de Jesús, colmado de oprobios,
-Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados, 
-Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, 
-Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,
-Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
-Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
-Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, 
-Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, 
-Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan,
-Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren, 
-Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,
Ten piedad de nosotros

-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Perdónanos Señor.
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Óyenos Señor.
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.
-Jesús, manso y humilde de Corazón,
Haz nuestro corazón semejante al tuyo.


Oración
Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a éstos que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.



UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS: 

" No olviden que el Señor no ha querido valerse de poderosos en la propaganda del culto a su Sagrado Corazón... Y en esto ha tenido en su vista hacer resaltar la omnipotencia de esta devoción, que no necesita de créditos humanos; y además, es su voluntad terminante que todos los que le amen, grandes y pequeños, tengan una parte en el establecimiento de su reinado".

(Un Padrenuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores)



ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.