Páginas

ADVIENTO: ANIMAN A PREPARAR EL CORAZÓN PARA NAVIDAD IMITANDO A SAN JOSÉ


Adviento: Animan a preparar el corazón para Navidad imitando a San José

Redacción ACI Prensa

Pintura "San José y el Niño Jesús" de Alonso Miguel de Tovar. Créditos: Dominio Público




El escritor residente en Benedictine College en Atchison (Estados Unidos), Tom Hoopes, animó a seguir el ejemplo de San José en el tiempo de Adviento y esforzarse en imitar sus virtudes para “preparar nuestros corazones para la Navidad”.

En una columna publicada en el National Catholic Register, Hoopes indicó que los miembros de la Sagrada Familia dan ejemplos de cómo deben vivir los hogares católicos, y resaltó tres virtudes importantes de San José que nos pueden ayudar a prepararnos para el nacimiento de Cristo.


1.- El sacrificio de San José por la Virgen María

Hoopes señaló que San José era un hombre justo, y como tal, al enterarse del embarazo de la Virgen María decidió dejarla “en silencio”.

“Un judío justo, al encontrar a su prometida embarazada, tiene un camino. Según la Ley, debería denunciarla por adulterio”, indicó.

El escritor subrayó que al dejar José “silenciosamente” a María “la gente hablaría” y “asumiría lo peor: José embarazó a María y luego la dejó”.

“José estaba dispuesto a quedar mal para salvar a María”, agregó.

Hoopes señaló que, al ejemplo de este gran santo, debemos asumir “lo mejor de los miembros de nuestra familia” y señaló que esa confianza puede “ayudar a transformar a nuestros seres queridos y a nosotros mismos”.

“Asume lo mejor de los demás y sacrifícate por lo bueno y noble en ellos”, señaló.


2.- San José veló por la Sagrada Familia

El autor indicó que San José cuidó desinteresadamente a la Sagrada Familia y se convirtió en “un guardián para todos nosotros”.

“Así como San José cuidó con amor a María y se dedicó gustosamente a la educación de Jesucristo, tú también vela y protege la vida del Cuerpo Místico de Cristo, es decir, la Iglesia”, señaló al citar las palabras de San Juan Pablo II.

Hoopes indicó que es necesario velar por los hijos, la familia y amigos de la misma manera que lo hizo San José.


3.- San José conocía las escrituras

“José conocía sus Escrituras, presumiblemente porque las leyó y meditó en ellas. Y él era ‘un hacedor de la palabra y no solo un oyente’”, indicó el autor.

Hoopes resaltó que, como este gran santo, los fieles deben leer y creer en las escrituras, para poder vivirlas en el día a día.

¿QUIERES ENVIAR UN MENSAJE AL PAPA FRANCISCO?

 



 ¿Quieres enviar un mensaje al Papa Francisco? 

Aquí te decimos cómo

Redacción ACI Prensa




¿Quieres enviar un mensaje al Papa Francisco? Aquí te decimos cómo

¿Te animarías a enviar un saludo especial, ofrecimientos y oraciones al Papa Francisco?

Son muchas las personas que desean compartir con el Santo Padre alguna experiencia, transmitir una inquietud o simplemente agradecerle por guiar la Iglesia; pero no saben cómo hacer llegar sus mensajes al Pontífice.

Para todos ellos el Vaticano ha difundido esta dirección postal, para que envíen directamente sus cartas al Papa Francisco:


Sua Santità Francesco

Secretaria de Estado Palazzo Apostólico Vaticano

00120 Città del Vaticano

HOY ES LA FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA AL TEMPLO, 21 DE NOVIEMBRE

 



 Presentación de Nuestra Señora al Templo

Fiesta litúrgica, 21 de noviembre


Por: Mario Sgarbossa y Luiggi Giovannini | Fuente:

 Un Santo para cada día




Memoria de la Presentación de santa María Virgen. Al día siguiente de la dedicación de la basílica de Santa María la Nueva, construida junto al muro del antiguo templo de Jerusalén, se celebra la dedicación que de sí misma hizo a Dios la futura Madre del Señor, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su Concepción Inmaculada.

La memoria de la Presentación de la Santísima Virgen María, tiene una gran importancia, porque en ella se conmemora uno de los “misterios” de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de la Iglesia. En esta “Presentación” de María se alude también a la “presentación” de Cristo y de todos nosotros al Padre.

Por otra parte, constituye un gesto concreto de ecumenismo con nuestros hermanos de Oriente. Esto se puede apreciar en el comentario de la Liturgia de las Horas que dice: “En este día, en que se recuerda la dedicación de la iglesia de Santa María la Nueva, construida cerca del templo de Jerusalén en el año 543, celebramos junto con los cristianos de la Iglesia oriental, la “dedicación” que María hizo de sí misma a Dios desde la infancia, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su concepción inmaculada”.

El hecho de la presentación de María en el templo no lo narra ningún texto de la Sagrada Escritura; de él, sin embargo, hablan abundantemente y con muchos detalles algunos escritos apócrifos. María, según la promesa hecha por sus padres, fue llevada al templo a los tres años, en compañía de un gran número de niñas hebreas que llevaban antorchas encendidas, con la participación de las autoridades de Jerusalén y entre el canto de los ángeles. Para subir al templo había quince gradas, que María caminó sola a pesar de ser tan pequeña. Los apócrifos dicen también que en el templo María se nutría con un alimento especial que le llevaban los ángeles, y que ella no vivía con las otras niñas sino en el “Sancta Sanctorum”, al cual tenía acceso el Sumo Sacerdote sólo una vez al año.

La realidad de la presentación de María debió ser mucho más modesta y al mismo tiempo más gloriosa. Por medio de este servicio a Dios en el templo, María preparó su cuerpo, y sobre todo su alma, para recibir al Hijo de Dios, viviendo en sí misma la palabra de Cristo: “Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican”.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 21 DE NOVIEMBRE DEL 2020



 Lecturas de hoy Sábado de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, sábado, 21 de noviembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (11,4-12):


Me fue dicho a mí, Juan:

«Aquí están dos testigos míos, estos son los dos olivos y los dos candelabros que están ante el Señor de la tierra. Y si alguien quiere hacerles daño, sale un fuego de su boca y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, es necesario que muera de esa manera. Estos tienen el poder de cerrar el cielo, para que no caiga lluvia durante los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plagas siempre que quieran.

Y cuando hayan terminado su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran ciudad, que se llama espiritualmente Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado. Y gentes de los pueblos, tribus, lenguas y naciones contemplan sus cadáveres durante tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en un sepulcro. Y los habitantes de la tierra se alegran por ellos y se regocijan y se enviarán regalos unos a otros, porque los dos profetas fueron un tormento para los habitantes de la tierra».

Y después de tres días y medio, un espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie, y un gran temor cayó sobre quienes los contemplaban. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía:

«Subid aquí».

Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos se quedaron mirándolos.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 143,1.2.9-10


R/. ¡Bendito el Señor, mi alcázar!


V/. Bendito el Señor, mi Roca,

que adiestra mis manos para el combate,

mis dedos para la pelea. R/.


V/. Mi bienhechor, mi alcázar,

baluarte donde me pongo a salvo,

mi escudo y refugio,

que me somete los pueblos. R/.


V/. Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,

tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:

para ti que das la victoria a los reyes,

y salvas a David, tu siervo, de la espada maligna. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (20,27-40):


En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:

«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».

Jesús les dijo:

«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.

Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».

Intervinieron unos escribas:

«Bien dicho, Maestro».

Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.


Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 21 de noviembre de 2020

Juan Carlos Martos, cmf

Queridos amigos y amigas:


Celebramos hoy la fiesta de la Presentación de la Virgen en el Templo. Los evangelios canónicos no dejan constancia del hecho, como hacen los apócrifos. Sin embargo, la Iglesia mantiene esta fiesta ya que expresa algo que perduró siempre en el alma de la Madre de Jesús: Su libre disposición ante los planes del Señor.

El evangelio se sitúa en el contexto de final de vida pública de Jesús. Narra un debate de Jesús con los saduceos. Estos argumentan en contra de la resurrección de los muertos, tratando de ridiculizarla con un ingenioso cuento. Jesús termina desbaratando sus tesis. Quedémonos tan solo con dos pinceladas:

Jesús no devalúa el matrimonio. En absoluto. Jesús lo ha defendido en otras ocasiones y ahora no se contradice. Ha sido instituido por Dios, que nos ha creado como hombre y mujer y no sólo para la reproducción de la especie. De ahí que el motivo biológico no justifique la necesidad del sacramento. El matrimonio alcanza su sentido más alto en la realización del amor recíproco, expresión del mismo amor de Cristo. Los seres humanos no podríamos vivir sin un amor concreto, hecho de estabilidad y fidelidad, abierto a la nueva vida. Con la muerte de uno de los cónyuges, el vínculo se deshace… pero pasan a vivir en una condición libre del condicionamiento del sexo, en una vida distinta. 

¿Qué es eso se “ser como ángeles”? Es una manera de expresar lo que queda aún oculto en el misterio. Dios nos tiene destinados a la vida sin fin, no a la muerte. La vida de resucitados no es una simple continuación de esta vida terrena. Acontece de otra manera. Para hacerse entender, Jesús opone «este mundo» y «el mundo futuro» ... un mundo en el que las personas morimos y otro mundo en el que no se muere más, y por lo tanto donde no es necesario engendrar nuevos seres. No hace falta explicar más para refrendar que "sí se puede resucitar". Nosotros creemos, sin elucubrar ni dudar, que al final de todo, la última palabra es la del Dios de la vida. Y su palabra siempre es palabra vivificadora, resucitadora, creadora... siempre lo fue. Por tanto, “¡sí se puede!”.

Vuestro hermano en la fe


Juan Carlos Martos cmf